miércoles, 29 de enero de 2025

Manejando serpientes en nombre del Señor


 “And the only thing faster than the cattleman's gun

Was the preacher man's hand and finger

He pulled iron from his side and let that bullet fly

Beat the rattlesnake to the hammer

While preacher embraced forgiveness

Oh, they finally understood

Under that sheepskin cloak of his

Was a history of blood

“Cattleman’s Gun”, de Dean Brody


When the service was over they told us the biggest

rattlesnake they had in that service was 5 feet long.

Honey the one they brought by me was long.

I'm not knocking these people.

I promise I′m not knocking them.

I don′t if they are right or wrong

 “Here Come the Rattlesnakes", de Wendy Bagwell


Una noche en Tennessee un predicador que manejaba serpientes se nos acercó y preguntó: ¿Muchachos, tienen serpientes en el carro? Le dijimos que no. ¿Cómo, me estás diciendo en serio que no tienes ninguna serpiente de cascabel en tu carro? No señor, no tenemos. Sus ojos se dilataron como platos. ¿Qué les pasa, muchachos, están locos o qué?

Salvación en Sand Mountain, De Dennis Covington.


En la película The Devil All the Time [tv: El diablo a todas horas, Antonio Campos, 2020], adaptación del libro homónimo de Donald Ray Pollock, el actor y músico Pokey LaFarge interpreta a Theodore, un sarcástico tipo que se encuentra en muy mal estado de salud debido a las mordeduras sufridas por una serpiente que manejaba durante una misa. 

Televangelistas que hablan del pecado y la redención desde la pequeña pantalla, oradores itinerantes que recitan con pasión sus sermones bajo una carpa no muy diferente a la de un circo, párrocos de pequeñas localidades que se saben al dedillo las debilidades y secretos más íntimos de sus feligreses. Tipos excéntricos muchos de ellos que han dado que hablar en los medios por sus polémicas [1], pero ninguno ha llamado tanto la atención y dejado en shock al profano como los predicadores manipuladores de serpientes. “La interpretación del cristianismo por parte del blanco sureño siempre parece avergonzar al resto de la nación” [2]. Oficios religiosos y reptiles venenosos, una combinación peligrosa propia y característica de la zona de los Apalaches. Una fe incondicional hacia el Grandísimo (fanatismo dirían algunos) que convence a los feligreses de tener el Espíritu Santo dentro y poder manejar sin peligro ofidios mortales. Por no hablar de otras actividades nada recomendables ni saludables sobre el púlpito tales como la injerencia de veneno (generalmente estricnina en tarros de fruta o ácido de batería), o acercarse fuego a la cara hasta lo (in)soportable. Ceremonias que suelen incluir también exorcismos en vivo y/o curaciones de personas y animales. “Una religión de emoción extrema y escapismo desesperado” [3]. Pero ¿de dónde proceden estas extrañas, bizarras y arriesgadas prácticas de manipular serpientes dentro de los ritos eclesiásticos que parecen más propias de las religiones o cultos precristianos o de un espectáculo de barraca de feria?

George Went Hensley

Atendiendo a las teorías más difundidas, sería por 1909 cuando se inicia esta singular práctica “religiosa” de la mano del predicador pentecostés George Went Hensley [4], ministro de la Iglesia de Dios en Grasshopper Valley, Tennessee, a través de la interpretación literal de una cita atribuida a Jesús en el decimosexto capítulo del Evangelio según Marcos: "Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas; tomarán en las manos serpientes; y si beben algo mortífero, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán las manos, y sanarán" [5]. El manejo de serpientes como prueba o demostración de fe fue haciéndose popular allá por donde Hensley viajaba y predicaba, sobre todo en pequeños pueblos de Tennessee, Kentucky, las Carolinas, Virginia, Ohio e Indiana. Extendida a otras congregaciones, un mayor conocimiento general se dio ya en la segunda mitad de los sesenta gracias al famoso documental Holy Ghost People (1967), realizado por Peter Adair, sobre la comunidad religiosa de Pentecostal, en Scrabble Creek, Virginia del Oeste, donde pueden verse, entre otros actos, la manipulación de serpientes durante la misa. El distinguido profesor universitario J. Wayne Flynt confirmó que el manejo de estos reptiles en los actos religiosos se daba con más frecuencia no en las regiones más aisladas de los Apalaches, como cabría de suponer, sino en zonas periféricas que al poco de iniciarse el siglo XX estaban soportando el cambio de la agricultura de subsistencia a la industria, lo que aquél constató como una ayuda para que los montañeses sobrellevaran la humillación de ser pobre y hillbilly.

Ceremonia con serpientes en la Iglesia God with Signs Following en Lejunior, en el condado de Harlan, Kentucky, 15 September 1946. Foto de Russell Lee.

Pese a que a muchos que se tienen por civilizados pueda parecer cosa del pasado, aún a día de hoy no es raro encontrarse en algunas zonas de los Apalaches la convicción en pequeñas congregaciones de poder controlar (gracias a la fe ciega en Dios) a una serpiente venenosa, animal que recordemos representa al Diablo en las Sagradas Escrituras [6]. La práctica está prohibida (con muy diferentes matices) en casi todo el país [7], excepto en Virginia occidental, pero ello no impide que se siga llevando a cabo en más de un centenar de iglesias, la mayoría en el Sur. Gente como el propio Hensley y otros como James Miller, Jamie Coots, su hijo Cody Coots, o Charles Prince, por citar unos pocos, son considerados meros charlatanes para muchos y unos salvadores bendecidos por el Altísimo según unos pocos. El historiador y folclorista Thomas Burton ha profundizado mucho en el tema. En 1993 publicó el libro Serpent-Handling Believers, donde afirmaba que dicha práctica es una compleja creencia religiosa tradicional de un grupo de cristianos estadounidenses que deberían ser respetados, y colaboró en el documental Alabama Snake [tv: Alabama Snake, 2020], que recogía el caso del ministro pentecostal Glenn Summerford, acusado de intentar asesinar a su esposa con una serpiente de cascabel, hecho ocurrido en la ciudad de Scottboro, Alabama, el cuatro de octubre de 1991. El juicio contra Summerford marcaría profundamente al Sur de los Apalaches. Dennis Covington, uno de los periodistas que siguieron el caso, reflejaría la historia en la novela de no ficción Salvación en Sand Mountain (Salvation on Sand Mountain: Snake-Handling and Redemption in Southern Appalachia, 1995), consiguiendo elogiosas críticas [8].

The House of the Lord Jesus es una de las iglesias que continúan con la manipulación de serpientes en pleno siglo XXI

Los medios de información siempre se han acercado a estas prácticas haciendo hincapié en lo estrambótico de la ceremonia, y sin perder ocasión de cubrir las mordeduras a feligreses o ministros que en no pocas ocasiones se han cobrado sus vidas. La primera muerte por manipulación de serpiente documentada ocurrió en la Iglesia Dios Evangelista en 1922 en Cleveland, Tennessee. El propio Hensley, al que mordieron a lo largo de los años muchos ofidios, murió en 1955 víctima del veneno de uno de estos reptiles que le inyectó durante una ceremonia en Altha, Florida. En el presente siglo, donde la televisión ha cogido una mayor importancia gracias a los canales temáticos y a las plataformas, no han faltado documentales y docuseries (con un formato próximo/lindante con los reality shows) que se han arrimado a los manipuladores de serpientes: junto al arriba citado sobre Glenn Summerford cabe señalar también Heaven Come Down (Michael Mees & Gabriel Wrye, 2006), y Snake Salvation (2013), serie de National Geographic centrada en los pastores Jamie Coots y Anrew Amblin [9].

Joe Egender en pleno éxtasis místico en Holy Ghost People (2013)

Por supuesto que el cine y la televisión (junto a otros medios, como la literatura o el cómic) han aprovechado/reflejado estas curiosas ceremonias religiosas en algunas películas y series, las más de las veces desde una perspectiva burlona (cuando no sarcástica) o al menos desde la desconfianza [10]. En la cinta de terror Jennifer [vd: Jennifer, 1978], dirigida por Brice Mack [11], encontramos una particular variación del éxito de Carrie (Carrie, Brian De Palma, 1976), mezclado con La revolución de las ratas (Willard, Daniel Mann, 1971). En ella, la chica protagonista, Jennifer Baylor (Lisa Pelikan), una muchacha que proviene de una congregación muy religiosa de una pequeña población de los Apalaches, en lugar de poderes telequinéticos tiene la capacidad de dominar a las serpientes. Y si antaño en su localidad las usara en las misas, ahora en la gran ciudad le servirán para ejecutar su sangrienta venganza. Al muy exaltado/excéntrico padre de la muchacha le prestaba su físico el veterano Jeff Corey [12]. Y tenemos muchos más ejemplos. Moe, el cascarrabias camarero de Los Simpson (The Simpsons, 1989-), confiesa a Homer ser un manipulador de serpientes, mostrando sus manos llenas de heridas, en Homer, el hereje (Homer the Heretic, 1992), tercer episodio de la cuarta temporada de la longeva serie creada por Matt Groening. En Guncrazy (Guncrazy, Tamra Davis, 1992), Billy Drago da vida a Hank Fulton, un predicador que manipula ofidios. En Señales y milagros (Signs and Wonders, 2000), noveno episodio de la séptima temporada de Expediente X (The X-Files, 1993-2018), los agentes Mulder y Scully investigan diversos asesinatos que al parecer han sido provocados por mordeduras de serpientes. La investigación los conduce hasta un grupo religioso que podría estar matando a sus víctimas utilizando a estos animales. En tiempos más recientes, además de The Devil All the Time, con la que iniciábamos estas líneas, cabe nombrar Holy Ghost People (Mitchell Altieri, 2013), un thriller de puro gótico sureño sobre una joven en busca de su hermana perdida en los Apalaches. Allí la protagonista se topará con un peculiar culto religioso y descubrirá qué ha pasado con su familiar. El mismo año Joseph Mazzello sería un predicador pentecostal en la cuarta temporada de Justified: La ley de Rayland (Justified, 2010-2015), serie de FX sobre el personaje del agente Raylan Givens (fantástico Timothy Oliphant) creado por Elmore Leonard. Them That Follow [tv: Los fieles, Britt Poulton & Dan Madison Savage, 2019], versaba sobre una comunidad aislada en los Apalaches, donde el pastor Lemuel Childs (Walton Goggins) manipula serpientes para probar la fe de su rebaño. Su hija Mara (Alice Englert) descubre un secreto que puede poner fin a la comunidad. Y, por no extendernos más, en la serie Los Gemstone (The Righteous Gemstones, 2019-), sobre una familia de telepredicadores evangelistas, podemos ver en Interludio III (Interlude III, 2023), quinto episodio de la temporada tres, a Peter Montgomery (Steve Zahn) manipulando serpientes.

Moe muestra las heridas de sus manos en Homer, el hereje (1992)

Poster del film Jennifer (1978).

Y, para terminar, en letra impresa cabe destacar a Harry Crews, escritor sureño nacido en Bacon, Georgia, y aclamado por gente como Hunter S. Thompson o Norman Mailer, quien entre la pintoresca fauna de su novela Festín de serpientes (A Feast of Snakes, 1976), no podía faltar un predicador manipulador de los susodichos reptiles. Pero, claro, hay muchos, muchos más libros sobre el tema: Go Tell It on the Mountain (James Baldwin, 1953), I Believe in the Holy Spirit (Michael Green, 1975), Righteous: Dispatches from the Evangelical Youth Movement (Lauren Sandler, 2006), The Handler (Kindle Edition, 2008), A Land More Kind Than Home (Wiley Cash, 2012), Hermana muerte (Little Sister Death, William Gay, 2015), The Snake Handler (Cody Goodfellow y J. David Osborne, 2017), The Boatman’s Daughter (Andy Davidson, 2020), Shiner (Amy Jo Burns, 2020), o Woman of Light (Kali Fajardo-Anstine, 2022).

Festín de serpientes, la ficción bebe de la realidad en la obra de Harry Crews

Terminemos con unas palabras del propio Harry Crews: “Un hombre que se creía Cristo me expulsó el demonio que llevaba dentro en Colorado Springs”. Todo, incluso la religión, es más singular y apasionado en el Dirty South.

Alfonso & Miguel Romero

[1] Jimmy Lee Swaggart, impetuoso predicador (y primo del pionero del R’n’R Jerry Lee Lewis), fue uno de los precursores en el televangelismo, logrando unas cifras de audiencia enormes en la década de los ochenta. Aunque suele ser más recordado por sus polémicas declaraciones y por sus escándalos con prostitutas. También el matrimonio Tammy Faye Bakker y Jim Bakker se convertirían en dos de los más famosos telepredicadores entre finales de los setenta y primeros ochenta (época de irrupción y auge de los sermones evangelistas en las ondas catódicas) para pasar a los noticieros por sus “caídas en el pecado”.

[2] En palabras de Jim Goad en Manifiesto Redneck. De cómo los hillbillies, los hicks y la basura blanca se convirtieron en los chivos expiatorios (The Redneck Manifesto: How Hillbillies, Hicks, and White Trash Became America's Scapegoats, 1997).

[3] Ibidem cita 2.

[4] Wensley contaba en su historial con detención en 1925 por, como buen hillbilly, fabricar licor ilegal (moonshine) durante los años de la prohibición.

[5] A pesar que ya en el siglo XXI la práctica está en un nivel muy bajo, según afirmaba en 2003 el catedrático Ralph W. Hood.

[6] Algunos investigadores, caso de Ralph W. Hood y William Paul Williamson, afirman que la práctica surgió de manera independiente, sin mediación de George Hensley, en Sand Mountain, Alabama, alrededor de 1912. Y tras un par de décadas, las serpientes estaban siendo manejadas abiertamente en los servicios de adoración al aire libre al este de Birmingham. No obstante, los historiadores recalcan que la labor de Hensley fue esencial para la difusión de esta actividad en los oficios religiosos.

[7] Ya en 1950, la Legislatura de Alabama, reaccionando ante varias muertes por manipulación de serpientes, aprobó un proyecto de ley que hacía ilegal "manejar, usar o exhibir cualquier serpiente venenosa o reptil de tal manera que ponga en peligro la salud de una persona”.

[8] El mismo autor publicaría en 2004 el libro de ficción Riviera Redneck (Redneck Riviera: Armadillos, Outlaws, and the Demise of an American Dream).

[9] Coots falleció en 2014, debido a la mordedura de una serpiente de cascabel, durante un servicio en Middlesboro, Kentucky; mientras que Amblin fue llevado a juicio en 2014, acusado de llevar una vida peligrosa, pero el jurado se negó a juzgarlo.

[10] La revista de cómics Picture News, en su número 2, correspondiente a febrero de 1946, daba una imagen muy negativa de los hillbillies y de la manipulación de serpientes en las viñetas de “Snake Worship in the USA!”, obra de John A. Lehti.

[11] Comentamos más profundamente dicho film en el siguiente enlace: https://cerebrin.wordpress.com/2021/06/21/jennifer-vd-jennifer/

[12] Corey interpretaría una década más tarde un rol similar, ahora (sin serpientes) como predicador mormón fundamentalista de una pequeña comunidad (muy) religiosa de Colorado, en Mensajero de la muerte (Messenger of Death, J. Lee Thompson, 1988). Una de las más logradas propuestas de Cannon Films para el lucimiento de Charles Bronson.

sábado, 25 de enero de 2025

Mis tres favoritas de... David Lynch

 

Malina Murnau

"Twin Peaks" ("Twin Peaks" 1990-1991).

La pongo primera, aunque sea una serie, porque me encantó su rareza y su mal rollo. 

"El hombre elefante" ("The Elephant Man", 1980).

Para mí su mejor película. Una maravilla.

"Dune" ("Dune", 1984).

Y me quedaría con ésta. Cuando la vi me gustó bastante, y muy seguida sería “Terciopelo azul” (1986), y si pienso en todas sale Kyle MacLachlan, este hombre me marcó en “Twin Peaks”. 

Nunca he sido mucho de este director, ahora me caerán tortazos por doquier. Pues sí, nunca estuvo en mis directores favoritos, lo siento.

Alfonso Romero

“Terciopelo azul” (“Blue Velvet”, 1986).

Lynch era un declarado fan del noir clásico, y no sólo de los grandes títulos del género, sino también de las piezas esquinadas, particulares, extrañas y bizarras. Con “Terciopelo azul”, y tras el desastre comercial y crítico de “Dune” (1984), el autor recuperaba el aplauso del respetable y de la crítica con un film noir llevado a su particular terreno, a su personal universo que fue creciendo, desarrollándose, película a película, cuadro tras cuadro, spot tras spot, documental tras documental, libro tras libro, etc. La trama tenía lugar en un presente con vistas al pasado (tal vez en un momento atemporal, es Lynch), con magníficos oldies en la banda sonora y esenciales en el devenir de la historia, en una cotidianidad rutinaria y perversa a un tiempo. Dennis Hopper con la mascarilla de oxígeno es una imagen icónica del cine de su director, del cine de los ochenta, y del séptimo arte en general.

“Una historia verdadera” (“A Straight Story”, 1999).

Un drama de ambientación rural que parece no tener relación con los modos y mundos propios de su director pero que, bien mirado, era puro David Lynch, repleto de esos personajes tan característicos (por no decir marcianos) y situaciones tan propias de sus películas. Con Richard Farnsworth en el papel principal, y con Sissy Spacek como su hija y Harry Dean Stanton como su hermano, dos intérpretes a quienes los dramas rurales les van como anillo al dedo. El Americana según Lynch. Emotiva y personal.

“Carretera perdida” (“Lost Highway”, 1997).

Una nueva propuesta de cine negro, un paseo por un universo de pesadilla, tanto para su(s) protagonista(s) como para el espectador. Lynch continuaba escarbando en la mente humana más retorcida, desconcertando a parte del público de paso, y legándonos una de las grandes muestras del cine negro de su década. Un film de género y de autor sin traicionar lo uno ni lo otro, sino subiendo varios niveles... para descender(nos) a los infiernos.

Miguel Romero

A punto de cumplir años nos dejaba David Lynch, artista completo, pintor, fotógrafo… y, por supuesto, director. Creador de su propio universo, genio único… a ver si se enteran y dejan de imitarlo malamente. De su muy particular filmografía me quedaría con…

“Una historia verdadera” (“A Straight Story”, 1999).

Tras haber subido muchos peldaños en su particular universo con “Carretera perdida” (1997), Lynch sorprendía a propios y extraños cambiando totalmente de registro con este emotivo drama humano (género hoy día muy habitual, pero este film tiene ya más de 25 años) que, como su nombre indica, está basado en hechos reales -vamos, lo que ya hiciera mucho antes en “El hombre elefante” (1980)-.

El veterano especialista reconvertido en actor Richard Farnsworth protagoniza como un anciano que vive en Iowa con su hija “algo lenta” (Sissy Spacek) y que, a pesar de sus muchos achaques y enfermedades, irá a ver a su hermano (Harry Dean Stanton, junto a Jack Nance uno de los actores con los que más contó nuestro homenajeado) a Wisconsin cuando se entera que éste ha sufrido un infarto, aunque llevan unos diez años sin hablarse. Pero el único vehículo que tiene es una segadora, con la que tendrá que recorrer 500 kilómetros.

Farnsworth, que cuando empezó a rodar la película tenía ya bastante avanzado el cáncer, poco después acabaría de un disparo con sus insoportables dolores, abandonando este mundo a la edad de 80 años. Sería éste su último trabajo, un magnífico trabajo.

“Terciopelo azul” (“Blue Velvet”, 1986).

Lynch se recuperaba del fracaso de “Dune” (1984) y se ganaba a la crítica con esta revisión del noir. Lleno de personajes extravagantes, viejas canciones y uno de los comienzos más recordados de la década, el joven que empieza a investigar al encontrar una oreja cortada.

Reunía a Dennis Hopper con su viejo amigo (y compañero de juergas) Dean Stockwell.

“Carretera perdida” (“Lost Highway”, 1997).

De nuevo cine negro, pero llegando mucho más lejos. Bastante se habló de su significado, aunque su director aconsejaba que el público simplemente se dejara llevar por las imágenes.

Bill Pullman, Patricia Arquette (en un doble papel, de morena y de rubia), Balthasar Getty, Robert Blake (que realmente da miedo), Richar Pryor (ya en silla de ruedas debido a la esclerosis múltiple), Henry Rollins, Gary Busey, Marilyn Manson, la modelo Lisa Boyle… y muchos más, entre ellos un peligroso gánster al que encarna Robert Loggia, quien se sorprendió que le dieran el papel ya que poco más de diez años atrás había cogido a Lynch del cuello cuando prefirieron a Hopper que a él para el papel del villano de “Terciopelo azul”.

Hasta siempre, maestro.

Eduardo Álvarez Cónsul

“Terciopelo azul” (“Blue Velvet”, 1986).

Esta es para mí la película más conseguida de David Lynch, con una gran atmosfera que lo hace todo más creíble, y con un Dennis Hopper más malo, siempre se dijo que era el papel de su vida.

En el reparto aparecen Kyle MacLachlan, Isabella Rossellini, Laura Dern, Hope Lange y Dean Stockwell.

"Twin Peaks" (“Twin Peaks”, 1990-1991).

Esta serie de televisión fue otro trabajo muy conseguido por parte de David Lynch como director de algunos episodios y productor, con buena ambientación, música y personajes conseguidos. Con Kyle MacLachlan como el agente Dale Cooper. Michael Ontekean, Russ Tamblyn, Richard Beymer, y  las hermosas Peggy Lipton, Victoria Caitlin, Sheylin Fenn, Shelley Johnson y Joan Chen.

"Dune" (“Dune”, 1984).

Pese a que es una space opera muy larga tiene buenos momentos.

En el reparto aparecen Kyle MacLachlan, Sting (por entonces más conocido por ser el cantante y guitarrista del grupo The Police) y Patrick Stewart años antes de ser el Capitan Picard en "Star Trek Nueva generación" y luego el Profesor X .

Alfonso Carlos López

“El hombre elefante” (“The Elephant Man, 1980).

Excelente película británica-estadounidense de 1980 que narra la historia real de Joseph Merrick de una manera cruda y conmovedora.  Dirigida por David Lynch y protagonizada por John Hurt, Anthony Hopkins, Anne Brancroft, John Gielgud, Wendy Hiller, Michael Elphick, Hannah Gordon y Freddie Jones. Se basa en los libros de “El Hombre Elefante y otras reminiscencias” (1923) de Sir Frederick Treves y “El Hombre Elefante Un Estudio de la dignidad humana” (1971) de Ashley Montagu. La trama trata sobre el citado Joseph Merrick, que padece graves deformidades físicas, pero no mentales, ya que es una persona inteligente que debido a su aspecto físico sufre una gran discriminación y explotación e incluso es tenido por deficiente mental. A finales del siglo XIX, el doctor Frederick Treves descubre en una atracción circense a Merrick que estaba siendo exhibido ilegalmente. A partir de ahí se desarrolla esta extraordinaria cinta. El film fue grabado en blanco y negro, todo un acierto que incrementa el dramatismo y la fuerza de las imágenes. Está magníficamente ambientada en la época y tuvo un gran éxito.

“Terciopelo azul” (“Blue Velvet”, 1986).

Trabajo estadounidense de 1986 cuyo director fue David Lynch con mezcla de elementos de terror psicológico y cine negro, protagonizada por Kyle MacLachlan, Isabella Rossellini, Dennis Hopper, Laura Dern, Hope Lange y Dean Stockwell. Por cierto, su título homenajea a la preciosa canción de Bobby Vinton, de título homónimo y tiene una formidable banda sonora. Cabe destacar también el soberbio tema “In Dreams” de Roy Orbison. El comienzo con la aparición de una oreja humana en unos arbustos ya nos indica que estamos ante un film sorprendente y que irá in crescendo en interés y misterio. Resultó otro gran éxito del director, formando parte de esas películas de culto e inolvidables que tiene en su haber Lynch y que ya son clásicos en la historia del séptimo arte.

“Cabeza borradora” (“Eraserhead”, 1977).

Esta obra de David Lynch de 1977, innovadora y transgresora es un icono del cine surrealista, del thriller psicológico y contiene tintes de horror. Los papeles principales corrieron a cargo de: Jack Nance, Charlotte Stewart, Allen Joseph, Jeanne Bates, Judith Anna Roberts, etc La filmación se realizó en blanco y negro, hecho que le dio un gran empaque, contribuyendo a crear esa atmósfera tan especial. Lynch estuvo influido por sus lecturas de juventud como “La metamorfosis” de Frank Kafka o  “La nariz” de Nicolái Gógol, e incluso el guion se inspiró en su miedo a la paternidad, por lo ocurrido a su hija Jennifer al nacer que precisó de cirugía correctiva, y por los 5 años que vivió con su familia en una barrio conflictivo de Filadelfia. El argumento incide en las pesadillas que desde pequeño sufre Henry Spencer, su paternidad de un niño prematuro y no humano, que se instala en su casa junto a su madre Mary y demás acontecimientos. Quisiera resaltar algo que me resulta muy curioso y me encanta, que es lo de el tema del escenario iluminado tras el radiador que muestra la presencia de una mujer. En definitiva, esta cinta es una maravilla que debo reseñar por su calidad y originalidad.

El día 15 de enero del 2025 moría David Lynch víctima de un enfisema pulmonar a los 78 años. Recibió diversos premios a lo largo de su carrera como el Oscar honorífico y la Palma de Oro de Cannes por “Corazón salvaje” (1990). Otras películas imprescindibles de Lynch son: la ya citada “Corazón salvaje”, “Mulholland Drive” (2001), la serie “Twin Peaks” (1990), “Carretera perdida” (1997), “Dune” (1984), etc. Una gran pérdida para el mundo del cine y de la cultura en general la muerte de este genial cineasta.

Carlos Enríquez

Triste pérdida la de este gran director, dolorosa y reciente. Dicen que David Lynch es uno de esos cineastas que debes amar u odiar. A mí no me gusta ser tan drástico, creo que su filmografía abarca películas de muy diversa consideración. Algunas me gustan, otras me entusiasman, unas pocas me parecen pasables y en un último grupo podría incluir cintas que ni me agradan ni entiendo.

Es cierto que hay que conocer su obra, sobre todo porque ha transformado la perspectiva del medio audiovisual. Su visión es única: a ratos incomprensible, en otros momentos original, con destellos visuales de genio y con tramas que, probablemente, no comprenda ni él mismo. Eso sí, pienso que su cine es algo elitista y pretencioso, pensado para iniciados. Pero bueno, dejando de lado generalidades, he elegido tres obras que, por una razón u otra, me han marcado: “Twin Peaks” (1990), “Una historia verdadera” (1999) y “Dune” (1984).

"Twin Peaks" (“Twin Peaks”, 1990-2017).

Incluyo aquí todo el conjunto: la serie clásica, las películas, la nueva temporada… todo. “Twin Peaks” no es solo una serie policiaca; es un viaje hacia secretos oscuros, giros inesperados, paisajes fascinantes y momentos de inquietud. Una coctelera única e irrepetible de drama, humor negro, intriga y personajes que parecen salidos de una película de terror. En otras palabras: Lynch en estado puro. Siempre la recomiendo como una de las grandes series de todos los tiempos, aunque admito que a medida que avanza, en ciertos momentos, empezó a dejarme frío.

“Una historia verdadera” (The Straight Story, 1999). 

Esta película es una joyita. Lynch demuestra aquí que también sabe hacer cosas tranquilas y hermosas. La historia sigue a un anciano que viaja cientos de kilómetros en su cortacésped para reconciliarse con su hermano enfermo. Suena simple, pero es estupenda. La película está llena de humanidad, con personajes que muestran luces y sombras, y un fino sentido del humor. Hay elementos típicos de Lynch, como los paisajes rurales, pero esta vez no hay giros extraños ni surrealismo. La historia toca el corazón mediante su sencillez y profundidad. Es la prueba de que Lynch sabe reinventarse cuando quiere y que siempre está dispuesto a desafiarse a sí mismo.

“Dune” (“Dune”, 1984).

Antes de que Denis Villeneuve dirigiera su versión (que, debo admitir, me ha gustado más que la de Lynch, aunque algunos puedan discrepar), Lynch adaptó “Dune” en los años 80. Fue un proyecto caótico: los estudios se cabrearon, hubo recortes y el resultado final no fue el que él había planeado. A pesar de todo, la película contiene elementos memorables: los vastos desiertos de Arrakis, los imponentes gusanos de arena, los personajes, las naves espaciales, la especia y las intrigas de las casas nobles. La estética sigue siendo impresionante incluso décadas después. No es una película perfecta, pero la ambición y creatividad de Lynch son evidentes. La elijo aquí porque fue la primera cinta suya que vi de manera «consciente», y lo cierto es que me dejó alucinado. Aunque, como mencioné antes, la versión de Villeneuve me ha hipnotizado aún más. Eso sí, estamos en otra época, y los recursos actuales superan ampliamente los de los años 80 (lo digital marca la pauta, para qué nos vamos a engañar). Lynch, como siempre, hizo uso de toneladas de imaginación para plasmar su idea de la novela de Herbert. 

En definitiva, sus pelis son un desafío al espectador, el tipo nunca se repite. Un maestro capaz de hacerte sentir cosas inesperadas. Lo echaremos de menos, aunque nos quede su obra. Por cierto, ¿alguien está viendo “Outer Range”? La recomiendo… ¡es David Lynch por los cuatro costados! 

Joanna

“Cabeza borradora” (“Eraserhead”, 1977).

A más de uno y de una le estalló la cabeza cuando vio “Cabeza borradora”. Para bien o para mal: para amar a su director por una propuesta tan osada y personal o para odiarlo por pasarse por el forro todas las convenciones. Un film de arte y ensayo, como se les llamaba antes, carne de cineclub, cuando había cineclubs. La carta de presentación de David Lynch fue el arranque de una filmografía que, como una montaña rusa, no daría tregua al espectador sino era para atizarle con un giro más fuerte e inesperado.

“Mullholland Drive” (“Mullholland Drive”, 2001).

A comienzos del siglo XXI David Lynch estrenaba “Mullholland Drive”, una película en principio fiel a sus señas de identidad. Una nueva trama de misterio, cuyo bellísimo envoltorio y larga duración parecían llevar todo aún más lejos que nunca, si eso era posible. Donde muchos de sus rasgos aparecían retorcidos, escondidos, pero visibles para quien sabe leer entre las líneas de su director. La crítica se deshizo en elogios.

“Inland Empire” (“Inland Empire”, 2006).

Junto a la temporada de “Twin Peaks” de 2017, “Inland Empire” es uno de los trabajos de David Lynch más crípticos y personales. Parecen hechos los dos para sus fans más acérrimos o para la crítica más arriesgada e innovadora, pero tiendo a pensar que los hizo para sí mismo. Un mal sueño. Alicia en el país de las maravillas donde la Reina Roja puede estar acechando en cualquier parte. El Mago de Oz con la bruja mala del oeste dispuesta a todo. Una vez cruzas el espejo ya no hay vuelta atrás.

David Cortabarria

Y se nos fue un creador realmente único, con tan solo 78 años. Una víctima más de esa basura llamada tabaco, arma legal de destrucción masiva. La cabezonería de mi tocayo a la hora de no dejar de fumar precipitó su muerte. Sí, que cada uno haga lo que quiera, y hay que respetar y aceptar las decisiones… pero es que aquí se apaga una luz portentosa. Desaparece un creador de universos. Egoístamente pienso que a este hombre aún le quedaba mucho por decir, y muchísimo por aportar. Y me encantaba su cara, y su fabuloso peinado. Lo que habría dado por haberme tomado un café junto a él, conversando sobre cine, vida y universos paralelos…

Escoger solo tres de sus películas me parece, en esta ocasión, una tarea muy complicada dada la especial naturaleza de su filmografía. Me gusta en su integridad, tanto en su cine más personal, surrealista y extraño, como en sus propuestas más accesibles y siempre interesantes. Me tranquiliza que mis compañeros de líneas, seguro, vayan a cubrirla perfectamente. 

Con todo, mi trío de ases lynchianos:

"El hombre elefante" ("The Elephant Man", 1980).

Peliculón sin paliativos con un impecable Anthony Hopkins y un magnífico John Hurt al servicio de una historia tremenda, muy triste y humana como ella sola. Provista de una desolación dickensiana que precisa de un visionado muy atento y espaciado en el tiempo, porque es muy sensible y nada sensiblera, y bañada de un primoroso blanco y negro que la realza constantemente. La película en la que Lynch desplegó sus alas y demostró a cualquiera lo buen director que es. 

“Una historia verdadera” (“A Straight Story”, 1999).

Una película de carretera y manta, de ritmo pausado pero jamás lento, un viaje de 500 kilómetros que es un gozadón absoluto, con un Richard Farnsworth (Alvin Straight, cuyo apellido desarma por completo el estúpido título en castellano) absolutamente idóneo para soportar todo el peso de la sencilla y bella historia. Como en el caso de “El hombre elefante”, lo humano corta en transversal todo el entretenidísimo film, trufado de bellísimas escenas para enmarcar y no olvidar nunca. A diferencia del título anteriormente comentado, aquí el visionado frecuente, siempre emotivo y conmovedor, no deja un poso de tristeza. David Lynch despliega una sensibilidad fuera de serie, a la par que firma una obra que es una auténtica preciosidad. 

Twin Peaks, temporada 3, episodio 8 Gotta Light? (¿Tienes fuego?)

Sí, es un episodio de una serie mítica, pero siempre la percibo como una película. Una donde nos encontramos a un Lynch que entronca con su vertiente más surrealista y donde disfruta de una libertad creativa insólita en cualquier serie. He visto dos veces la serie de “Twin Peaks”, pero de este episodio los visionados llegan a seis, y sumando. Y no tengo ni idea, ni quiero saber, el porqué de mucho de lo que veo, porque me encanta que sea un misterio insondable, disfruto mucho siendo testigo de algo inexplicable que siempre me pone a prueba mis percepciones racionales. “Ésta es el agua y éste el pozo. Bébetela toda y desciende. El caballo es el blanco de los ojos y la oscuridad interior”. Ese abstruso mantra se repite a lo largo de buena parte del metraje, y se me incrusta en la mente mientras asisto a un delicioso desparrame que es una de las cotas más surrealistas y fantásticas de la obra de este director. Más tarde o más temprano leeré una de las muchas interpretaciones que hay sobre tan enigmático y tremendo episodio, pero de momento me funciona de perlas el poder adentrarme en él como si pudiera revivir un sueño. No quiero ver su urdimbre, solo sumergirme en ese páramo onírico y sentir una vez más su hermosa desolación. Y encima, a modo de hemistiquio, una actuación de Nine Inch Nails… todo un regalo de Lynch, a quien le debo el descubrimiento del grupo Chromatics, que apareció al final del episodio 1 con su temazo “Shadow”, y que me llevó a descubrir a su fundador Johnny Jewel, de quien guardo un recuerdo espectacular de un concierto que dio en mi ciudad natal, San Sebastián. 

Resumen perfecto de la obra lynchiana más surrealista, este episodio es uno de los momentos más extraños, sensacionales e irrenunciables que haya tenido el placer de visionar/experimentar. Tan rotundo como eso, sí.  

Coda final:

David Lynch en “Lucky” (John Carrol Lynch, 2017), en un fabuloso cameo, hablando sobre su tortuga. Descacharrante y emotiva maravilla. Y en “Los Fabelman” (“The Fabelmans”, Steven Spielberg, 2022), encarnando de manera impresionante al gran John Ford. Brevedad y genialidad.

Fernando Rodríguez Tapia

Nada difícil escoger tres películas de David Lynch. Su filmografía tiene suficientes obras para elegir dada su incuestionable calidad. 

El criterio en esta ocasión ha sido por el impacto personal que me causaron los títulos seleccionados en su momento dejando fuera obras maestras como “El hombre elefante” (1980), “Terciopelo azul2 (1986), “Una historia verdadera” (1999) e incluso “Mulholland Drive” (2001).

“Dune” (“Dune”, 1984). 

Una de mis películas favoritas de ciencia ficción por más que su propio autor cuestionara el resultado final. La primera parte me resulta espléndida teniendo en cuenta la dificultad de trasladar el libro de Frank Herbert a la pantalla. El conflicto político, el misterio, la presciencia y el mito están perfectamente mostrados por el cineasta con especial mención para los repulsivos Harkonnen y ese mundo decadente que representan. En la segunda parte de la película se aprecian más las intromisiones de los productores, pero el film resultante es una obra atípica, singular y alternativa a la ciencia ficción planteada por el cine norteamericano y en concreto a la popular saga emprendida por George Lucas. Una película fascinante cuyos mejores momentos son muy superior a lo elaborado por Villeneuve en su reciente y más asequible díptico. La especia fluye.

“Carretera perdida” (“Lost Highway”, 1997).

Un film hipnótico, toda una experiencia visual cuando la vi por primera vez en cine. Un viaje a la oscuridad filtrado por el cine negro, el terror, el surrealismo, el misterio y la ruptura del relato a modo de desdoblamiento casi onírico vertebrado por el personaje principal. Una obra de sugerentes lecturas con imágenes tenebrosas y atmosferas perturbadoras donde no falta un sentido oscuro del erotismo, el miedo como forma esencial y una representación del mal muy inquietante que se prolonga una vez acabada la película. Una obra clave en el devenir de la filmografía del director.

Twin Peaks, el regreso: Episodio 8 (2017): El universo cinematográfico de David Lynch perfectamente compactado en menos de una hora mostrando el origen maligno que asola tanto a Twin Peaks como a toda la nación que representa. Pocas veces se ha logrado en televisión una pieza de arte y ensayo en blanco y negro que conecte tan bien las sublimes pesadillas que desarrolló en los años cincuenta del pasado siglo "La Dimension Desconocida" de Rod Serling con el enigmático mundo personal ideado por el autor de “Cabeza borradora” (1977). Una pieza magistral.

Oscar "Woody" Correa

Onírico, perturbador, surrealista, fuera de la lógica tradicional,  visualmente impactante, atmósferas que marcan… efectivamente todo esto son algunas de las cosas que te surgen cuando piensas en este maestro del cine, al menos para mí, David Lynch. Revisando su filmografía, realmente no ha hecho tantas películas, y se han podido mezclar varios factores, por ejemplo que siempre ha valorado la libertad creativa y la integridad artística por encima de la productividad y no siempre la industria lo ha entendido o se ha arriesgado a ello.

Todo está hablando ya de David Lynch en estos días de duelo ante una grandísima pérdida en el mundo creativo, por lo que los comentarios y orden de favoritos me gustaría hacerlos justo por los conceptos que David Lynch siempre pregonaba sobre que sus películas no estaban hechas para ser “entendidas” en el sentido tradicional, sino para ser “sentidas”, en concreto “…la experiencia completa que vive y siente el espectador y lo que le hace sentir, un viaje emocional y sensorial más que algo que pueda explicarse de manera lógica… una combinación de sonido e imagen, que juntos pueden crear una experiencia más allá de las palabras… ”… sin entrar en disquisiciones más complejas, porque no es necesario para evocar su filmografía. Y con sus propias premisas mis tres favoritas son: 

"Mulholland Drive" ("Mullholland Drive", 2001).

Para mí su gran obra maestra y una de mis películas favoritas, Mulholland Drive es un thriller psicológico que mezcla el glamour y los sueños de Hollywood con sus pesadillas más oscuras. 3 veces que la he visto y 3 veces me ha hecho sentir cosas y sensaciones diferentes, y no solo eso, nuevos entendimientos, conceptos, ideas, y versiones diferentes de los finales!!! Y si la viera una cuarta… El papel casi de presentación de Naomi Watts también es clave (y la réplica que le realiza Laura Harring, también suma), el de una mujer con amnesia (o no), en una de las mejores actuaciones de su carrera. Es una obra en su globalidad profundamente enigmática que juega con los límites entre la realidad y la fantasía. "Mulholland Drive" es una de las películas más analizadas y debatidas de Lynch, entre muchos foros y opiniones considerada una obra maestra del siglo XXI (por sacar un dato y que no parezca que me lo invento y que me puede lo que me gusta, por ejemplo en 2022, fue elegida como la mejor película del siglo XXI por la prestigiosa encuesta de Sight & Sound).

"Twin Peaks" ("Twin Peaks", 1990-1991).

Revolucionó la televisión en su época al combinar géneros y estilos de una manera única, introduciendo una narrativa compleja, personajes multidimensionales y un estilo visual Lynch inconfundible. La audiencia de la TV de la época no estábamos preparados para esto y el impacto fue brutal. Esta apuesta de Lynch por demostrar que la televisión podía ser tan artística y ambiciosa como el cine, creó parte de lo que hoy tenemos… En lo personal, en su época, solo se hablaba de “¿Quién mató a Laura Palmer?”, esa pregunta atrapó a millones de personas y convirtió a la serie en un fenómeno mundial, sentando las bases para muchas de las series modernas… Yo precisamente estaba contando las horas para que se estrenará el siguiente capítulo y poder sentarme junto a la TV, y poder comentar al día siguiente todo sobre los personajes (desde el mítico agente Cooper, al inquietante Bob que daba mucho miedo, pasando por todos los excéntricos habitantes de Twin Peaks), la trama, las dudas, y las sorpresas que iba revelando semana a semana, esa incertidumbre generaba la comidilla de toda la semana, y las múltiples versiones que todos teníamos del final…  cuando terminaba cada capítulo me quedaba “flipado” y medio en trance por horas/días… En resumen, "Twin Peaks" no solo rompió las reglas de la televisión, sino que las reescribió, dejando un legado que sigue influyendo a cineastas y creadores, y sobre a los aficionados que tuvimos la fortuna de vivir ese momento, y hasta los que la pueden ver el día de hoy. 

"Carretera perdida" ("Lost Highway", 1997).

Cuando la vi en cine en su estreno (precisamente con otros integrantes de este blog) la sensación a la salida no era comparable al de otras películas que hubiera visto antes (salvo escasas excepciones)… Esta película es un rompecabezas surrealista que combina el neo-noir con una narrativa fragmentada y perturbadora, cuyo protagonista es un músico acusado de asesinato que, de forma inexplicable (o no), se transforma en otra persona mientras cumple condena. Otra cosa que me encanta es su atmósfera opresiva, acompañada por una inquietante banda sonora del clásico Angelo Badalamenti y otros artistas como David Bowie, Nine Inch Nails y Marilyn Manson, que refuerza su poder y su impacto hipnótico. También encumbrar a Patricia Arquette que aunque ya había hecho apariciones de culto con esto también entra en el legado de actrices de culto… "Carretera perdida" es la base de su trilogía.

Susanna Annasus

David Lynch es, y me entristece decir era, uno de mis directores favoritos, es fascinante y atrayente, en cuanto a personalidad y a su potente imagen. Es uno de los directores que transmiten una personalidad tan fuerte, y su gran sensibilidad. Era director, artista, actor, guionista. Era un creador total y con necesidad de expresar todo lo que había en su mente a través del cine, de la pintura, de la música, de la fotografía. Era un creador, no hay otra manera de definirlo.

La primera obra que vi de él y que me impactó fue siendo niña, fue “Dune” de 1984, está basada en el primer libro homónimo de la saga de “Dune”, de Frank Herbert. La curiosidad que esta película tuvo varios intentos, varios directores fueron elegidos para realizarla, pero acabó siendo David Lynch quien la realizó y acabó, aunque fueron muchos más metrajes como ocho horas, pero obligado tuvo que ir eliminando metraje para dejar la hora y pico que tiene la película. Es una película que me fascinó sobre todo las imágenes, la música, los actores, la historia. Es una película atemporal, creo que la veamos en la época que la veamos fascina. Me gusta muchísimo, los personajes y cómo los representan los actores.

“Blue velvet” es de 1986, (y como detalle curioso personal, pero que están en mi mente simplemente. Detalle: Porque la primera vez que recuerdo el cine fue cuando fui a ver “Alien”, y que mi madre me sacó rápida, cuando salió el bicho para que no me causara trauma, sin embargo aún recuerdo más estar sentada fuera y la sensación de rabia de querer ver la película y la cortina de terciopelo azul que había fuera. ) Me encantó muchísimo esta película, me impactaron muchos detalles, ese halo de misterio, la historia. Con el tiempo ver la sensualidad, el erotismo que hipnotiza en esta película. Utiliza casi los mismos actores que en Dune, me gustan mucho Dean Stockwell y Dennis Hopper. El título de la película fue tomado por una canción de Bobby Vinton. Cómo se desarrolla la película a través de una imagen impactante una oreja tirada en el suelo, cómo se va introduciendo en la historia, cada vez más terrorífica psicológicamente. Son personajes muy perturbadores, como en casi toda la filmografía de David Lynch.

“Twin Peaks”, del año 1990, que fue una serie que nos tuvo enganchados a casi todos. He visto la serie con los años y me resulta tan curiosa. No tiene el mismo impacto de cuando eres una adolescente, pero creo que es una de las mejores series que he visto. Esta creada por David Lynch junto a Mark Frost, consta de 48 episodios en total. Porque hubo dos temporadas con 30 capítulos, y una tercera temporada rodada 25 años después, en 2017, regresó David Lynch y Mark Frost con “Twins Peak: The return”.

Como curiosidad, que el primer, tercer y último episodio fue dirigido por Lynch. Todos los demás episodios fueron dirigidos por directores invitados. Los guiones fueron escritos por Lynch, Mark Frost, Robert Engels y Harley Peyton.

En 1992, Lynch realizó la película “Twin Peaks: Fire Walk with Me” de la cual se eliminó muchísimas escenas, bastante metraje.

Como me fascinaba lo que iba viendo de él, comencé a buscar y a interesarme por todo lo que hiciera. La música está creada por Angelo Badalamenti.

“Eraseheard” de 1977, es una película considerada de culto, de terror muy abstracta y perturbadora, está protagonizada por Jack Nance, creo que es de esos largometrajes que su mente necesitaba expulsar y expresar lo que sentía. Con imágenes perturbadoras, personajes de igual manera. Utiliza su arte surrealista, los pensamientos más oscuros y los miedos más internos: querer transmitir sus miedos más ocultos.

“Mulholand Drive” del año 2001, es un thriller psicológico, escrita y dirigida por David Lynch. Son historias que al principio no aparentan tener relación, pero luego con el tiempo se van entrelazando. Me encanta una de las actrices principales, Naomi Watts. Al principio era una idea para hacerla serie, o tenía pensamiento él de realizar luego una serie con la trama de esta película. Me gusta mucho como va desarrollando las historias, me recuerda a las historias de mujeres que representa Hitchcock. De mujeres hermosas, cautivadoras, superfemeninas, las dos opuestas entre ellas, rubia y morena. La música, el ritmo de la película podría parecer de Allen.

“Wild at Heart” de 1990, está basada en la novela homónima de Barry Gifford. Lo primero que me encanta el actor principal, Nicolas Cage, y Willem Dafoe. Esta película es música, sexo, violencia, deseos prohibidos. Relación amorosa tóxica a tope. La relación de dos forajidos viviendo a tope sus vidas y huyendo del mundo. Me gusta porque parece un videoclip largo de la relación de ellos dos.

“The Straight Story”, finalizo con esta película porque me trae paz. Es del año 1999, es una de las películas de David Lynch que me transmite paz. Es una película basada en una historia real del viaje que realizó en 1994 Alvin Straight. Está llena de unas imágenes muy bellas, acompañadas con una banda sonora muy hermosa realizada por Angelo Badalamenti. La película fue grabada por los lugares que fue pasando realmente Alvin Straight. Como anécdota triste, que el actor Richard Farnsworth, que hacía el papel de Alvin, durante el rodaje desarrolló una enfermedad terminal. La parálisis que muestra en la película es real. Y se suicidó al año siguiente.



martes, 21 de enero de 2025

45 años dedicados al R'n'R: Nuestras seis canciones favoritas de Los Rebeldes.

 


Los Rebeldes, la banda liderada por Carlos Segarra, cumplía en 2024 sus cuarenta y cinco años de trayectoria. Cuatro décadas y media nada menos dedicados al Rock’n’Roll, y aún les queda cuerda para rato. Para celebrarlo, tres de los miembros originales y bajo el nombre de Rebeldes '79 han editado el álbum Al este del edén (MITIK, 2024), que ha comentado nuestro amigo y colaborador Emirock Cortijo en este mismo blog. Queríamos nosotros sumarnos a esta conmemoración, indicando junto a Emirock nuestros seis temas favoritos de entre la larga discografía del grupo.

“El rock del hombre lobo”, la canción que abría el primer LP de la banda, Cerveza, chicas y rockabilly (EMI/Odeon, 1981), un contagioso rockabilly marcado por el frenético ritmo de boogie woogie del piano de Emilio Díaz “Speed”. Tendría respuesta por parte de Loquillo y los Trogloditas con “Me convertí en hombre lobo por culpa de Los Rebeldes”, incluida en la cara B del single “Pégate a mí” (Tres Cipreses, 1984).

“Esa manera de andar”, que cerraba el miniLP Esto es rocanrol (Producciones Twins, 1984), un trabajo orientado más hacia el R&B, con un marcado saxofón a cargo de Toni Sola.

“El diablo sobre ruedas”. El doble LP en directo Preferiblemente vivos (EPIC, 1987), incluía en la cara A del primer disco este corte que la banda compuso originalmente para el programa de TVE La bola de cristal y que, por desgracia, hasta el momento nunca han registrado en estudio. Un tema que, como su título deja claro, está dedicado a la famosa y magnífica película homónima dirigida por Steven Spielberg a comienzos de los setenta.

“Mía”. En la cima de su popularidad, la banda registraría el LP En cuerpo y alma (EPIC, 1990), donde éste fue el tema elegido como primer single. Acercándose al swing, sonó a rabiar en todas las radios y televisiones.

“La rosa y la cruz”. Balada que abría el álbum homónimo, publicado por EPIC en 1993, que demostraba gran madurez en la composición, tanto en la letra como en la música. Disco que se permitieron grabar en Memphis, contando con la producción de nada menos que Lee Rocker, quien sustituía en estas labores a su compañero en Stray Cats Brian Setzer, que abandonó el proyecto debido a su entonces reciente divorcio.

“Agua de Valencia”. Perfecta mezcla de estilos que buscaba repetir el éxito de “Mediterráneo” (y que con mejor promoción podía haberlo conseguido). Era el único corte inédito en su disco de duetos Rebeldes y Rebeldes (Konga Music, 2003). Posteriormente lo volvieron a grabar en Mas sabe el diablo (MITIK, 2008), ya sin la colaboración de Jaime Urrutia y, la verdad, perdía bastante.

Alfonso & Miguel Romero


“Eres un rocker”. Si su primer disco es “la biblia del rockabilly”, este tema es su tabla de los 10 mandamientos. Imprescindible para quien se peina con flequillo.

“Esto es rocanrol”. Un himno a la resiliencia y a la amistad.

“Corazón de Rock’n’Roll”. Toda una declaración de principios, en el disco más vendido de la historia del Rock’n’Roll español.

“Rock’n’Roll”. El homenaje que los pioneros necesitaban, en otro disco que vendió muchísimo.

“Sangre de Rock’n’Roll”. Aún en sus discos más underground, Segarra creaba maravillosas letras cargadas de estoicismo

“La libertad crea adicción”. Un homenaje a los que lucharon contra el franquismo, y un decálogo sobre la necesidad de vivir en un país libre.


Emirock Cortijo

Rebeldes '79: "Al este del Edén" (LP/CD, 2024, MITIK Récords).

 


Pues desde Les danses macabres me invocan para que comente el nuevo trabajo de Carlos Segarra y sus chicos, y como es mi banda favorita de Rock’n’Roll no podía negarme.

En este particular caso, Carlos vuelve a reunir a la banda que lo inició todo, y añadiendo la cifra '79 al nombre, nos aclara rápido que esto no son Los Rebeldes actuales, ésta es la banda primigenia, y por tanto el sonido es el de antaño. O sea, Aurelio, Moi y Carlos, y rocanrol de los 80, trío de rockabilly con el aporte del siempre fiable Dani Nel-lo al saxo. Aquí la diferencia más notoria es que no tocarán los temas más comerciales del grupo, o sea van desde Cerveza chicas y rockabilly, hasta Rebeldes con causa, una vuelta a sus orígenes para celebrar 45 años de una locomotora de Rock’n’Roll imparable.

Este cambio de rumbo y sus dos primeros singles en formato vinilo, me hicieron sospechar que los Rebeldes podrían ser la banda sorpresa del famoso festival de rockabilly,"Rockin Race Jambore". Craso error, parece que aún no es el momento de ver a Los Rebeldes encabezar un festival así. Aunque el año anterior estuvieron los Sirex, ¿No pueden ir los Rebeldes? ¿No han hecho más por la cultura rocker?

Preguntas que se quedan en el aire.

Dejando atrás este debate, me centro ya en el nuevo disco. 8 temas, 7 originales+ una nueva versión de su clásico "Negro como el carbón", y aviso ya que no estando en su top 5 de álbumes si me parece un gran disco para empezar este año. Pensemos un momento que Stray Cats, los reyes del Rockabilly, editan en 2019 el álbum 40, celebrando sus 40 años de vida, y es un disco muy normalito, no entra tampoco en su top 5, eso seguro, y siendo un buen trabajo está lejos de sus mejores aportaciones al rockabilly. Lo que quiero decir es que las bandas de Rock’n’Roll y todo artista en general tiene sus momentos, tiene su techo, y tiene su creatividad hasta un límite, igual que los futbolistas de leyenda tienen sus 50 grandes partidos, los actores/actrices tienen su época, y los directores de cine tienen sus grandes películas. A todos les ocurre, y Los Rebeldes no iban a escapar a esto. Así que no podemos exigir otro Esto es rocanrol, eso no va a suceder más, y disfrutemos de sus nuevos temas sin prejuicios. Advertencia hecha, me pongo en negro sobre blanco para describir sus nuevos temas:

Aunque lo primero que llama la atención es la portada, un dibujo de estilo abstracto de los tres rockers, realizado por Tony Marmota (el mítico bajista de la frontera), y que homenajea a la portada del Esto es rocanrol que dibujó el artista catalán Miguel Gallardo, ya fallecido.

Abre el disco "Cadillac 79", un estupendo tema puro rockabilly, con el slap de Aurelio marcando el ritmo y Segarra entonando bastante bien, en una letra donde el Cadillac es una metáfora perfecta de ellos mismos. De las mejores del disco, aunque el videoclip les ha quedado un tanto simple con tanta IA. Sigue el disco con "Volveré a Memphis", escrita y cantada por Aurelio, otro temazo, este más destinado a tener recorrido por las radios del país, con un estribillo estupendo y facilón, para cantar a pleno pulmón, puro rockabilly español. Por cierto, parece que Aurelio ha guardado su voz en un cajón todos estos años, suena igual que en 1984.

La siguiente es "Tardes en el Georgia", le toca ahora a Carlos en la composición y la voz, en un rocanrol a medio tiempo donde Segarra recuerda lo feliz que fue en su adolescencia. La versión de su primer disco "Negro como el carbón" es la que sigue, le añaden un ritmo de burlesque, pero no me gusta, la original es perfecta y dramática como estaba, este tema no aporta nada al disco.

El siguiente corte es " Siempre vivos", vuelve Aurelio a componer y a cantar en un tema donde recuerda a las leyendas del rock, y mientras suene su música estos siguen vivos, y eso es indiscutible. La canción sirve para que aparezca por fin Dani Nel-lo y su saxofón, para hacerse con el tema dándole un toque swing que queda perfecto en este disco. Vamos al siguiente corte, "Rosas en tu honor", y vuelve al micro Segarra para un Rhythm&Blues, con coros y el saxo de Dani llevando el peso de la canción.

El séptimo corte es un potente neorockabilly, "Soy del rocanrol", toda una declaración de principios escrita por Carlos, que siendo buena, quizás la falte pulir ese estribillo que no termina de encajar, siendo un tema potente y con intención de perdurar, podría haberse trabajado un poco más.

Y cierra el LP, la canción que da título al álbum, "Al este del Edén" una pieza escrita e interpretada por Aurelio, lenta y sinuosa, cantada desde la madurez que dan los años, y una letra que busca la redención huyendo del Edén, el ritmo recuerda mucho al clásico de Stray Cats "Nine lives".

Aquí acaba el vinilo, pero si eliges la opción del CD (como yo he hecho) te encontrarás con 6 temas más, 6 joyas del Roc’n’Roll clásico pasada por el tamiz de Los Rebeldes. Tan sólo deciros que lo único que nos podemos quejar de los temas elegidos es de la falta de originalidad, por lo demás, tiran de 6 clásicos indiscutibles, y están realizadas con cariño, honestidad y profesionalidad, porque suenan frescas, potentes y encajan en su repertorio a la perfección. Lean qué temas: Hal Harris y su "Jitterbop Baby", un rockabilly más chulo que un gitano en la feria, Chuck Berry con "Roll Over Beethoven", más rocanrol imposible; sigue el clásico de Billy “the Kid” Emerson "Red Hot", pasado por el tamiz de Billie Lee Riley y Robert Gordon, maravillosa. Las tres últimas recuerdan a los tres chicos blancos que seguían la estela de Elvis, Cochran con "Skinny Jim", Holly con "Rock Around with Ollie Vee" y Vincent con "Who Slapped John", tres pepinazos perfectamente ejecutados, que cierran el CD, y nos recuerdan que todo lo que hay hoy está muy bien, festivales todas las semanas, conciertos en cada ciudad cada sábado, pin ups en la tele, presentadores con tupé, y bandas de Rock’n’Roll en cada barrio, todo esto es genial, pero Los Rebeldes fueron los primeros, y lo hicieron cuando no había nada, NADA.

Así que gracias chicos, lo lograsteis.

Emirock Cortijo



sábado, 18 de enero de 2025

Mis tres favoritas de... Dustin Hoffman

 

Malina Murnau

"Tootsie" ("Tootsie", Sydney Pollack, 1982).

Tengo que poner esta la primera, no es que me guste, me encanta. La primera película que recuerdo que vi de Hoffman y donde me enamoró para siempre. Uno de mis actores favoritos. Es una maravilla de comedia con un reparto espectacular. Nunca me cansaré de verla. Adoro esta película.

“Marathon Man” (“Marathon Man”, John Schlesinger, 1976).

Qué decir de esta genialidad. Estupenda película y con un Hoffman como siempre estupendo. Haga lo que haga, aunque sean bodrios él siempre sale bien parado.

"Kramer contra Kramer" (" Kramer vs. Kramer, Robert Benton, 1979).

No me suelen gustar los dramones familiares, pero en este film sí, colosal interpretación del él. Se come con patatas a Meryl Streep. Quien se comió un real guantazo de parte del señor Dustin. Se metió bien en el papel. Una maravilla.

Dejo atrás muchas de este magistral actor. “Perros de paja” (1971)  “Cowboy de medianoche” (1969) “Papillon” (1973) “Todos los hombres del presidente” (1976), y una larga lista.

Alfonso Romero

“Perros de paja” (“Straw Dogs”, Sam Peckinpah, 1972).

El cineasta británico John Boorman había mostrado interés en realizar “Perros de paja”, aunque por aquellos tiempos llevó a cabo en Estados Unidos “Defensa”, una adaptación del bestseller “Liberación” de James Dickey. El norteamericano Sam Peckinpah por su parte, interesado en trasladar la novela de Dickey a la pantalla terminó por recalar en el Reino Unido, donde dirigió “Perros de paja”. Ambas dos historias de urbanitas presumiblemente civilizados que se ven en una situación límite muy alejados de su zona de confort, teniendo que recurrir a la violencia y la barbarie para salir airosos de dicho trance. Dos putas obras maestras.

“Todos los hombres del presidente” (“All the President’s Men”, Alan J. Pakula, 1976).

“Todos los hombres del presidente”, un proyecto de Robert Redford, le iba como un guante a Alan J. Pakula, productor que en su paso a la dirección abordó sin miedo alguno temas y problemas políticos y sociales que preocupaban a la sociedad estadounidenses. El escándalo Watergate, que había dejado en evidencia a la política del país de las barras y estrellas, demostraba que la democracia del país que se presume libre y ejemplo para el mundo no era tan limpia como muchos pensaban.

“Libertad condicional” (“Straight Time”, Ulu Grosbard, 1978).

El cine de los setenta fue un cine de perdedores, poblado por una suerte de vividores, estafadores, maleantes y desgraciados varios para los que no estaba hecho ni destinado el sueño americano. “Libertad condicional” fue uno de aquellos grandes títulos que no tardaría en barrer Hollywood con la llegada del triunfalista gobierno de Ronald Reagan.

Miguel Romero

Aunque hoy día se dedique principalmente a papeles secundarios (muchas veces en películas que es mejor ni nombrar) o poner voz a personajes animados, no se le puede negar que es uno de los grandes actores de su generación. Me quedo con tres trabajos de finales de los 60 y los 70 del pasado siglo, cuando el cine era cine con mayúsculas.

“Libertad condicional” (“Straight Time”, Ulu Grosbard, 1978).

En lo más alto de su carrera, Hoffman se hizo con los derechos de la novela de Edward Bunker y él mismo pensó también en dirigirla. Tras mucho tiempo y dinero perdido comprendió que no era capaz y llamó para tales labores a su amigo Ulu Grosbard, aunque muy pronto empezaron las peleas entre ambos. La cosa se alargó tanto que la compañía, hasta las narices, les quitó la película y la estrenó de tapadillo, sin publicidad alguna, y la dejó morir. Afortunadamente la recuperamos gracias al DVD y las plataformas.

Le acompañan en el reparto una joven Theresa Russell y los siempre eficaces Harry Dean Stanton, Gary Busey y M. Emmet Walsh.

“Perros de paja” (“Straw Dogs”, Sam Peckinpah, 1972).

Huyendo de sus mayores enemigos, los productores, Peckinpah llegó al Reino Unido, para comprobar que los de allí eran iguales o incluso peor que los de su país. Lo más que consiguió fue meter en la película a su amigo David Warner, quien, aunque su personaje tiene bastante peso en la trama, ni siquiera aparece acreditado.

Contaba el realizador Pete Walker que Peckinpah le llamó por teléfono para preguntarle por Susan George, a quien él había dirigido en “No grites, simplemente muere”.

En 2011 Rod Lurie llevó a la gran pantalla otra nueva adaptación de la novela. Dejémoslo ahí pues, como se suele decir, las comparaciones son odiosas.

“Cowboy de medianoche” (“Midnight Cowboy”, John Schlesinger, 1969).

Entre dos de sus más famosas películas, “Lejos del mundanal ruido” (1967) y “Domingo, maldito domingo” (1971), Schlesinger debutaba en Hollywood -donde finalmente se quedó y donde volvería a dirigir a nuestro homenajeado de hoy en la exitosa “Marathon Man”(1976)- con esta pesimista película. Hoffman es Enrico “Ratso” Rizzo, el tipo enfermo que se hace amigo del protagonista (encarnado finalmente por Jon Voight pues Michael Sarrazin pidió demasiado dinero) cuando éste llega a Nueva York y que sueña con ver el mar. Lo conseguirán, pero ya será demasiado tarde.

Ganadora de tres Oscars, mejor película, mejor director y mejor guion adaptado.

Eduardo Álvarez Cónsul

“Perros de paja” (“Straw Dogs”, Sam Peckinpah, 1972).

Al cineasta californiano Sam Peckinpah por sus películas se le llamó "el violento más romántico y el romántico más violento", y en esta película  contó un nuevo tipo  de  violencia cuando el matemático norteamericano David Summer (Dustin Hoffman) que parece un hombre tranquilo e inofensivo estando  de vacaciones en la campiña inglesa, hasta que algunos del pueblo quieren linchar a un tipo retrasado que ha matado a una adolescente que está en la casa del protagonista, además de estar atraídos por la hermosa mujer de David Summer, que no es otra que Susan George. En el reparto aparece una adolescente Sally Thomset, luego famosa por su personaje de "Jo" en la divertida serie de televisión inglesa "Un hombre en casa ".

"Pequeño gran hombre " (“Little Big Man”, Arthur Penn, 1970).

En este wéstern crepuscular Dustin Hoffman es un blanco criado por los indios, que le cuenta a un historiador su vida hasta el fin de la batalla de "Little Big Horn" junto a un megalómano general Custer.

En el reparto están la guapa y gran actriz Faye Duaway, Martin Balsam, el actor indio Chief Dan George, Robert Mulligan, y Jeff Corey como Wild Bill Hickock.

"Tootsie" (Tootsie, Sidney Pollack, 1982).

En esta comedia de situación Dustin Hoffman es un actor que no encuentra trabajo y debe de hacerse pasar por una mujer para que le den un papel en una "soap opera" que ponen en las mañanas por televisión, provocando toda clase de situaciones. En el reparto aparecen Jessica Lange, Charles Durning. Dabney Coleman, Bill Murray como Jeff Slater, su mejor amigo, y una jovencísima Geena Davis.

Alfonso Carlos López

“Papillon” (“Papillon”, Franklin J. Schaffner, 1973).

Film de 1973 dirigido por Franklin J. Schaffner, cuyos protagonistas, Steve McQueen y Dustin Hoffmann, hacen una actuación espectacular. El guionista fue Dalton Trumbo, que dota a la trama de mucho interés y fuerza, cimentándose en la estupenda novela autobiográfica del mismo título del expresidiario francés Henri Charrièree, publicada en 1969. La cinta presenta las condiciones espantosas del sistema penitenciario de las colonias francesas. Es interesantísima y sobrecogedora, con escenas de gran impacto que dan idea de la crudeza de la situación de los presos, las celdas de aislamiento, el trabajo insufrible de los pantanos, las ansias de libertad de los reclusos y su lucha por la supervivencia, etc. Un dato a resaltar es que las primeras escenas están localizadas en Hondarribia. Excelente e impresionante.

“El graduado” (“The Graduate”, Mike Nichols, 1967).

Todo un icono del cine y una banda sonora espectacular que hizo historia a cargo de Simon y Garfunkel. Dirigida por Mike Nichols en 1967, sustentándose en la novela de Charles Webb. Este drama-comedia estadounidense estuvo protagonizado por Dustin Hoffman, Elaine Robinson, Murray Hamilton, Anne Brancoft, Elisabeth Wilson, Katharine Ross, etc. Estamos ante un trabajo novedoso que aborda el tema de los amoríos entre la señora Robinson (Anne Brancoft) y su amante Benjamin Braddock (Dustin Hoffman) que se complican al conocer a la hija, Elaine (Katherine Ross), de la citada señora. Realmente de culto y con 7 nominaciones a los Oscar, premio al mejor director y ganó varios Globos de Oro, que recayeron en Mike Nichlos, Dustin Hoffman, Anne Brancroft, Katherine Ross, etc.

“Perros de paja” (“Straw Dogs”, Sam Peckinpah, 1972).

Sam Peckinpah dirige este inolvidable drama en 1971, basado en la novela "The Siege of Trencher's Farm", de Gordon M. Williams, con Dustin Hoffam y Susan George, Peter Vaughan, T. P Mckenna, Del Henney, Jim Norton, etc. Contiene escenas violentas e inquietantes que enmarcan perfectamente el ambiente de este drama. El matrimonio protagonizado por los actores Hoffman y George se traslada a Wakely, en Cornualles, el pueblo de Sam, la mujer, adquiriendo una villa y precisamente huyendo del ambiente violento, pero pronto se desencadenarán hechos y comportamientos terribles por parte de los habitantes del lugar. Summer, nombre del marido, un astrofísico americano educado y pacífico, que quiere conciliar situaciones realmente desagradables, al final no tendrá otro remedio que defender a su mujer y a él mismo de los desaprensivos. Una gran película que no dejará indiferente a nadie y que te tiene en vilo todo su metraje.

Dustin Hoffman es un actor fundamental en la historia del cine y también director. No puedo dejar de reseñar algunos trabajos, auténticas obras maestras de este genio como son: “Cowboy de medianoche”, “Marathon Man”, “Kramer Contra Kramer”, “Rain Man”, “El perfume. Historia de un asesino”, “Chef”, etc.

Joanna

“Lenny” (“Lenny”, Bob Fosse, 1974).

Apartado de sus musicales, pero no del mundo de los escenarios y la provocación, el gran Bob Fosse estrenó en 1974 este biopic del one stand man Lenny Bruce, aquel cómico judío crucificado (con perdón) por los medios y la sociedad por su humor irreverente. Mira que el realizador presentaba una película en favor de la libertad de expresión, pero lo que son las cosas que vivimos ahora nuevamente una represión sólo que disfrazada, travestida, de corrección política.

“Cowboy de medianoche” (“Midnight Cowboy”, John Schlesinger, 1969).

Es difícil no sentir empatía y cariño por aquellos dos desheredados con ganas de comerse la ciudad y que acaban siendo devorados y escupidos por ésta en la maravillosa película de John Schlesinger. Los Ratso y Joe Buck que magníficamente interpretan Dustin Hoffman y Jon Voight.

“Marathon Man” (“Marathon Man”, John Schlesinger, 1976).

John Schlesinger y Dustin Hoffman volverían a trabajar juntos en este intenso thriller sobre un hombre corriente, Thomas Levy, al que interpreta Dustin Hoffman, que se ve metido sin comerlo ni beberlo en una oscura trama. La escena de la tortura quedó grabada a fuego para varias generaciones de espectadores.

Emilio Malet

“Todos los hombres del presidente” (“All the President’s Men”, Alan J. Pakula, 1976).

Apasionante película, con una buena trama que, aunque en su día me pareció demasiado complicada a los ojos de un niño, al volverla a ver de adulto he comprendido porqué está tan bien valorada.

“Papillon” (“Papillon”, Franklin J. Schaffner, 1973).

Haciendo de compañero de prisión de Steve McQueen, recuerdo que me marcó la interpretación de Hoffman, dando al personaje un aura de tristeza propia de la situación de privación de libertad en la que viven los personajes.

“Kramer contra Kramer” (“Kramer vs Kramer”, Robert Benton, 1979). 

Una vez más lo borda como atormentado. En este caso interpreta a un divorciado que pelea por la custodia de su hijo. Recuerdo especialmente que me angustió mucho cuando la vi de niño pensando que eso pudiera pasarme a mi (lo del niño, no lo del padre), en una época en la que el divorcio en España todavía era algo que se veía con otros ojos, incluso como una tragedia en vez de una solución, y Dustin Hoffman con su interpretación hace que sea más que creíble la angustia que vive el protagonista.

Carlos Enríquez

Pues hoy vamos con uno de esos grandes, el señor Dustin Hoffman, uno de los nombres que, si te gusta el cine, siempre acaba saliendo en cualquier conversación. Y no es para menos, porque este señor ha participado en una serie de títulos que resultan maravillosos, así que ha sido bastante difícil decantarme por tres en concreto. Mis favoritas están basadas, sobre todo, en sus proyectos de los setenta, así que he elegido como las tres mejores: “Perros de paja”, “Marathon Man” y “Todos los hombres del presidente”. Me dejo muchas, está claro, pero bueno… ahí reside la gracia de eso de tener que ceñirse a tres títulos. Vamos con ellas:  

La primera que escojo es “Perros de paja” (“Straw Dogs”, 1971), dirigida por Sam Peckinpah. Una peli muy dura (digna creación de su director), perturbadora y absorbente a partes iguales; también se ha convertido en un clásico. Hoffman interpreta a David, un matemático americano que se muda con su mujer a un pueblecito inglés donde todo parece maravilloso. Lo que empieza siendo una vida tranquila pronto se convierte en un infierno que alcanza proporciones inesperadas. Peckinpah no se anda con chiquitas a la hora de mostrar la violencia y sus connotaciones sexuales (la censura se puso las botas con esta película), y Hoffman clava su papel como un tipo corriente llevado al límite. Si no la has visto, prepárate, porque no es para corazones blandos. Me parece fascinante cómo Peckinpah explora ese lado oscuro que todos poseemos, contándote que puede llegar a emerger si se dan las condiciones adecuadas, amén de ciertas ambigüedades y contradicciones del alma humana que no quiero desvelar por si alguien no ha visto la peli. Hoffman está estupendo, pero también ella, la actriz Susan George. 

Luego tenemos “Marathon Man” (1976), dirigida por el británico John Schlesinger. Esta peli es un thriller que te pone los pelos del cogote como escarpias. Hoffman interpreta a Babe, un estudiante universitario que sin comerlo ni beberlo acaba enredado en una trama de espionaje y diamantes con un exnazi de por medio. Laurence Olivier, que hace de villano, está impresionante también. Y ese «Is it safe?» durante el interrogatorio se te queda grabado. Es la típica secuencia que contiene toda obra maestra, una de esas que ya nunca se te van a olvidar. Curiosa la traducción del doblaje español: «¿Están a salvo?» Un personaje lanza una pregunta y el que la recibe la interpreta de forma diferente, así que da comienzo el interrogatorio… ¡buf! Solo imaginar que alguien me haga algo así me deja los cataplines como canicas, he, he, he. Hoffman entrega otro papelón sobresaliente, metiéndote de lleno en la paranoia de su personaje.

Y, por último, pero no por ello menos buena, elijo “Todos los Hombres del Presidente” (“All the President's Men”, 1976), dirigida por Alan J. Pakula. ¿Qué puedo decir de esta peli? Es un clásico del cine político y del periodismo. Hoffman hace de Carl Bernstein, uno de los dos periodistas del Washington Post que destaparon el escándalo Watergate junto a Bob Woodward (interpretado por el grandísimo Robert Redford). La química entre ellos es espectacular, y la película tiene un ritmo y una tensión que te enganchan de principio a fin. Además, la manera en que retrata el trabajo periodístico sigue siendo un referente en el cine.

Lo cierto es que Dustin Hoffman no se queda solo en estas tres estupendas cintas. La primera vez que vi una película en la que participara Hoffman fue en un cine de verano en Tabernes de Valldigna; ese día estaba en cartel “Kramer contra Kramer” (1979), dirigida por Robert Benton. Como era pequeño, no capté gran cosa de la película, si bien guardo recuerdos de esa velada, así como en una nebulosa. Años después la volví a ver consciente de lo que hacía y sí que me gustó. También están 

“Papillon” (1973), de Franklin J. Schaffner, donde comparte pantalla con Steve McQueen, y también “Rain Man” (1988), de Barry Levinson, donde hace de hermano autista de Tom Cruise. En “Rain Man” Hoffman da forma a uno de los personajes más icónicos de su carrera. En fin, que son muchas, y que es una filmografía en la que conviene meterse a fondo.

Fernando Rodríguez Tapia

Mientras veía hace unos meses “Megalópolis” (2024) uno de los pensamientos que tuve es que había un peculiar miscasting. Me explico. El personaje del alcalde Cicero lo debería haber interpretado Dustin Hoffman y su casi invisible personaje Giancarlo Esposito.  Pero la película no se hizo a finales de los ochenta-primeros noventa como estaba previsto y la presencia del protagonista de “Tootsie” (1982) ha caído bastante desde entonces. Pero mantengo que el papel de Cicero lo hubiese interpretado perfectamente. Vamos con las tres películas que he elegido y que como se apreciará se quedan en la década donde mejores obras hizo.

“Todos los hombres del presidente” (“All the President’s Men”, Alan J. Pakula, 1976).

En esta obra maestra, que adaptaba el libro que habían escrito los propios protagonistas retratados en la ficción sobre la investigación que llevaron a cargo a raíz del caso Watergate, se configura una excelente radiografía del pensamiento liberal americano y la toma de postura que debería tener el cuarto poder. Obra excelente en clave de thriller denuncia magníficamente modulada y con un reparto soberbio donde todos destacan en sus roles. Dustin Hoffman encarnando a Carl Bernstein parece que lleva toda la vida viviendo en la redacción del Washington Post.

“Perros de paja” (“Straw Dogs”, Sam Peckinpah, 1972).

Este magnífico estudio sobre la violencia llevado a cabo por Peckinpah en Inglaterra es una de sus obras más atípicas y personales de su genial filmografía. El apocado profesor universitario David Summer intenta encontrar un lugar edénico en la localidad de origen de su esposa situada en la campiña británica, sin embargo el ambiente hostil del lugar y sus propias frustraciones le llevarán a una situación límite concluida en un estallido virulento y visceral. Uno de los grandes papeles de Hoffman en un momento dulce en su carrera, magníficamente acompañado de Susan George cuya presencia desata los instintos más bajos del ser humano. 

“Cowboy de medianoche” (“Midnight Cowboy”, John Schlesinger, 1969).

El otro lado del sueño americano en una historia de supervivencia y amistad entre dos personas condenadas a encontrarse a pesar de sus evidentes diferencias. El ingenuo Joe Buck y el timador Rico Rizzo ejercen de unos modernos Don Quijote y Sancho en una obra tan desoladora como brillante, emotiva en lo humano y brutal en su retrato de los escenarios urbanos más desfavorecidos. Un estupendo John Voight es aquí acompañado por un inolvidable Dustin Hoffman cuya desaparición final supone uno de los grandes momentos del cine de esa época.


Oscar "Woody" Correa

Cuando piensas en Dustin Hoffman las primeras (y casi únicas) imágenes que te vienen a la mente son de películas de antes de 1990, y no ha estado precisamente parado estos años (cierto es que no sale hasta en la sopa), sino que por el contrario ha participado en sagas muy comerciales como "Los padres de ella" o "Kung Fu Panda" y alguna películas de referencia de cine más independiente (alguna que he incluido incluso en el top 3), además de un número importante de papeles de los que podríamos llamar intrascendentes o inocuos. Lo que hace que solo te vengan esas películas de los años 70/80 es que goza en su haber de crear papelazos en auténticas joyas de la historia del cine y que sí han trascendido los años y las generaciones, y por tanto impactando en la memoria (la revista Empire lo colocó la 28ª mayor estrella de la historia del cine). También es famosa la leyenda de la lista de personajes que dicen que rechazó en la época álgida de su carrera, por ejemplo: Rick Deckard en "Blade Runner", Michael Corleone en "El padrino", Super Mario Bros, Lex Luthor en el "Superman" de Christopher Reeve, el Pingüino de "Batman vuelve" (Danny DeVito), Popeye (Robin Williams)… Qui lo sa… Decía Ya en los últimos 20 años que ha tenido que aceptar casi de todo, de hecho se quejaba que todos los papeles de “mayores” se los daban a  Sean Connery y Harrison Ford… 🤣

De esta difícil lista me quedaría con:

"Tootsie" ("Tootsie", Sydney Pollack, 1982) (curiosamente en español no se le cambió o añadió nada a al título original). 

Comedia satírica que se adelantó a su tiempo al abordar ya cuestiones de género y desigualdad laboral ahora tan obvias. No sé cuántas veces la habré visto (por desgracia casi todas en español y aunque el doblaje es muy bueno, en la versión original se aprecia y se valora mucho más los matices de su personaje “femenino”) y siempre te vuelve a enganchar. Una historia tan sencilla como que un actor sin trabajo se reinventa como “Dorothy Michaels” para conseguir un papel en una telenovela, pero que Hoffman logra un personaje que sea a la vez cómico y conmovedor, mientras lucha con las complicaciones que le supone vivir “como mujer”. La dedicación de Hoffman al papel (incluso trabajó con maquilladores para verse y sentirse como una mujer real, y con Meryl Streep que la conocía de altanería contra altanería, para la voz) le valió una nominación al Oscar y sobre todo haber trascendido.

"Rain Man" ("Rain Man", Barry Levinson, 1988). 

Aunque con reconocimiento por parte de la crítica, tiene también muchos detractores en el público general (aunque en su momento fuera un éxito comercial brutal). Una película que rompió barreras al representar de manera muy respetuosa el autismo, contribuyendo a una mayor concienciación social, y que todos supiéramos algo más… aunque también generó muchos tópicos al respecto, no siempre ciertos, de la condición (como las habilidades excepcionales en matemáticas). Fue un éxito tanto crítico como comercial, y su interpretación sí que sale en la lista de mejores de la historia, añadiendo además la gran química que tiene con Tom Cruise que también fue clave para el impacto y éxito de la película.

"The Meyerowitz Stories" ("The Meyerowitz Stories (New and Selected)", Noah Baumbach, 2017).

Sorpresa muy agradable que me llevé cuando vi esta película atraído hasta ella en primer término por el director, pero luego unido al gran elenco que le acompañaba encabezado por Dustin Hoffman y  qué también cuenta con Adam Sandler, Ben Stiller y Emma Thompson. Película escrita y dirigida por Noah Baumbach, drama con toques de comedia o comedia con toques de drama (que rezuma a Woody Allen por los 4 costados) y que explora las dinámicas de una familia un tanto disfuncional (los Meyerowitz). Hoffman interpreta al patriarca de la familia, un escultor retirado cuya arrogancia y egoísmo han dejado una huella grande y duradera en sus 3 hijos (cada uno con sus traumas y líos personales). La película fue muy bien recibida por la crítica, no es muy conocida pero a mí sorprendió tanto a nivel de la propia película como de Dustin Hoffman a quién daba ya por actor del Pasado, Hoffman was back!!! (al menos en esta película 😩).

Jorge Arincón

“Cowboy de medianoche” (“Midnight Cowboy”, John Schlesinger, 1969).

Inolvidable esa pareja formada por Dustin Hoffman y Jon Voight pateando las calles de Nueva York mientras suena "Everybody's talking".
Hoffman borda el papel de buscavidas, estafador de poca monta. La película funciona perfectamente de principio a fin. Dura historia de perdedores intentando buscar un hueco en una ciudad casa vez más inhóspita.

“El graduado” (“The Graduate”, Mike Nichols, 1967).

Dustin Hoffman en una de las películas que lo hicieron más popular. La imagen de ese primer plano de la pierna de Anne Bancroft con Hoffman de fondo es icónica.
Imposible imaginarse esta película sin la banda sonora de Simon y Garfunkel, que se convierte en un elemento más de la narración.

“Kramer contra Kramer” (“Kramer vs Kramer”, Robert Benton, 1979). 
Dustin Hoffman se llevó el Óscar ese año por ésta interpretación. 
La película es un pelín tramposa y sensiblera de esas que gusta premiar a la academia, de hecho también ganó el de mejor película.

La película toca temas que empezaban a ser de actualidad en aquellos tiempos como el de los cambios en los roles tradicionales en la familia, los divorcios y las custodias. 
No sé si el tiempo le habrá pasado por encima y a lo mejor haya envejecido mal, hace tiempo que no la veo. Pero mi recuerdo de esta película es bueno y por eso la he elegido sobre otras como "Toosie" o "Marathon Man".

Pd. Me acabo de acordar de "Perros de paja" y "Papillon", que me gustan incluso más que todas las anteriores pero me quedé sin tiempo de escribir y seguro que alguien más las elige.

Susanna Annasus

Me encanta este intérprete, es un actor que emociona y logra captar la atención esté en el registro que esté. Son de los actores que consiguen transmitir, y un actor que aunque su físico no sea tan llamativo como otros, pero me gusta mucho su imagen. Ha ido cambiando a lo largo del tiempo, como es lógico. Pero sigue manteniendo el semblante que lo caracteriza.

De todas las películas que he visto de él me encantan: 

"Tootsie", porque río, lloro y me asombro. Me encanta en esta película. Es del año 1982, dirigida por Sydney Pollack. Me gusta también como actriz secundaria Terri Gar. Es una de las mejores comedias de los 80. Y cómo se transforma Dustin en esta película, cómo siendo hombre es muy hombre, muestra ser varonil, y cómo siendo mujer se hace tan femenina.

En la película "Perros de Paja" del año 1971, dirigida por Sam Peckinpah. Es una película de suspense, drama, con escenas bastante fuertes para la época. Aunque en la época que surgió hubo también otras en los cines, y más o menos en la misma línea de violencia. Está basada en la novela "The Siege of Trencher's Farm", de Gordon M. Williams. En 2011, se hizo un remake de esta película, dirigido por Rod Lurie.
Esta película me gusta cómo va creciendo la tensión, sube la tensión de la trama, y de los hechos que ocurren, se siente mucha sexualidad y mucha violencia en ambas versiones.

En la película de "Marathon Man". Es una película de suspense y terror, del año 1976, dirigida por John Schlesinger. Está basada en la obra homónima de William Goldman. Me gusta el suspense que se expone en la trama, y sobretodo la forma de actuar de Hoffman y la preparación física que supongo tendría que realizar el actor.

En "Cowboy de medianoche" creo que fue una de las primeras películas que ví de este actor cuando era niña, trabaja junto a Jon Voight, y me fascinan los dos. Cuando era más niña apenas la entendí, pero cuando creces vas viéndola desde otra perspectiva. Es del año 1969, y la dirigió John Schlesinger, el mismo que "Marathon Man". Son dos personajes que me llaman mucho la atención, y sobretodo los dos actores juntos. Porque Hoffman venía de hacer "El graduado". Con una imagen de "niño bueno", muy parecido Al Pacino, pero que no es tan bueno. Dos actores y personajes, que físicamente no van acorde, los une y entablan esa especie de amistad, conveniencia, dependencia. Esta pelicula está basada en la obra homónima de James Leo Herlihy. Me produce muchos sentimientos el personaje que realiza Hoffman en esta película.

La película de "Kramer contra Kramer", realizada en 1979, dirigida por Robert Benton. La evolución del personaje, la historia para aquella época, la situación que consigue superar. Pero una historia que podría ser también muy actual, aunque en aquel tiempo comenzara a ser reivindicativa. Totalmente rebelde,  se observa la evolución del personaje, las actitudes, cómo hay una transformación.
En "Rain Man", del año 1988, dirigida por Barry Levison, vuelve a conmoverme con su actuación. Consigue hacerme creer que él es así realmente. Me encanta las imagenes, los gestos de Hoffman, vuelve a compartir pantalla junto a otro actor formando la atípica pareja pero que parece ser que funciona.


David Cortabarria

Un gran actor que es historia viva del cine y cuya filmografía es deslumbrante en esa fantástica década de los 70 del pasado siglo. Me ha costado decantarme por solo tres películas…

"El graduado" ("The Graduate", Mike Nichols, 1967).

Un peliculón por los cuatro costados, una obra icónica de la cual se ha hablado mucho y bien. Y con unos actores tan ideales en sus papeles que no hacen más que robar los planos en los que aparecen (las escenas de Anne Bancroft junto a Hoffman son un gozadón, no puedo imaginarme a otros dos en su lugar). Película muy atrevida para los estándares de la década de los 60, rodada con una precisión admirable y con una banda sonora antológica de mano de Simon & Garfunkel. Imprescindible. 

"Perros de paja" ("Straw Dogs", Sam Peckinpah, 1971).

El fabuloso director Peckinpah rodando en Inglaterra una película de genuino terror y violencia sin ambages. Hoffman está impecable en su evolución/involución de astrofísico apocado y tímido a feroz ángel vengador saturado de la violencia gratuita que le dispensan los lugareños de un lúgubre pueblo de mala muerte. Peckinpah desintegra con saña cualquier conato de sutileza en su mensaje violento que a muchos espectadores parecerá muy reaccionario, con una prodigiosa cámara y un montaje sensacional. Película dura, en ocasiones desoladora y cuyo visionado es una experiencia cinematográfica muy satisfactoria. Como en el caso de “El graduado”, no puedo imaginarme a otro protagonista que no sea Dustin Hoffman. La alucinante ambigüedad de su pareja (algo impensable en un film actual) añade una capa más a este descenso a la locura cuyo visionado recomiendo encarecidamente. 

"Marathon Man" ("Marathon Man", John Schlesinger, 1976).

“Un thriller”, indica escuetamente su cartel americano. Y también una película de terror donde el protagonista encarnado por Hoffman se mete de lleno en un lío tremendo, y a quien le da la réplica un Laurence Olivier que borda su papel de villano. Tuve ocasión de revisarla hace poco, y el tiempo ha hecho que se vean varias de las costuras en lo que sigue siendo un traje muy bien diseñado, gracias a un buen guion y una historia francamente entretenida que te atrapa por completo y consigue generarte un enorme desasosiego, sobre todo en una escena que es una de las cumbres del mal rollo que jamás se hayan rodado. Inverosímil a ratos (pero no cuesta mucho mirar al otro lado) y ferozmente entretenida. Hoffman no se desmadra tanto como en “Perros de paja”, pero demuestra muy bien lo actorazo que es.