miércoles, 29 de mayo de 2024

The Quakes: “Western Bop” (ORREXX, 2024).


En el mes de mayo de este corriente 2024 hemos visto publicado por fin el nuevo álbum del trío de Buffalo The Quakes, diez años después de su anterior trabajo, el mini-CD de cinco temas “By the Sword”. Y editado, como llevan haciendo desde aquel “Last of the Human Beings” (2001), por ORREXX, sello propiedad del propio Paul Roman, cantante, guitarrista, compositor y líder indiscutible de la banda (y único miembro que queda de la formación original).

Antes de finalizar la grabación, Juan Carlos, el batería, abandonó el grupo para unirse a Brian Setzer y sus Rockabilly Riot, siendo Wes Hinshaw, el contrabajista, quien se encargara además de los parches en los temas que faltaban por grabar.

Pocos cambios encontramos en esta nueva propuesta, desde el mismo tipo de diseño de cubierta, similar al de anteriores discos. Así como en el sonido, su hábil mezcla de neorockabilly con la dosis justa de psychobilly para que suene con ese estilo tan propio que les caracteriza, y que les hace seguir sonando igual de frescos. Una vez más la versión escogida para la ocasión es un tema de los ochenta, el “Promised You a Miracle” de los Simply Minds, tan adaptada al estilo de la banda de Buffalo que podría pasar perfectamente como si de un tema propio se tratara. Junto a ésta, encontramos diez temas nuevos más versiones alternativas de dos de ellos, “Parts and Labors” (con steel guitar) y “The Party’s Over”.

En “Another Hole in my Heart” se permiten varios auto homenajes. Ya la primera estrofa dice “I don’t come from nowhere”, que era el título de una de las canciones del citado “Last of the Human Beings”; y el estribillo es calcado al de “Die in This Town”, tema que escucháramos en el CD “Quiff Rock”.

A veces más cañeros, “Pioneers Take the Arrows”, otras más tranquilos, “Tears Have to Fall”, Paul Roman y los suyos no defraudarán a sus seguidores, manteniéndose entre lo mejor de la escena aún después de tantos años.

“Western Bop” está disponible en descarga digital y CD digipack (incluye libreto con información sobre la grabación y las letras de las canciones), y prometen una futura edición en vinilo. Además del álbum aquí reseñado, la banda ha reeditado recientemente muchos de sus trabajos previos, algunos con bonus tracks y tienen cerrados conciertos por distintos países, entre ellos el nuestro.

Alfonso & Miguel Romero


sábado, 25 de mayo de 2024

Mis tres favoritas de... Matt Dillon


 Alfonso Romero

“En el abismo” (“Over the Edge”, 1979), de Jonathan Kaplan.

Jonathan Kaplan, curtido bajo la tutela de Roger Corman en cintas de enfermeras, blaxploitation o hicksploitaion durante los setenta, terminó la década con esta interesante película sobre la frustración adolescente que ocurre en un pequeño pueblo donde no hay gran cosa que hacer y que supuso el debut frente a las cámaras de Matt Dillon. Entrados en los ochenta, Kaplan empezaría a jugar en ligas mayores (y a perder personalidad).

“La ley de la calle” (“Rumble Fish”, 1983), de Francis Ford Coppola.

Mucho más rica en simbología y más cuidada estilísticamente que “Rebeldes”, con la que forma un tándem sensacional, “La ley de la calle” es una de las películas esenciales de los primeros ochenta, y supuso la consagración de Matt Dillon como uno de los rostros esenciales de su generación. La presencia del actor en estos dos títulos arraigó fuerte en el imaginario cinéfilo, no en vano se requirió su presencia casi veinte años después para la análoga “Jóvenes salvajes” (2002), de Scott Kalbert.

“Tierra del mal” (“Bad Country”, 2014), de Chris Brinke.

Dillon encarna a un criminal al que pretende detener el policía interpreta Willem Dafoe en esta cinta de corte criminal ambientada en la Luisiana de los años ochenta. Único trabajo en la dirección para Chris Brinke.

Miguel Romero

“La ley de la calle” (“Rumble Fish”, 1983), de Francis Ford Coppola.

Tras debutar en el film de Jonathan Kaplan “En el abismo” en 1979, Dillon dio el espaldarazo definitivo en 1983 protagonizando nada menos que dos películas de Francis Ford Coppola, “Rebeldes” y “La ley de la calle”. En esta segunda con el papel de Rusty (que daría título a un tema del álbum “El barco de los locos” de Loquillo), siempre a la sombra de su hermano, “el chico de la motocicleta” (Mickey Rourke), quien regresará al barrio, cosa que no gustará lo más mínimo al policía del lugar (William Smith, quien le tuvo que demostrar a Rourke que no estaba para bromas, ni dentro ni fuera de la pantalla).

"Drugstore Cowboy" (“Drugstore Cowboy”, 1989), de Gus Van Sant.

De lo mejor del independiente Van Sant (quien tuvo sus coqueteos con la gran industria) en esta historia sobre adictos, protagonizada por Dillon bien acompañado de Kelly Lynch y Heather Graham. Con “Israelites” de Desmond Deker como tema principal, y con el propio William Burroughs haciendo de cura.

“El arte de robar” (“The Art of Steal”, 2013), de Jonathan Sobol.

Estrenada en nuestro país directamente en DVD y por televisión. Dillon es el liante hermano del protagonista, Kurt Russell, en esta película sobre complicados robos perfectos. Con secundarios como el británico Terence Stamp o el canadiense Stephen McHattie.

Fernando Rodríguez Tapia

Vamos con las tres de Matt Dillon de reciente actualidad por la presentación en Cannes de “Maria” (Jessica Palud, 2024), en la que encarna al mismísimo Marlon Brando, y con una filmografía amplia repleta de títulos destacables.

“Factótum” (“Factotum”, 2005), de Bent Hamer.

Esta excelente adaptación de la obra de Bukowski sirvió al actor para ofrecer una de sus grandes interpretaciones. Un retrato claro, conciso y matizado de un espíritu absolutamente libre en sus relaciones personales, en sus decisiones vitales y en su perspectiva de afrontar la vida sin equipajes ni remordimientos. Magnifico reparto, cuidada ambientación y acertada fotografía que capta perfectamente un mundo marginal irresistible a la par que sombrío. En recomendable programa doble con la algo más inferior “Barfly. El borracho” (“Barfly”, Barbet Schroeder, 1987) y la posterior lectura de las obras literarias que adaptan.

“La ley de la calle” (“Rumble Fish”, 1983), de Francis F. Coppola.

Una de las obras cumbres del cine norteamericano de los ochenta curiosamente apenas comentada por nuestros amigos ochentistas, siempre más complacidos por títulos confortables en lugar de obras de vanguardia como esta. De nuevo Coppola adapta a S. E. Hinton en paralelo a la menos interesante si bien más mediática “Rebeldes” (“The Outsiders”, Francis Ford Coppola, 1983) con la que comparte reparto (entre ellos Dillon) y temática (las pandillas) desde una perspectiva independiente y efervescente en lo visual. Un homenaje nada velado a las películas del mismo género de los años cincuenta con escenas memorables y una elaboración de un paisaje mítico donde no se elude cierto tono crepuscular. Perfecta película para las desaparecidas sesiones de medianoche.

“La ciudad de los fantasmas” (“City of Ghosts”, 2002), de Matt Dillon.

Como otros actores y actrices, Dillon también tuvo la necesidad de ponerse detrás de las cámaras creando esta fábula de exiliados en tierra extraña con la ayuda de Barry Gifford en el guion y resultados francamente estimables. Como buen interprete, destaca la dirección de actores y el trabajo de ambientación en una historia de encuentros y desencuentros fugitivos dentro de una trama criminal bien hilada, no exenta de sorpresas y donde destaca el tono febril de la aventura con algún aspecto que puede recordar a las obras de Graham Greene. Magnífico reparto donde todos brillan en algún momento, con mención especial para James Caan, Natasha McElhone y Gerard Depardieu. Un film de inesperada evocación cinéfila que merece la pena recuperar de vez en cuando.

Eduardo Álvarez Cónsul

“En el abismo” ("Over the Edge", 1979) de Jonathan Kaplan.

Esta película que fue el debut de Matt Dillon ha envejecido bastante bien, pues trata de temas que siguen actuales como la falta de oportunidades para los jóvenes y la especulación inmobiliaria.

"Drugstore Cowboy" (“Drugstore Cowboy”, 1989), de Gus Van Sant.

Matt Dillon y Kelly Lynch son un matrimonio que lidera un grupo de robafarmacias que se meten en todo tipo de líos.

“Solteros” ("Singles", 1992), de Cameron Crowe.

En la llamada película de la Generación X Matt Dillon toca en un grupo de rock y Bridget Fonda es su novia.

Joanna

“Todo por un sueño” (“To Die For, 1995), de Gus Van Sant.

Gus Van Sant volvió a contar con Matt Dillon tras “Drugstore Cowboy” (1989) en la más hollywoodiense “Todo por un sueño”, interpretando a una de las piezas (o estorbos) que Suzanne (Nicole Kidman) tiene que mover en su ansiado camino al éxito. Tendrá que quitarlo de en medio... Justicia poética o como queramos llamarlo, ese “hombre del lago” interpretado por el director David Cronenberg terminará por completar el puzle.

“Drugstore Cowboy” (“Drugstore Cowboy”, 1989), de Gus Van Sant.

Segundo largometraje de Gus Van Sant, que siguió a “Mala noche” (1987). Nuevamente una historia de desclasados, de outsiders, en unos Estados Unidos que parecían descomponerse en plena era Reagan y no tener lugar ni futuro para los jóvenes. Basada en una novela de James Fogle, Matt Dillon interpreta en “Drugstore Cowboy” a un yonkie que, junto a otros chicos y chicas, roban farmacias para ir subsistiendo. Sin moralina de por medio.

“Juegos salvajes” (“Wild Things”, 1998), de John McNaughton.

Después de dejar en shock a muchos con “Henry: Retrato de un asesino” (1986), John McNaughton había estado dando tumbos a lo largo de los noventa, cambiando de registros y combinando cine y televisión, cuando a finales de la década la taquilla le fue favorable con “Juegos salvajes”, aprovechando la fama (y las curvas) de Neve Campbell y Denise Richards, quienes estaban en un momento dulce de sus respectivas carreras. Kevin Bacon tampoco tendría reparo en mostrase desnudo, otro plus.

La crítica más estrábica la despachó considerándola un thriller erótico más de los tantos y tantos que se produjeron en los noventa, donde sí encajaban mejor las secuelas (para vídeo) que la siguieron.

Alfonso Carlos López

“La ley de la calle” (“Rumble Fish”, 1983), de Francis Ford Coppola.

Esta película icónica es una adaptación de la novela homónima de Susan E. Hinton dirigida por Francis Ford Coppola. El personaje de “el chico de la moto” es el eje central de la trama que transcurre en los años 50. Matt Dillon interpreta al adolescente Rusty James, hermano del citado “chico de la moto” (Mickey Rouke). Las pandillas tienen un papel fundamental y el personaje de Rusty quiere volver a esa época y al mito que representa su hermano en ese mundo. Me encanta la filmación tan vintage pero de gran calidad que realza la película.

“Capone” (“Capone”, 2020), de Josh Trank.

Debo decir que las películas de gánsteres siempre me han gustado mucho y este film me encantó. “Capone” se estrenó en vídeo el 12 de mayo de 2020 por la distribuidora independiente Vertical Entertainment ya que la pandemia impidió que se estrenara en cines. Trata sobre la salida de prisión, después de 10 años de condena, del mafioso Al Capone que con 47 años es excarcelado y padece demencia. Matt Dillon hace magistralmente el papel de Johnny. El tema de Capone ha sido un referente en la música y por supuesto en el cine. Citar dos temazos ska de artistas que me fascinan como el “Al Capone” de Prince Buster y el “Gangsters“ de The Specials, incluso el grupo francés Skarface puso su  nombre por Capone aludiendo a su seudónimo de Scarface y haciendo un juego con la k de ska.

Jóvenes salvajes (Deuces Wild, 2002), de Scott Kalvert.

Film ambientado en 1958 en Brooklin, Nueva York, con el trasfondo de pandilleros.  Los Deuces y los Vipers se enfrentan por la oposición de la primera banda a las drogas y la distribución de ella que quieren hacer los mencionados Vipers. Matt Dillon da vida a Fritzy, el mafioso del barrio. Una cinta con todos los ingredientes de pandillas, delincuencia y amor imposible entre la hermana de un miembro de la banda rival con otro pandillero. Muy interesante y con una banda sonora de lujo: Dion and The Belmonts, Frankie Avalon, Ritchie Valens, Jerry Butler and the Impressions, etc... Me gustaría reseñar que Link Wray tenía un tema magnífico, llamado “Deuces Wild”, que no está en la película, pero me ha parecido oportuno recordarlo ya que es el título de este film.

Oscar Villalta

“La ley de la calle” (“Rumble Fish”, 1983), de Francis Ford Coppola.

Representativo e icónico drama generacional, que el maestro Coppola filmó en un precioso blanco y negro, para enfatizar la nostalgia que siente este pandillero por los días de gloria de las guerras callejeras. Rusty James es el nombre del personaje interpretado por Matt Dillon, del cual hace una materialización majestuosa de muchos elementos comunes asociados a esa juventud desencantada y presa del desarraigo familiar, sin futuro y sin sueños, cuya única motivación consiste en luchar por tiempos mejores que no volverán. El propio padre de Rusty James, se encarga de recordárselo constantemente, pero sobre todo la figura de su hermano mayor, conocido como "el chico de la moto", una especie de rey suburbano venido a menos, que, aunque ya completamente acabado, sigue siendo para Rusty esa nota de color, que al igual que el pez que da título metafóricamente al film, no pierde sus ganas de vivir atrapado en la pecera de su barrio. Obra maestra.

“Juegos salvajes” (“Wild Things”, 1998), de John McNaughton.

En 1998, Neve Campbell y Denise Richards eran las super estrellas del momento, la primera por contribuir a la resurrección del cine de terror con "Scream. Vigila quien llama" (1997) y la segunda por protagonizar la polémica y destructiva visión del futuro del holandés Paul Verhoeven, "Starship Troopers (Las brigadas del espacio)" (1997). Kevin Bacon y Matt Dillon tenían mucha más escuela, como sabemos, pero no andaban en un buen momento por aquel entonces. Entonces llegó el tipo que hizo "Henry: Retrato de un asesino" (1986), juntó a los cuatro, y se marcó la que para mí es una de las mejores películas de su década, un film con mucha clase y muy grosero a la vez, íntimo y subido de tono por momentos, con tantos giros argumentales que descoloca (para bien) en su primer visionado, muy sexy y a ratos violento y cruel, y lo mejor, es que el cuarteto protagonista luce en su salsa y se nota que se lo están gozando. Un 10 para McNaughton. ¡Tú sí que sabes!

“La casa de Jack” (“The House That Jack Built”, 2018), de Lars von Trier.

Brutal y descarnada interpretación de la mente de un asesino en serie, que tal vez pudiera describirse como un slasher en clave postmoderno, en esta película de la que se empeñan en afirmar que es la menos Von Trier de Von Trier, idea que no comparto, pues es evidente la exhibición de todas las características afines a la obra de su autor, desde la fuerte polémica en su estreno y paso por festivales, hasta los momentos oníricos más desquiciados, rematados con soluciones imposible y un ritmo irregular convertido en virtud al jugar con el paralelismo del estado mental de este Jack, interpretado por Matt Dillon de una forma absolutamente extraordinaria, en el que fácilmente es uno de sus mejores trabajos. Momentos muy bizarros, situaciones angustiosas y un final que verdaderamente te saca de quicio. 

Una joya de las grandes.

Esther Checa

Matt tiene un "no sé qué" especial que traspasa sus pupilas.

Muchísima fuerza escénica, es obvio, pero observo algo muy salvaje, a la par que muchísima ternura o sufrimiento en un pasado.

Aunque en "La ley de la calle" (1983) esté imparable, mi apuesta principal se decanta por su vis más histriónica, ya que de "maldito" le sale sin interpretar apenas.

“Algo pasa con Mary” ("There's Something About Mary" ("Algo pasa con Mary", 1998), de Peter Farrelly & Bobby Farrelly.

Verle en ese papel de detective privado ridículo (pero no tanto...) con tintes "Mendozianos" e incluso cierta mezcolanza "Torrentiana" es, a mi modo de ver, SUBLIME.

La autoparodia es uno de los campos más difíciles y lograrlo sin falso efectismo.

"El amante de la luna" (“Liar’s Moon, 1981), de David Fisher.

Porque sí. Jack es para enamorarse una y mil veces tras ese "sostenido" en ternura y expresividad facial.

Si sumamos el plus de ver a ¡Yvonne de Carlo!, nada más que añadir, señoría.

“Juegos salvajes” ("Wild Things", 1998), de John McNaughton.

No es que me impresione demasiado el texto ni el subtexto del film, pero entiendo un punto de corte e inflexión dentro del poder "sacar" un film más o menos comercial teniendo tintes de "S" y una trama sencilla, pero para pensar, en la cual Matt y Campbell están para cometer varios pecados capitales sin confesión ni nada. Soberbios.

Rafa Coronel

“Algo pasa con Mary” ("There's Something About Mary" ( "Algo pasa con Mary", 1998), de Peter Farrelly & Bobby Farrelly.

Pocas películas recuerdo haber visto en el cine en que me haya reído más que con ésta - la Salchicha Peleona incluida, pero la primera sin ayuda estupefaciente -. Cameron Díaz está preciosa, Ben Stiller graciosísimo y Matt Dillon entre altamente hostiable y a la vez comprensible, lo cual es exactamente lo que requería su papel. La veo al menos una vez al año y siempre me descojono.

“Crash (Colisión)” (“Crash”, 2004), de Paul Haggis.

Recuerdo que cuando salió lo primero que pensé fue "¿otra adaptación de la novela de Ballard?". Pero, aunque tengan en común el título y los accidentes automovilísticos, esta película se olvida por completo del morbo para centrarse en el racismo como tema principal. Ganó el Oscar a mejor película y Dillon fue nominado muy merecidamente.

“Pawn Shop Chronicles” (2013), de Wayne Kramer.

Tarantinada/Guyritcheada de Hacendado, admito que esta película es un placer culpable porque realmente es malísima a pesar del cojonudo reparto que tiene (Dillon, D'Onofrio, Elijah Wood, Paul Walker...), pero es que me lo paso pipa con la total desinhibición y desvergüenza que muestran tanto los actores como los que perpetran guion y dirección. Te salva más de una tarde aburrida, garantizado.

Jorge Arincón

“Factótum” (“Factotum”, 2005), de Bent Hamer.

Aquí Matt Dillon da vida a Henry Chinaski, el alter ego del escritor Charles Bukowski en para mí la mejor adaptación al cine de su obra. 

En “Factótum” se refleja el universo de las novelas de Bukowski con sus putas, sus borrachos, sus perdedores, sus pensiones baratas, ....

Matt Dillon está inconmensurable en el papel de borracho empedernido que va de trabajo en trabajo sin ningún futuro, que encuentra su momento de gloria cuando apuesta en las carreras del hipódromo.

Disfruté mucho cómo fan de Bukowski de esta adaptación y creo que este film y el papel de Dillon son infinitamente mejores de aquella adaptación “Barfly. El borracho” (1987) con Mickey Rourke que sí me decepcionaron.

Con esta interpretación Dillon demostró que no era una cara bonita, como muchos pensaban, sino un auténtico actorazo.

“Algo pasa con Mary” ("There's Something About Mary" ( "Algo pasa con Mary", 1998), de Peter Farrelly & Bobby Farrelly.

Divertidísima película que he vuelto a ver alguna vez para comprobar que sus gags y su historia aún se mantienen y funcionan.

Aquí Matt Dillon demuestra su versatilidad como actor y se adapta perfectamente a su papel demostrando dotes para la comedia.

Todo el reparto está genial, por supuesto destaca Cameron Díaz, que quedaría encasillada después de este rotundo éxito. Pero especial mérito aquí para Matt Dillon al que nunca había visto en su faceta cómica y consigue hacernos reír a carcajadas.

“Drugstore Cowboy” (“Drugstore Cowboy”, 1989), de Gus Van Sant.

Gus Van Sant tuvo un arranque prometedor con películas como ésta. 

La historia de esta pandilla de inadaptados que se dedica a asaltar farmacias, la superstición del sombrero sobre la cama, el cameo de William Burroughs, ...

En definitiva, muy buena película y gran interpretación de Dillon. Sobre cómo evolucionó luego Gus Van Sant, mejor no hablar...su última "genialidad" ha sido la segunda temporada de la serie “Feud” que es soporífera y la he dejado de ver al segundo capítulo.

Hacer finalmente mención especial al papel de Dillon en "Crash". Su interpretación en el papel de policía racista, con un aspecto dejado y sobrepeso es también magnífica.

Malina Murnau


Juegos Salvajes ("Wild Things", 1998), de John McNaughton.
Mi película favorita de Dillon. Aparte de trabajar con Kevin Bacon y el gran Bill Murray (cuando aparece, todo es mejor) hay crimen, sexo y engaños. Toda una delicia de film.

“Algo pasa con Mary” ("There's Something About Mary", 1998), de Bobby Farrell y Peter Farrelly.
Supongo que tendrá películas mucho mejores, pero no soy muy fan de este actor. Son de esos intérpretes que ni los odias ni te encantan. O sea, que me quedo en segundo lugar esta comedia con Ben Stiller (me encanta este actor) y Cameron Diaz. Un cachondeo desde el principio al fin. Muy recomendable si lo que quieres es pasarlo pipa.

“Rebeldes” ("The Outsiders", 1983), de Francis Ford Coppola.
Fue la primera película que vi de Dillon, y hace poco la volví a ver y la verdad, me lo pasé muy bien con ella. Pero sin duda el papel que me gusta más es el de Patrick Swayze (el mejor), pero Matt Dillon sería el segundo de las mejores actuaciones.


Pepe Torres

Mi segundo Matt Dillon favorito (tras el nombre del personaje encarnado por el gran James Arness en “La ley del revólver”)... Por escoger tres películas:


"La ley de la calle" ("Rumble Fish", 1983), de Francis Ford Coppola.

De sus roles como antihéroe juvenil de Susan E. Hinton, mi favorito es su Rusty James, eternamente condenado a vivir a la sombra de “el chico de la moto”.

"Drugstore Cowboy" ("Drugstore Cowboy", 1989), de Gus van Sant.

Quizá su mejor interpretación, un drogadicto creíble en un entorno de “familia” disfuncional en el San Francisco setentero.

"Algo pasa con Mary" ("There's Something About Mary", 1998), de Bobby y Peter Farrelly.

Tras muchos años de papeles intensitos y conflictuados, descubrir una vis cómica soberbia me resultó toda una revelación.


Oscar "Woody" Correa

Si la carrera de Matt Dillon se resumiera en una solo palabra, sería versatilidad. Desde su inicios y ascenso como Ídolo adolescente a finales de los años 70, su transición a roles más maduros (llegando al reconocimiento de la critica y a los premios), y la posterior exploración de personajes oscuros, yo me quedo mejor con los personajes que podríamos denominar de “Bad Dillon”. 

“La casa de Jack” (“The House That Jack Built”, 2018), de Lars von Trier.
Dirigida por el siempre controvertido Lars von Trier, este thriller psicológico se centra en Jack (Matt Dillon) un arquitecto y asesino en serie que reflexiona sobre su vida y sus crímenes. Dillon entrega una actuación perturbadora y compleja, explorando la mente de un personaje profundamente perturbado. La película es también controvertida por su contenido gráfico y su exploración del mal y la creatividad, pero la interpretación de Dillon ha sido muy reconocida en todos los ámbitos por su valentía y profundidad. Este papel mostró su capacidad de asumir riesgos y desafiarse a sí mismo en roles mucho más oscuros y desafiantes, consolidando su reputación como ese actor VERSÁTIL y comprometido del que hablábamos.

"Drugstore Cowboy" ("Drugstore Cowboy", 1989), de Gus Van Sant.

En esta película dirigida por Gus Van Sant, Dillon interpreta a un adicto a las drogas que lidera una banda de ladrones de farmacias. Su actuación es profunda y controlada, capturando tanto el encanto como la desesperación del personaje. La película que fue muy bien acogida por la crítica, y con razón, es considerada un hito en el cine independiente americano y de la filmografía de Gus Van Sant. Dillon también recibió numerosos elogios por su interpretación, incluyendo un Premio Independent Spirit, lo que consolidó su reputación como un actor serio y VERSÁTIL.

"Algo pasa con Mary" ("There's Something About Mary", 1998), de Bobby y Peter Farrelly.

Esta comedia pseudo-romántica, dirigida por los hermanos Farrelly, es una de las películas más exitosas y recordadas de la década de 1990 para toda una generación, entre la que me incluyo evidentemente (la típica película que puedes ver 10 veces sin el mayor esfuerzo y siempre sacar alguna cosita nueva). Dillon interpreta a un pseudo-detective privado con malas artes que se enamora de Mary (papelazo Cameron Diaz) mientras la sigue en una también pseudo-investigación. La película es mítica por su humor irreverente y sus situaciones absurdas, y el papel de Dillon mostró su habilidad para la comedia, aportando un toque memorable al personaje, que roba  incluso protagonismo al de Ben Stiller. Personaje malvado pero en comedia demostrando esa VERSATILIDAD.




viernes, 24 de mayo de 2024

El molino abandonado a su suerte.... Segunda parte.


 La primera visita fue en el año 2012, y se podía entrar y aún contenía algún que otro objeto en su interior. Ya por desgracia imposible entrar. Los techos todos hundidos, se cae literalmente. Una pena. Os dejo el enlace de como estaba hace 12 años y a continuación las fotos de ahora. La de arriba también es del 2024.

https://lesdansesmacabres.blogspot.com/2012/04/el-molino-abandonado-su-suerte.html

Fotos 2024










El molino en el olvido.

jueves, 23 de mayo de 2024

Tami Neilson


 Los días 21 y 22 de junio de 2019, ante una asistencia de 19.000 personas, se celebraba el Askena Rock de Vitoria-Gasteiz, que contaba ese año entre muchas otras primeras espadas en su amplio cartel con nombres tan interesantes como Stray Cats, B-52s, The Living End o Hillbilly Moon Explosion. Con motivo de dicho festival se organizaron dos conciertos gratuitos en la Plaza de la Virgen Blanca con las actuaciones de Danny & the Champions of the World y Tami Neilson, quien ante una plaza donde no cabía ni un alfiler demostró junto a su banda a todos aquellos veteranos rockeros cómo se las gastaba. Pocos sabían quién era esa cantante que tenían sobre el escenario, a pesar de que tablas no le faltaban.

Nacida el 9 de mayo de 1977 en Toronto, Canadá, Tamara “Tami” Neilson formó parte de the Neilsons junto a sus padres y dos hermanos. En 2005 se casó con un inspector de policía neozelandés y dos años después se mudaban al lejano país de éste, donde Tami daría comienzo a su carrera en solitario. En 2008 ya tenía en la calle su álbum “Red Dirt Angel” y tras alguna que otra colaboración entraría en las listas de su país de acogida con el muy recomendable “Dynamite!”. Mejor aún le iría con el siguiente álbum, “Don’t Be Afraid”, entrando directamente en el número tres de las listas de ventas. Su estilo bascula entre el country (con diversos premios en dicho género) y el folk, con ciertas influencias del rockabilly y de la música negra, principalmente del soul y el góspel con los que la Neilson puede además hacer gala de su portentosa voz. Entre sus contadas versiones, entran en su amplio repertorio el “Pretty Paper” de Willie Nelson, “Always on my Mind” de Elvis Presley, o el “It’s a Man’s World” que cantara James Brown.


En febrero de 2020 salía al mercado un nuevo trabajo, “Chickaboon!”, y ni la dichosa pandemia que estallaría poco después pudo impedir que el disco resultara un rotundo éxito. Entre los distintos singles que se extrajeron encontramos uno de sus mejores temas, “You Were Mine”. Escuchadlo en directo y juzgad por vosotros mismos. Su siguiente, y hasta el momento último disco, “Kingmaker”, vería la luz un par de años después, entrando directamente en el número 1 de ventas en nueva Zelanda. Con la canción elegida como primer sencillo, “Beyond the Stars”, nuestra protagonista lograba materializar un viejo sueño, grabar un dueto con su ídolo, Willie Nelson, cuando el veterano cantante estaba cerca de cumplir los 90 años. La presentación del álbum tendría lugar en el Aotea Centre, lleno hasta la bandera, acompañado por la Auckland Philharmonia Orchestra. Sin duda un gran triunfo para nuestra protagonista, aunque personalmente nos quedamos con sus anteriores propuestas.

Un rostro más que habitual en la radio y la televisión de su país de adopción, esta mujer de peinados imposibles y exageradas pelucas tipo años 60 se encuentra actualmente girando por Norteamérica, donde además de una reunión con sus hermanos (uno de ellos, Joshua, produjo tres de sus discos) y dos primos, ha participado en el Jazz & Heritage Festival de Nueva Orleans.


En nuestro país se pueden encontrar (si se buscan) algunos de sus discos, especialmente los dos últimos. Aún así, hoy día sigue siendo bien poco conocida por estos lares. Exceptuando alguna que otra pequeña reseña en la veterana Ruta 66, no suele aparecer en alguna otra publicación y/o blog dedicado al R’n’R.

Alfonso & Miguel Romero


sábado, 18 de mayo de 2024

Mis tres favoritas de... Sam Elliott

 

Malina Murnau

"El legado" ("The Legacy", 1978), de Richard Marquand.

Una película de terror raruno estilo inglés que tanto me gusta. Un reparto decente con la aparición Roger Daltrey, fundador de The Who, y un Sam Elliot estupendo (el mejor) que hace una delicia esta criaturita de film. Merece un visionado, no es gran cosa pero si eres de los de Elliott seguro que la vas a dusfrutar y mucho.

"De profesión : duro" ("Road House", 1989), de Rowdy Herrington.

Qué voy a decir de esta película que no se haya comentado ya. Aquí fue la primera vez que me di cuenta de que Sam Elliott andaba por ahí. La vi en un cine de verano, una maravilla con un Swayze estupendo y un Elliot aún mejor. Para mi gusto sale demasiado poco. 

"Máscara" ("Mask", 1985), de Peter Bogdanovich.

Cher fántastica, Eric Stoltz estupendo con maquillaje y todo, y Sam Elliott  se sale. Motero, duro y amable... y un reparto genial. Una maravilla de película, me encanta.

Dejo atrás películas que me chiflan , como "Tombstone: La leyenda de Wyatt Earp" (1993) -no la puse de las primeras para no repetir tanto, seguro que la van a poner casi todo dios-, o "Belleza mortal" (1987)... si hasta la petarda "Ghost Rider: El Motorista Fantasma" (2007) cuando sale él, todo cambia... Muchas me dejo, pero bueno, ahí están mis favoritas.


Oscar Villalta

"Tombstone: La leyenda de Wyatt Earp" ("Tombstone", 1993), de George Pan Cosmatos.

Impresionante y lujosa nueva recreación de toda la mitología surgida alrededor del duelo en OK Corral, que enfrentó a los hermanos Earp apoyados por Doc Holliday, y a los hermanos Clanton, apoyados por Johnny Ringo. Todo un ramillete de estrellas donde destacan Kurt Russell como el legendario Wyatt Earp y Sam Elliot como el hermano mayor de la familia, Virgil, verdadero representante de la serenidad y la razón en un tiempo y lugar regidos por la ley del más fuerte. 

Un film verdaderamente precioso a nivel visual, con imágenes potentísimas, como el duelo personal entre Val Kilmer y Michael Biehn como Doc Holliday y Johnny Ringo, y una banda sonora que quita el hipo, a cargo del maestro Bruce Broughton.

"Máscara" ("The Mask", 1985), de Peter Bogdanovich.

Aunque "Máscara" nunca sea recordada como uno de los grandes hits de los 80, lo cierto es que fue uno de los grandes estrenos del año. Recuerdo que la vi en un cine lleno a reventar, y salí bien afectado por esta historia real, la de Rocky Dennis, joven de 16 años con una tremenda deformación craneal, criado entre moteros, cuyo desparpajo y ganas de vivir, sirvieron de inspiración al siempre genial Peter Bogdanovich, para crear esta obra, no exenta de polémica por las licencias biográficas tomadas, en la que brilló un trío protagonista de órdago: Eric Stolz, que se quedó sin "Regreso al futuro", pero que aquí tal vez hizo la actuación de su vida a pesar de los kilos de látex; Cher, aprovechando su segunda juventud en el Cine, lo bordó, y por supuesto Sam Elliot, porque si alguien es capaz  de llevar a otro nivel el look motero, con valores humanos, disciplina y seguridad, ese es él. Icono.

"El legado" ("The Legacy", 1978), de Richard Marquand.

Intriga, suspense y terror, todo bien dosificado al estilo de los años 70 en este film dirigido por el señor que unos años después filmaría "El retorno del Jedi".   Con un look muy británico, nos presenta a una pareja protagonista con mucha química, la hermosísima Katharine Ross y el duro de buen corazón, Sam Elliot, envueltos en una trama que pasa desde el más puro estilo Agatha Christie, con personajes en un lujoso caserón a la espera de algo que no tienen claro, hasta una buena dosis de horror sobrenatural con estética deudora de la Hammer, pasando por unas cuantas muertes creativas y un final recordado por impactante e inverosímil. Toda una delicia, a día de hoy, algo infravalorada desde mi punto de vista.


Alfonso Romero

Son muchas las películas que podríamos nombrar como favoritas de Sam Elliott, un actor que queda igual de bien en una barata producción para vídeo donde hace de tipo duro sin mácula que en una gran producción, normalmente en papeles secundarios, al lado de super estrellas a las que hace bajar de su pedestal sin problema. Era el general Thaddeus “Thunderbolt” Ross ideal en el “Hulk” (2003) de Ang Lee (aquella película que encandiló a la crítica, pero no gustó al público), y hacía subir muchos enteros a la endeble “Ghost Rider: El Motorista Fantasma” (2007) en su rol de cuidador. Puestos a quedarnos con sólo tres de sus trabajos, apostemos por algunas de sus participaciones más inolvidables.

“1883” (2021-2022), de Taylor Sheridan.

Una cruda mirada a la conquista del Oeste en esta serie creada por Taylor Sheridan y que es ya de lo más brillante de la televisión usamericana de los últimos años. Elliott, en el papel del guía (y excombatiente de la Guerra de Secesión) Shea Brennan, compone uno de los mejores roles de toda su carrera en esta precuela de la aclamada “Yellowstone” (2018-).

“Justified: La ley de Raylan” (“Justified”, 2010-2015) de Graham Yost.

Sam Elliott interpretó a uno de los (muchos) villanos sureños a los que se tuvo que enfrentar Rayland Givens (insustituible Timothy Olyphant) en esta serie que recreaba las páginas de Elmore Leonard.

“Bluejean Cop” (“Shakedown”, 1988), de James Glickenhaus.

Terminando los ochenta, la Cannon daba sus últimos coletazos, como cualquier animal herido trataba de ponerse inútilmente en pie. Mientras, muchas otras compañías facturaban productos igual (e incluso más) excesivos, como es el caso de esta cinta realizada por James Glickenhaus -el responsable de “El exterminador” (1980)-, quien con su habitual abrazo a la exageración desmedida pierde el suelo de la lógica para disfrute de un público sin prejuicios. Elliott y Peter Weller funcionan muy bien juntos, lástima que Glickenhaus no continuara sus aventuras en otras entregas.



Miguel Romero

“El legado” (“The Legacy”, 1978), de Richard Marquand.

Sam Elliott y Katherine Ross (en la película en la que se conocieron) son los dos estadounidenses contratados para trabajar en una gran mansión del Reino Unido donde se irán produciendo extrañas muertes y de la que no pueden huir, en esta producción de terror británica que contó entre sus guionistas con Jimmy Sangster. Rodada en la mansión del líder de los Who, Roger Daltrey, quien a cambio pidió un papel en el film.

“The Hero” (“The Hero”, 2017), de Brett Haley.

Sam Elliott encarna a un actor ya mayor y enfermo, pero cuyo orgullo le impide dar su brazo a torcer, a pesar de pasar por un mal momento en su carrera. Como en tantas de sus películas, hay un papel para su esposa.

“El gran Lebowski” (“The Big Lebowski”, 1998), de Joel y Ethan Cohen.

Elliott es uno de los muchos particulares personajes que aparecen en esta la mejor y más divertida comedia de los hermanos Cohen, quienes hace ya bastante tiempo que perdieron toda la gracia. Eso sí, en ésta se lucieron.


Pepe Torres

Aprovechando el título de Manolo Summers, siempre he pensado que me hace falta un bigote. Desde el mismo momento en que todos los actores más viriles y cool de mi adolescencia hacían ostentación de poblados mostachos (y luego descubriría que también de voces profundas y resonantes). Ninguno más y mejor que el gran Sam Elliott, quien convirtió en emblemática su pose de cowboy rudo y la convirtió en icono de nuestro tiempo más allá del western. Voto, como siempre, con mayor presencia de mi educación sentimental que de los valores estrictamente cinematográficos -obviamente duele dejar fuera “El gran Lebowski” (1998), “Tombstone: La leyenda de Wyatt Earp” (1993) o incluso “De profesión: duro” (1988)-.

Evel Knievel (1974), de Michael O'Herlihy.

Por llevarme la contraria a mí mismo, este piloto (no demasiado brillante, todo sea dicho) protagonizado por Elliott sin su característico mostacho (como fue habitual en buena parte de su filmografía setentera), recoge el culto del momento a la figura de los acróbatas sobre motocicletas y sus arriesgados saltos y stunts (uno de mis subgéneros favoritos de la década).

La Rosa Amarilla (The Yellow Rose, 1983-1984), de John Wilder y Michael Zinberg.

Su Chance McKenzie está grabado a fuego en mi nostalgia televisiva, eleva el recuerdo muy por encima de los valores reales de la serie y oscurece por completo al resto del estupendo reparto (con la excepción de Cybill Shepherd por razones no interpretativas). Derivada menor del ciclo ochentero de sagas familiares en las que los ricos también lloran, maquinan y apechugan (que ha encontrado una tardía hija espiritual con “Yellowstone”).

Máscara (Mask, 1985), de Peter Bogdanovich.

Otro motero con corazón de oro (un rol que consiguió gracias a Cybill, entonces pareja y musa de Bogdanovich) en una historia que consigue escapar a los clichés de los telefilms de “enfermedad de la semana” gracias a un reparto estelar, donde Elliott, quien apenas había tenido oportunidades de brillar en la gran pantalla, transmite dureza y humanidad en su rol de intermediario en la relación materno-filial de Cher y Eric Stoltz.


Emilio Malet

“1883” (2021-2022), de Taylor Sheridan.

Junto a la serie “Deadwood” (2004-206) para mi gusto de lo mejor que se ha hecho nunca en el género western, sobre todo para la televisión. Lo tiene todo, argumento, fotografía, banda sonora, diálogos, personajes… y además Sam Elliot, que le da un extra a cualquier western solo con su carisma.

Precuela de la serie “Yellowstone” (2018-), narra el viaje de un grupo de inmigrantes recién llegados al Continente que se adentran en un salvaje oeste apenas habitado (colonizado), enfrentádose a toda clase de peligros y adversidades guiados por Sam Elliott, un veterano de La Guerra Civil atormentado por sus recuerdos y por la muerte de su familia. Además, los acompaña junto a su familia el fundador del rancho Yellowstone, iniciando el legado de los Dutton en Montana. Soberbia.

“Tombstone: La leyenda de Wyatt Earp” (“Tombstone”, 1993), de George P. Cosmatos.

Unas de mis películas favoritas del Oeste. Sin duda la mejor adaptación al cine de la vida de Wyatt Earp, con permiso de “Duelo de Titanes” (1957). Con un reparto sobresaliente donde destacan Kurt Russell como Wyatt Earp y Val Kilmer con su inolvidable Doc Holliday. Sam Elliot interpreta a Virgil Earp, el mayor de los hermanos del famoso sheriff. Una vez más a pesar de no tener un papel protagonista y estar rodeado de los ya mencionados anteriormente, se come la pantalla cada vez que aparece en escena, como en el famoso duelo en el O.K. Corral, que cuando los ves avanzando por la calle, destaca como siempre con su presencia sobre el resto.

“The Ranch” (“The Ranch”, 2016-2020), de Jim Patterson y Don Reo.

Si bien hay otras películas que merecían el podio, he elegido esta serie por la importancia que tiene Sam Elliott en ella. Aun sin ser de lo mejor que ha hecho, su personaje es el pilar de la serie y el que hace que merezca la pena su visionado. Interpreta al propietario del rancho y patriarca de la familia Bennett, un ranchero de la vieja escuela amante de los rifles, los Ford, las carnes rojas y la Coors que nunca rompe sus republicanos principios y dice siempre lo que piensa, aunque no sea políticamente correcto (que casi nunca lo es). El resto del reparto tampoco está mal, con la estupenda Debra Winger e incluso Aston Kutcher, que sin ser santo de mi devoción casi nunca, aquí hace un papel que le va como anillo al dedo interpretando al hijo pródigo “cool” que regresa al Rancho tras fracasar en su carrera como jugador de Fútbol Americano. Destacan también un buen elenco de secundarios recurrentes con personajes típicos del ambiente campestre del centro/Sur americano. Entretenida y divertida e incluso con algún momento emotivo.

Menciones: Las estupendas “De profesión: duro” (1988) y “El gran Lebowski” (1998) y la original “El hombre que mató a Hitler y después al Bigfoot” que no sé porqué (seguramente por Sam Elliott) me gustó bastante cuando la vi aunque no tiene nada de especial más allá de la idea.


Alfonso Carlos López

“Gettysburg” (“Gettysburg”, 1993), de Ron Maxell.

Una película épica donde las haya es “Gettysburg” donde Sam Elliot interpreta al Brigadier General John Buford. del 1 al 3 de julio de 1863 tuvo lugar la batalla más importante de la Guerra de Secesión, este film nos relata dicho acontecimiento histórico. Muy interesante, con un gran ritmo y un elenco espectacular. Ni que decir tiene que Elliot está soberbio en su personaje. Para mí este drama bélico que relata los 3 días más sangrientos de la guerra, constituye uno de los mejores films sobre el tema.

“Cuando éramos soldados” (“We Were Soldiers”, 2002), de Randall Wallace.

Aquí Sam Elliott encarna a un duro y curtido sargento mayor en los inicios de la Guerra de Vietnam, Basil L. Plumley. Ese estilo de duro que tiene este actor le da un gran empaque al personaje. La película refleja además de la dura batalla de los estadounidenses contra toda una división norvietnamita, la fiereza del combate, sin que la inteligencia del ejército de los USA supiera el número exacto de tropas vietnamitas. Tiene mucha importancia la doble trama de las mujeres de los militares en sus bases y los momentos terribles que pasan cuando llegan los telegramas de las muertes que deshumanizadamente los entregan con taxis, hasta las propias esposas se encargan de dar las malas noticias de las muertes. También sale el horror del bombardeo masivo.

“Tombstone: La leyenda de Wyatt Earp” (“Tombstone”, 1993), de George P. Cosmatos.

Corre el año 1881 y la fiebre del oro en el Oeste Americano atrae a Arizona por el descubrimiento de unas minas de plata a los hermanos Earp. Elliott será Virgil Earp, con ese estilo tan suyo que perfila impecable el papel de vaquero. Recordemos que estos hechos suceden después de finalizar la Guerra de Secesión. Wyatt Sharp, un pistolero que dejó su vida anterior para casarse y tener hijos y John “Doc” Holliday, jugador y pistolero del Sur, aquejado de tuberculosis, se encuentran en Tombstone. Un western magnífico con un duelo final y una serie de acontecimientos muy propios del género pero que hacen al film muy interesante y fresco.


Fernando Rodríguez Tapia

“Bluejean Cop” (“Shakedown”, 1988), de James Glickenhaus.

Un estimable thriller b de agradable visionado entonces, mucho más ahora, donde destaca sobremanera la presencia de Elliot con un papel desbocado a su medida. Lo más logrado de este filme son las distintas esferas en las que se desarrolla la trama y sus logradas escenas nocturnas nada envidiables a films de mayor presupuesto. Descubrirla en su momento fue una inesperada sorpresa, en la actualidad un pequeño clásico del género policiaco realizado con cierta profusión en la segunda mitad de la década de los ochenta. Destacar en su reparto aparte de la presencia de Peter Weller, presencias tan agradables en pequeños papeles como Antonio Fargas, Richard Brooks, Paul Bartel, Buddy Van Horne, John C. McGinley o Shirley Stoler, y música a cargo del productor Jonathan Elias. El mejor filme de Glickenhaus para ver en programa doble con “El protector” (“The Protector2, James Glickenhaus, 1985).

“Rough Riders” (1997), de John Milius.

Segundo peldaño en la inacabada trilogía que el gran John Milius quiso dedicar a su idolatrado Theodore Roosevelt. Una excelente miniserie de TV centrada en la milicia creada por el posterior presidente norteamericano para luchar en la guerra de Cuba contra los españoles. Magnífico reparto para uno de los estimulantes trabajos de su entonces denostado realizador y con un destacable papel para nuestro homenajeado en un rol perfecto. Por lo demás destacar la importancia de Sam Elliot en obras similares vinculadas al western y géneros adyacentes desde los años ochenta hasta años muy recientes.

“El Gran Lebowski” (“The Big Lebowski”, 1998), de Joel y Ethan Coen.

Una de las obras más disparatas y desconcertantes del cine de los años noventa con una galería de personajes inolvidables que pululan por una trama no tan interesante como ellos si bien repleta de ideas y escenas memorables. Película de culto en estado de puro que engancha en cada visionado sin proponérselo, aunque no se sea muy fan de ella. Todo un logro, por cierto. Sam Elliot pone su inconfundible voz a la narración y se toma unas copas junto al "Nota" en un par de escenas que le engradecen. Y del resto.... mejor volverla a ver para disfrutarla nuevamente.


Eduardo Álvarez Cónsul

"Belleza Mortal" (“Fatal Beauty”, 1987), de Tom Holland.
En esta película de acción Sam Elliott es un jefe de seguridad que acompaña en una misión a la detective Rita Rizzoli (Whoopy Goldberg) contra unos traficantes que tienen una droga adulterada, y entre ellos habrá algo más que compañerismo.

"Máscara" (“Mask”, 1985), de Peter Bogdanovich.
En esta película hace de novio de la cantante Cher y ambos son dos Hell Angels.

"Tombstone: La leyenda de Wyatt Earp" (“Tombstone”, 1993), de George Pan Cosmatos.
En este western aparecido tras el éxito de "Sin perdón" (1992), Sam Elliott hace de un personaje histórico, Virgil Earp, y aunque no le dan mucho papel demuestra su sobriedad como actor.


Joanna

“De profesión: duro" (“Road House”, 1989), de Rowdy Herrington. 

Fue a finales de los ochenta cuando Elliott interpretó uno de sus personajes más emblemáticos, el Wade Garrett que le roba la función al Dalton al que interpretaba el malogrado Patrick Swayze en esta película de acción que ha ido cogiendo su lugar me con el tiempo. 

"Máscara" (“Mask”, 1985), de Peter Bogdanovich.

Pese a quedar lejos de los trabajos mejor acabados de Peter Bogdanovich, “Máscara” resulta un film esencial de su década y un título muy disfrutable en cada visionado. Y Sam Elliott está poco menos que perfecto en plan Ángel del Infierno subido a su moto y con una bellísima Cher montando tras él, en esta tierna y necesaria historia sobre la incomprensión hacia el “otro”, hacia el “diferente”.

“El último segundo” (“The Last Cut”, 1995), de Roger Christian.

Una de esas extrañas producciones que, con haber puesto algo más de presupuesto y rodar en otro formato, podían haber estrenado en cines en época estival en lugar de lanzarla directamente para vídeo. Un trabajo mucho más cuidado que la mayoría de los que se hacían para rellenar los fondos de los videoclubs y para su emisión por Tele 5 los fines de semana.
Su director debería aparecer en todas y cada una de las enciclopedias de cine por haber engendrado en el cambio de siglo una de las películas más repudiadas de la historia, “Campo de batalla: La Tierra” (2000).


Oscar"Woody" Correa

Padre de familia (Family Guy (1999-), de Seth MacFarlane.

La legendaria serie de Seth MacFarlane, se ha nutrido en las últimas temporadas de la presencia estelar de Sam Elliot, quién interpretó al nuevo alcalde de Quahog tras el fallecimiento de Adam West, que había interpretado a ese personaje durante muchas temporadas (también mítico personaje para la historia con muchos guiños). Un par de años después de la muerte de Adam West y la consiguiente desaparición de ese rol en el programa, los responsables de la serie decidieron incorporar a Elliot, tras dejar pasar unos años y respetar la figura (y el personaje) de Adam West, que parecía irremplazable ¿cómo se sustituye un actor y personaje como ese tan importante y clave para la serie tras más de 100 episodios? Elliott rechazó la oferta en varias oportunidades antes de asumir el rol, pero finalmente aceptó ser Wild Wild West, primo del personaje de Adam West. Hay que decir para terminar que el personaje de animación, está “ligeramente” inspirado en el aspecto físico del actor. :-)

"De profesión duro" ("Road House", 1989), de Rowdy Herrington.

Por segunda semana consecutiva ponemos esta película en el blog, eso da la sensación de lo mítica que es!…. Si bien no es el protagonista, Elliott tiene un papel memorable como Wade Garrett,  amigo y mentor del protagonista, Dalton (interpretado por Patrick Swayze, ya visto la semana pasada). Este papel como un veterano "portero" de bares, conocido por su experiencia y habilidades en el manejo de situaciones conflictivas, asienta el personaje de Swayze a lo largo de la película, ayudándole a navegar por los desafíos de limpiar el problemático y mítico bar llamado Double Deuce. Su presencia imponente y su actuación sólida contribuyen al atractivo de esta película de acción doblemente de culto.

"Tombstone: La leyenda de Wyatt Earp" ("Tombstone", 1993), de George Pan Cosmatos.

 Aunque Sam Elliot es conocido por interpretar papeles en todos los géneros, destaca particularmente su presencia en el género del western. Sus características distintivas, como son su voz grave, bigote icónico y apariencia fuerte (los clásicos atributos de: feo, fuerte y formal), lo han hecho ideal para ciertos tipos de roles dentro del género western como: sheriffs, rancheros y forajidos en el Salvaje Oeste. Su físico y voz profunda lo hacen ideal para el arquetipo de este tipo de personajes, y entre ellos los destacaría el personaje que Sam Elliott interpreta en "Tomsbtone". En concreto, a Virgil Earp, uno de los tres hermanos Earp, junto con Wyatt (Kurt Russell) y Morgan (Bill Paxton). Virgil es el hermano mayor y, al igual que Wyatt, un experimentado hombre de la ley. Virgil Earp es un personaje valiente y decidido, comprometido con la justicia y la protección de su familia y comunidad. Virgil se traslada a la ciudad de Tombstone, Arizona, con la intención de retirarse y llevar una vida más “tranquila”. Sin embargo, la violencia y el desorden causado por una banda de forajidos liderada por Curly Bill Brocius (Powers Boothe) y Johnny Ringo (Michael Biehn), le empuja a asumir el rol de sheriff de Tombstone, y a desencadenar una serie de enfrentamientos que culminan en el famoso tiroteo en el OK Corral. En la película, Elliott personifica el arquetipo del héroe del oeste clásico: un hombre que, a pesar de sus deseos de paz, no puede evitar enfrentar la injusticia cuando la ve.



Roberto García

"The Hero" ("The Hero", 2017), de Brett Haley 2017.

Me encanta el papel de Sam Elliott en la película porque seguramente parte de la trama puede pasarle en la vida real a muchos actores o actrices. Elliott interpreta a un viejo actor que vivió tiempos de gloria tras protagonizar un western que fue un gran éxito. Ahora, pasa sus días fumando marihuana junto a su único amigo, y haciendo algún trabajo esporádico como doblador o poniendo su voz en algún anuncio. Una muy mala noticia sobre su salud, le hará replantearse muchas cosas, sobre todo mejorar las malas relaciones con su exmujer y su hija.
La película puede resultar algo lenta y bastante predecible, pero solo por la actuación de Elliott merece al menos un visionado.

"Ranas" ("Frogs", 1972), de George McCowan.

Animales y plagas han sido los protagonistas a lo largo de la historia de muchísimas películas. Durante los 70 y años posteriores poblaron las pantallas de los cines desde tiburones a pirañas, pasando por caimanes y arácnidos. El caso de "Ranas" es bastante peculiar, porque no solo estos simpáticos animalitos son los que se rebelan contra el ser humano, sino toda la naturaleza en general. Tenemos así, una cinta con mensaje ecologista. Y aunque el protagonismo recae sobre un veterano Ray Millan, también tenemos a Elliott en uno de sus primeros papeles, aún muy joven.
La película no será de lo mejor de su carrera, pero siempre me resultó amena y simpática, con ese aire de producto barato y serie B.

“1883” (2021-2022), de Taylor Sheridan.

Con este actor me voy a salir del cine, y recomendar esta serie donde es uno de los protagonistas. Actualmente la calidad de muchas series supera con creces a las películas que se llevan a la gran pantalla. Elliott hace un papel magnifico en esta precuela de la serie "Yellowstone". La trama ocurre muchos años atrás de aquella, y por lo tanto se pueden ver de manera independiente.
La serie nos transporta a una época donde los vaqueros, ganaderos e indios se las tenían que ingeniar para sobrevivir. Muy bien realizada y ambientada, con muy buen gusto, y altamente disfrutable.



jueves, 16 de mayo de 2024

The Nafarrak “The Best of” (Last Groove, LGR-0063/CD)

 


Este disco sale de la idea de Pierre Dubois, responsable de la discográfica parisina Last Groove Records, al ver que todos nuestros discos estaban descatalogados.  Incluso uno de ellos, que había sido reeditado, no quedaban ya copias, y les seguían haciendo pedidos de trabajos nuestros al sello. Pensó que sería una idea buena hacer un recopilatorio, un “Best of” de la banda, que abarcara los mejores temas de todos nuestros discos.  Así surgió este álbum que al final tiene una duración de 53,20 minutos y que recopila, como digo, nuestros más destacados temas de los diferentes discos, aunque hay alguna toma inédita diferente a la original de los discos que salieron en su día. “The Best of” se publicó en noviembre del 2023.

La verdad que te hace ilusión que te publiquen un “Best of”, es algo que nunca me habría imaginado y muy positivo para el status de una banda creo yo. Es una cosa con la que siempre he soñado, por eso este álbum es tan especial para mí. Como sabéis he sido miembro de bandas anteriores a The Nafarrak, como Departamento B, Alajainkoa, Los Motosierras e Iberia Trash.


Voy a contar mis impresiones sobre alguno de los temas contenidos en el disco, no todos ya que sería muy largo de relatar. Para empezar, deciros que definimos nuestro sonido como vintage sound. De hecho, cuando empecé y me ofrecieron ser locutor de radio dentro del programa Rock Antena Roll (Radio Huelva-Hispanidad Radio) y hacer mi propio espacio de radio lo llamé precisamente Vintage Sounds. Este nombre hace referencia a la mezcla de estilos que hacemos y/o fusionamos The Nafarrak: jazz, acid jazz, yeyé, twist, groove, R´n´R, doo wop,  ska & dub, soul & funk,  boogaloo, blues y rhythm&blues, western, psicodelia, garage, psychobilly  etc…con un toque de electrónica. Incluso tenemos en los directos un tema de fusión de bossa nova y surf. También en nuestra primera maqueta hicimos una canción de tipo exótica pero muy en la línea de Bobby Móntez. Paso a hablar de algunos temas de este trabajo.

“Brigitte” es un homenaje a Brigitte Bardot, en la onda del yeyé francés totalmente. Por supuesto lo canto en ese idioma, pero con un toque en los coros con sabor a doo wop y hay un solo de saxo muy twist. Evidentemente pensamos en Serge Gainsbourg, Jane Birkin, Silvie Vartan, Frances Gall, Francoise Hardy, Pussy Cat, Christophe, etc…  Y por supuesto en la propia Brigitte Bardot, que además de modelo y actriz hizo buenísimos discos como cantante. Los orígenes del yeyé están en el programa de radio “Salut Les Copains” que salió en antena en diciembre de 1959 y después se extendió este fenómeno musical a nivel mundial. Muchísimos años después ha habido grupos de yeyé, por ejemplo los barceloneses Los Soberanos y en la actualidad la holandesa Fleur o la norteamericana April March, entre otros.

El tema “Pin-Up Girl” es una mezcla de melodía de R´n´R de los años 50, donde la melodía la lleva el saxo, con algún tinte doo wop e influencias del yeyé de los 60.

“Jazz in the Night” es un oscuro jazz blues con mención incluida a Screaming Jay Hawkins en la letra y a Judge Dread. Este tema tiene un riff de contrabajo muy inspirado en el cine negro, referencias al burlesque y cierto estilo a la música de los recopilatorios de Las Vegas Grind.


“Whisky with Soda” es una fusión entre jazz, ska y boogaloo. Queríamos hacer un tema muy playero con buenos solos.  Lo curioso de esta mezcla es que el saxo es completamente ska, las congas y el solo de flauta en la línea del boogaloo, los solos de piano en un estilo muy latin jazz, el contrabajo y la guitarra le dan un aire muy apropiado, y el órgano Hammond en los estribillos le acaba de dar ese ambiente vintage. En este tema sonaban en nuestra cabeza aquellos álbumes fantásticos de Ray Barreto, Mongo Santamaría, Ray Lug o& the Boogaloo Destroyers, Pete Rodríguez, Joe Cuba Sextet, Ricardo Ray… y realizamos la fusión de ideas que he comentado.

“Devil Western Theme” tiene ese aire a western oscuro e incluso siniestro y ese toque mexicano de la trompeta. En este disco sale una versión ligeramente diferente a la original que sacamos en su día. Ésta es con una guitarra inspirada en el estilo de Link Wray, pero en el tema siguen mandando la trompeta, no quisimos desvirtuar eso en esta nueva versión, fue más hacer esos arreglos de guitarra que la enriquecían respecto a la que publicamos originalmente. Quisimos hacer un spaghetti western con influencias de las bandas sonoras de Ennio Morricone, pero a la vez dándole ese toque ya citado fronterizo y pensamos también en los films de Tarantino. Si te digo la verdad, el tema se me ocurrió pensando en El Vez y sus versiones de Elvis Presley, dos grandes artistas que me encantan, por cierto. En principio no tiene mucho que ver el tema con esto pero empecé con una idea a la que le añadí un sutil toque mexicano y cierta carencia ska, aunque no se le metió la guitarra de acompañamiento típico de este género.  Al final, tras el tiempo y los arreglos con la banda acabó el tema mutando así, más en la línea western totalmente, con ese aire en la trompeta mexicana y toque oscuro. Resultó un spaghetti western pero a la vez dándole ese ambiente ya citado.


“Iruña Groove” es una versión inédita de un tema nuestro, publicado anteriormente en el 2020, que incide más en los aspectos funk y psicodélicos que la otra que era más jazzística. Aquí nos encontramos, en esta nueva versión, una potente guitarra en wah wah, muy psicodélica apoyando la línea de contrabajo, para dar más fuerza e impacto, mientras que la guitarra de acompañamiento es muy funk, los vientos siguen siendo a veces de jazz y el solo del órgano Hammond nos sumerge en los años sesenta y en el groove e incluso hay tufillo a garage.  Es un homenaje a Pamplona, en euskera Iruña. El tema como su nombre indica se puede clasificar de groove. El resultado final de esta nueva versión de nuestro propio tema Iruña Groove, casi suena a banda sonora de Jess Franco u otras de ese estilo de películas.

La única versión del álbum es el “My Generation” de The Who. Es una versión en la que fusionamos: ska & dub con psicodelia y jazz. Cuando empezamos a tocarla en nuestros conciertos, en el 2018, la hacíamos al estilo Alan Vega y con evocaciones a lo Jeffrey Lee Pierce, al tiempo la pasamos a hacer tipo Blue Cheer y con toque a Orange Goblin pero con vientos claro. “My Generation” es un tema icónico de The Who y una de las canciones mejores de la historia de la música, y con ella fuimos  probando adaptaciones y variándolas a lo largo del tiempo con las influencias de otros artistas que nos gustan hasta que al final hicimos una adaptación como la que he descrito, con esos elementos de  ska & dub, psicodelia y toque jazz todo junto.

Saliendo un poco del tema de The Nafarrak, me vais a permitir una reflexión personal: me gustan mucho cuando un grupo hace una versión, sea de su estilo o de otro y le da su toque personal. Podría citar miles de casos, pero me voy a los 80. Recuerdo a grupos buenísimos e interesantes que hicieron versiones de otros grupos magníficos a su vez como Stray Cats con el “Can´t Hurry Love” de The Supremes, The Polecats con “John, I´m Only Dancing” de David Bowie, Wendy Carlos con sus sintetizadores y teclados con sus temas propios o adaptando esas obras de música clásica (recuérdese por ejemplo la BSO de La naranja mecánica), Los Coyotes con esa mezcla de R´N´R y ritmos latinos, el estilo de Los Carayos o el LP Clock Work Toy de Frenzy, fusionado estilos y sonidos desde el psychobilly, etc... Por último, hablar del maridaje que hubo del ska con el psychobilly (aunque el psycho es un género de fusión en sí mismo), principalmente The Peacocks y también otros muchos como The Long Tall Texans, etc… Lógicamente hubo otras fusiones de todo estilo de grupos con todo tipo de músicas. No puedo dejar de citar otras épocas, aunque he querido hablar de los 80, cuando empecé mi carrera musical, y citar a Franz Zappa que empezó con el rhythm&blues y el doo wop, coleccionista de estos géneros entre otros, y después  fusionó  el rock más psicodélico, jazz y música experimental con más estilos; Los Canarios fusionando en 1964 el soul con el rock y luego otros géneros; o Starlites, grupo de Logroño de ska que fusionaron dicho estilo en algún tema con el Funk; Sun Ra con ese mezcla de jazz y elementos cósmicos,  etc…


“Cherche la Femme” es una conjunción de acid jazz y soul & funk en la que manda el órgano Hammond, con continuos solos de los instrumentos y dura 5,12 minutos, por cierto, también hay un toque de boogaloo en el solo de trompeta. El título se me ocurrió viendo películas de la Nouvelle Vague.

El gothabilly está presente en “Evil”, donde a pesar de meter vientos, más que nada en los estribillos, en clave western siniestro, se apoya más en un acompañamiento de piano macabro. En dos trozos hay unos toques de Hammond que realzan el estilo de ambiente de terror,  una guitarra oscura y también en unos punteos muy del género y canto con una voz a un estilo muy crampiano. Es un tema en el cual queríamos dejar claro que mis gustos musicales de siempre también tienen cabida junto con los nuevos gustos, aunque también los tengo hace muchos años, por eso formé The Nafarrak, y siguen apasionándome artistas como: The Cramps, The Meteors , Tall Boys, Spook and The Ghouls, The Batfinks, Link Wray, Screaming Jay Hawkins, Screaming Lord Sutch, Bo Diddley,  Hound Dog Taylor, Los Coyotes y Victor Coyote, Desechables, The Sonics, Johnny Burnette, SxTxH, The Rivieras, The Gun Club,  Cult of The Psychic Fetus, The Sting Rays, The Barracudas, Dean Carter, etc... Por cierto, también me alucinan bandas de la actualidad con diversidad de estilos como Twin Temple, Isaac Rother and the Phantoms, The Devils, Kid Congo Powers and the Pink Monkey Birds, The Courettes, Bevis Frond (que estuvo también un tiempo con otra gran banda psicodélica, Outskirts of Infinity), Hola Ghost, Liquify, Psychlona, Rhoda Dakar, Money Chicha, Reverend Beat Man…

“Pin-Up Dub” es la secuela del tema “Pin-Up Girl”. Este corte se me ocurrió porque hice una conclusión llamada “Acid Dub” para un disco nuestro y pensé en que podía hacer una canción nueva con influencias de ambos temas. Así salió este tema de ska & dub con tufillo también a los años 50 en dos partes de punteos de guitarra en concreto, por lo demás sigue los parámetros del ska y el dub.

En este disco las influencias musicales son de  artistas que me fascinan y que han influenciado todos los discos de The Nafarrak directamente, como Serge Gainsbourg, The Specials, Miles Davis, Jimmy Smith, Millie Small, Jackie Mittoo, St Germain, Bongolian, Fu Manchu, The Morticians, Donald Byrd, The Super Super Blues Band, Wendy Rene, Lee Moses, The New Yersey Kings, Laurel Aitken, Om (grupo catalán con influencias de Miles Davis y Jimmy Hendrix), Men From S.P.E.C.T.R.E, Rocky Roberts, Scientist, S.O.U.L., y muchos más…


Nos os quiero aburrir, creo que con estas descripciones de algunos de los temas del disco os haréis una idea, pero la cosa es que descubráis más temas del “Best Of”, así que os invito a que oigáis los demás matices de los otros temas contenidos en el álbum que no he comentado. He citado muchos artistas que me gustan a lo largo de esta descripción del disco porque creo que era más que necesario para que comprendáis como se confecciona el estilo personal de The Nafarrak y como nos influyen todos estos grupos reseñados a lo largo de este escrito y otros, a la hora de hacer nuestra música, y que veáis la diversidad de estilos que fusionamos en nuestros temas pero siempre todos ellos suenan a The Nafarrak. Por supuesto, nos gustan miles de grupos más.

En cuanto a este año, la verdad tenemos la agenda llena de cosas y publicaciones. Voy a citar algunas novedades discográficas, pero sin desvelarlas, ya que quiero anunciarlas en su momento y que sean sorpresa. A lo largo del 2024 y sobre junio, depende de la discográfica, empezarán a salir escalonadamente hasta final de año varios trabajos. Se publicará una edición coleccionista de un álbum, con un tema diferente y algún cambio en el pop-art, después verá la luz otro disco, “The Lost Tapes”, con 10 temas, la mayoría inéditos, no desvelo el grupo mío y la etapa que es, solo digo que hay un par de temas en euskera entre el material. Lo siguiente y eso sí lo puedo desvelar, es la edición del CD single con 3 temas del 25 aniversario de “Surf Mutante en Tromaville” de Iberia Trash. Este CD quizás sea un EP al final con 4 temas, eso está por decidir. Y para finalizar como último en salir, que también desvelo, el CD single nuevo de The Nafarrak “Le Boite de Nuit” (traducido del francés EL Club Nocturno). Todo esto ya está firmado con la discográfica. Como pendiente y futurible la participación en un recopilatorio que nos ha ofrecido otro sello con diversos grupos. Esto sí que está por concretar. Ya podéis ver que estamos a tope de cosas…

Por otra parte, os he hablado como ya digo de muchos grupos e influencias, además de que me ha parecido interesante, para poner en valor a todos y cada uno de los artistas citados y porque me encanta hablar de música. Para finalizar os recomiendo que oigáis mi espacio radiofónico Vintage Sounds. Aquí además de grupos que me alucinan, muchos de los ya citados han salido, saco gente de la cultura como: Alfonso y Miguel Romero, Marco Mutante, Malina Murnau… También hago entrevistas, pincho música o hablo de bandas sonoras de cine, de grupos que me encantan, independientemente de si son de ahora o ya no, como Ro and The Skull Boys, Phonocaptors , The Fuzztones , Adam and The Ants, Lunar Dunes, Arthur Kay and the Originals, Torquato y los Cuatro… Mi intención es seguir esta línea en Vintage Sounds y esa combinación de pasado y del presente y por su puesto entrevistas a grupos actuales que vayan saliendo además de que se hable o pinche cada uno de los grupos, recalco, que me he mencionado a lo largo de todo el texto y muchísimos más que me encantan, pues hay miles de grupos que admiro. Últimamente además estoy muy liado con estos temas de prensa radiofónica musical y otros relacionados con el mundillo de este ámbito.

Alfonso Carlos López