Tenía previsto recomendar, de hecho lo estoy haciendo, A
christmas gift for you from Phil Spector (1963), una de las cumbres de la
música pop navideña cuya calidad atemporal permanece inalterable más de sesenta
años después de su publicación. Sin embargo, escuchando hace unos días el muy
reciente The Greatest Gift of All (2025) de Stryper, las avispas del hard rock cristiano se marcaban una
correcta versión del “Joy to the World” y pensé rápidamente en otra
mítica banda de rock norteamericano que se marcó el mismo tema con resultados
superiores. Me refiero a la REO Speedwagon.
Como muchas bandas
y músicos norteamericanos, los de Illinois grabaron un estupendo disco de villancicos
con resultados muy estimables. No todos los grupos aciertan, dependiendo siempre de cómo afronten el
proyecto y de la manera en que desarrollen finalmente el álbum en cuestión.
Basta comparar por poner varios ejemplos los magníficos álbumes que publicaron no
hace demasiado tiempo bandas como Cheap Trick o The Mavericks en contraste a
los más insulsos editados por Goo Goo Dolls o Steve Perry.
Not so Silent Night – Christmas with REO Speedwagon
(2010) cuenta con 16[i]
cortes donde se recorren algunos de los temas tradicionales más conocidos del
cancionero tradicional navideño norteamericano, sin faltar algunas versiones y
un tema original compuesto por la propia banda ("I believe in Santa Claus").
Un disco muy bonito, elaborado con mucho encanto donde el rock se alía con el
blues, el jazz, el soul e incluso el góspel. Un buen ejemplo es la agradecida
versión que realizan de "Silent Night" que bien la podría haber cantado
Joe Cocker.
Desde un punto más
emotivo cabe destacar "The First Noel" que sirve de acertada apertura, "The
white snows of winter" apoyada en la brillante interpretación de Kevin
Cronin, la sentida "Angels we have Heard on High (Gloria)" con unos
estupendos arreglos finales que repiten posteriormente también en "Hark! the
herald angels sings", las imprescindibles notas nostálgicas en este tipo de grabaciones que se
muestran en "I’ll be home for
Christmas" y "Blue Christmas", sin
olvidar "Happy Christmas (War is over)",
el ya mítico tema de John Lennon que se adapta perfectamente al tono elegido
por la banda, ni su paseo más convencional por "Little Boy Drummer".
Por otro lado, dan
una jubilosa y personal vuelta de tuerca al conocido "Sleigh Ridge" que incluso se podría
bailar en ambiente adecuado, como también sucede en la juguetona "Children go
where I send thee" o en "God rest ye, Merry Gentlemen" que mantiene
ritmos similares implementando algunos toques roqueros o la ya citada “Joy
to the World” que anima perfectamente cualquier velada estival que se
precie. No obstante, mi favorita es la vibrante versión que hacen de “Deck
the Halls” donde la herencia rockera de la banda se despliega con todos sus
matices rítmicos.

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