sábado, 26 de abril de 2025

Mis tres favoritas de... Val Kilmer

 

Malina Murnau

"Los demonios de la noche" ("The Ghost and the Darkness", Stephen Hopkins, 1996) de Estupenda película de Val Kilmer con Michael Douglas. Basada en hechos reales. Con unos leones un poco cabroncetes. No me canso de verla.

"The Doors" ("The Doors", Oliver Stone, 1991).

Para mí el papel de su vida, Val se convierte en Jim Morrison. Una interpretación espectacular. Destacar a Kyle MacLachlan. Adoro esta película.

"Tombstone: La leyenda de Wyatt Earp" ("Tombstone", George P. Cosmatos, 1993).

Y cómo no, tengo que poner esta. Reparto de lujo (Sam Elliot forever). Todos lo hacen de diez, pero el papel de Kilmer es una pasada. Una película para ver cada cierto tiempo. Una gozada.

Y qué decir de este actor, que se ha ido demasiado pronto, y una enfermedad que lo dejo como una sombra de lo que fue, una putada.

La primera vez que lo recuerdo fue en “Willow” (1988), ese Madmartigan fanfarrón y locuelo y con aire de héroe. “Top Secret!” (1984), comedia que vi con mis hermanos hasta cansarme de ella. “La isla del Dr. Moreau” (1996), película que particularmente también me gusta, aunque la pusieron que no había por donde pillarla. “Batman Forever” es otra que también disfruto. Y así muchas más. Otro que nos dejó, y otro que nos recuerda que la vida es demasiado breve y que es una jodida mierda. Así que a disfrutar... Feliz sábado.

Alfonso Romero

No soy de reivindicar los ochenta, década muy quemada ya con todas las revisiones y revisitaciones de sus películas más (supuestamente) icónicas, y la década en la que Val Kilmer se dio a conocer para el gran público. Pero es que este actor nacido en Los Ángeles nos dio muchas de sus mejores actuaciones en décadas posteriores. Evidentemente ya más experimentado y curtido a lo largo de una larga trayectoria que se ha visto prontamente truncada con su óbito a los 65 años.

“Lazos de sangre (Bloodworth)” (“Provinces of Night”, Shane Dax Taylor, 2010).

Un hombre regresa cuarenta años después de que abandonara su casa y a su familia con objeto de labrarse un nombre como cantante de country. Aunque había más razones para su huida que los suyos ignoran. Los Bloodworth son una familia de hillbillies con muy mala fama en la región, en el pueblo piensan que una maldición pesa sobre dicha familia, y los componentes de la misma con su comportamiento y forma de vivir no ayudan mucho a que cambien de parecer. Kris Kristofferson es el patriarca de la desestructurada familia, y entre sus vástagos están W. Earl Brown, Val Kilmer y el cantante de country Dwight Yoakan. Todos muy acertados en sus papeles.

“Kiss Kiss, Bang Bang” (“Kiss Kiss Bang Bang”, Shane Black, 2005).

Comedia de acción escrita y dirigida por el Shane Black (el creador de la saga “Arma letal”) que tiene todo su sello. Cuenta además en sus roles masculinos con Kilmer y un Robert Downey Jr. pre-“Iron Man”, dos intérpretes que encajan perfectamente con lo que requieren sus personajes y lo que espera el público de ellos.

La cinta fue muy bien recibida (en los USA, en España muchos ya ni se acordaban de su responsable), no tardando en hacerse con cierto estatus de culto, y forma un estupendo programa doble con “Dos buenos tipos” (2016), película también escrita y realizada por Shane Black y con una pareja masculina protagonista con actitudes que chocan.

“Heat” (“Heat”, Michael Mann, 1995).

Con una dirección impecable, Michael Mann nos brindó uno de los grandes títulos policiacos de los noventa y uno de los mejores films de su década -reinterpretación de un éxito chino, como hiciera Tarantino unos años antes con “Reservoir Dogs” (1992)-.

Val Kilmer está soberbio, destacando entre un plantel actoral que incluye nada menos que a Al Pacino, Robert De Niro, Jon Voight, Tom Sizemore o Ted Levine.

Miguel Romero

Aunque ocasionalmente le llamaran directores consagrados como Coppola, Herzog o Malick, ya hacía años que casi todas las películas en las que trabajaba Val Kilmer (ya fuera de protagonista o en pequeños cameos) eran producciones B destinadas a los videoclubs. Y el principal responsable fue él… Pero no es el momento de hablar de ello, aprovechemos para homenajearlo y recordar aquellos títulos que más nos gustaron de quien fuera una estrella de Hollywood en las décadas de los 80 y 90 del pasado siglo.

“La muerte golpea dos veces” (“Kill Me Again, John Dahl, 1989).

Un tipo (Kilmer) cae en los sucios engaños de una femme fatale (su entonces esposa en la vida real, Joanne Whalley) que ya ha embaucado antes a un peligroso gánster (Michael Madsen). En su debut en el largometraje, John Dahl se acogía a los parámetros del cine negro clásico usamericano, género que renovará en sus dos siguientes películas, “Red Rock West” (1993) y “La última seducción” (1994).

“Blind Horizon (El enemigo está dentro)” (“Blind Horizon”, Michael Houssman, 2003).

Producción de la Millenium Films para esta historia de conspiranoia en la que un paciente de un hospital que despierta con amnesia (Kilmer, of course) es sólo una pieza más en una enrevesada trama para acabar con el presidente. También en el reparto Faye Dunnaway, Sam Shepard, Neve Campbell, Amy Smart y el hoy omnipresente Giancarlo Esposito.

“Lost Soul” (“Lost Soul: The Damned Journey of Richard Stanley’s  Island of Dr. Moreau”, 2014, de David Gregory).

David Gregory, con la misma irónica mirada con la que trata todos sus documentales sobre cine, nos contó todo lo que tuvo que sufrir Richard Stanley durante el rodaje de su ansiada adaptación de "La isla del Dr. Moreau". Val Kilmer no aparece entrevistado, pero sin duda fue parte fundamental del caos que allí se dio…

Eduardo Álvarez Cónsul

 "Tom Sawyer & Hucleberry Finn" ("Tom Sawyer & Hucleberry Finn", Jo Kastner, 2014).

En esta adaptación de la gran novela de Mark Twain sobre la saga de Tom Sawyer & Huck Finn Val Kilmer es el gran escritor Mark Twain.

"Corazón Trueno" ("Thunderheart", Michael Apted, 1992).

En ese trhiler ambientado en una reserva india Val Kilmer es un agente del FBI con sangre india que debe de resolver un crimen 

"La venganza de Wyatt Earp" ("Wyatt Earp's Revenge", Michael Feiffer, 2012).

En este wéstern Val Kilmer interpreta al historico marshall Wyatt Earp cuando era joven.

Carlos Enríquez

Val Kilmer poseía un magnetismo fuera de toda duda. Al enterarme de su fallecimiento se me hizo un nudo en la garganta. Aunque durante los dos mil su carrera no estuviera en su mejor momento, hay una colección de películas anteriores en las que brilló como pocos. Siempre pensé que a lo mejor iba a remontar de nuevo, pero su delicado estado de salud durante estos últimos años lo ha impedido, y el cáncer y otros problemas que arrastraba le han ganado la batalla. Tengo todavía pendiente de visionado “Val” (Ting Poo & Leo Scott, 2021), el documental sobre su vida, fallo imperdonable que quiero enmendar en cuanto pueda. Aquí van mis tres favoritas:

“The Doors” (“The Doors”, Oliver Stone, 1991).

En mi humilde opinión, si hay un papel que elevó a Val Kilmer a la categoría de leyenda fue el de Jim Morrison en “The Doors” (Oliver Stone, 1991). No es que interpretara a Morrison, es que se convirtió en Morrison, hay momentos en la cinta en los que puedes dudar de si estás viendo un biopic o un documental con insertos de metraje real. Su manera de moverse en el escenario, la mirada perdida y brillante, la voz, su forma de andar… es el Rey Lagarto reencarnado. Imposible olvidar escenas como en la que canta “The End” con los ojos desorbitados, rodeado de humo y descontrol, o cuando se planta en el desierto para consumir LSD en plan chamánico y se pregunta por el sentido de la vida. Es una interpretación alucinada, excesiva e hipnótica. Me parece una de las grandes transformaciones del cine. Kilmer no actuó, se entregó por completo al personaje. Maravilloso. 

“Willow” (“Willow”, Ron Howard, 1988).

Soy un gran fan de esta película desde que la vi en el cine de jovencito. Suelo ponérsela a mis sobrinillos o a los hijos de mis amigos y siempre les flipa. Aventuras, magia, espadas y personajes con alma, una película con espíritu aventurero, con esa inocencia típica de la década de los ochenta que ya no se estila. Val Kilmer está perfecto como Madmartigan, una especie de Indiana Jones en un mundo de magia y brujería en el que destaca el espadachín fanfarrón con buen fondo. Posee química con todo el reparto, desde Warwick Davis (el gran actor británico que encarna a Willow) hasta la villana malísima, la reina Bavmorda (inolvidable Jean Marsch), que da auténtico miedo. Y qué decir de su sobrina, Sorsha, que cae rendida a los encantos de Madmartigan gracias a un hechizo de amor, provocando escenas muy cómicas. Kilmer lo da todo: pelea, se disfraza, se arrastra por los suelos y se enamora. Y tú lo sigues con una sonrisa porque, más allá de las bromas y la acción, transmite ganas de vivir la aventura con el corazón por delante.

“Los demonios de la noche” (“The Ghost and the Darkness”, Stephen Hopkins, 1996).

Esta película se basa en una historia real acaecida en el África colonial de finales del siglo XIX, un ingeniero británico (Val Kilmer) y un cazador legendario (Michael Douglas) intentan eliminar a dos leones devoradores de hombres que están aterrorizando a los trabajadores de una obra ferroviaria. La peli tiene ese sabor a cine clásico de aventuras, con paisajes impresionantes y una tensión que va creciendo a medida que los ataques se vuelven más brutales. Pero lo que más me gusta es el guion, muy bien hilado y con diálogos cargados de mala leche. Como ese del principio, cuando Robert Beaumont (el gran Tom Wilkinson) fija los plazos y le encarga al personaje de Kilmer su misión, deben terminar el puente antes de cinco meses, a pesar de los leones: «Mi único placer es atormentar a la gente que trabaja para mí, gente como usted —dice Beaumont—. Cometa un solo error y le prometo que haré que me odie». «Mi esposa tendrá nuestro primer hijo dentro de seis meses, le prometí estar con ella cuando naciera. Y siempre cumplo mi palabra», contesta Patterson (el personaje de Kilmer). «Muy conmovedor, coronel Patterson, me enternece que me haya confiado eso, pero en realidad me importa un carajo su próxima camada». ¡Apoteósico!

Me dejo en el tintero algunas joyas, como la del mejor tiroteo de la historia del cine: “Heat” (Michael Mann, 1995); la potente “Tombstone: la leyenda de Wyatt Earp” (“Tombstone”, George P. Cosmatos, 1993) con una muy buena interpretación de Kilmer del famoso personaje del oeste americano Doc Holliday; también me he dejado fuera “Top Gun” (Tony Scott, 1986), la peli en la que lo conocí y donde daba vida al inolvidable Iceman. Y quizás películas algo menos acreditadas, pero que funcionan bien como curiosidad, por ejemplo, “La isla del doctor Moreau” (John Frankenheimer, 1996), un remake con aroma a serie B que me resultó curioso; o la interesante adaptación de Poe en “Los crímenes de la calle Morgue” (“The Murders in the Rue Morgue”, Jeannot Szwarc, 1986). Como he dicho al principio, lo cierto es que en sus últimos años Val Kilmer se embarcó en películas de menor calidad. Salvo alguna excepción, parecía un actor fuera de su mejor forma, apagado; tal vez se trataba del reflejo de un declive inevitable. Aun así, su legado está más que asegurado, por lo que solo podemos agradecérselo. Gracias, Val, por tantas escenas y películas inolvidables. Descansa en paz. 

Jesús Manuel Pérez Molina

Nunca he sido muy fan de Val Kilmer, quizás porque lo descubrí en mi adolescencia revolucionada hormonalmente cuando las chicas de mi clase se derretían por él y otros rostros guapos que nos hacían de menos a los que éramos aspirantes a agarrar y cachear aquellas carnes prietas y de olor a chicle de fresa ácida de aquellas compañeras de instituto y sus amigas. Aunque luego Kilmer sí me solía caer simpático cuando trabajaba de secundario o de colega del actor principal.

“Top Secret!” (“Top Secret!” Jim Abrahams, David Zucker, Jerry Zucker, 1984). 

La primera peli que vi de este hombre es mi favorita no solo de él sino del equipo Zucker-Abrahams-Sucker, que condensa lo mejor de las sagas "como puedas" venidas y por venir. Antológicas son las escenas de los títulos de crédito a ritmo de los Beach Boys con gente haciendo surf mientras practican el tiro al plato o la archifamosa escena de la vaca con botas. Además, desfilan por pantalla gente de la talla de Peter Cushing u Omar Shariff.

“Tombstone: La leyenda de Wyatt Earp” (“Tombstone”; George P. Cosmatos, 1993).

Uno de aquellos wésterns nacidos tras el descomunal éxito de “Sin Perdón” (1992) donde se intentaba desmitificar leyendas y otros episodios del Lejano Oeste ofreciendo personajes más humanos y sus miserias. Recuerdo que la primera vez que la vi no me gustó mucho (lo mismo que me pasó con “Sin Perdón”), pero las varias revisiones hechas a lo largo de los años en diferentes formatos ha hecho que cada vez me haya ido gustando más llegando a convertirse en una de mis versiones favoritas del famoso Duelo en el OK Corral.

“Heat” (“Heat”, Michael Mann, 1995).

 Me encanta el cine de Michael Mann desde que lo descubriese en “ManHunter” (1986), aquella primera versión de “El dragón rojo” y la presentación cinematográfica de Hannibal Lecter. En esta ocasión Mann se echa a dormir un rato mientras Robert de Niro, Al Pacino y Val Kilmer ruedan una versión americana de “Organized Crime & Triad Bureau” (1994) que Kirk Wong había rodado un par de años antes en Hong Kong. “Heat” no deja de ser un remake millonario no oficial de la película de Wong. Años más tarde Martin Scorsesse haría lo mismo con “Infernal Affairs” (2002) y se sacaría de la manga “Infiltrados” (2006).

Y como mención especial destacaría la intervención de Kilmer en “The Doors” (1991), dando vida al estrafalario líder de la banda Jim Morrison, y a su participación en “Amor a quemarropa” (1993).

Fernando Rodríguez Tapia

“La muerte golpea dos veces” (“Kill Me Again”, John Dahl, 1989).

Un detective caído en desgracia, una femme fatal con problemas perseguida por hampones y su peligroso novio, y un sustancioso botín de por medio. Uno de los títulos clave en la revitalización del cine negro, realizados a finales de los años ochenta y primeros noventa que supuso la carta de presentación de su interesante director. Kilmer encarna al protagonista como reclamo comercial impuesto por los productores (Dahl tuvo problemas con él) pero le roban la cartera su entonces esposa Joanne Whalley y el gran Michael Madsen. Un film siempre agradable de ver con ecos de la literatura de Cain y Thompson.

“Spartan” (“Spartan”, David Mamet, 2004). 

Excelente thriller con el habitual juego de engaños y apariencias habituales en la obra de su realizador aquí con el mundo del espionaje de por medio. Kilmer encarna aquí muy bien a Robert Scott, un marine que trabaja para los servicios de inteligencia y al que le encargan el rescate de la hija del presidente. Una operación encubierta que oculta una trama oscura y en la que el protagonista se verá obligado a actuar por su propia cuenta al perder el respaldo de sus superiores que cancelan la misión por intereses políticos poco claros. La película podría verse como un adelanto de lo que Mamet posteriormente desarrolló en la serie de televisión “The Unit” (2006-2009).

“Wonderland” (“Wonderland”, James Cox, 2003).

Otro de los estimables trabajos de Val Kilmer alejado de sus títulos de más relumbrón, interpretando a todo un icono del cine pornográfico como fue el mítico John Holmes. No estamos ante un biopic al uso sino a la crónica de uno de los episodios más oscuros de su vida que marcó su evidente caída dentro de la industria del entretenimiento para adultos. La investigación de un suceso criminal que dejó cuatro muertos en la avenida Wonderland desvela el mundo oculto con el que el actor porno andaba conectado en esa época. Otra vuelta de tuerca al lado menos agradecido del sueño americano que funciona como perfecto complemento de la reconocida “Boogie Night” (Paul Thomas Anderson, 1997).

Jorge Arincón

No es un actor que me haya deslumbrado nunca por su trayectoria. No recuerdo jamás haber tenido interés especial por una película porque la interpretase Val Kilmer. Aunque realmente eso me pasa con la mayoría de actores de su generación o de las posteriores. 

Sólo recordaba "The Doors", así que he tenido que consultar para acordarme. 

Ahí van las que más me gustan:

"The Doors" ("The Doors", Oliver Stone, 1991).

El parecido de Val Kilmer con Jim Morrison aquí es asombroso. 

Kilmer calca los gestos de Morrison, su aspecto,...

En su momento me gustó mucho la película que sirvió para popularizar a The Doors y mostrarnos cómo impactó a la sociedad americana en su momento.

“Willow” (“Willow”, Ron Howard, 1988).

Hace muchísimos años que no la veo, pero la recuerdo con cariño. Muy entretenida y con Kilmer haciendo de tipo rudo y noble acompañando al enanito.

“Alejandro Magno” (“Alexander”, Oliver Stone, 2004).

Otra de Oliver Stone, en este caso es una película que podría haber estado muy bien, pero en la que el reparto es horrendo.

No lo digo por Kilmer, que sí encaja bien en el papel de Filipo. Pero ver a ese Colin Farrel teñido y a esa Angelina Jolie de Olimpia..., ufff.

Una película muy ambiciosa que quiso recuperar la grandeza de los grandes clásicos históricos, con largo metraje, espectaculares batallas, pero acabó siendo un fiasco con sólo algunos momentos brillantes.

Val Kilmer se libra del naufragio y sí está digno en su papel.

Emilio Malet

“Top Secret!” (“Top Secret!” Jim Abrahams, David Zucker, Jerry Zucker, 1984). 

Como supongo que la mayoría de nosotros con esta película conocí a Val Kilmer. Fantástica comedia con inolvidables e inteligentes gags y con una estupenda interpretación que nos daba ya pistas de lo polifacético que era el actor y sus dotes como cantante y bailarín.

“Willow” (“Willow”, Ron Howard, 1988).

Cambiando totalmente de registro (y de peinado) otro de los personajes inolvidables de Val Kilmer. En este caso interpretando a Madmartigan, el típico héroe de entonces (Indiana Jones, La Joya del Nilo,  Golpe en la pequeña China..) que  empieza metiéndose en la trama por interés propio y casi sin quererlo acaba convirtiéndose en el héroe.

“Top Gun (Ídolos del aire)” (“Top Gun”, Tony Scott, 1986).

He elegido el podio en función de lo icónico de sus personajes, y para mi Val Kilmer siempre será Nick Rivers, Madmartigan y por supuesto “Iceman”,  el testosterónico antagonista ( y mucho más interesante) del hartible y sonriente Maverick.

Menciones especiales:

“The Doors” (1991): Soberbia interpretación del actor que se mimetiza con al artista, aunque la película no está a su altura.

“Tombstone: La leyenda de Wyatt Earp” (1993). El mejor Doc Holliday de la historia de Hollywood, y en este caso la película es tan buena como su actuación.

Joanna

Val Kilmer irrumpió al comienzo de los ochenta haciéndose un hueco entre una nueva generación de actores jóvenes que llegaban a Hollywood con la intención de quedarse y triunfar. Si Rob Lowe o Tom Cruise eran esos guapos que las jovencitas llevaban decorando sus carpetas escolares, Kilmer se desmarcaba sin miedo a reírse de sí mismo. No tardó en reclamar papeles con mayor profundidad dramática y variedad de registros, y además de participar en algunos de los títulos clave de aquella década –“Top Gun (ídolos del aire)” (1984), compartiendo créditos con Cruise- protagonizaría una gran variedad de trabajos con papeles muy diferentes entre sí de donde salía victorioso.

Quien lo conoció dice que era muy difícil de tratar. A las estrellas se les suele perdonar el divismo, pero parece que, junto a otros factores, su comportamiento altivo ayudó a su caída a los infiernos de los bajos presupuestos, con una serie de roles que se despachaba sin mucho esfuerzo. Pero todo ello ayudó a crear esa imagen de malditismo que nos ha quedado de él, ayudada por su lucha contra el cáncer que terminaría cobrándole factura.

Voy con tres títulos suyos que reivindico. Tres cintas muy odiadas o al menos hoy olvidadas.

“Wonderland” (“Wonderland”, James Cox, 2003).

Recreación de los asesinatos de Wonderland, acaecidos en un barrio angelino a comienzos de los ochenta y donde estuvo presente la estrella del cine porno John Holmes, Mr. 25cm. La interpretación de Val Kilmer como el legendario actor del cine para adultos es lo mejorcito de la cinta, con un Holmes demacrado y en horas bajas, víctima de todos sus excesos, los propios de los alocados setenta.

“Batman Forever” (“Batman Forever”, Joel Schumacher, 1995).

Desde hace unos años es cool criticar a Joel Schumacher, un director mediocre, sin un estilo definido, bla bla, bla... También es cool destrozar a Jim Carrey, aquel cómico que todos adoraban en los noventa y que para muchos es mejor que hoy estuviera muerto... Además, esta entrega del Hombre Murciélago no la dirigió Tim Burton, que sí mola y tod@s l@s gótic@s (o como se quieran llamar ahora) milenials adoran... El mismo Val Kilmer, el Batman en esta película, la odiaba. No se sentía cómodo ni con el traje ni con, mucho menos, la máscara, que le impedía libertad de expresión y movimientos... Aunque era la película que, junto al “Tombstone” de Pan Cosmatos, más gente le llevaba merchandising a Kilmer para que se lo firmara en las convenciones...

“Batman Forever” es, además, un vehículo no para Kilmer/Batman sino para uno de sus antagonistas, Carrey/Acertijo, que es la verdadera estrella de esta grandilocuente función. La taquilla manda, money talks que dicen los yankys, y el cómico era en aquellos momentos quien más llenaba de traseros las butacas. El otro villano, Dos Caras, interpretado por un excesivo, aunque mucho menos que Carrey, Tomy Lee Jones está igualmente supeditado al histrionismo de su compañero de fechorías y maldades. En una cinta colorista, al contrario que el goticismo impregnado por Burton, sobre todo en “Batman Returns” (1992); circense, donde el más difícil todavía y los trucos es la moneda de cambio; y donde el exceso reina a sus anchas, frente a la contención como norma obligada del buen cine.

Sin llegar a los descaros queer de la siguiente entrega del super héroe de Gotham, la aún más odiada “Batman y Robin” (1997), la cinta ya apunta maneras. Y entre sus extravagancias destacan en los roles femeninos las chicas de Dos Caras, Azúcar y Pimienta, las guapas Drew Barrymore y Debi Mazar, que se imponen a la más socilla Nicole Kidman en el papel de la doctora Meridian, el objeto amoroso de Bruce Wayne.

“La Isla del Doctor Moreau” (“The Island of Dr. Moreau”, John Frankenheimer, 1996).

Qué hubiera sido de esta película si Richard Stanley hubiera podido realizarla/terminarla tal como estaba previsto es una incógnita. Lo que al final cuenta es que Frankenheimer tomó los mandos cuando echaron a Stanley y, contra los pronósticos más negativos, pudo hacerla e incluso tiene, al menos cierta, coherencia y todo.

Que es una bizarrada, pues sí, que la de 1932 con Charles Laughton y Bela Lugosi es muchísimo mejor, pues también, que si es excesiva en todo, pues mejor... Además, tiene un reparto imposible e irresistible (Marlon Brando, Val Kilmer, Mark Dacascos, Ron Perlman, Neil Young, una guapísima Fairuza Balk, etc), y ha resistido mejor el tiempo que la versión de 1977 que, por cierto, odiaba Stanley.

David Suárez Sánchez

“Top Gun (Ídolos del aire)” (“Top Gun”, Tony Scott, 1986).

 Para mí el papel de su vida. Val Kilmer siempre será “Iceman”, una gran interpretación en una película que se hizo para lucimiento de Tom Cruise, y para mí incluso lo llega a eclipsar. Una película que le llevó al éxito y a convertirlo en uno de los grandes de Hollywood.

“Top Secret!” (“Top Secret!” Jim Abrahams, David Zucker, Jerry Zucker, 1984). 

Una película donde Val Kilmer demostró que además de actor era un gran bailarín. Y aunque él en sí en la película no hacía reír mucho o casi nada hizo un buen papel gracias a que la película tenía todos los elementos para pasar un buen rato.

“Heat” (“Heat”, Michael Mann, 1995).

Grandísima interpretación de Kilmer en una película con grandes actores como Robert De Niro. Val Kilmer estuvo a la altura de estos grandes actores y su interpretación de atracador de bancos fue magistral.

Merrik Mayfair 

“Willow” (“Willow”, Ron Howard, 1988).

“La Isla del Doctor Moreau” (“The Island of Dr. Moreau”, John Frankenheimer, 1996).

“Batman Forever” (“Batman Forever”, Joel Schumacher, 1995).

Oscar "Woody" Correa

Hablar de Val Kilmer es nada menos que hablar del “puto” Jim Morrison y de Batman, ahí es nada, entre otros papeles que ha dejado a una edad temprana por el cáncer. En mi caso con Val Kilmer me pasa, por un lado, como con Al Pacino, mis recuerdos se remontan a sus actuaciones de antes del 2.000 (salvo volver a recuperarle para "Top Gun Maverick", pero esa no cuenta porque es "Top Gun" y viene de antes de los 2 mil!!!). ¿Ha hecho cosas después? Muchas, mucho papel secundario, pero ninguna que me lleve a la portada de lo que me viene cuando recuerdo sus actuaciones (bueno, venga, vale, se podría salvar "Kiss Kiss Bang Bang", aunque sea secundario). Y por otro lado También se ha envuelto en muchas polémicas a lo Mel Gibson, entre sus convicciones religiosas y sus comportamientos en rodajes y con compañeros, se generó una “famita” de actor complicado (decían que le llamaban “Psycho Kilmer”, buenísimo apodo)… llegando al “sumum” en "La isla del Dr. Moreau" (1996), donde para más inri coincidió con un Marlon Brando crepuscular y también ultra problemático. 

El top 3 ha sido en este caso sin ninguna sorpresa, de películas de antes del 2.000, y quitando las de Batman porque me salen antes otros Batman como un Christian Bale, o incluso un Michael Keaton antes que Val Kilmer: 

“Top Secret!” (“Top Secret!” Jim Abrahams, David Zucker, Jerry Zucker, 1984). 

El que haya visto esta película ya no la olvida, o porque te encanta o porque la odias, en mi caso es lo primero. Como Nick Rivers, un cantante de rock rollo Elvis atrapado en una misión de espionaje en plena Guerra Fría, esto sí que es un debut de una carrera profesional. Val Kilmer sale ya en modo estrella, con carisma absoluto, mezcladlo lo formal y lo cómico y entregado al absurdo por completo. Dominando tanto la comedia física como la expresión absurda sin romper el personaje, algo difícil en este tipo de humor, sobre todo si es tu debut!!! Y hasta canta/comedia como el legendario ya “Skeet Surfin’” (parodia brillante del surf rock y ya es de culto) y el tutti fruti con la orquesta de señores mayores…. En cualquier conversación de amigos de hace unos años, siempre se compartían las escenas que se recordaban de "Top Secret!" y que la vez te hacían tanto revivirlas como recordar algunas ya olvidadas (cosa que ya con las redes sociales se ha perdido, frase de viejo, jajajaaaaaa).

"The Doors" ("The Doors", Oliver Stone, 1991).

Hablamos de una de las ocasiones en las que el biopic hizo que el grupo The Doors volviera a la palestra del momento. Creo que puede haber gente que cuando piense/recuerde/cante temas de The Doors realmente se le venga a la mente a Val Kilmer y no a Jim Morrison, y es que en la película Val Kilmer se convirtió literalmente en Jim Morrison (se llegó a obsesionar), tanto en apariencia, voz, la mística, los movimientos… todo, pareces estar viendo de verdad al “puto” Jim Morrison y a los Doors. Ayudado también por la dirección de Oliver Stone, exigente donde los haya, que ayudado por psicodelia y la mística de la película crearon este The Doors 2.0… Este papel fue como un cambio en su carrera, ya que había mucho hecho de “galán” (o galán cómico como en "Top Secret!") en muchas de sus primeras actuaciones, y se vio que podía dar un paso más y llegar a papeles importantes. 

"Escuela de genios" ("Real Genius", Martha Coolidge, 1985). 

De vez en cuando hay que darle la importancia y sitio que se merecen a las geek movies… Qué mejor oportunidad que con "Escuela de genios" donde Val Kilmer es el protagonista geek que medio definió un estilo de estos personajes para el estereotipo futuro de siguientes películas y generaciones. Es decir, un cerebrito de los buenos, pero nada que ver con el típico empollón, ya que es guapo (y no el típico friki), y va vestido como si se acabara de escapar de una fiesta, pasa de las normas, se ríe y desafía a “la autoridad” y resuelve cosas imposibles mientras suelta chascarrillos de  sobrado todo el rato. Tiene ese rollo de tipo listo y desvergonzado que cae bien, y Kilmer lo borda en su primer papel como protagonista de verdad. Para mí esta película es una combinación perfecta de comedia geek, ciencia ficción, guerra fría, pseudo thriller, crítica al sistema, antimilitarismo, etc…

David Cortabarria

Val Kilmer (1959-2025). 65 años. Demasiado pronto. Me gustan muchas de las películas en las que intervino, pero hay que escoger. No tuve que pensármelo mucho.

"The Doors" ("The Doors", Oliver Stone, 1991).

Val Kilmer como Jim Morrison

Una de las primeras películas, "Top Secret!" (1984) y "Willow" (1988) aparte, donde comencé a fijarme en un actor que, en este caso, consiguió una interpretación bastante acorde (además del notable parecido físico) a lo que podría ser una aproximación más o menos fiel de un malogrado artista que creo que nunca llegaremos a conocer del todo bien. Con Oliver Stone me pasa igual que con el grupo The Doors, a ratos me encanta su filmografía/discografía, y a ratos me parece irregular, por artificiosa y autosaboteada. En esta ocasión valoro que Stone haya acercado el artista al público, aunque dudo mucho de la fidelidad de los hechos narrados. A Kilmer lo veo en ocasiones transmutado a la perfección en el Rey Lagarto. 

"Heat" ("Heat", Michael Mann, 1995).

Val Kilmer como Chris Shiherlis

Dotada de un reparto excepcional donde Al Pacino y Robert De Niro se adueñan por completo de la pantalla, la bellísima película "Heat" se apoyó también en Jon Voight, Tom Sizemore (otro actor que también se fue demasiado pronto, a sus 61 años) y en un Val Kilmer realmente espléndido en su breve papel, aunque Michael Mann le regala unos planos maravillosos en la increíble escena del tiroteo. Creo que el bueno de Sam Peckinpah se habría extasiado ante semejante espectáculo. "Heat" es un portento hecho cine, que siempre hace que llegue a su final con un nudo en la garganta, sacudido por todo lo que he visto. El remate con el temazo de Moby “God moving over the face of the waters” en los títulos de crédito me genera un estado casi hipnagógico, a la par que extático, que no quiero que termine nunca. Siempre estoy deseando volver a ver "Heat".

"Val" (Documental de Ting Poo y Leo Scott, 2021).

Quizás uno de los documentales que más se acercan a la hora de describir la poliédrica vida de una persona a la cual creo que tendrían que haberle ido mejor las cosas en la vida, si bien aprovechó el tiempo de manera intensa, con una deliciosa manía con la que me identifico plenamente, la de grabarlo todo, levantar acta de los eventos del día a día, preservarlos para tratar de conspirar contra Cronos, el gran depredador (Galactus, devorador de mundos, a su lado eres bien poca cosa…). Con momentos entrañables, otros muy tiernos y un par de escenas que desearía no haber visto porque aunque no sean intrínsecamente duras, muestran con toda dureza lo amarga que puede llegar a ser la vida. Un muy interesante documental cuyo visionado recomiendo encarecidamente.

"Animals" (Director’s Cut), videoclip de Rick Alverson (2016) para Oneohtrix Point Never

Extraño, lynchiano, estroboscópico e hipnótico. Habría sido una excelente coda para el documental recién mencionado. Val Kilmer preservado en el ámbar digital de un tema electrónico evocadoramente espectral, sencillo y efectivo.

Puede verse aquí:

https://www.youtube.com/watch?v=1UztCDH2xuQ

Susanna Annasus

De mis películas favoritas de Kilmer, la primera de todas sería “Willow”, de 1988, película de culto en el género fantástico. Dirigida por Ron Howard, no es la primera que vi de Kilmer, pero si me encantó como desarrolló este personaje, al igual que los otros actores, si hubieran sido otros no hubiera sido igual. Esta película fue producida por George Lucas y se basa en una historia ideada por él mismo. El guion fue encargado a Bob Dolman. Como dato muy curioso es que Lucas quiso hacer la adaptación del Hobbit, pero no obtuvo los derechos y empezó a idear "Willow". Es una película que no me canso de ver, me encantan tanto los actores, como la historia, cómo la música, como los personajes, todo. Es muy divertida y un género que me gusta muchísimo.

La película “Corazón de trueno”, de 1992. Dirigida por Michael Apted, está basada en hechos reales que sucedieron en una reserva de Dakota del Sur. Y me gusta mucho como sabe mostrar la atmosfera del lugar, las costumbres, y aunque serio, creo que en el personaje de Kilmer hay un gran cambio. Comparte película con otros actores que también me gusta mucho, cómo es Sam Shepard y Graham Greene.

Otra película que me gusta muchísimo de él, con la que me rio mucho es “Top Secret!”, de 1984 y dónde sale un elenco de actores muy importantes, sobre todo Peter Cushing, Omar Sharif. Dirigida por David Zucker, Jerry Zucker y Jim Abrahams. Es una parodia total basada en la Segunda Guerra Mundial, también en Elvis Presley. Y es una película cómica muy divertida, y dónde Kilmer supo y disfrutó muchísimo en el papel, fue siempre mi sensación. Él sabía como enamorar a la cámara y que su rostro era muy atractivo y que atraía, igual que su físico.

En “The Doors”, de 1991. Dirigida por Oliver Stone, aquí es que no veo a Kilmer, veo a Jim Morrison. Esta película me sorprendió muchísimo, y es que creo que Kilmer era un buen imitador, o sabía encontrar el detalle, los gestos de la persona a imitar. No fue muy aceptada esta película porque se centró mucho en la parte más “oscura” digamos del cantante, olvidando mostrar otras facetas o vivencias. Había partes que mostraban la vida del cantante, pero otras partes era más la versión de Stone, y todo eso también creó polémica.



sábado, 19 de abril de 2025

Ted Kotcheff. Despertando en el infierno.

 

Entre los muchos óbitos de profesionales del séptimo arte en lo que llevamos de año, uno de los últimos ha sido el de Ted Kotcheff, realizador canadiense recordado por haber dirigido Acorralado (First Blood, 1982), que protagonizara Sylvester Stallone y que diera inicio a la saga de Rambo, y la comedia Este muerto está muy vivo (Weekend at Bernie’s, 1989). Recomendamos aquí en su memoria otros seis títulos suyos entre una amplia filmografía que diera comienzo en los años 50 del pasado siglo XX.

Of Mice and Men (1968).

Segunda adaptación (primera para la pequeña pantalla) de las cuatro que hasta ahora se han hecho de la famosa novela de John Steinbeck De ratones y hombres (Of Mice and Men, 1937). Al igual que en su remake también para televisión del clásico Horas desesperadas (The Desperate Hours, William Wyler, 1955) que realizó nuestro homenajeado el año anterior, contó con George Segal (ahora de protagonista principal) y no se vio en nuestro país. Segal daría vida a George Milton, mientras que Nicol Williamson encarnaría a Lennie Small.

Despertar en el infierno (Wake in Fright, 1971).

El músico Nick Cave dijo de ella que era “La mejor y más aterradora película sobre Australia de la Historia”. Perdida durante años, a punto estuvo de ser destruida si su montador no hubiera dado con ella. Martin Scorsese, que la había visto durante su proyección en Cannes, colaboró en su restauración y la presentó cuando se volvió a pasar por tan prestigioso festival. 

Mucha gente aún la repudia por la infame escena de la caza (real) de canguros. Michael York se negó a protagonizarla por ello… Y aún se está arrepintiendo. Incómoda de ver y más críptica de lo que puede parecer a simple vista, forma un ejemplar tríptico junto a sus contemporáneas Perros de paja (Straw Dogs, Sam Peckinpah, 1971) y Defensa (Deliverance, John Boorman, 1972).

El pasado 2024 llegaba a las carteleras una especie de remake (políticamente correcto y ateniéndose a las modas, modos y modismos del cine contemporáneo) de Despertar en el infierno que, al contrario que el film de Ted Kotcheff, olvidabas nada más verlo.

Roba bien sin mirar a quién (Fun with Dick and Jane, 1977).

Una vez más con George Segal de protagonista, ahora junto a Jane Fonda, como una pareja de clase acomodada que, al verse en el paro, deciden meterse a atracadores, aunque… no se les da muy bien la cosa. Dicha comedia tuvo un remake entrados los 2000, Dick y Jane: Ladrones de risa (Fun with Dick and Jane, Dean Parisot, 2005) con Jim Carrey y Tea Leoni en los roles principales y que no terminó de cuajar en la taquilla.

Capturado (Split Image, 1982).

Cuando un joven (Michael O’Keefe) entra a formar parte de una secta liderada por un tipo de gran influencia entre sus seguidores (Peter Fonda), el padre del chico (Brian Dennehy, quien ese mismo año también trabajaría con Kotcheff en Acorralado, en el que sería su papel más famoso) contrata a un tipo de métodos poco ortodoxos para que lo rescate (James Woods). Pero lo más difícil no será sacar al chaval de la secta, sino sacar la secta del chaval.

Eran los ochenta y Estados Unidos aún tenía miedo de lo ocurrido en los cultos de tipos como Charles Manson o el reverendo Jim Jones. Eran los tiempos del Satanic Panic.

Más allá del valor (Uncommon Valor, 1983).

Al año siguiente de Acorralado, Kotcheff realizaba una nueva película con la guerra de Vietnam como telón de fondo. Protagonizada por Gene Hackman y Patrick Swayze, contó con un guion escrito por el actor Wings Hauser, quien no acabó nada satisfecho con todos los cambios que le hicieron.

Interferencias (Switchings Channels, 1988).

Adaptación de la obra de teatro Primera plana (The Front Page, Ben Hench y Charles McArthur, 1928), llevada anteriormente en diversas ocasiones a la gran y pequeña pantalla, pero ambientada en esta ocasión en el mundo de la televisión (eran los ochenta) en lugar de los rotativos, y contando para los principales papeles con Kathleen Turner, Christopher Reeve y Burt Reynolds, quien entró en el proyecto al abandonar el mismo Michael Caine. Reeves, que aceptó inicialmente el papel para volver a trabajar con Caine, siempre sostuvo que fue una de las películas que perjudicaron su carrera.



sábado, 12 de abril de 2025

Mis tres slashers favoritos


 Fernando Rodríguez Tapia

“Bahía de Sangre” (“Ecologia del delitto”/”Antefatto”/”Reazione a catena”, Mario Bava, 1971).

El maestro italiano creo el "giallo"en la década anterior y cuando este se puso de moda a raíz del éxito de la ópera prima de Dario Argento, Bava ofreció un retorcido golpe de genio sin que se notase en su momento donde prefiguró el slasher en una vertiente más nihilista y brutal. Lo fascinante de esta obra es la absurda carnicería humana que se desencadena con el fin de adueñarse con las posesiones de una anciana asesinada. El cineasta italiano ofrece un compendio de muertes tan contundentes como bien filmadas ambientadas en un espacio aislado convertido en trampa mortal para sus moradores. Muchos cineastas posteriores tomaron nota e incluso plagiaron/homenajearon alguno de sus asesinatos, pero ninguno llegó tan lejos como lo que propuso aquí el autor de “Seis mujeres para el asesino” (1964). Imagino que Mario Bava allá donde esté se seguirá riendo.

“Tower of Evil” (Jom O'Connolly, 1972).

Un protoslasher británico que se adelantó a los films norteamericanos que consolidaron el subgénero y cuya recuperación hace unos cuantos años deparó no pocas sorpresas. Una serie de asesinatos acaecidos en una isla y entorno a un misterioso faro son el motor narrativo de esta sugerente película donde destaca su fascinante atmósfera, el extraño misterio alrededor de los crímenes y el sentido bizarro que acaba alcanzando en su clímax. Una obra muy recomendable que apenas tuvo repercusión en el momento de su estreno. Por cierto, del mismo año es “The Flesh and Blood Show” (Pete Walker, 1972) otra producción británica de similares mimbres y de la cual la estimable “Aquarius” (Michele Soavi, 1987) tomó buena nota. 

“Psicosis 3” (“Psycho III”, Anthony Perkins, 1986).

El inolvidable actor norteamericano convirtió la tercera entrega de la saga en un auténtico "one man show" repleto de guiños cinéfilos y personales gracias al efectivo guion escrito por Charles Edward Pogue. Un disfrutable divertimento que acerca la obra maestra de Hitchcock a una de las deformaciones fílmicas que engendró con abundantes toques de humor negro, una curiosísima trama de amor fou y una serie de crímenes que alejan al film del tono de culebrón que acababa adoptando la segunda entrega. Su propio cartel es una honesta invitación a esta más que simpática película.

Jesús Manuel Pérez Molina

Aunque el slasher puede considerarse un subgénero que se puede incluso incluir en el llamado American Gothic, es decir, películas cuyas tramas ocurren en pequeñas ciudades o pueblos de la Norteamérica profunda, la verdad es que precedentes europeos como el giallo  o el krimi ya contenían los ingredientes básicos que el slasher nos ofrecería después llegando incluso a cinematografías asiáticas, desde Japón a Filipinas pasando por la Cat 3 de Hong Kong, Tailandia, Indonesia y todo el Sudeste asiático. Y es que los psicópatas y asesinos no entienden de fronteras ni de paisajes.

“Daughter of Darkness” (“Mit moon cham on: Yit saat”, Ivan Gai Lai Ming, 1993).

Uno de los pilares más conocidos de la Categoria 3 de Hong Kong donde una chica, harta de los abusos de toda su familia, los pasa a cuchillo de las más diferentes y horripilantes formas. La película no tiene a un asesino con pasamontañas, pero el desarrollo de la trama y sobre todo las escenas de violencia se ríen de cualquier compatriota de Ed Gein, y digo bien al decir se ríen porque además de sangre y barbaridades la trama incluye momentos de comedia china que pueden descolocar al más pintado y un erotismo muy sucio.

“Maniac” (“Mania”, William Lustig, 1980).

Mi película favorita de todas en las que participó Joe Spinell, dando vida a un desequilibrado que gusta de cortarle la caballera a cuanta colipoterra se le pone por delante al considerar que de esa manera limpia su ciudad y al mismo tiempo se venga de su madre, una mujerzuela que abusaba de él en su infancia. La película es pringosa y recuerda a los pornos de finales de los 70's que se rodaban en Nueva York. El carisma y la personalidad de Spinell llena cada fotograma en una película cuyo realismo llega a incomodar y además tiene una banda sonora maravillosa.

“Mil gritos tiene la noche” (Juan Piquer Simón, 1982).

Slasher español disfrazado de producto americano que da totalmente el pego si no eres aficionado a las localizaciones de rodaje, donde se reconoce el chalet usado en mil y una producciones españolas de todo género y subgénero. Escenas gore muy bestias, una historia de trauma infantil y mucha mala leche con un asesino que parece escapado de un giallo italiano...y además de regalo un cameo de Bruce Le con una E, que por entonces andaba asociado a Dick Randall, que producía en aquellos momentos “Duelo del dragón y el tigre” (1980) con el mencionado Le y Richard Harrison en tierras españolas.

Joanna

La explosión del slasher al comenzar la hoy tan reivindicada década de los ochenta llenaría los patios de butaca de un sinfín de películas con asesino cuchillo al ristre a la caza y degollamiento del grupo de jovenzuelos de turno. La excesiva codificación del subgénero, con las películas repitiendo los mismos patrones una y otra vez, dio pronto paso a las esperables parodias. Algunas de las cuales son, para sorpresa de propios y extraños, muy pero que muy buenas... y otras al menos muy disfrutables.

“Reunión de clase” (“Class Reunion”, Michael Miller, 1982).

Brian De Palma daría la mejor parodia del slasher al poco de comenzar su magnífica “Impacto” (1981), y al año siguiente se estrenaba “Reunión de clase” con el humor irreverente de la gente de National Lampoon, contando además con guion de un finado y afilado John Hughes. Se echa en falta en el reparto a John Belushi, pero el film no tiene desperdicio para los fans de los Lampoon o del Saturday Night Live.

“Psycho Beach Party” (“Psycho Beach Party”, Robert Lee King, 2000).

De los escenarios a las pantallas, “Psycho Beach Party”, obra de Robert Lee King, es una parodia de las beach movies de los primeros sesenta en clave de comedia slasher. Repleta de personajes y situaciones arquetipo con los que el director juega a su antojo bromeando con los mimbres manejados. Atentos en su juvenil y guapetón reparto a una lozana Amy Adams.

“The Slumber Party Massacre 2” (“The Slumber Party Massacre 2”, Deborah Brock, 1987).

No tardaron las voces de siempre en tachar de machista al slasher. Aquello de los desnudos y los asesinatos de las jovencitas de rigor molestó a los grupos conservadores y a muchas feministas. Amy Holden Jones, contando con la escritora Rita Mae Brown en el guion, se decidió a parodiar el subgénero, resaltando dichas cuestiones, y dirigió en 1982 “The Slumber Party Massacre”, una cinta que gustó mucho a los adolescentes que frecuentaban estas películas en los cines. Nada de extrañar dadas las atractivas féminas que se quitaban la ropa a la mínima de cambio por aquello de burlarse de los clichés. La siguió una secuela cinco años después, esta vez dirigida por Deborah Brock, que transitaba los mismos senderos y que igualmente fue del agrado del público, con muy buena respuesta en los videoclubs españoles. Pero además Corman se fijaría en la de la Holden y se sacaría de la manga la muy similar “El internado” (1986), dirigida por Carol Frank, que por supuesto también tuvo su secuela.

Malina Murnau

“El tren del terror” ("Terror Train", Roger Spottiswoode, 1980).

Lo pongo el primero, por ser el típico slasher ochentero que me gusta. Y además sale Jamie Lee Curtis, un asesino y todo pasa en un tren. Me lo paso pipa.

“Viernes 13: Capítulo final” ("Friday the 13th: The Final Chapter", Joseph Zito, 1984).

Mis favoritas de la saga son es ésta y la primera parte. Las otras resultan disfrutables. Acompañadas si puede ser de cervecitas y aperitivos para pasar un buen rato.

“Terrifier” ("Terrifier", Damien Leone 2016).

La primera vez que vi al payaso Art fue en la película “La víspera de Halloween” (2013) y me encantó. Luego apareció esta joyita y me enamoró. Es mi favorita, aunque sea más barata que sus dos secuelas que, ojo, también me gustan. Pero lo admito, soy fan total del asqueroso payaso.

Y como siempre dejo atrás muchas más que me gustan. Aunque sea el subgénero que menos me llama la atención dentro del terror, algunas son una maravilla.

Miguel Romero

“Amenaza en la noche” (“Butcher, Baker, Nightmare Maker”, 1981, de William Asher).

El veterano de la televisión William Asher nos sorprendía con esta película de terror, mucho más interesante que la mayoría de las que se estrenaban por entonces.

Con Bo Svenson y un joven Bill Paxton en el reparto, sobresale sin duda Susan Tyrrell como la psicótica (tan patética como peligrosa) tía del chico protagonista.

Prohibida en su día en el Reino Unido que la incluyó en su infame lista de “video nasties”.

“Trampa para turistas” (“Tourist Trap”, 1979, de David Schmoeller).

Estrenada a la vez que “La noche de Halloween” y por la misma distribuidora que ésta, no fue hasta que Stephen King alabara sus virtudes en su libro “Danza macabra” que se la empezara a valorar.

Increíble Chuck Connors como el malo de la función, el asesino de los despistados turistas, entre los que destacan Jocelyn Jones y Tanya Roberts antes de convertirse en una “ángel de Charlie”.

Y eso de los maniquíes da un mal rollo…

La saga de “Hatchet” (Adam Green, 2006-2017).

“No es un remake. No es una secuela. Y no está basada en ninguna película japonesa. Horror americano de la vieja escuela. El terror vuelve a la vieja escuela”.

Ese era el slogan de la original “Hatchet”, el simpático homenaje de Adam Green a los viejos slashers, que hasta ahora cuenta con tres secuelas (en “Hatchet 3” le cedió el puesto de realizador a BJ McDonell, encargándose él de otras funciones).

Creó su propio psychokiller, el deforme y vengativo Victor Crowley, que habita en los pantanos de Luisiana y no hay cómo acabar con él. Llenas de humor y reconocidos rostros del terror y la serie B:  Kane Hodder, Robert Englund, Tony Todd, Danielle Harris, Sid Haig, Zack Galligan, Caroline Williams, Tiffany Shepis… En la tercera, cuando Crowley se enfrenta al jefe de los SWAT, éstos están interpretados por Hodder y Derek Mears, o lo que es lo mismo, el actor que más veces ha encarnado a Jason Vorhees contra el que lo interpretó en el remake de Marcus Nispel. ¡¡Toma metacine!!

Alfonso Romero Moreno

El éxito comercial de “La noche de Halloween” (John Carpenter, 1978) provocó pronto respuestas en la gran pantalla, y en la bisagra entre los setenta y ochenta llegaba a las carteleras “Viernes 13” (Sean S. Cunningham, 1980), un film concebido para una mayor audiencia, plantando los tropos y clichés que no tardarían en ser explotados en un sinfín de producciones, muchas desde los más ínfimos presupuestos (e innovación), llenando los cines de los ochenta de asesinos sedientos de venganza y adolescentes masacrados de mil y una formas (gracias muchas veces al arte de Tom Savini) en las fechas más señaladas del calendario y, preferiblemente, en campamentos y universidades o institutos (tanto da). A mediados de los noventa, con el (sub)género prácticamente muerto y enterrado, Wes Craven y Kevin Williamson lo resucitaban con “Scream. Vigila quien llama” (1996), añadiendo un matiz metalingüístico que formará parte de la franquicia y de muchos nuevos títulos, sobre todo los perpetrados por nuevas generaciones de realizadores a partir del cambio de siglo, con un puñado de títulos loables, aunque no todas (por supuesto) hayan sido aportaciones afortunadas, viéndose el slasher moldeado por los modos y modas del momento de su producción, y aún hoy añadiendo más y más ejemplos. Puestos a elegir, vamos con estos tres:

"Death Proof” (“Death Proof”, Quentin Tarantino, 2007).

Definida por el propio Tarantino como un slasher donde el asesino utiliza un coche como arma homicida, “Death Proof” es eso y mucho más. En su homenaje a las películas que proyectaban en la salas de grindhouse de la calle 42 y similares en los tiempos dorados del cine de explotación, el realizador incluye además una mirada a las películas de Russ Meyer, de H.B. Halicki o de Sam Peckinpah, a la car&chase movie, a la la hicksploitation, a las películas de chicas duras en la estela de “Las navajeras” (Jack Hill, 1975), a Brigitte Bardot y a todo un universo donde el cine de explotación y el de autor están (como tantas veces) más cerca de lo que la mayoría de la crítica quiere pensar.

“La casa de los horrores” (“The Funhouse”, Tobe Hooper, 1981).

En plena efervescencia del slasher, Tobe Hooper realizó con cierta holgura de medios una de las más interesantes películas de terror juvenil, aunque no obtuvo, por diversas razones (entre ellas la mala gestión de la productora), mucha repercusión en las carteleras. Con el paso de los años terminaría por convertirse en una de las películas favoritas para el público y parte de la crítica en la filmografía del director texano. Una cinta que aunaba una mirada a su título más icónico, “La matanza de Texas” (1974), con ciertas coordenadas industriales/comerciales de aquellos primeros ochenta. A reivindicar.

“Cold Prey” (“Fritt Vilt”, Roar Uthaug, 2006).

Perfecto ejemplo de cómo rodar un buen slasher (y un buen film de terror) sin mediar un presupuesto holgado y sin tener porqué ser muy novedoso en su trama. Roar Uthaug llamó la atención de medio mundo con un film tan sencillo en su planteamiento como estupendo en su desarrollo, sin tomar al público por idiota, y esforzándose por hacer creíbles hasta los momentos más cotidianos de la historia.

Eduardo Álvarez Cónsul

 "Pesadilla en Elm Street " (“A Nightmare on Elm Street”, Wes Craven, 1984).

Esta película sería el comienzo de la saga de Freddy Krueger protagonizada por Robert Englund, que un poco antes había hecho en la teleserie " V" (1983) de Willie el único lagarto bueno de la serie.

"Vestida para matar” (“Dressed to Kill”, Brian De Palma, 1980).

Este sería uno de las primeros slashers que recuerdo ver. Con grandes actores como Michael Caine y Angie Dickinson, Keith Gordon como Peter el inventor, hijo de Angie Dickinson, y Nancy Allen como Liz Blake, una hermosa prostituta que es testigo de un asesinato.

“Corrupción en Miami: ¿Honor entre ladrones?" (“Miami Vice: Honor Among Thieves?", Jim Johnston, 1988).

Este episodio de "Miami Vice" recuerda mucho a "M, El vampiro de Dusseldorf" (1931) de Fritz Lang, donde a un narcotraficante con doble personalidad se le va la mano poniéndole cocaína a chicas adolescentes causando su muerte, y los propios narcotraficantes le quieren hacer un juicio paralelo. Entre los propios narcotraficantes están los policías encubiertos Sonny Butnett y Ricardo Cooper, que no son otros que Sonny Crocket y Ricardo Tubbs.

Hay una escena que me hizo gracia que es cuando un narcotraficante tiene una discusión con Ricardo Tubbs, sin saber que es un policía encubierto, y le dice

"Algún día tu y yo bailaremos juntos ", Ricardo Tubbs respone " Cuando tú quieras que suene la orquesta, nena".

Alfonso Carlos López

"La matanza de Texas" ("The Texas Chainsaw Massacre", Tobe Hooper, 1974).

Tobe Hooper dirigió en 1974 este impresionante y legendario film estadounidense que tendría una repercusión enorme en el mundo cinematográfico y también musical ya que ha sido referente de montones de grupos. En su reparto nos encontramos a: Marilyn Burns,Allen Danziger, Paul A. Partain, Teri McMinn, Edwin Neal ,Jim Siedow, Gunnar Hasen y John Dugan. Cinco adolescentes que se dirigen a Texas al saber que la tumba del abuelo de dos de ellos, que son hermanos, ha sido profanada y vivirán una auténtica pesadilla en una granja aislada a manos de una familia de caníbales. Está inspirada en el personaje real de Ed Gein. Adquiere protagonismo fundamental la motosierra que blande Leatherface y su figura ha tenido dimensiones de mito de lo macabro. Otro detalle muy escabroso son los muebles hechos con restos humanos. Realmente una obra maestra.

"La Noche de Halloween" ("Halloween", John Carpenter, 1978).

Otra obra de los USA de culto y otro clásico del terror y del slasher, dirigida por John Carpenter en 1978 con guion del propio Carpenter (que también realizó la banda sonora) con Debra Hill. Jamie Lee Curtis, Donald Pleasence, Nancy Loomis, P. J.Soles, Charles Cyphers, Kyle Richards, etc… componen un gran elenco de actores. Durante la noche de Halloween, Michael con 6 años asesina a su hermana y al novio de ésta con un chuchillo de cocina, es internado en un psiquiátrico y se escapa 15 años más tarde, la víspera de la citada fiesta. Comienzan una serie de crímenes perpetrados por él  y un médico del psiquiátrico que sabe de su peligrosidad lo persiguirá. Asimismo ha sido otra gran influencia para los grupos de música. Michel Myers ha pasado como un icono del horror.

"Pesadilla en Elm Street" ("A Nightmare on Elm Street", Wes Craven, 1984).

Película norteamericana de 1984 del director Wes Craven cuya producción fue de Robert Shaye y protagonizada por: Heather Langenkamp , John Saxon,  Ronee Blakley,  Robert Englund y Johnny Depp. Magistral Robert Englund en el papel de Freddy Krueger. La trama trata sobre cuatro adolescentes que viven en la misma calle y son asesinados por un psicópata con un guante de cuero con cuchillas y que sólo ataca en los sueños fue muy original y novedosa. La imagen de Krueger con ese jersey, el sombrero y su siniestro guante de cuchillas se mete en la retina del espectador. El miedo a quedarse dormido de los chicos es otro factor determinante de la cinta. Imprescindible para todo amante del cine.

La lista de películas de este género sería interminable  y es un estilo que nos atrae a montones de fans.

Dev Voorhees

“Viernes 13 (parte III) (Friday the 13th Part III, Steve Miner, 1982).

Habiendo revivido de sus heridas, Jason Voorhees se refugia en una cabaña cerca de Crystal Lake. Cuando un grupo de jóvenes llegan de vacaciones, Jason continúa con su masacre.

Primera aparición de Jason con su icónica máscara, cuyo origen fue que el director Steve Miner quedó tan fascinado con una máscara de los Detroit Red Wings, que mandó hacer una máscara para Richard Brooker, quien en ese momento daba vida a Jason Voorhees.

Siempre me gustó este personaje, quizás porque las máscaras me fascinan, y él lo tenía todo: era alto, fuerte, despiadado y surrealista, porque no te imaginas cómo pudo sobrevivir tras su tragedia; de ahí que se convirtiera en mito... Será mi favorito de por vida, incluso tengo una máscara igual    . 

“El asesino de Rosemary” (“The Prowler”, Joseph Zito, 1981).

Rosemary decide acabar su relación con su novio antes de que vuelva de la guerra, y más tarde la asesinaran en el baile de graduación, dejando una rosa roja en su mano. 35 años más tarde se vuelve a celebrar dicho evento, pero un despiadado asesino vestido de soldado hará de las suyas en esta magnífica producción del director Joseph Zito, que cuenta con los efectos especiales y maquillaje de Tom Savini (de ahí lo de magnifica). El realismo de las muertes es espectacular, como la apariencia del slasher. Merece estar en cualquier colección que se precie. 

“San Valentín sangriento” (“My Bloody Valentine”, George Mihalka, 1981).

Hace 20 años, en el día de San Valentín, un trágico accidente costó la vida de cinco mineros, cuando los supervisores abandonaron su puesto de trabajo para irse al baile anual de esa festividad. El único superviviente, Harry Warden, tras la terrible experiencia acabó en un psiquiátrico. Pero en el primer aniversario del desastre volvió al lugar para llevar a cabo la más sangrienta de las venganzas... ¿o no?

Otra joya de los 80, dirigida por George Mihalka, muestra una originalidad en las muertes muy particular, y su claustrofóbica ambientación te va poniendo en tensión hasta su inesperado desenlace. 

Sé que me dejo atrás a clásicos como Myers, Krueger o Leatherface, pero ya esos son bastante conocidos como para incluirlos. 

Buen fin de semana a tod@s

Ángel Marrero

Me centro en la temática de slashers de campamento y voy con estos tres. Curioso, pero sin pretenderlo ¡todos son del mismo año! 

"La Quema" ("The burning", Tony Maylam, 1981).

Un grupo de chavales prende fuego accidentalmente a Cropsy, el hosco conserje de su campamento, cuando van a gastarle una broma en su cabaña. El tipo queda horriblemente desfigurado y se convierte en un psicópata asesino, que regresa en busca de venganza, armado con unas terribles tijeras de podar…

Un slasher de campamento donde no falta ninguno de sus típicos ingredientes: niñatos estúpidos y salidos, despelotes, gore y lo mejor de todo: un matarife realmente espeluznante, obra del gran maestro Tom Savini. 

"Madman" (Madman, Joe Giannone, 1981). 

Me encantan Marz el Loco y su fabulosa historia contada a la lumbre de una fogata. Entre risas y bromas, un grupo de campistas invocan accidentalmente al granjero asesino, que regresa en forma de zombie para aniquilarlos con su hacha y su soga de horca. "Uno a uno iréis cayendo. Y antes de que acabe la noche... ¡moriréis!". Bonita leyenda y preciosa escabechina.

"No vayas al bosque... sola" (Don't Go In The Woods... Alone, James Bryan, 1981).

Hay slashers malos y los hay peores, como es el caso de este bodrio hecho con cuatro duros, pero maravilloso en su cutrez. Aquí tenemos a toda clase de víctimas, desde las típicas parejitas de acampada hasta un grotesco "senderista" en silla de ruedas, quienes son masacrados por una especie de trampero demente armado con una lanza. Un filme muy chungo, con mucho gore guarrindongo. Sólo para fans muy fans de lo más ínfimo en slashers.

Carlos Enríquez

Debo reconocer que no soy un gran fan del cine slasher. Durante mi juventud vi unos cuantos, siempre en buena compañía, porque nada como ver a un asesino enmascarado haciendo de las suyas mientras estás rodeado de colegas con las luces apagadas, mantas a medio compartir y boles de palomitas que nadie toca cuando empiezan los gritos. Quizás mis elecciones no van a aportar nada nuevo, pero he escogido los primeros slasher que vi, los de toda la vida: “Viernes 13”, “Pesadilla en Elm Street” y “La Noche de Halloween”. 

“Viernes 13” (“Friday the 13th”, Sean S. Cunningham, 1980).

Un gran clásico que más o menos sabes de qué trata aunque no lo hayas visto: campamento Cristal Lake, adolescentes y sangre. Es una peli sin sutilezas, pero con mucho carisma ochentero. La gracia es que en la primera no aparece el icónico Jason con la máscara de hockey (eso vendría después), pero el tono ya está marcado: castigo para los que se portan mal, sustos bien colocados y una banda sonora que te taladra el cerebro.

“Pesadilla en Elm Street” (“A Nightmare on Elm Street”, Wes Craven, 1984).

Aquí el asesino, Freddy Krueger, no necesita un cuchillo o un hacha, lleva incorporados dedos/cuchilla y te mata en sueños. La idea es brillante y original. El tipo (el gran Robert Englund) con su jersey a rayas se convirtió en icono a base de chistes macabros con los que se ríe de sus víctimas y pesadillas terroríficas. También gracias a algunas escenas que aún hoy dan mal rollo; recuerdo una en la que una cama absorbe a un chaval que escucha música con sus auriculares y que la cama luego lanza un surtidor de sangre mientras la madre del tipo grita aterrorizada. Creo que de mis tres elecciones es la que más miedo me dio.

Y, por supuesto, “La noche de Halloween” (“Halloween”, John Carpenter, 1978), que marcó las directrices del género. Michael Myers, la máscara blanca inexpresiva, la música minimalista pero inquietante... Quizá es una película con menos ritmo que las que he escogido en primer y segundo lugar, pero siempre resulta turbadora porque nunca desaparece la sensación de que algo malo va a pasar. Además, Jamie Lee Curtis se ganó el título de reina del grito por méritos propios.

Aunque hoy no soy consumidor habitual del género, he visto también algunas películas posteriores como “Sé lo que hicisteis el último verano” (“I Know What You Did Last Summer”, Jim Gillespie, 1997) o “Scream. Vigila quién llama” (“Scream”, Wes Craven, 1996): un homenaje al género que se ríe de sí mismo y al mismo tiempo funciona como slasher de primera. También recuerdo una más reciente: “La cabaña en el bosque” (“The Cabin in the Woods”, Drew Goddard, 2011), una peli con un planteamiento interesante en el que se mezcla la ciencia ficción, el terror tipo slasher y la comedia.

Jorge Arincón

Me gustan mucho algunas de las películas que se enmarcan en éste género, las que voy a nombrar y por lo menos una docena más que podrían estar entre mis favoritas. Pero ya ha llegado el punto en que me cansa la repetición de los mismos parámetros una y otra vez, así que ya he dejado de seguir todas las nuevas sagas.

Me quedo con éstas tres.

“La matanza de Texas” (“The Texas Chainsaw Massacre”, Tobe Hooper, 1974).

Una de las películas en las que recuerdo haber pasado miedo realmente y que te deja mal cuerpo. Desagradable con escenas que aún hoy habiéndola visto tantas veces no dejan de impactar. 

Pese a la dureza de sus escenas muchas veces es más lo que se sugiere que lo que realmente se ve, lo cual la hace aún mejor.

“La noche de Halloween” (“Halloween”, John Carpenter, 1978).

Ya la puse como mi favorita de Carpenter en su momento y no voy a repetir lo mismo.

Es un peliculón con mayúsculas y sirvió de modelo y esquema para que muchos la copiasen, aunque con mucho menos talento que la original.

La saga ha sido explotada una y otra vez.

Me gustó de todas formas la versión que dirigió Rob Zombie, que introducía una parte interesante sobre la infancia de Michael.

“Alta tensión” (“Haute tension”, Alexandre Aja, 2003).

Una moderna, para mí moderna es del 2003. Esta película me sorprendió en su momento, muy cruda, bestia, bien hecha y con final sorprendente.

Alexandre Aja empezó fortísimo con ésta peli y luego con un remake bestial de las "Las colinas tienen ojos" (2006), para mí muy superior a la original.

Emilio Malet

“La noche de Halloween” (“Halloween”, John Carpenter, 1978).

Desconozco si hay alguna obra anterior que ya explora los tópicos del cine slasher, pero sin duda aquí se asientan los pilares del género. Dio lugar a una oleada de películas parecidas a principio de los 80. La maravillosa Jamie Lee Curtis y la maestría en la que se desarrolla la cinta, metiendo al asesino y a los crímenes poco a poco en la trama, dejando sitio al suspense la elevan para mi gusto al cajón central.

“Pesadilla en Elm Street” (“A Nightmare on Elm Street”, Wes Craven, 1984).
Aunque en el fondo es una película de asesinatos de adolescentes, la genial idea de mezclar sueños y realidad la hacen diferente al resto. Además, está rodada de una manera impecable. El contraste entre la oscuridad de la noche donde ataca Freddy Krueger y el resplandeciente día donde los adolescentes van al instituto acentúan todavía más el miedo a las pesadillas. Siempre he pensado que “Stranger Things” está "inspirada" en esta película, no en “Los Goonies”, donde el único parecido es que los niños se mueven en bicicleta. Sobre todo en las forma de rodar los planos y ese contraste entre dos mundos.

“Scream. Vigila quien llama” (“Scream”, Wes Craven, 1996).

Aunque me cuesta dejar fuera alguna, en su día me pareció genial esta película. Que vino un poco a homenajear el cine slasher de los 80 y de paso “parodiar” un poco la oleada de slashers basura que invadió buena parte de la década de los 90 (con honrosas excepciones). Sólo la primera escena con Drew Barrymore te descoloca para el resto de la película y hace que la disfrutes mucho más. Luego tuvo varias secuelas olvidables (sólo la segunda se salva de milagro) que caen precisamente en los tópicos que en un principio “parodiaba”.


David Suárez Sánchez

“Mil gritos tiene la noche” (Juan Piquer Simón, 1982).
Slasher dirigido por Juan Piquer Simón, un gran film con mucha influencia de su director y grandes actores como mi querido Jack Taylor. Es una película que te atrapa de principio a fin, sorpresa tras sorpresa en cada escena. Con un presupuesto normalito se consiguió un gran slasher que hoy en día se ha convertido en una película de culto.

“De naturaleza violenta” (“In a Violent Nature”, Chris Nash, 2024).
 
Bestial slasher que ha sido la gran sorpresa para muchos, con unas escenas brutales. Siendo una película con pocos recursos se ha convertido en toda una joya del género, teniendo un éxito brutal en quienes la hemos visto. Película que te impacta de principio a fin con escenas muy duras y con sangre a raudales. En mi top ten.

“Wolf Creek” (“Wolf Creek”, Greg McLean, 2005).

Bestial slasher australiano con medios rudimentarios. Se ha convertido al cabo de los años en una joya imprescindible del género, con actores completamente desconocidos hasta el rodaje de esta película, se ha convertido en un exitazo al igual que su secuela. No tuvo tanta suerte la serie, la cual se suspendió aunque estaba realmente bien, pero sus películas siguen siendo una maravilla.


Oscar "Woody" Correa

Uno de mis subgéneros favoritos, prácticamente todos los meses se puede decir que veo alguna peli. Últimamente con las plataformas se están estrenando muchísimos títulos de todos los tipos y formas (muchas españolas y muchas de países nórdicos), la mayoría de dudosa calidad (slashers de viaje en el tiempo es el trending topic) y la mayoría ya de mezcla de humor+slasher, pero todos te aseguran el Buen Rato!!!  Otro punto interesante es seguir cómo se repiten y evolucionan los roles-tipo del slasher (sobre todo post Scream, donde el juego está en ver cómo se alteran, o no, estos roles “pre-asignados”.) Todos los conocemos pero nunca te paras a enumerar estos roles estereotipos, pues vamos a hacerlo ahora! En concreto los más típicos que vienen directamente son: 

- La “Final Girl”
- El Asesino 
- La Chica/o Sexy
- El Graciosete (o erudito)
- El Novio “Sospechoso”
- Mejor Amigo/a de la Final Girl
- La Autoridad Inútil (padres, policía, etc.)
- El Marginado (clave para resolver)
- La Primera Víctima
- … Y El amigo de color (que nunca-nunca-nunca sobrevive ni está cerca de hacerlo, como bien parodian en "The Blackening", con todos los protagonistas de color!!!)

El top 3 ha sido el más difícil de todos! Y no hay ninguna sorpresa: 

"Scream. Vigila quien llama" ("Scream", Wes Craven, 1996).

De las veces en las que la meta-referencia supera a las referencias. Le da un nuevo giro al género, lo potencia, lo enriquece, le da nuevas armas, nuevas opciones de hacer las cosas desde ese momento, y pone al propio slasher en el centro… Para mí es un claro antes y un después del slasher. La primera es la que rompe todo pero el resto de no sé cuántas secuelas no le van a la zaga. Incluso las nuevas películas que ya protagonizan la siguiente generación (de Jenna Ortega), logran mantener la esencia de la saga, cosa que no parecía sencilla. Después de esta saga, en todas las que han venido se disfruta identificando los roles clásicos o cómo esto roles cambian y sorprenden a todos. Como ejemplo de lo obvio e impacto, Ghostface es ya el icono de asesino slasher multigeneracional (carnavales como referencia, por ejemplo) y en todas las películas salen muchos ghostface por todos lados, extras, películas dentro películas, los propios asesinos, los que imitan a los asedio nos, etc.. si fuera por mí que vengan muchos más "Screams"! (Que creo que así será). 

"Halloween" ("Halloween", John Carpenter, 1978).

Del triunvirato mítico entre: "Viernes 13" (1980), "Pesadilla en Elm Street" (1984) y "Halloween" (1978) me quedo con esta última, Halloween, por varias razones (aunque entre ellas ya han luchado como en “Freddy contra Jason") 🤣). Primero porque es la base de muchos de los axiomas de los slasher modernos y de las cosas que me gustan del género, aunque hubo otras anteriores, Halloween fue la que creó muchas de las reglas del juego (hasta que llegó "Scream"). Por ejemplo, el asesino, el legendario y mega-imitado Michael Myers se convirtió en el modelo de asesino imparable y casi inmortal (muere pero solamente hasta la siguiente secuela) sin motivaciones claras, pero con máscara (si le da todo igual por qué la lleva) y cuchillo característicos. Otro punto clave es La Final Girl por excelencia, la más icónica del cine, Jamie Lee Curtis. Y por último y por supuesto por su musiquita legendaria, la partitura de John Carpenter es casi un personaje más. Y estas películas sin la música adecuada que las acompañen no son nada, es parte indispensable. 

Trilogia "X"-"Pearl"-"Maxxxine" (2022-2024).

Insultantemente recientes para estar en un top de género como este, pero Ty West y Mia Goth lo bordan. Slasher retro, homenaje directo al cine de terror de los 70 ("La matanza de Texas", en el marco del cine X, y con granjeros salvajes ante un grupo de jóvenes libertinos e indefensos que ruedan una peli X, donde destaca una final girl brutal (que lo será en toda la trilogía). Visualmente espectacular, con rollito y estilo grindhouse, slasher puro con identidad propia. En la secuela, "Pearl", se mantiene el terror psicológico pero ahora con estética más de "El Mago de Oz", pero que acojona. Si en "X" Mía Goth es la piedra angular, en esta da una auténtica masterclass (monólogo final legendario)… y para terminar con "Maxxxine" como genial cierre del círculo, con el re-slasher, donde la protagonista (que también lo clava) intenta pasar del cine X al “convencional” recuperándose del primer slasher pero su cambio se ve amenazado cuando otro asesino en serie comienza a atacar a personas de su entorno, otra vez, y también personas mayores…. Pero qué pasa con los pensionistas!


Merrik Mayfair

"Pesadilla en Elm Street" ("A Nightmare on Elm Street", Wes Craven, 1984).

"Vierenes 13" ("Friday the 13th", Sean S. Cunningham, 1980).

"Jeepers Creepers" ("Jeepers Creepers", Victor Salva, 2001).


Susanna Annasus

La primera película de slasher que vi y que me impresionó fue "La noche de Halloween" (“Halloween”, John Carpenter, 1978. No sé a qué edad tendría, no lo recuerdo. Ahora es una pelí que he de ver si o si en Halloween, con la que disfruto, me rio mucho también. Está dirigida por John Carpenter y debutó Jamie Lee Curtis, a partir de aquí no pensó que se trasformaría en un icono de culto, reina del cine de terror (junto con muchas más actrices y actores). Carpenter redactó el guion junto a su novia en aquel tiempo, Debra Hill, cuyo nombre pensaron sería: “The babysitter murders”. Quienes le pidieron que creara una película sobre el tema de un psicópata asesino de niñeras fue el productor Akkad junto a Irwin Yablas, y Yablans sugirió el nombre de “Halloween”. Una película con bajo presupuesto que fue precursora para todas las que vinieron después, de este estilo y sobre todo de la saga de Halloween. Lo que más me gusta de esta película: la BSO, ese piano tocado por Carpenter, y que se volvió también icónico junto a la película, a la actriz, al personaje de Michael Myers, con su rostro sin ninguna expresión- Esa máscara que esconde una gran historia: un niño que ya con 6 años comienza a asesinar, pero en esta primera película, se desconoce el porqué. No sabemos apenas nada sobre este asesino y porque se obsesiona con las niñeras, y en especial con nuestra maravillosa Jamie Lee Curtis (Laurie). Es precursora para todas las posteriores,  Carpenter con sus escenas popularizó aún más esta película.

Como segunda película estaba entre tres, pero la verdad que me decanto por "Pesadilla en Elm Street" (“A nigthmare on Elm Street”, Wes Craven, 1984), porque no hay un personaje que más me fascinara siendo niña, junto al actor que lo protagonizó también, que fue: Freddy Krueger. Me encantó este personaje, sus ropas, su rostro, su forma de caminar, de moverse. Sé que con los años vas observan con mucho más detalles las películas, vamos cambiando nuestros gustos y vas viendo las películas de antes de otro modo. No hay efectos especiales o maquillajes tan trabajados, pero para mí, es un personaje también de culto: Freddy Krueger. Es de 1984, dirigida por Wes Craven, tiene como 7 secuelas más y miniserie. Vamos conociendo sobre este asesino que está muerto desde la primera película, y que existe entre lo irreal y lo real, dentro de las pesadillas, y que puede matarte incluso dormido. Me gusta mucho la historia que nos van contando a través de las otras películas. También la BSO, de Charles Bernstein. Hay en la saga momento batalla Jason contra Freddy de la mano de Ronny Yu, apoteósico. (Con estas películas me rio mucho).

“Viernes 13” ("Friday the 13th", Sean S. Cunningham, 1980). A partir de “Halloween”, lanzó otras películas parecidas como viernes 13. Y si en Halloween teniamos a Johny Depp pues en esta tenemos a Kevin Bacon, superjóvenes desconocidos, pero asesinados en sus correspondientes películas. De esta película, y saga, me gusta mucho la BSO, que también como las otras son bandas sonoras muy icónicas, de Harry Manfredini. También muchas de las imágenes que nos muestra: como ese momento lago, ese final tan espectacular, que me hace acordarme del final de Carrie, que quiere decir, no estéis tan tranquilos que tenemos Jason para rato. La diferencia de Jason es que odia a los monitores de los campamentos por haber sido negligentes con él y mientras, Michael odia a las niñeras. Cunnigham se inspira totalmente en el "Halloween" de Carpenter, aparte de haber trabajado con él en “La última casa a la izquierda". Tom Savini fue quien dio la idea de cómo debería ser Jason. Y bueno, en 2019, veremos la batalla de Jason contra Michael, menudo corto.

Otra que me encanta es “Scream. Vigila quien llama” ("Scream", Wes Craven, 1996). Toda una franquicia, me gusta porque tiene un personaje que me fascina, no es el antagonista que va cambiando de asesino-vengador en cada película, sino del personaje Randy Meeks, que está dedicado totalmente a todos nosotros cinéfilos, amantes del terror, del cine, y de las reglas mágicas que siempre habíamos visto en toda película “Slasher” pero que llega Wes Craven y nos dicta las reglas de oro para sobrevivir a las películas de terror. Los personajes principales son muy emotivos, pero el personaje de Randy me encantó, el actor es Jamie Kennedy. Y representa todas las conversaciones que mantenemos cuando vemos las películas de este género, nuestras opiniones, nuestras críticas. La voz del malote “ghostface” es de Roger L. Jackson. Este ser fue creado por Kevin Williamson, y utiliza un disfraz conocido de la época para las noches de Halloween, en la primera parte este disfraz fue utilizado por los actores que son los antagonistas, los primeros tienen un punto en común que es acabar con la protagonista Sidney Prescott. Como detalle es que Scream en un primer momento por el guionista Kevin Williamson fue llamada “Scary movie” y se inspiró en un asesino en serie llamado “The gainesville ripper”.