El cine, y en especial el thriller y el terror, nos han propuesto una amplia y variada galería de villanos de todo tipo y condición. Hemos elegido seis de los que nos resultan más desagradables, despiadados y a la vez atractivos en su maldad.
Harry Powell: Robert Mitchum en La noche del cazador (Night of the Hunter, Charles Laughton, 1955).
El best-seller de Davis Grubb parecía el vehículo perfecto para que Charles Laughton se pasara a la dirección, tras haber llegado a lo más alto como actor. Sin embargo, en el momento de su estreno fue un estrepitoso fracaso de crítica y público, y el británico no volvería a ponerse tras las cámaras.
Robert Mitchum resulta inolvidable como Harry Powell, una de las mejores bazas del film. Un falso predicador, un lobo con disfraz de cordero, capaz de cualquier cosa con tal de salirse con la suya. Es el ogro de este perverso cuento de hadas, en cuyos nudillos lleva tatuadas las palabras LOVE y HATE.
La noche del cazador forma un programa doble perfecto con El cabo del terror (J.Lee Thompson, 1962), con Mitchum interpretando a otro psicópata de antología, Max Cady.
El camionero: Carey Loftin en El diablo sobre ruedas (Duel, Steven Spielberg, 1971).
La segunda ola feminista, la lucha por los derechos civiles de las minorías, y otros avances sociales conseguidos en la sociedad usamericana en los tiempos de la contracultura, dieron al traste con la idea del hombre heterosexual blanco como el macho alfa, como bien indicaban los estudios de psiquiatría a comienzos de los setenta. Richard Matheson supo capturar este pathos en el relato (publicado originalmente en las páginas de Playboy) que un joven Spielberg llevó a la pantalla en El diablo sobre ruedas.
David Mann (un acertado David Weaver) es un tipo apocado, que parece tenerle incluso miedo a su mujer, pero que tendrá que armarse de valor y hacer frente, si es que quiere sobrevivir, al conductor de un camión que está jugando con él al ratón y el gato.
El rudo camionero (el también especialista Carey Loftin), de quien vemos poco más que sus botas, es un representante de esa vieja América que no quiere ni puede adecuarse a que los tiempos estaban cambiando drásticamente. Al igual que los hillbillies agresores de Defensa (John Boorman, 1972) o la familia de matarifes de La matanza de Texas (Tobe Hooper, 1974), forma parte de la América profunda olvidada y dejada de lado por una sociedad que cambiaba a pasos agigantados. Una América aferrada a viejas costumbres que se resiste a desaparecer y contraataca, y para vencerla hay que luchar con sus mismas armas.
Ramrod: Wings Hauser en La jauría del vicio (Vice Squad, Gary Sherman, 1982).
Wings Hauser dio el perfil perfecto para este proxeneta homicida que aúna en sí mismo todo lo que atemorizaba a la sociedad USA en los primeros ochenta, cuando Ronald Reagan llegó a la presidencia del país. Season Hubley es una prostituta apodada "Princesa" que tendrá que colaborar con la policía si no quiere ser otro de los cadáveres exquisitos que se apilan en la ciudad de Los Ángeles.
Con Robert Vincent O'Neil en el guion, quien escribió y dirigió Ángel, que llegaría a las pantallas al año siguiente, compartiendo muchos puntos en común ambas cintas.
John Ryder: Rutger Hauer en Carretera al infierno (The Hitcher, Robert Harmon, 1986).
Eric Red escribió los libretos de algunos de los mejores thrillers de terror de la década de los ochenta y noventa, y a él se le debe la creación de John Ryder, la encarnación más primaria del mal que atormenta a un pobre adolescente (Jim, encarnado por C. Thomas Howell), sembrando el camino de cadáveres y dejando pistas falsas para que la policía culpe al joven, que tendrá que convertirse en diablo para vencer al diablo.
Tuvo una tardía secuela, ya para el mercado doméstico, realizada por Louis Morneau en 2003, y un remake producido por Michael Bay y con dirección de Dave Meyers en 2007 que no levantó mucho el vuelo.
Vic Vega/Señor Rubio: Michael Madsen en Reservoir Dogs (Reservoir Dogs, Quentin Tarantino, 1992).
Un auténtico psicópata. Capaz de prestar fidelidad a su jefe y pasar varios años en prisión por no delatarlo, pero también un monstruo que se deleita torturando a terceros. La escena del corte de oreja (en off) al desgraciado policía que ha cogido de rehén durante el frustrado atraco a la joyería, al son del "Stuck in the Middle with You" de los Stealers Wheel, es de lo más icónico del cine de los noventa.
Se habló de un película que uniría a Vic con su hermano Vincent -al que da vida John Travolta de Pulp Fiction (1994)-, pero el proyecto no prosperó.
Harlan DeGrant: Woody Harrelson en La ley del más fuerte (Out of the Furnace, 2013).
El actor Scott Cooper dio el afortunado paso a la dirección con Corazón rebelde (2009), que le proporcionaría un Oscar a su intérprete principal, un muy acertado Jeff Bridges. Seguiría en la realización con Out of the Furnace, que en nuestro país veríamos por televisión con el más formulario título de La ley del más fuerte. Una historia de perdedores, muy al estilo del cine del Nuevo Hollywood de los setenta -está muy presente la huella de Terrence Malick y de El cazador (1978) de Michael Cimino- situada en los tiempos de la Gran Recesión que perjudicó gravemente (aún más) al denominado "cinturón del óxido" en el Medio Oeste del país.
Woody Harrelson, en el rol del hillbilly Harlan DeGroat, representa el inmobilísmo de una América pasada que se resiste a desaparecer, que sigue en sus trece envileciéndose aún más con el paso del tiempo, y que pese a todo parece adecuarse/renovarse al menos en cuanto a los vicios propios de la white trash.
Claro que hay muchos más, como el trío de indeseables de Los cazadores (Peter Collinson, 1974), el Leroy (Michael J. Pollard) de Domingo sangriento (John Trent, 1974), el Frank Zito (Joe Spinell) de Maniac (William Lustig, 1980), la familia Firefly de la (hasta ahora) trilogía American Gothic de Rob Zombie, el Ernest Miller (Simon Prast) de MaXXXine (Ti West, 2024), y tantos y tantos otros que han habido, y los que vendrán.
Alfonso & Miguel Romero
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