Malina Murnau
"Tootsie" ("Tootsie", Sydney Pollack, 1982).
Tengo que poner esta la primera, no es que me guste, me encanta. La primera película que recuerdo que vi de Hoffman y donde me enamoró para siempre. Uno de mis actores favoritos. Es una maravilla de comedia con un reparto espectacular. Nunca me cansaré de verla. Adoro esta película.
“Marathon Man” (“Marathon Man”, John Schlesinger, 1976).
Qué decir de esta genialidad. Estupenda película y con un Hoffman como siempre estupendo. Haga lo que haga, aunque sean bodrios él siempre sale bien parado.
"Kramer contra Kramer" (" Kramer vs. Kramer, Robert Benton, 1979).
No me suelen gustar los dramones familiares, pero en este film sí, colosal interpretación del él. Se come con patatas a Meryl Streep. Quien se comió un real guantazo de parte del señor Dustin. Se metió bien en el papel. Una maravilla.
Dejo atrás muchas de este magistral actor. “Perros de paja” (1971) “Cowboy de medianoche” (1969) “Papillon” (1973) “Todos los hombres del presidente” (1976), y una larga lista.
Alfonso Romero
“Perros de paja” (“Straw Dogs”, Sam Peckinpah, 1972).
El cineasta británico John Boorman había mostrado interés en realizar “Perros de paja”, aunque por aquellos tiempos llevó a cabo en Estados Unidos “Defensa”, una adaptación del bestseller “Liberación” de James Dickey. El norteamericano Sam Peckinpah por su parte, interesado en trasladar la novela de Dickey a la pantalla terminó por recalar en el Reino Unido, donde dirigió “Perros de paja”. Ambas dos historias de urbanitas presumiblemente civilizados que se ven en una situación límite muy alejados de su zona de confort, teniendo que recurrir a la violencia y la barbarie para salir airosos de dicho trance. Dos putas obras maestras.
“Todos los hombres del presidente” (“All the President’s Men”, Alan J. Pakula, 1976).
“Todos los hombres del presidente”, un proyecto de Robert Redford, le iba como un guante a Alan J. Pakula, productor que en su paso a la dirección abordó sin miedo alguno temas y problemas políticos y sociales que preocupaban a la sociedad estadounidenses. El escándalo Watergate, que había dejado en evidencia a la política del país de las barras y estrellas, demostraba que la democracia del país que se presume libre y ejemplo para el mundo no era tan limpia como muchos pensaban.
“Libertad condicional” (“Straight Time”, Ulu Grosbard, 1978).
El cine de los setenta fue un cine de perdedores, poblado por una suerte de vividores, estafadores, maleantes y desgraciados varios para los que no estaba hecho ni destinado el sueño americano. “Libertad condicional” fue uno de aquellos grandes títulos que no tardaría en barrer Hollywood con la llegada del triunfalista gobierno de Ronald Reagan.
Miguel Romero
Aunque hoy día se dedique principalmente a papeles secundarios (muchas veces en películas que es mejor ni nombrar) o poner voz a personajes animados, no se le puede negar que es uno de los grandes actores de su generación. Me quedo con tres trabajos de finales de los 60 y los 70 del pasado siglo, cuando el cine era cine con mayúsculas.
“Libertad condicional” (“Straight Time”, Ulu Grosbard, 1978).
En lo más alto de su carrera, Hoffman se hizo con los derechos de la novela de Edward Bunker y él mismo pensó también en dirigirla. Tras mucho tiempo y dinero perdido comprendió que no era capaz y llamó para tales labores a su amigo Ulu Grosbard, aunque muy pronto empezaron las peleas entre ambos. La cosa se alargó tanto que la compañía, hasta las narices, les quitó la película y la estrenó de tapadillo, sin publicidad alguna, y la dejó morir. Afortunadamente la recuperamos gracias al DVD y las plataformas.
Le acompañan en el reparto una joven Theresa Russell y los siempre eficaces Harry Dean Stanton, Gary Busey y M. Emmet Walsh.
“Perros de paja” (“Straw Dogs”, Sam Peckinpah, 1972).
Huyendo de sus mayores enemigos, los productores, Peckinpah llegó al Reino Unido, para comprobar que los de allí eran iguales o incluso peor que los de su país. Lo más que consiguió fue meter en la película a su amigo David Warner, quien, aunque su personaje tiene bastante peso en la trama, ni siquiera aparece acreditado.
Contaba el realizador Pete Walker que Peckinpah le llamó por teléfono para preguntarle por Susan George, a quien él había dirigido en “No grites, simplemente muere”.
En 2011 Rod Lurie llevó a la gran pantalla otra nueva adaptación de la novela. Dejémoslo ahí pues, como se suele decir, las comparaciones son odiosas.
“Cowboy de medianoche” (“Midnight Cowboy”, John Schlesinger, 1969).
Entre dos de sus más famosas películas, “Lejos del mundanal ruido” (1967) y “Domingo, maldito domingo” (1971), Schlesinger debutaba en Hollywood -donde finalmente se quedó y donde volvería a dirigir a nuestro homenajeado de hoy en la exitosa “Marathon Man”(1976)- con esta pesimista película. Hoffman es Enrico “Ratso” Rizzo, el tipo enfermo que se hace amigo del protagonista (encarnado finalmente por Jon Voight pues Michael Sarrazin pidió demasiado dinero) cuando éste llega a Nueva York y que sueña con ver el mar. Lo conseguirán, pero ya será demasiado tarde.
Ganadora de tres Oscars, mejor película, mejor director y mejor guion adaptado.
Eduardo Álvarez Cónsul
“Perros de paja” (“Straw Dogs”, Sam Peckinpah, 1972).
Al cineasta californiano Sam Peckinpah por sus películas se le llamó "el violento más romántico y el romántico más violento", y en esta película contó un nuevo tipo de violencia cuando el matemático norteamericano David Summer (Dustin Hoffman) que parece un hombre tranquilo e inofensivo estando de vacaciones en la campiña inglesa, hasta que algunos del pueblo quieren linchar a un tipo retrasado que ha matado a una adolescente que está en la casa del protagonista, además de estar atraídos por la hermosa mujer de David Summer, que no es otra que Susan George. En el reparto aparece una adolescente Sally Thomset, luego famosa por su personaje de "Jo" en la divertida serie de televisión inglesa "Un hombre en casa ".
"Pequeño gran hombre " (“Little Big Man”, Arthur Penn, 1970).
En este wéstern crepuscular Dustin Hoffman es un blanco criado por los indios, que le cuenta a un historiador su vida hasta el fin de la batalla de "Little Big Horn" junto a un megalómano general Custer.
En el reparto están la guapa y gran actriz Faye Duaway, Martin Balsam, el actor indio Chief Dan George, Robert Mulligan, y Jeff Corey como Wild Bill Hickock.
"Tootsie" (Tootsie, Sidney Pollack, 1982).
En esta comedia de situación Dustin Hoffman es un actor que no encuentra trabajo y debe de hacerse pasar por una mujer para que le den un papel en una "soap opera" que ponen en las mañanas por televisión, provocando toda clase de situaciones. En el reparto aparecen Jessica Lange, Charles Durning. Dabney Coleman, Bill Murray como Jeff Slater, su mejor amigo, y una jovencísima Geena Davis.
Alfonso Carlos López
“Papillon” (“Papillon”, Franklin J. Schaffner, 1973).
Film de 1973 dirigido por Franklin J. Schaffner, cuyos protagonistas, Steve McQueen y Dustin Hoffmann, hacen una actuación espectacular. El guionista fue Dalton Trumbo, que dota a la trama de mucho interés y fuerza, cimentándose en la estupenda novela autobiográfica del mismo título del expresidiario francés Henri Charrièree, publicada en 1969. La cinta presenta las condiciones espantosas del sistema penitenciario de las colonias francesas. Es interesantísima y sobrecogedora, con escenas de gran impacto que dan idea de la crudeza de la situación de los presos, las celdas de aislamiento, el trabajo insufrible de los pantanos, las ansias de libertad de los reclusos y su lucha por la supervivencia, etc. Un dato a resaltar es que las primeras escenas están localizadas en Hondarribia. Excelente e impresionante.
“El graduado” (“The Graduate”, Mike Nichols, 1967).
Todo un icono del cine y una banda sonora espectacular que hizo historia a cargo de Simon y Garfunkel. Dirigida por Mike Nichols en 1967, sustentándose en la novela de Charles Webb. Este drama-comedia estadounidense estuvo protagonizado por Dustin Hoffman, Elaine Robinson, Murray Hamilton, Anne Brancoft, Elisabeth Wilson, Katharine Ross, etc. Estamos ante un trabajo novedoso que aborda el tema de los amoríos entre la señora Robinson (Anne Brancoft) y su amante Benjamin Braddock (Dustin Hoffman) que se complican al conocer a la hija, Elaine (Katherine Ross), de la citada señora. Realmente de culto y con 7 nominaciones a los Oscar, premio al mejor director y ganó varios Globos de Oro, que recayeron en Mike Nichlos, Dustin Hoffman, Anne Brancroft, Katherine Ross, etc.
“Perros de paja” (“Straw Dogs”, Sam Peckinpah, 1972).
Sam Peckinpah dirige este inolvidable drama en 1971, basado en la novela "The Siege of Trencher's Farm", de Gordon M. Williams, con Dustin Hoffam y Susan George, Peter Vaughan, T. P Mckenna, Del Henney, Jim Norton, etc. Contiene escenas violentas e inquietantes que enmarcan perfectamente el ambiente de este drama. El matrimonio protagonizado por los actores Hoffman y George se traslada a Wakely, en Cornualles, el pueblo de Sam, la mujer, adquiriendo una villa y precisamente huyendo del ambiente violento, pero pronto se desencadenarán hechos y comportamientos terribles por parte de los habitantes del lugar. Summer, nombre del marido, un astrofísico americano educado y pacífico, que quiere conciliar situaciones realmente desagradables, al final no tendrá otro remedio que defender a su mujer y a él mismo de los desaprensivos. Una gran película que no dejará indiferente a nadie y que te tiene en vilo todo su metraje.
Dustin Hoffman es un actor fundamental en la historia del cine y también director. No puedo dejar de reseñar algunos trabajos, auténticas obras maestras de este genio como son: “Cowboy de medianoche”, “Marathon Man”, “Kramer Contra Kramer”, “Rain Man”, “El perfume. Historia de un asesino”, “Chef”, etc.
Joanna
“Lenny” (“Lenny”, Bob Fosse, 1974).
Apartado de sus musicales, pero no del mundo de los escenarios y la provocación, el gran Bob Fosse estrenó en 1974 este biopic del one stand man Lenny Bruce, aquel cómico judío crucificado (con perdón) por los medios y la sociedad por su humor irreverente. Mira que el realizador presentaba una película en favor de la libertad de expresión, pero lo que son las cosas que vivimos ahora nuevamente una represión sólo que disfrazada, travestida, de corrección política.
“Cowboy de medianoche” (“Midnight Cowboy”, John Schlesinger, 1969).
Es difícil no sentir empatía y cariño por aquellos dos desheredados con ganas de comerse la ciudad y que acaban siendo devorados y escupidos por ésta en la maravillosa película de John Schlesinger. Los Ratso y Joe Buck que magníficamente interpretan Dustin Hoffman y Jon Voight.
“Marathon Man” (“Marathon Man”, John Schlesinger, 1976).
John Schlesinger y Dustin Hoffman volverían a trabajar juntos en este intenso thriller sobre un hombre corriente, Thomas Levy, al que interpreta Dustin Hoffman, que se ve metido sin comerlo ni beberlo en una oscura trama. La escena de la tortura quedó grabada a fuego para varias generaciones de espectadores.
Emilio Malet
“Todos los hombres del presidente” (“All the President’s Men”, Alan J. Pakula, 1976).
Apasionante película, con una buena trama que, aunque en su día me pareció demasiado complicada a los ojos de un niño, al volverla a ver de adulto he comprendido porqué está tan bien valorada.
“Papillon” (“Papillon”, Franklin J. Schaffner, 1973).
Haciendo de compañero de prisión de Steve McQueen, recuerdo que me marcó la interpretación de Hoffman, dando al personaje un aura de tristeza propia de la situación de privación de libertad en la que viven los personajes.
“Kramer contra Kramer” (“Kramer vs Kramer”, Robert Benton, 1979).
Una vez más lo borda como atormentado. En este caso interpreta a un divorciado que pelea por la custodia de su hijo. Recuerdo especialmente que me angustió mucho cuando la vi de niño pensando que eso pudiera pasarme a mi (lo del niño, no lo del padre), en una época en la que el divorcio en España todavía era algo que se veía con otros ojos, incluso como una tragedia en vez de una solución, y Dustin Hoffman con su interpretación hace que sea más que creíble la angustia que vive el protagonista.
Carlos Enríquez
Pues hoy vamos con uno de esos grandes, el señor Dustin Hoffman, uno de los nombres que, si te gusta el cine, siempre acaba saliendo en cualquier conversación. Y no es para menos, porque este señor ha participado en una serie de títulos que resultan maravillosos, así que ha sido bastante difícil decantarme por tres en concreto. Mis favoritas están basadas, sobre todo, en sus proyectos de los setenta, así que he elegido como las tres mejores: “Perros de paja”, “Marathon Man” y “Todos los hombres del presidente”. Me dejo muchas, está claro, pero bueno… ahí reside la gracia de eso de tener que ceñirse a tres títulos. Vamos con ellas:
La primera que escojo es “Perros de paja” (“Straw Dogs”, 1971), dirigida por Sam Peckinpah. Una peli muy dura (digna creación de su director), perturbadora y absorbente a partes iguales; también se ha convertido en un clásico. Hoffman interpreta a David, un matemático americano que se muda con su mujer a un pueblecito inglés donde todo parece maravilloso. Lo que empieza siendo una vida tranquila pronto se convierte en un infierno que alcanza proporciones inesperadas. Peckinpah no se anda con chiquitas a la hora de mostrar la violencia y sus connotaciones sexuales (la censura se puso las botas con esta película), y Hoffman clava su papel como un tipo corriente llevado al límite. Si no la has visto, prepárate, porque no es para corazones blandos. Me parece fascinante cómo Peckinpah explora ese lado oscuro que todos poseemos, contándote que puede llegar a emerger si se dan las condiciones adecuadas, amén de ciertas ambigüedades y contradicciones del alma humana que no quiero desvelar por si alguien no ha visto la peli. Hoffman está estupendo, pero también ella, la actriz Susan George.
Luego tenemos “Marathon Man” (1976), dirigida por el británico John Schlesinger. Esta peli es un thriller que te pone los pelos del cogote como escarpias. Hoffman interpreta a Babe, un estudiante universitario que sin comerlo ni beberlo acaba enredado en una trama de espionaje y diamantes con un exnazi de por medio. Laurence Olivier, que hace de villano, está impresionante también. Y ese «Is it safe?» durante el interrogatorio se te queda grabado. Es la típica secuencia que contiene toda obra maestra, una de esas que ya nunca se te van a olvidar. Curiosa la traducción del doblaje español: «¿Están a salvo?» Un personaje lanza una pregunta y el que la recibe la interpreta de forma diferente, así que da comienzo el interrogatorio… ¡buf! Solo imaginar que alguien me haga algo así me deja los cataplines como canicas, he, he, he. Hoffman entrega otro papelón sobresaliente, metiéndote de lleno en la paranoia de su personaje.
Y, por último, pero no por ello menos buena, elijo “Todos los Hombres del Presidente” (“All the President's Men”, 1976), dirigida por Alan J. Pakula. ¿Qué puedo decir de esta peli? Es un clásico del cine político y del periodismo. Hoffman hace de Carl Bernstein, uno de los dos periodistas del Washington Post que destaparon el escándalo Watergate junto a Bob Woodward (interpretado por el grandísimo Robert Redford). La química entre ellos es espectacular, y la película tiene un ritmo y una tensión que te enganchan de principio a fin. Además, la manera en que retrata el trabajo periodístico sigue siendo un referente en el cine.
Lo cierto es que Dustin Hoffman no se queda solo en estas tres estupendas cintas. La primera vez que vi una película en la que participara Hoffman fue en un cine de verano en Tabernes de Valldigna; ese día estaba en cartel “Kramer contra Kramer” (1979), dirigida por Robert Benton. Como era pequeño, no capté gran cosa de la película, si bien guardo recuerdos de esa velada, así como en una nebulosa. Años después la volví a ver consciente de lo que hacía y sí que me gustó. También están
“Papillon” (1973), de Franklin J. Schaffner, donde comparte pantalla con Steve McQueen, y también “Rain Man” (1988), de Barry Levinson, donde hace de hermano autista de Tom Cruise. En “Rain Man” Hoffman da forma a uno de los personajes más icónicos de su carrera. En fin, que son muchas, y que es una filmografía en la que conviene meterse a fondo.
Fernando Rodríguez Tapia
Mientras veía hace unos meses “Megalópolis” (2024) uno de los pensamientos que tuve es que había un peculiar miscasting. Me explico. El personaje del alcalde Cicero lo debería haber interpretado Dustin Hoffman y su casi invisible personaje Giancarlo Esposito. Pero la película no se hizo a finales de los ochenta-primeros noventa como estaba previsto y la presencia del protagonista de “Tootsie” (1982) ha caído bastante desde entonces. Pero mantengo que el papel de Cicero lo hubiese interpretado perfectamente. Vamos con las tres películas que he elegido y que como se apreciará se quedan en la década donde mejores obras hizo.
“Todos los hombres del presidente” (“All the President’s Men”, Alan J. Pakula, 1976).
En esta obra maestra, que adaptaba el libro que habían escrito los propios protagonistas retratados en la ficción sobre la investigación que llevaron a cargo a raíz del caso Watergate, se configura una excelente radiografía del pensamiento liberal americano y la toma de postura que debería tener el cuarto poder. Obra excelente en clave de thriller denuncia magníficamente modulada y con un reparto soberbio donde todos destacan en sus roles. Dustin Hoffman encarnando a Carl Bernstein parece que lleva toda la vida viviendo en la redacción del Washington Post.
“Perros de paja” (“Straw Dogs”, Sam Peckinpah, 1972).
Este magnífico estudio sobre la violencia llevado a cabo por Peckinpah en Inglaterra es una de sus obras más atípicas y personales de su genial filmografía. El apocado profesor universitario David Summer intenta encontrar un lugar edénico en la localidad de origen de su esposa situada en la campiña británica, sin embargo el ambiente hostil del lugar y sus propias frustraciones le llevarán a una situación límite concluida en un estallido virulento y visceral. Uno de los grandes papeles de Hoffman en un momento dulce en su carrera, magníficamente acompañado de Susan George cuya presencia desata los instintos más bajos del ser humano.
“Cowboy de medianoche” (“Midnight Cowboy”, John Schlesinger, 1969).
El otro lado del sueño americano en una historia de supervivencia y amistad entre dos personas condenadas a encontrarse a pesar de sus evidentes diferencias. El ingenuo Joe Buck y el timador Rico Rizzo ejercen de unos modernos Don Quijote y Sancho en una obra tan desoladora como brillante, emotiva en lo humano y brutal en su retrato de los escenarios urbanos más desfavorecidos. Un estupendo John Voight es aquí acompañado por un inolvidable Dustin Hoffman cuya desaparición final supone uno de los grandes momentos del cine de esa época.
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