El pasado 31 de octubre, el club Rockin’ Swarm nos ofrecía en
la sala Ruta 66 de Montequinto, Sevilla, un estupendo programa doble para
Halloween: una noche de psychobilly con las actuaciones de Brioles y Graveyard
Mutants. A Jorge Nunes, líder de Brioles, le entrevistamos en este blog hace
unos meses aprovechando la salida de su último trabajo, el LP Voodoo Eyes; así que ahora era menester
volcarnos en sus compañeros de fatigas en esa noche de difuntos, y para saber
más sobre Graveyard Mutants tenemos aquí a su guitarrista, Julio Campos,
contestando a nuestras preguntas.
Antes
de nada, preséntanos a los componentes de Graveyard Mutants.
Somos tres mutantes con la misma pasión por el neo rockabilly
y psychobilly.
Davíd se encarga de la voz y del contrabajo, combinando su voz
melódica con un contundente slap que da base a nuestro sonido.
Óscar, a la batería, es preciso como un metrónomo y aporta la
potencia que impulsa cada tema.
Y yo, Julio, a la guitarra, llevando las líneas melódicas y
los riffs que completan la mezcla que nos identifica como banda, siempre de la
mano de mi Fender.
Mencionar anteriormente nuestro primer batería Miguel, se mudó
a vivir fuera y tuvo que dejarnos.
Julio,
tanto tú como David tenéis un amplio historial en las escenas rockabilly y
psychobilly. Coméntanos en qué otras bandas habéis militado.
Tanto Davíd como yo hemos estado en Calamitiez, y ahora
formamos parte de Graveyard Mutants.
Davíd también ha pasado por Smell of Kat y ha colaborado en un
par de discos en solitario de P. Paul Fenech.
Óscar formó parte de Bigsbyboy & The Slappers, Little
Martha and The Truckstoppers y actualmente está con nosotros en Graveyard
Mutants.
Por mi parte, además de los primeros Calamities, he tocado con
Hi-Fi Killers, Hellmaniacs, Los Calambres y alguna banda más que hubo por el
camino.
¿Cuándo y cómo fue tu introducción en la música? ¿En qué momento te decidiste a dar el paso a ser músico? ¿Por qué te decantaste por la guitarra?
Mi inmersión en la música fue inevitable. Desde que tengo uso
de razón he estado rodeado de música y de músicos. El flamenco ha sido, y es,
la atmósfera constante en casa: el cante y la guitarra por parte de mi familia
nunca han faltado, y de ello me empapé desde muy pequeño. Mi padre todavía
sigue cantando, y muy bien.
Alrededor de los 12 años, a través de la radio y de cintas de
cassette que conseguía de amigos, descubrí el rockabilly, el rock and roll...
Esto cambió mi vida. Sentí que esa era la música que tenía que escuchar y,
próximamente, hacer.
Al poco tiempo cogí la guitarra española de mi padre y, de
oído, conseguí sacar mi primer tema de los que escuchaba en aquel momento: “La
Bamba”. Ahí empezó todo.
Pues sí, como bien dices, fueron unos años geniales y lo
pasamos muy bien tocando por España y fuera. Si no recuerdo mal, la banda se
separó en 2009, poco después de un festival en Barcelona llamado Psychobilly
Circus, donde Calamitiez tocamos junto a Banana Metalik, Generation Mongoloid y
Difuntos Recientes.
En cuanto a los motivos de la separación, hubo algún asuntillo personal externo a la banda relacionado con nuestro cantante y contrabajista, Davíd. Poco después, yo me fui a vivir a Madrid por temas de trabajo, asociados a la crisis que hubo en aquella época.
Julio,
tú también formaste parte de Los Calambres, grupo tributo a The Cramps con base
en Madrid y con gente de Baby Horror. Cuéntanos cómo surgió esta formación y
cuánto tiempo duró.
Una etapa musical que recuerdo con muchísimo cariño y que fue
fugaz, pero intensa, fue con Los Calambres en Madrid, allá por 2013-2014. Fue
un proyecto que nació de una casualidad muy afortunada, y me permitió conocer a
dos grandes amigos: Jesús y Annie.
La chispa saltó una noche, después de ir al estreno del
documental El Peor Dios de la
legendaria banda Desechables. Como sabes, el sonido punk y garage con ese toque
Cramps está muy presente en ellos. Pues bien, a la salida, conocí a Jesús y
Annie en un bar, y al minuto estábamos hablando de nuestra pasión compartida
por The Cramps y los propios Desechables. En poco tiempo, ya estábamos
ensayando.
El proyecto, aunque duró poco, fue espectacularmente divertido
y apasionante. Nos encantaba tocar juntos y nos complementábamos muy bien,
encontramos el sonido perfecto. De hecho, grabamos una maqueta con cinco o seis
temas que, por desgracia, nunca llegó a ver la luz; a mí personalmente me gusta
mucho.
Solo llegamos a hacer un concierto para una fiesta de Jorge
Rara Avis, compartiendo cartel con The Dark Shadows. Poco después, Jesús tuvo
que enfocarse en sus otros proyectos creo que empezó a trabajar con Fangoria,
Baby Horror, etc. y, aunque fue una lástima, tuvimos que dejarlo. Pero los
recuerdos y la amistad que surgió de Los Calambres son inolvidables.
Por
cierto, también llegaste a tocar en Madrid con Baby Horror ¿Verdad?
Exactamente. Durante mi etapa en Los Calambres, a Baby Horror
les llamaron para tocar en la fiesta del 25º aniversario del sello Subterfuge,
en la sala Siroco de Madrid, junto a La La Love You. Esto fue en octubre de
2014. En ese momento, Baby Horror no contaban con bajista y me lo propusieron.
¿Cuándo
decidisteis formar Graveyard Mutants y de quién fue la idea?
Empezamos a tocar juntos alrededor de 2019. Al principio solo
hacíamos versiones de grupos que nos gustaban y aún no teníamos nombre. Luego
llegó la pandemia y, más tarde, algunos problemas laborales y personales que
nos apartaron un tiempo de los ensayos.
Fue hacia 2022 cuando arrancamos de verdad: volvimos a ensayar
con regularidad y empezamos a componer nuestros propios temas.
Respecto al nombre, barajamos varias ideas, pero fue Davíd
quien dio con el definitivo: Graveyard Mutants.
¿Cuáles
son las principales diferencias entre Calamitiez y Graveyard Mutants?
La principal diferencia entre Calamitiez y Graveyard Mutants
reside en el sonido y estilo.
En la época de Calamitiez, nuestra intención era más enérgica
y directa. Éramos un grupo mucho más influenciado por el psychobilly rápido y
el punkabilly, y usábamos más distorsión, éramos dos guitarras. Musicalmente,
hacíamos lo que nos surgía en el momento, con mucha espontaneidad.
Sin embargo, con Graveyard Mutants hemos refinado y enfocado
mucho más nuestro estilo. Nuestro sonido actual se centra en el neo-rockabilly
y psychobilly más primerizo, al que incorporamos toques modernos. Ahora
utilizamos sonidos mucho más limpios, prestando gran atención a la claridad de
las guitarras y al slap del contrabajo.
Buscamos constantemente ese equilibrio: mantener la limpieza
sonora, sin perder la energía explosiva que define al género, y siempre
respetando esos riffs que tanto hemos escuchado del neo-rockabilly, psychobilly
y rockabilly.
¿Qué os inspira a la hora de componer?
Las bases y el esquema de la mayoría de las canciones los hago
yo. Mi mente está siempre pensando en música: rockabilly, neo rockabilly y
psychobilly. Así que, en cualquier momento del día o de la noche —ya sea
trabajando, de camino, acostado o, como suele decirse, hasta en la ducha— se me
ocurren riffs y arreglos de guitarra que voy recopilando y uniendo.
Cuando ya lo tengo claro, llevo los temas al local de ensayo y
allí los terminamos entre todos: con la melodía de voz de David ajustamos
tonalidades de guitarra y contrabajo y posteriormente Oscar se encarga de
marcar el tempo.
Una vez los temas encaminados, Davíd se encarga de sacarles
las letras.
Nuestras influencias vienen de todo lo relacionado con el
rockabilly, el hillbilly y el country clásico de los años 50, pero siempre
incorporando elementos más actuales. A eso se suma el neo rockabilly de los
años 80, que también tiene un peso importante en nuestro sonido.
En lo extramusical, nos inspira todo el imaginario clásico del
género: la estética retro, el cine de terror de serie B, las historias de
mutantes, carreteras polvorientas, monstruos, y ese toque oscuro pero divertido
que siempre ha acompañado al psychobilly. Todo eso se cuela de una forma u otra
en nuestra música, en las letras y en la imagen de la banda.
Vuestros
temas (propios y versiones) son en inglés ¿No os habéis planteado cantar algún
tema en español?
Sí, tenemos algún tema en español, aunque todavía no lo hemos
incluido en nuestros directos. A veces nos resulta más fácil y directo trabajar
las letras en inglés, porque encajan muy bien con el estilo y la sonoridad del
género.
Aun así, nos gustaría hacer algún tema en español —o incluso
varios— y ver cómo encajan. No descartamos incluirlos en futuros conciertos e
incluso grabarlos para un próximo disco si todo fluye como queremos.
Tenéis
dos EPs hasta la fecha con el sello alemán Crazy Love Records, con quienes ya
habíais grabado con Calamitiez. Debe de haber buenas relaciones con esta
discográfica ¿No? ¿Vuestro próximo trabajo será de nuevo con ellos?
Sí, con Calamitiez grabamos varias discos entre 2006 y 2009,
así que conocemos a Guido y a su sello Crazy Love Records desde hace muchos
años. La relación siempre ha sido muy buena: trabajar con ellos es sencillo,
rápido y todo fluye sin complicaciones.
Sobre nuestro próximo trabajo, ojalá sea también con Crazy
Love Records. En cuanto tengamos algo nuevo grabado, es a Guido a quien se lo
mandamos primero, a ver qué le parece.
Vuestro
repertorio está formado principalmente de composiciones propias. ¿Preferís los
temas propios a las versiones? (hay muchas bandas que en sus directos,
diríamos, abusan de las versiones).
Claro, lo ideal es tener un repertorio en el que la mayor
parte, si no todo, sean temas propios. Al principio, cuando eres una banda
nueva y empiezas a tocar en directo y nadie te conoce, no está mal incluir
alguna versión conocida. Ayuda a que el público conecte contigo, se haga una
idea de tu sonido y de tus gustos, que al final suelen ir muy ligados a tu
estilo.
Pero con el tiempo prefieres centrarte en tus propios temas,
porque es ahí donde realmente puedes mostrar tu personalidad y lo que te
diferencia del resto de bandas.
De momento, en Graveyard Mutants hacemos varias versiones,
pero conforme vamos incorporando nuevos temas propios las vamos retirando del
repertorio.
¿De
qué concierto guardas un especial recuerdo?
Por suerte, en todos los conciertos hemos tenido una gran
acogida de público y una organización excelente; no se han podido portar mejor
con nosotros. Hemos disfrutado especialmente en la sala Atomic R'n'Roll Club de
Barcelona, en festivales como el Psychobilly Meeting de Santa Susanna, el
Psychobilly Kicks Back Spain, el OTTMAPP Festival de Oberhausen, el Bedlam
Breakout…
Pero, si tengo que destacar uno reciente, me quedo con la
fiesta de Halloween en Sevilla, en Ruta 66 por Rockin’ Swarm, donde compartimos
cartel con nuestros amigos Brioles. La acogida de público, la sala, la
organización, el técnico, el DJ… todo fue de diez. Además, por mi parte asistió
mucha familia, así que me sentí literalmente como en casa.
¿Qué proyectos tienen Graveyard Mutants para un futuro próximo?
En este momento estamos centrados en seguir componiendo nuevos
temas. Tenemos varias canciones en marcha y nuestra idea es entrar a grabar en
cuanto tengamos un disco completo. Después, como siempre, nos gustaría
enviárselas primero a Guido de Crazy Love Records para ver si encajan en un
futuro lanzamiento.
Además, queremos seguir moviéndonos por salas y festivales,
tanto en España como fuera. Así que lo próximo es: más canciones, más
conciertos… y ojalá un nuevo disco.
¿Cómo
ves la escena psychobilly a nivel nacional? ¿Qué bandas destacarías de nuestro
país de los últimos tiempos?
A nivel nacional, la escena psychobilly es bastante reducida.
No hay demasiadas bandas del estilo y, además, cada vez resulta más complicado
encontrar salas donde tocar debido a distintos factores externos. A esto se
suma que el público no siempre es muy numeroso, lo que hace que mover la escena
sea aún más difícil.
Aun así, hay grupos que vale la pena mencionar, especialmente
algunos con los que hemos compartido escenario o que conocemos de cerca. Por
ejemplo, Brioles, con quienes hemos tocado más de una vez; King Cat Rhythm; y
mis amigos de Madrid, Ro and The Skullboys, que están haciendo cosas muy
interesantes. Acaba de aparecer una banda nueva llamada Swamp Things a la que
hay que seguir.
¿Y
a nivel internacional?
A nivel internacional, la escena psychobilly está mucho más
viva. En países como Alemania o Reino Unido, a mi parecer, hay una base de
público sólida, más salas especializadas y festivales que llevan años
funcionando muy bien. Eso facilita que las bandas puedan moverse más, girar y
encontrarse con una escena más amplia y activa.
¿Cuál
ha sido (según tus gustos y preferencias) la mejor época para el psychobilly?
Para mí, la mejor época del psychobilly sigue siendo la de los
años 80. Fue un momento muy especial, en el que surgieron las bandas que
definieron el género y marcaron ese sonido característico que tanto me atrae.
Esa mezcla de rockabilly acelerado, actitud punk y estética propia nació allí,
y es la que más me sigue emocionando.
Aun así, después han aparecido grupos muy buenos que han
sabido mantener ese espíritu ochentero, incluso dándole su toque personal.
Desde entonces hasta hoy, han seguido saliendo bandas con un sonido que
mantiene esa esencia antigua, así que aunque mi época favorita sea la de los
80, también disfruto mucho de lo que tenemos después.
¿Qué
bandas destacarías en la fundación y/o consolidación del psychobilly?
Destacaría varias bandas que son absolutamente esenciales. The
Meteors fueron, en mi opinión, quienes realmente arrancaron el psychobilly como
banda y como concepto.
También The Cramps, que aunque no eran psychobilly puro,
mezclaron rockabilly y punk de una manera que influyó muchísimo en todo lo que
vendría después.
A partir de ahí surgieron grupos como Guana Batz, Demented Are
Go, Batmobile, The Ricochets, Restless o The Polecats, entre muchos otros.
Entre todos ayudaron a dar forma y consolidar este estilo.
¿Qué
es para ti lo mejor y lo peor del psychobilly en la actual escena?
Lo mejor del psychobilly es, sin duda, la propia escena: una
familia de organizadores y público fiel que mantiene vivo el género y que nos
permite tocar en festivales tanto en España como fuera.
Lo peor es que para las bandas nuevas sigue siendo difícil
montar un tour. Los costes de viajar y tocar son altos y, a veces, las cuentas
simplemente no salen.
¿Te
animas a decirnos tus diez temas (o discos, lo que prefieras) favoritos de
todos los tiempos?
The Sharks: Phantom
Rockers
Batmobile: Amazons From
Outer Space
Johnny Cash: With His
Hot And Blue Guitar
The Quakes: The Quakes
y Voice Of America
The Meteors: In Heaven
y Wreckin Crew
Brioles: S/T y Voodoo Eyes
The Johnny Burnette And The Rock’n’Roll Trio: S/T
Restless: Why Don’t You
Just Rock
Mad Sin Chills And
Thrills In A Drama Of Mad Sins And Mystery
Torment: Psyclops
Carnival
Guana Batz: Held Down To
Vinyl… At Last!
The Cramps “Stay Sick” y “A Date With Elvis”
Wanda Jackson: Rockin’
With Wanda!
Rock’n’Bordes: Muerte o
Gloria
Muchas
gracias por tu tiempo (y por tu música).
Gracias por la entrevista y por dedicarme tu tiempo. Ha sido
un gusto responder tus preguntas. Aprovecho para felicitar tus proyectos, La
Abadía de Berzano y Les Danses Macabres.
Alfonso & Miguel Romero













No hay comentarios:
Publicar un comentario