domingo, 18 de mayo de 2014

Somos Mujeres y Podemos ser Libres

A veces cuando me encuentro tumbada, relajada, pensando en todo un poco, me llega siempre un pensamiento a la cabeza: Por qué las mujeres estamos tan ignoradas en todos los ámbitos de la sociedad, de la vida misma. 

Al llegar a este punto muchos pensarán: bueno otra con el mismo cuento, las mujeres como  siempre bla bla bla, pobrecitas ellas y demás memeces. Pero lo siento, aquí voy a soltar esto y al que no le interese puede dejar de leer esto ahora mismo.

Tanto en la vida familiar como en la laboral vamos siempre por detrás de los “machos dominantes”. En la vida cotidiana, en el cine, en la música y en casi todos los oficios del mundo. Los mejores directores, cocineros, diseñadores, escritores, etc…  son hombres ¿Será posible que en ninguna de estas profesiones una mujer sea la mejor o la más reconocida? Y claro que las hay. Pero eso no interesa  y es mejor tenerlas en un segundo plano.
Bueno, en algo somos muy buenas se me había ido por alto. En ser esposas y madres. Las mejores Amas de Casa, es una profesión “sin igual”: criadas, cocineras, niñeras, enfermeras, recaderas, vigilantes nocturnos, un trabajo todo en uno y sin sueldo. Lo mejor que se le puede ofrecer a una mujer. 

Si las mujeres somos tan petardas que no podemos hacer un trabajo digno, que no nos valoren, que no nos reconozcan nuestra valía en ser directora de cine, la mejor cocinera del país, entonces ¿por qué somos las mejores cocineras, contables, limpiadoras, cuidadoras natas de nuestros familiares,  las mejores costureras y demás oficios en nuestros hogares? Ya lo tengo:  porque esa es nuestra única obligación de verdad en la vida, servir en una casa y ser la mejor esposa del mundo. Obligación implantada desde siglos por los hombres para las mujeres.

Curioso pensar que las mujeres más famosas, las que se nombran más sean las actrices más buenorras del momento (no por su trabajo, sino solo exclusivamente por su cuerpo). Triste es ver  a una buena actriz que ya pasa de los 50 y no la contratan para nada y si lo hacen es para hacer de abuela o de una mujer vieja, sola y repudiada por todos. Sin embargo tenemos auténticos abuelos que, teniendo 65 años o más, siguen repartiendo leches por doquier y saltando desde un avión sin paracaídas. No importa, son héroes, son hombres, y si son maduros, son elegantes y seductores. Una mujer de esa edad es una vieja que no vale para nada. 

Las modelos, otras que si lo pensamos solo hacen vender su cuerpo, muñequitas bajo las garras del hombre y que si no son realmente delgadas las tachan de gordas por pesar “52 kilos y medir 1,78”. Los mejores diseñadores, qué curioso, son también hombres, los mejores maquilladores y peluqueros también hombres.  El trabajo de las mejores modelos es desfilar, estar calladitas, “perfectas”.

Cantantes claro que las tenemos y muy buenas, pero esas son las menos conocidas. Pero sin embargo todos conocen a Beyonce, Shakira, Miley Cyrus... ¿Y qué hacen siempre estas cantantes? Vender su cuerpo. Eres cantante ¿no te vale con eso? ¿con tu voz? Eso no vale en un mundo de tíos, tienes que salir en bragas y menear el cuerpo como una poseída para poner cachondo al verraco de turno. Yo no veo a ningún cantante que salga en tanga, es más van acompañados de mujeres que si  van de esa guisa.  Pero eso es lo normal.
Un hombre puede salir a un escenario con una guitarra, barba de cinco días, desaliñado, con ropa ancha, y eso no importa para que triunfe. Una mujer sale ante el público sin maquillar, sin depilar las axilas por ejemplo, y no durará mucho. Será tachada de guarra, y de otras cosas inclusos más ofensivas.

“No somos capaces, por lo menos la mayoría, de salir de debajo del yugo del hombre. Esa tarea resulta muy difícil, pero se podría conseguir si todas lo deseamos”.

Ahora con la moda del fútbol, por ejemplo, las mujeres parecen posesas viendo un partido (una moda, ya que antes a la mujeres le importaba una mierda el fútbol) y muy curioso: casi siempre serán del equipo del padre, del hermano o del novio. Una vez comenté a unas cuantas mujeres que si les gustaba tanto el fútbol, por qué no se pasaban para ver jugar un equipo de mujeres. Había un partido y podría ser interesante. Sus respuestas: Quita, voy a ver yo  a unas cuantas locas dar patadas, la mayoría serán unas machorras... Contestar semejante estupidez te hace pensar que no le gusta el fútbol de verdad. O es que piensa que una mujer no puede ir detrás de un balón; pero claro, un hombre sí, es una tarea muy complicada dar pataditas a un balón.

Lo mismo pasa con camioneras, taxistas, chóferes y una larga lista de oficios parecidos. Lo hombres (la mayoría) pensarán que lo que tienes que hacer es irte a tu casa y meterte en la cocina, cuando ven a una mujer camionera. “Mira la tiparraca, si tiene pinta de hombre, anda que yo me iba a liar con una tía así”. Y comentarios horribles que podría poner, pero voy a pasar. Pero lo peor es que si una mujer va sentada al lado de su esposo o novio en un coche y ven a una mujer en un taxi, el hombre rápidamente soltara algún insulto. La mujer ayudará en esos insultos  y se quedara tan tranquila, pensando “mi maridito estará contento, pienso lo mismo que él”. 

¿Por qué hacen esto las mujeres? Nos apuñalamos entre nosotras para quedar bien delante del hombre. 

Al nacer, a los pocos días, ya nos hacen los agujeros en las orejas. “Somos niñas” ya preparadas a sufrir. Nos compran ropita rosa. Vamos creciendo y ves que a tu hermano le compran un súper coche de juguete y a ti te compran el juego completo de fregona, cubo, escoba y demás complementos, para limpiar bien tu casita o por lo menos que vayas entrenado. Eso ya es sospechoso, piensas: mi hermano un coche y yo esto…
A tu hermano le seguirán comprando juguetes  como súper héroes y a ti una muñeca, que se mea y se caga cada dos por tres, para que te vayas acostumbrando a quitar mierda ya desde pequeña y por supuesto estar pendiente de tu bebé (un día serás mamá). Cuando a tu hermano le regalen un disfraz de Batman a ti te darán el de princesa. Algo irónico, ya que más que nada serás la cenicienta de un falso Batman.
 Y cuando por fin te regalen la cocinita, a tu hermano el juego de tablero Estratego. Pensaras “seré una famosa cocinera”, pero al final seguro que lo será tu hermano. Y no por ser mejor: Solo por ser hombre tendrá más oportunidades que tú, y se te cerrarán muchas puertas, ya que una mujer cocinera no vende tanto como un buen CHEF. Todo esto lo pienso y me hace ya hasta gracia. En la casa las que cocinan casi siempre son las mujeres para toda la familia, por qué entonces los mejores cocineros son hombres... Si las mujeres han nacido para cocinar y para estar en la cocina, algo falla ¿no?

Cuando tenemos ya una cierta edad, viene el chico de tus sueños y tu padre te entrega a él. Qué suerte tenemos, siempre bajo la protección de un hombre “fantástico”. Luego vienen los hijos. Ya casada con tu maridito, con tus niños, te puedes sentir ya realizada.

El hombre termina su jornada laboral, llega a su casa y ya hasta mañana. La mujer, si trabaja fuera de casa, llegará y le esperará la jornada familiar, que consiste en recoger la casa, hacer la cena y la comida para el otro día, lavar a los críos, recoger la ropa de la mañana y poner otra lavadora, planchar, hacer la lista de la compra. Y por fin sí ha podido terminar con todo, a descansar.

“Desde pequeña nos enseñan que nuestro padre es el rey y nuestros hermanos los príncipes. Nuestra madre es la encargada del servicio y nosotras criadas al servicio de los señores de la casa”.

Me duele y me entristece que todo esto no haya cambiado mucho con el paso del tiempo, quitando algunos casos. Seguimos igual o peor. Eso sí, lo adornan con mensajes de que las mujeres somos libres y modernas, venden cigarrillos para chicas, todo un adelanto, toda una mentira creada por ellos, para que seamos tan tontas y nos lo creamos.  La palabra “moderna”, la más machista de la historia, te la dicen para que te lo creas: Venga, chica, tienes coche con líneas femeninas... Hay muchos ejemplos por ese mismo camino, pero no voy a escribirlos, sería interminable. Nena, sé libre, enseña las tetas... Muy visto y anticuado, pero lo peor es que sigue funcionando con muchas  mujeres, y eso me aterra. No eres libre si aún pasas horas en un gimnasio, pasas hambre a todas horas, tienes que maquillarte aunque vayas a por el pan (el panadero te tiene que ver radiante), tienes que tener siempre una sonrisa de oreja a oreja y nunca quejarte, ya que eso no es de una mujer moderna. Perdona que te lo diga: Ni eres moderna, ni mucho menos libre. Si quieres hacer deporte, me parece genial. Pero por ti. Si te quieres arreglar, hazlo porque quieres y ese día te ha dado el punto. Si tienes que quejarte de la regla, lo haces. Muchas de vosotras entenderéis lo que quiero decir con esto. Pero la mayoría lo hace por la aprobación de los hombres, ya que te lo han metido desde pequeña en la cabeza. Las mujer deben ser femeninas, ser modositas, limpias, siempre sonrientes. Saber llevar una casa. Ser buenas esposas y madres. Y estar bajo la protección de un hombre, ya que tú sola por la vida qué vas a hacer desgraciada...

Cuántas veces he escuchado decir a mis amigas, a conocidas o a algunas mujeres: Hoy al pasar delante de unos albañiles me han dicho que estoy muy buena, me han alegrado el día. Perdona, pero ¿porque unos cuantos tíos te hayan dicho eso ya puedes alegrarte y ser feliz? ¿no lo eras antes? ¿no te veías guapa? Claro, tiene que decirlo un tío, si no no vale. Otro de los casos que he oído: Me han dicho unos chavales que soy tela de fea ¿Y eso te tiene que importar? Pasa de lo que ellos digan, de que ellos aprueben todo lo tuyo, tu forma de vestir, tu forma de pensar, si eres guapa o fea... Ya está bien.  A mí no me alegra, si tengo un mal día, que me diga un hombre “Te voy a comer todo, guapetona”. Es más, me parece un insulto. Y tampoco me va a fastidiar un día genial que un idiota, por no gustarle como voy vestida o por otro motivo, me diga fea, me da igual.

Con todo esto no quiero decir que todos los hombres sean iguales, pero sintiéndolo mucho son la mayoría. Nos tratan como simples hamburguesas que se comen y mientras más, mejor. Y si uno encuentra a la mujer perfecta y decide quedársela (qué suerte), también sabemos parir y darle varoncitos. Y sin son niñas, sus criadas particulares. Un chollo, señores.

Hace poco voy escuchando la expresión: soy sumisa. Y me quedo helada, ya no habla solo del sexo, sino de todo. Lo que él diga, lo que él quiera, yo lo hago. La muñeca perfecta, la Barbie ideal para cualquier hombre. Su “muñeca”, él dominante superior, el fuerte, ella su esclava. Su jarrón florero para dejar sentada al lado de otras mujeres en un bar mientras ellos al lado de la barra hablan de fútbol y de tías explosivas. Para girarse de vez en cuando y poder escuchar cómo sus mujeres hablan de sus niños y de poco más.

 Muchas mujeres creen que han nacido para esto, están acostumbradas.  Y eres tú la que estás mal. Te dicen machorra, bollera, y la frase especial de la casa: “Te vas a quedar sola” (qué miedo), “Quién te va a querer”. 

Una mujer puede decidir la forma de vivir que quiera. Si quieres vivir en pareja (yo lo hago), me parece perfecto, si quieres o no ser madre, si quieres vivir toda la vida sin estar atada a un hombre... Vivir como tú quieras, no como ellos quieran. No haces nada malo si has decidido no ser madre. Una vez llegué a escuchar esta barbaridad: “No quieres tener hijos, entonces para qué vales, para eso no hubieras nacido”. 
Puedes vivir con tu pareja, casarte, no hacerlo, vivir sola, acompañada como te dé la gana. Pero si vives con un hombre, él es tu pareja, tu amante, tu amigo nunca tu AMO. No somos sus criadas, no somos débiles. Somos mujeres y podemos ser libres.

martes, 6 de mayo de 2014

Richard Matheson, El Creador de Pesadillas Fantásticas



20 febrero 1926
23 junio 2013

El Creador de Pesadillas Fantásticas.

Para mí unos de los grandes escritores estadounidense con permiso (de Poe y Lovecraft). Aparte de escritor, fue guionista de cine. Muchas de sus creaciones fueron llevadas al cine con éxito.
 Aquí en España para no variar no ha tenido el reconocimiento debido, con decir que para encontrar alguna obra suya se hace bastante difícil, algunas no esta ni siquiera editada en España. Podemos encontrar y con suerte Soy leyenda (1954) La Casa Infernal (1971) y hace poco en el 2011 sacaron a la venta un libro con sus cuentos cortos Pesadilla a 20.000 pies y otros relatos insólitos y terroríficos (Valdemar). Sus otras obras para tenerlas se vuelve una búsqueda bastante inquietante. Para empezar algunos no sabe quien es (de risa), lo tienes que pedir y con suerte puede que te lo encuentre, vamos toda una odisea. Llevo buscando El último escalón bastante tiempo y nada. Lo tengo que pedir. Aquí en mi ciudad es totalmente imposible.

Del Papel al Cine

Soy Leyenda
De esta novela se ha llegado hacer varias películas 

El último hombre vivo sobre la tierra (1964), con un impresionante Vincent Price. Para algunos una película muy floja incluso mala. Para mi una pequeña obra de arte.


Omega Man (1971) distinta a la anterior, no muy original a la novela. Pero decir que es una de mis películas favoritas con Charlton  Heston.

Otra adaptación es la fallida por lo menos para mí Soy Leyenda (2007) con un insoportable Will Smith. Sus vampiros son horribles :) No me gusto mucho. Me esperaba otra cosa. Lo peor quieren hacer Soy Leyenda 2, miedo me da.



Y por nombrar otra mas os dejo una por Mark Dacasco In Omega (2007) si no me equivoco. Es una película horrible, tonta y cansina, vamos una perdida de tiempo.



Nombrare algunas de sus obras llevadas al cine.

El Hombre Menguante 1957
Una obra maestra del cine.



La Leyenda de la casa del Infierno  1973
basada en su novela La casa Infernal (1971)


El Último Escalón 1999
Con kevin Bacon 



También encontramos dos pequeñas joyitas que son Pesadilla a 20.000 Pies que se pudo ver en una historia de The Twilight Zone.





Y otra en la película En los Limites de la Realidad 1983 con varios directores al frente.



Como dato curioso" hasta en los Simpson podemos ver Pesadilla a ver 20.000 Pies".


Y por último mencionar El Baile de los Muertos 2005 En la serie Masters of Horror.


Hasta aquí mi pequeño homenaje a uno de mis escritores favoritos.