sábado, 30 de noviembre de 2024

Phonocaptors

 


Phonocaptors son una excelente banda instrumental que se funda en el verano del 2011 con la idea de fusionar la música y el cine, haciendo sus composiciones como si fueran una banda sonora. La banda está compuesta por: Antonio Prieto (bajo), Miguel Angel Tejedor (guitarra), Oscar Alonso (teclado y sintetizadores) y Rafael Sabater (batería y percusiones). Estamos ante una formación muy interesante con un gran nivel en sus instrumentistas, composiciones y producciones magníficas que nos os dejarán indiferentes. Su sonido está influenciado por el garage, el surf, la psicodelia y la ciencia ficción. Además de estos sonidos su eclecticismo musical les lleva a gustarles también  bandas como Black Sabbath, Led Zeppelin, The Stooges, etc... Una combinación fabulosa que hace su estilo único. Por cierto, sienten pasión por Tarantino y por las bandas sonoras contenidas en sus films.

En noviembre del 2012 dan su primer concierto y no han parado de actuar en directo por toda la geografía, con gran éxito y acumulando una entusiasta audiencia de seguidores. Señalar que han compartido escenario con bandas como: Sleepmakeswaves, Atavismo, Radar From the Moon, Crol, Deriva, Cuzo, etc

En el 2014 graban y publican su primer álbum “Danse Macabre”, con un resultado espectacular,  que fue editado por Nooirax Producciones y Delia Records. Su segundo y fantástico disco sería “Errata Naturae”, en  la primavera  del 2016,  y además de los sellos antes citados, participan otros como Monasterio de Cultura, La Choza Records y A la Deriva Records. Su tercer trabajo, increíble, sería en el 2023: “Atomich Lunch”, con Nooirax Producciones. Resultaría complicado escoger entre las canciones de gran calidad de Phonocaptos, pero os recomiendo: "Zihuatanejo", "Better Call Saul", "Reefucker", "The Dark Surf Return", "Morphine", "Beware", "Tropicola", etc…  La banda posee un repertorio de lo mejor y no defraudarán ni al más exigente. Tienen ideas clara, muy refrescantes y con esa originalidad en sus composiciones, saben llevar cada canción al punto exacto para que su música sea inmejorable. Este grupo os hará disfrutar de esa música exquisita que realizan y transportaros a mundos que bien hubieran podido ser la banda sonora de cualquier película de sci-fi. Si todavía no conoces al grupo, contacta con ellos en:

www.faceboook.com/Phonocaptors o www.phonocaptors.bandcamp.com

Alfonso Carlos López



Mis tres favoritas de... Goldie Hawn

 

Eduardo Álvarez Cónsul

 "Dólares" ("Dollars", Richard Brooks, 1971).

Esta es una película de robos perfectos muy de la época donde a Goldie Hawn la acompañan Warren Beatty y el alemán Gert Fröbe.

"Gatos salvajes" ("Wildcats", Michael Ritchie, 1986).

 GoldIie Hawn es la nueva entrenadora del equipo de fútbol americano de un instituto superando todo tipo de problemas. En el reparto aparecen unos jovencísimos Wesley Snipes y Woody Harrelson.

"Dos pájaros a tiro" ("Bird on a Wire", John Badham, 1990).

Esta película de comedia de acción es entretenida a pesar del exhibicionismo de Mel Gibson.

Óscar "Woody" Correa

Goldie Hawn evoca comedia, acción, carisma, referente en comedia femenina, es sinónimo también de sofisticación con personajes que mezclan humor, energía y alegría. Sus películas no sólo definieron el cine de comedia de varias décadas, sino que también la consolidaron como un ícono del empoderamiento femenino, rompiendo con muchos de los estereotipos de Hollywood para las “actrices rubias” en una época compleja. Mis tres películas y recuerdos favoritos serían: 

"Dos pájaros a tiro" (“Bird on a Wire”, John Badham, 1990).

Comedia de acción que protagoniza junto a Mel Gibson, cuando éste estaba en la cresta de su popularidad “Arma letal” en Hollywood. La película combina persecuciones, humor y sobre todo mucha química entre los actores, con Goldie Hawn como contrapunto irónico/sarcástico de Gibson al estilo que hacía el propio Mel Gibson en la saga "Arma letal" (otra vez reverenciada) y no siendo la clásica damisela en apuros ni mucho menos. Esta peli es también un ejemplo de libro de las “buddy movies” de finales de los 80 y principios de los 90, pero en este caso con pareja protagonista mixta. Por entrar un poco en su trama, Goldie Hawn interpreta a una abogada sofisticada que se reencuentra accidentalmente con su exnovio (Mel Gibson), quien ha estado en el programa de protección de testigos muy ajetreado. Aunque es una comedia ligera y no de las más aclamadas de Goldie Hawn pero a mí me dejó un magnífico recuerdo de buen entretenimiento, entendido en su amplia expresión.

"La muerte os sienta bien" ("Death Becomes Her", Robert Zemeckis, 1992).

En esta comedia negra, Goldie Hawn interpreta a una escritora vengativa que entra en una guerra de celos con Meryl Streep por conseguir un elixir de inmortalidad… y además con Bruce Willis (relegado a un segundo plano, por un lado por argumento y por otro por el carisma de las dos actrices). De la película y su interpretación podemos destacar el humor ácido, su transformación de víctima tímida a femme fatale vengativa, y también es clave su rivalidad cómica con Meryl Streep, ahí es nada. Me quedo con una escena para la historia, la pelea “a muerte” con Meryl Streep tras descubrir que ambas son inmortales… no le quedaba del todo mal el agujero en el cuerpo a Goldie (por estas escenas justo ganó el Oscar ese año a efectos especiales, y se ha convertido también en un clásico de culto, especialmente en la comunidad LGBTQ+).

"Todos dicen I Love You" (“Everyone Says I Love You”, Woody Allen, 1996).

Comedia romántica musical dirigida por Woody Allen, con un elenco súper coral que incluye, además de Goldie Hawn y el propio Woody Allen, a Julia Roberts, Drew Barrymore (que hace de su hija), Alan Alda o Edward Norton. La película es un homenaje al cine clásico de Hollywood, especialmente a los musicales de los años 30 y 40. Goldie Hawn hace el contrapunto a Woody Allen, y encarna el papel de la matriarca sofisticada (esta palabra sola cuando te pones a describir las películas) de la familia, moderna y de vivencia complicada en la clásica clase alta de Nueva York (con viajes a Venecia y Paris) del universo de Woody Allen. También elegimos una escena que ha quedado para historia, en este caso, la escena del baile “aéreo”, cuando Goldie baila con Woody Allen junto al río Sena en París, en una danza  surrealista con un toque de magia, donde flotan mientras bailan (tres años antes que "Matrix").

Alfonso Romero

Enfocada principalmente a la comedia, donde se le recuerdan sus papeles más relevantes (al menos a nivel comercial), Goldie Hawn tiene una personalidad arrolladora que, aunque parezca muchas veces una mosquita muerta, roba el protagonismo a quien esté con ella en escena. Vamos por tres de sus roles que más me han gustado:

“Loca evasión” (“The Sugarland Express”, Steven Spielberg, 1974).

Una de coches a la carrera de los años setenta, realizada por el primer (y mejor) Spielberg. Una producción tan comercial como bien rodada y acabada, con la Hawn como protagonista principal, que haría un perfecto programa doble con “La indecente Mary y Larry el loco” (1974). De unos años en los que el Sur de los USA (la acción transcurre en Texas) eran aún significado de rebeldía, y la lucha contra la ley y el sistema estaba bien vista... al menos para una buena parte del público.

“Shampoo” (“Shampoo”, Hal Ashby, 1975).

Warren Beatty fue una de las estrellas de la Meca del Cine en los tiempos del Nuevo Hollywood, y tuvo la suerte de estar respaldados por grandes nombres en la dirección y el guion. En “Shampoo” contó con la realización de, nada menos, que Hal Ashby, y en el libreto estuvo el gran Robert Towne. Julie Christie y Goldie Hawn acompañaron en el reparto a Beatty en este éxito comercial y de crítica, que además tuvo su respuesta en la blaxploitation con “Amor y fuego”/”Black Shampoo” (1976), dirigida por Greydon Clark.

“Un mar de líos” (“Overboard”, Garry Marshall, 1987).

La química entre Kurt Russell y Goldie Hawn queda muy bien en pantalla, y Garry Marshall (un director de gran éxito en taquilla, pero de quien el público no recuerda su nombre) supo aprovecharla bien en esta simpática comedia que funcionó estupendamente en los videoclubs.

Miguel Romero

Pareja de Kurt Russell durante muchos años y madre de la también actriz Kate Hudson, esta rubia bajita y de enormes ojos posee una vis cómica que es difícil que no te caiga bien. De su filmografía he optado por elegir tres de sus más tempranas apariciones en la gran pantalla.

“Las mariposas son libres” (“Butterflies Are Free”, Milton Katselas, 1972).

El hijo del veterano actor Edward Albert tenía aquí un buen debut (aunque pronto su carrera quedaría relegada en la serie B, con un montón de títulos antes de su prematura muerte víctima del cáncer) como un chico ciego que pretende independizarse de su posesiva madre (Eileen Eckart) y se enamora de su vecina, una joven un tanto ligera de cascos (Hawn).

Basada en la obra de teatro de Leonard Geishe, quien se encargaría de escribir el guión.

“Loca evasión” (“The Sugarland Express”, Steven Spielberg, 1974).

Uno de los primeros largometrajes de Steven Spielberg. Goldie Hawn la protagoniza como una joven que, empeñada en salvar a su familia, ayuda a su esposo a escapar de la cárcel en esta car chase movie, género muy habitual de los años 70 al que homenajearía Quentin Tarantino en “Deathproof” (2007).

Con el clásico del wéstern (y de John Ford en particular) Ben Johnson, muy activo por aquellos años.

“Flor de cactus” (“Cactus Flower”, Gene Saks, 1969).

Adaptación de otra pieza teatral, en esta ocasión una comedia francesa escrita por Pierre Barillet y Jean-Pierre Grédy.

Primer papel importante de la Hawn, por el que se alzó con un globo de oro y un Oscar.

Junto a ella Walter Matthau, Igrid Bergman y un montón de diálogos de lo más ingeniosos y divertidos, “Yo no trabajo, nena, soy actor”.

Alfonso Carlos López

"La muerte os sienta bien" ("Death Becomes Her", Robert Zemeckis, 1992).

Una  película estadounidense divertidísima de 1992, dirigida por Robert Zemeckis y guión de David Koepp y Martin Donovan, con un gran elenco: Goldie Hawn, Meryl Streep, Isabella Rosselinni, Bruce Willis, etc…. La trama aúna la comedia con lo sobrenatural, en la que Madeline Ashton (Meryl Streep) se interpone entre el reputado cirujano plástico Ernest Menville (Bruce Willis) y su pareja Helen (Goldie Hawn). Madeline se casa con él y se dan toda una serie de circunstancias como la pugna entre las dos mujeres por el citado cirujano, la intervención de una  bruja (Isabella Rossellini) con un exiliar de la eterna juventud pero con efectos terribles, etc.... Helene decide matar a su oponente para reconquistar a Ernest, ambas mujeres acaban muertas y por la poción se convierten en una especie de muertas vivas. Una manera muy novedosa de tratar el tema de la obsesión por la belleza y a la vez  los zombis. La frase final de “recuerdas dónde dejaste las llaves de coche” cuando resbalan por las escaleras de la iglesia, quedando sus cuerpos destrozados y una cabeza acercándose a otra, es hilarante en ese contexto.

“El club de las primeras esposas” (“The First Wives Club”, Hugh Wilson, 1996).

Comedia de USA de 1996 con dirección de Hugh Wilson y guion de Robert Harling basada en una novela de Olivia Goldsmith y protagonizada por Goldie Hawnn, Bette Midler, Diane Keaton, Maggie Smith, Sarah Jessica Parker, Stockard Channing, Victor Garber, etc… Tres mujeres maduras acuden al entierro de una amiga y deciden formar un club para vengarse de sus exmaridos ya que les han abandonado a todas por chicas más jóvenes. Ellas piensan que la mejor manera de hacerlo es darles donde más les duele que es su dinero. Es muy ingeniosa y Goldie Hawn está soberbia. Uno de esos trabajos que entretienen con calidad y te dejan un buen sabor de boca.

"Todos dicen I Love You" (“Everyone Says I Love You”, Woody Allen, 1996).

Comedia musical norteamericana de 1996 que dirige Woody Allen, desarrollándose en Nueva York, Venecia y París con un reparto magnífico: Woody Allen, Goldie Hawn, Natalie Portman, Alan Alda, Drew Barrimore, Tim Roth, etc… Las cuitas de un matrimonio burgués y sus problemas con los hijos que se dan en esas tres ciudades como escenario. Se discute de sexo y hasta de política, teniendo mucha importancia la música, ya que todos los participantes interpretan algún tema. Esta obra es un musical graciosísimo y con gran presencia del jazz, también  hay canciones estadounidenses muy conocidas en la banda sonora. Me encanta  el anciano que su fantasma se levanta en su funeral para cantar, los niños disfrazados de bananas, cuando al final los actores salen todos con bigotes a los Groucho Marx y el baile final que emula a “Sinfonía en París" de Gene Kelly. Realmente es una película para disfrutar con grandiosas actuaciones.

Joanna

Tengo debilidad por las actrices de comedia, y Goldie Hawn fue siempre una de las favoritas en casa durante muchos años, en aquellos tiempos de ir en familia a alquilar cintas al videoclub. Me gustan muchas de sus películas, en ocasiones por su simple presencia, y por decir tres voy con las siguientes:

“El club de las primeras esposas” (“The First Wives Club”, Hugh Wilson, 1996).

Tres mujeres deciden vengarse de sus maridos, quienes las abandonaron por chicas más jóvenes. Una comedia que brilla principalmente por lo bien que lo hacen sus tres protagonistas, Goldie Hawn, Bette Midler y Diane Keaton. Un trío de personalidades bien distintas y marcadas que se unen por un bien común.

“La muerte os sienta tan bien” (“Death Becomes Her”, Robert Zemeckis, 1992).

La juventud y la belleza, las apariencias al fin y al cabo, por encima de cualquier atisbo moral. Algo así como “El retrato de Dorian Gray” versión Robert Zemeckis y enfocado en la alta sociedad estadounidense. Con unos estupendos efectos especiales en su época (eran los años de “Desafío total” o “Terminator 2”) para apoyar una historia llena de vitriolo con una pareja genial de arpías enfrentadas (Goldie Hawn y Meryl Streep bordando sus papeles), y contando con el apoyo de un Bruce Willis que siempre estuvo superlativo en la comedia. Con David Koepp en el libreto.

“Amigas a la fuerza” (“The Banger Sisters”, Bob Dolman, 2002).

Comedia al servicio de su pareja protagonista, Susan Sarandon y Goldie Hawn. La primera, pese a que han pasado los años, y las décadas, sigue siendo la misma que era de joven, una groupie ansiosa de juerga, y la segunda ha “madurado” y ahora es una madre familia, esposa de un tipo adinerado y acostumbrada a los lujos. Una comedia amable sobre la amistad que, no obstante, deja ver que entrado el siglo XXI el rock parecía, lamentablemente, cosa del pasado... y de puretas.

Malina Murnau

"La recluta Benjamín" ("Private Benjamin", Howard Zieff, 1980).

Creo que fue la primera vez que vi a esa rubia con poca chicha en una película. Yme hizo reír. Es un peloton chiflado pero para mujeres. Comedia divertida y simplona. Pero ella lo hace genial.

“La muerte os sienta tan bien” (“Death Becomes Her”, Robert Zemeckis, 1992).

Me encanta esta película. Goldie Hawn y Meryl Streep  están tremendas.

"Dos pájaros a tiro" (“Bird on a Wire”, John Badham, 1990).

Mel Gibson parece que esta en otra de "Arma letal", pero esta vez con la rubia. Una película de acción y comedia que casa muy bien. Para pasar un rato divertido.

Pepe Torres

La chica dorada, epítome de las cómicas de los setenta y ochenta tras saber dar el salto desde la televisión, Goldie Jeanne Hawn no solo ganó un Oscar con su primer papel relevante para la gran pantalla, sino que se convirtió en una de las grandes estrellas de su generación gracias a su personalidad burbujeante, su irrefrenable vis cómica y, conviene no olvidarlo, su talento para las interpretaciones en la fina línea entre el drama y la farsa. Mis tres películas favoritas de su filmografía son ejemplares de su versatilidad más allá de su imagen (cuidada, trabajada, intencionada) de rubia tontita o patosa.

“Loca evasión” (“The Sugarland Express”, Steven Spielberg, 1974).

El primer largometraje cinematográfico de Spielberg permite a Goldie hacer gran uso de su amplitud de registro, pasando de la comedia física a la ternura y el desgarro con excelente desempeño, consiguiendo que la sonrisa se congele en nuestro rostro.

“Shampoo” (“Shampoo”, Hal Ashby, 1975).

A las órdenes de uno de los directores más infravalorados de la Historia del cine estadounidense (y un montador soberbio), Hawn encarna a una de las varias amantes, actriz para más señas, del peluquero mujeriego y sale indemne de los enfrentamientos verbales de un reparto especialmente brillante.

“La recluta Benjamin” (“Private Benjamin”, Howard Zieff, 1980).

Un papel creado ya a su medida, Judy Benjamin es, quizá, el culmen de la carrera de Goldie. Su personalidad y su propensión a los líos como comedianta, elementos que ya se apuntaban en “Juego peligroso” y se consolidarán a lo largo de la década.

Carlos Enríquez

Antes, de nada, debo decir que nunca podré ser objetivo al hablar de Goldie Hawn. Me parece encantadora, entrañable y divertida. Supongo que tendrá algunos defectos, como cualquier persona, pero yo no se los he visto, así que para mí es simplemente maravillosa. Además, sus películas me traen recuerdos de una época distinta, más «sanota», de tardes en familia, reunidos todos alrededor de la película del domingo, sin tantas redes sociales ni polarización ni odio. Eran aquellos años de juventud en los que, de alguna manera, todos los días parecían buenos.

Vamos con LAS TRES: 

"Todos dicen I Love You" (“Everyone Says I Love You”, Woody Allen, 1996).

Una peli estupenda de uno de mis directores/autores favoritos. Como añadido, es una rareza: ¡un musical de Woody Allen! Goldie Hawn no es la protagonista absoluta, pero cada vez que aparece lo borda. La cinta cuenta la historia de una familia neoyorquina un poco excéntrica que vive romances y dramas cruzados; y lo atractivo del asunto es que todos cantan y bailan, aunque no sean profesionales en tales menesteres, lo que otorga al conjunto mucha frescura. Hawn protagoniza un momento muy bonito junto al gran Woody Allen bailando ambos a orillas del Sena, ella flotando como si fuera de vapor de agua. Se me antoja una peli ideal para los que disfrutan de historias tiernas con aderezo cómico-nostálgico, y ver a Goldie Hawn actuando en la cinta dibuja en tu rostro una sonrisa de oreja a oreja. Por cierto, centro este comentario en Goldie Hawn por razones obvias, pero el reparto de la peli es irrepetible: el propio Woody Allen, Natalie Portman, Julia Roberts, Alan Alda, Drew Barrymore, Edward Norton, Tim Roth, Billy Crudup…

"Forasteros en Nueva York" ("The Out-of-Towners", Sam Weisman, 1999). 

Forasteros en NY es una comedia ligera, de esas que te hacen reír y soltar: «¡madre mía, qué desastre!». Goldie Hawn y Steve Martin son una pareja de lo más adorable, aunque su vida no va del todo bien, por lo se embarcan en un viaje a Nueva York para «reavivar» la magia. Lo gracioso es que todo les sale mal: pierden el equipaje, no tienen dónde dormir… lo que les aboca a terminar metidos en un montón de situaciones absurdas. Hawn vuelve a demostrar esa chispa única que hace que hasta el caos sea divertido. Lo cierto es que esta peli no es una obra maestra —ni falta que le hace—, entre otras cosas porque pienso que fue escrita y dirigida con intenciones distintas, pero creo que cumple su propósito a la perfección. Así que, si te apetece pasar un rato entretenido viendo cómo todo puede salirle mal a la parejita Martin/Hawn mientras te descojonas de risa, esta peli es perfecta.

“La recluta Benjamin” (“Private Benjamin”, Howard Zieff, 1980).

Película icónica de la actriz Goldie Hawn, que encarna a un personaje tierno y desternillante. Resultó ser un taquillazo ochentero, amén de obtener nominaciones a grandes premios (interpretación, guion…), aunque luego no sé si se llevó alguno. Hawn da vida a Judy Benjamin, una mujer de clase alta que, tras quedar viuda el día de su boda, se alista en el ejército pensando que aquello sería coser y cantar. Obviamente no tiene ni idea de lo que le espera. Lo mejor de la función es Goldie Hawn, con ese encanto natural mezcla de inocencia y determinación, incluso cuando mete la pata o se queja por cosas absurdas. Es la típica peli de persona mimada y superficial que sufre una catarsis, lo que propicia su crecimiento interior y que empiece a encontrar su lugar en el mundo, un tema atractivo que se ha venido reflejando en la historia del séptimo arte desde "Capitanes Intrépidos" ("Captains Courageous", Victor Fleming, 1937), y que la propia Goldie Hawn ha encarnado en otras películas.


David Cortabarria

Tres papeles de Goldie Hawn, una actriz que por desgracia no se ha prodigado demasiado en cine, pero que ha dejado huella. Estas tres propuestas serían para mi las ideales para un domingo invernal por la tarde (con lunes festivo), con mantita y picoteo selecto. 

"Loca evasión" ("The Sugarland Express", Steven Spielberg, 1974).

Goldie Hawn como Lou Jean

Primera película estrenada para cines de Spielberg (antes de ésta  había rodado 3 películas para televisión, de las cuales la primera de ellas, "El diablo sobre ruedas", dio el salto al cine), un por aquel entonces joven y prometedor realizador. Una obra de lo más reivindicable, tan olvidada como entretenida, donde Goldie Hawn se luce de manera deslumbrante, vehiculando (nunca mejor dicho) una road movie alimentada por su sed de justicia, aunque ello le obligue a desafíar la ley. El visionado de "Loca evasión" es siempre placentero, es un film que ha envejecido muy bien, que nos muestra un mundo olvidado y cuyas persecuciones son una delicia. Muy recomendable joyita. 

"Dos pájaros a tiro" ("Bird on a Wire", John Badham, 1990).

Goldie Hawn como Marianne Graves

Seguimos con más cine entretenido, ideal para momentos en los que el espectador quiere dejarse llevar por una película bien hecha, algo que Badham conoce de sobra. De premisa similar al "Mentiras arriesgadas" de James Cameron, una película de acción con un Mel Gibson aún muy impregnado de su papel como Martin Riggs en "Arma letal" (a ratos es como si "Dos pájaros a tiro" funcionara como un spin-off de la saga de Richard Donner), y que tiene una sensacional química con Goldie Hawn, muy bien escogida para su papel. Acción sin complicaciones, sin moraleja ejemplarizante, solo ganas de contar una historia entretenida y que te deja buen sabor de boca. Algo que se agradece mucho ante la actual deriva de cine que tiene que tener, sí o sí, un mensaje que induzca a reflexión y debate. Nunca tiene que faltar ese tipo de películas, claro, pero hay tantas así que resultan, simple y llanamente, extenuantes.

"La muerte os sienta tan bien" ("Death Becomes Her", Robert Zemeckis, 1992).

Goldie Hawn como Helen Sharp

De las tres películas escogidas ésta es la que más me gusta de manera superlativa. Señores, vaya trío de actrices: Goldie Hawn, Meryl Streep e Isabella Rossellini. Y un Bruce Willis ideal. Y Zemeckis. Con esas cartas no se puede jugar mal. Y qué película tan maravillosa, tan llena de mala baba… El duelo interpretativo entre Streep y Hawn es alucinante: dos amigas que se quieren/se odian/se aprecian/se detestan, unidas en el infortunio de querer ser más jóvenes, tratando de desafiar el paso del tiempo… Una joya del cine fantástico que lanza un delicioso misil de muy justificada mala leche contra las personas que se entrampan en una espiral maldita de cirugías estéticas. Un tratado de lo miserable que es el ser humano en su egoísmo sin límites. Y todo bañado de humor, retranca, y un estilazo único. De lo mejor de Zemeckis. Muy recomendable.

Susana Annasus

Es actriz de cine y televisión, cantante y productora. Ha sido ganadora del Oscar a la mejor actriz de reparto y nominada ocho veces a los Golden Globe. De ella es que me encanta su sonrisa y sobre todo que logra hacer reir. De ella es que tengo muchas películas que me han gustado, no ha sido protagonista en algunas, pero son películas que me gustan ver y pasar un buen rato riéndome. Y desde mi humilde opinión, creo que podrían haber sacado más potencial de ella. Porque podría realizar papeles más serios e incluso verla de malvada. Pero supongo que su gran sonrisa y sus grandes ojos, aparte de la personalidad que logra mostrar que es una mujer tal cual, que lleva en la sangre la comedia y actuar.

Hubo un momento que me encantó cuando en “Todos dicen I love you” de 1996, dirigida por Woody Allen, cómo la hace bailar, cantar, y volar Woody Allen, junto a él. Con su dulce voz canta: “Im through with love”. Ese momento al lado del Sena, el viento, su pelo y su voz. Como mira a Woody, como baila ella, pura magia. Ese momento para mí es mágico, una añoranza a aquellas películas clásicas, al recuerdo de Marilyn Monroe cuando con su sensualidad nos cantaba en “Con faldas y a lo loco”. Me encantó ver a Goldie Hawn en esa escena. En esta película trabaja con muchas actrices y actores reconocidos, fue nominada a mejor película de comedia músical en los Golden Globes. Esta película está ubicada en varias ciudades: París, Venecia y Nueva York. Hay guiños a muchos canciones muy míticas y escenas también como momento bigote a lo Groucho Marx.

Disfruto muchísimo con la pelicula “Un mar de líos” que hace junto a su pareja Kurt Rusell, es de 1987. Dirigida Por Garry Marshall y un detalle es que está inspirada esta película en una película anterior de 1974, "Swept Away". Es de esas películas que pasen los años que pasen, siempre me rio muchísimo viendo las escenas. Y como evolucionan ambos personajes y dos personas que jamás podrían coincidir, llegan a coincidir.

También me encanta “Death becomes her”, de 1992, aquí en España titulada “La muerte os sienta bien”, dirigida por Robert Zemeckis. La verdad que esta película también la disfruto muchísimo, sobre todo por ese humor negro, y por cómo se refleja hasta donde llegan los pecados capitales: la envidia, la gula, la soberbia, la avaricia, la ira y la pereza. Reflejando todos esos “pecados” en una película y con comedia. Y me encanta ver a los tres actores principales, que están maravillosos Goldie Hawn, Meryl Streep y Bruce Willis, después actores secundarios como Isabella Rossellini, Sydney Pollack. Esta película obtuvo premio y nominaciones: Oscars a mejores efectos visuales, Meryl Streep nominada al Globo de Oro como mejor actriz de comedia y a Pollack nominado a mejor actor secundario por la Asociación de críticos de Los Ángeles.

Fernando Rodríguez Tapia

No puedo decir que Goldie Hawn sea una actriz de mi predilección. De hecho, al examinar su filmografía encuentro títulos que he visto y que mi memoria ha olvidado prudentemente. 

Sin embargo cuentan al menos con dos películas que me gustan mucho y son las que he escogido para formar en esta ocasión un programa doble.

"Loca evasión" ("The Sugarland Express", Steven Spielberg, 1974).

Una de las películas que más aprecio en la trayectoria de su director, cuyo fracaso comercial le hizo virar a un tipo de obras que cambiaron la historia del cine. Siempre me he preguntado que habría pasado si esta película hubiese funcionado bien en taquilla y hacia donde habría ido la filmografía de Spielberg (especulaciones personales, claro). No obstante, "Loca evasión" (1974) recoge algunos temas y personajes muy habituales en el cine de su época (con cierta base real) con el tratamiento personal de su realizador (algo blando como es habitual) que aporta una variante apreciable en las habituales aventuras de parejas a la fuga aquí con un objetivo. Tanto Goldie Hawn como William Atherton están francamente bien en sus roles, pero la presencia del memorable Ben Johnson nubla con su grandeza al resto del reparto. Un título muy reivindicable que obtuvo el premio al mejor guión en el festival de Cannes y que siempre he preferido a otras obras más relevantes de su autor.

"Todos dicen I love you" ("Everyone Says I Love You", Woody Allen, 1996).

Saltamos un par de décadas para encontrarnos con esta encantadora comedia musical realizada en un periodo pletórico en el cine de Woody Allen. De nuevo, un estudio de relaciones familiares con un conjunto de personajes delirantes que se cruzan, se enfrentan, se enamoran, viajan, cantan e incluso bailan con un tono ligero a la vez embriagador que acaba seduciendo en sus grandes momentos y contagiando con los chispeantes diálogos del autor neoyorquino. Una obra que sin ser magistral muestra gran sabiduría cinematográfica en todo su metraje. Un excelente reparto en el que destaca el siempre jovial Alan Alda y con una Goldien Hawn en un papel escrito a su medida. 

Del resto de su filmografía mencionar sus trabajos a las órdenes de directores tan relevantes como Richard Brooks, Hal Ashby, Jonathan Demme, Norman Jewison o Herbert Ross entre otros que habrá que revisar en algún momento.



miércoles, 27 de noviembre de 2024

Dwight Yoakan “Brighter Days” CD (Via Entertainment, 2024).


 El pasado 15 de noviembre se ponía a la venta Brighter Days, el nuevo álbum tras nueve años sin editar nada del multipremiado [1] cantante de country Dwight Yoakan, que hace el número 16 en su ya larga trayectoria, desde que en 1984 debutara con aquel Guitars, Cadillacs de la mano de Reprise Records, reivindicando en plenos años ochenta el sonido Bakerfield, un estilo de música country desarrollado a mediados de los cincuenta y popularizado por Buck Owens [2].

Disponible en CD y doble vinilo, este Brighter Days que nos brinda el señor Yoakan ha sido escrito y grabado durante tres años. Catorce canciones entre las que encontramos versiones tan dispares como el “Bound Away” de Cake, banda de pop alternativo de los noventa, y el “Keep on the Sunny Side” de unos de los grandes pioneros de la música country-folk americana como fueron la Carter Family.

El álbum abre con “Wide Open Heart”, una canción de carretera repleta de referencias a los coches y donde el cantante da lo mejor de sí. También hay guiños a la cultura del motor en el corte que se ha escogido como primer single: “I Don’t Know How to Say Good-Bye (Bang Bang boom Boom)”, cantado a dúo con Post Malone, auto declarado gran fan de Yoakan y con quien ya había previamente colaborado otras veces en directos y en algún programa de televisión [3]; un tema que recuerda a los primeros discos de la estrella del country y en cuyo videoclip han contado con la participación de la actriz Malen Akerman. También destacan la balada “Hand Me Down Heart”, el tema que da título al álbum, “Brighter Days”, donde puede escucharse a su hijo Dalton, y la canción de aires rockabilly “Keep on the Sunny Side”.

Dwight Yoakan se ha encargado de escribir las canciones, contando con la colaboración de Jeffrey Steele, Bob DiPiero, Shane Minor, o Bryan Joyce. También el propio Yoakan se ha ocupado de la producción, mientras que las mezclas han corrido a cargo de Chris Lord y Marc DeSisto, quien también ha ejercido de ingeniero en el disco, mientras que Stephen Marcussen se ha ocupado de masterizarlo.

En estos últimos años Yoakan se ha casado y ha tenido un niño (en 2020, a los 63 años, fue padre por primera vez). Será por eso que además de tomarse su carrera en la música de forma más relajada, también ha tenido abandonada su faceta como actor. La última vez que lo vimos frente a las cámaras fue en Cry Macho (Cry Macho, 2021), película dirigida y protagonizada por Clint Eastwood [4].

Alfonso & Miguel Romero.

[1] Entre otros galardones cuenta con dos Grammy en su haber y el pasado septiembre le concedieron un Lifetime Achievement Award de la mano de la American Music Asociation.

[2] Owens cantaría con Yoakan en este primer disco uno de los mejores cortes del mismo, “Streets of Bakersfield”.

[3] Para poder contar con él se tuvo que parar la grabación durante seis meses.

[4] La aparición de músicos de country (en muchas ocasiones haciendo de sí mismos) ha sido una constante en el cine de Clint Eastwood. Véase a Charlie Rich en Duro de pelar (Every Wich Way But Loose, James Fargo, 1978), Merle Haggard en Bronco Billy (Bronco Billy, Clint Eastwood, 1980), o a Marty Robbins, Shelly West, David Frizzell, Ray Price y Paul Wagoner en El aventurero de medianoche (Honkytonk Man, Clint Eastwood, 1982), cinta en la que el propio Eastwood interpreta a un cantante de country, alcohólico y enfermo de leucemia, durante los años de la Gran Depresión.



sábado, 23 de noviembre de 2024

Johnny Legend: rockabilly y serie B


 Tarde o temprano teníamos que hablar en Les Danses Macabres del gran Johnny Legend, ya que aúna en sí mismo muchas de las temáticas que nos gustan en este blog.

Nacido en la soleada California cuando iba a acabar la década de los cuarenta, Martin Margoulis (que ése es su verdadero nombre) empezaría a registrar discos de rockabilly por 1979 en el seno del sello Rollin’ Rock. Disquera fundada por Ronny Weiser y donde grabarían otros artistas y grupos contemporáneos mucho más conocidos por los aficionados al género, caso de los Blasters o Ravenna & the Magnetics, además de veteranos de los dorados años cincuenta, como Charlie Feathers, Ray Campi, Tony Conn o Mac Curtis, quienes vieron sus respectivas carreras reflorecer en los setenta. Dicha compañía editó un Best of con material registrado por Legend (entre cuyas fotos impresas había una retratando a nuestro protagonista junto a Santo, el Enmascarado de Plata, el legendario luchador mexicano). Años después Part Records relanzaría todas sus grabaciones para el sello de Weiser, disponibles en formato vinilo, en dos LPs, y en digital en un solo CD. Posteriormente, el bueno de Legend seguiría grabando para otras discográficas tan recomendables como Hightone, Rhino, Dionysus, o Bluelight. No mucho material, sinceramente, para tantos años en activo, pero es que este excéntrico y prolífico señor no ha parado, dedicándose no sólo a la música, sino liado siempre en muchas otras actividades diferentes.

En 1977 estuvo involucrado en la realización de la película Young, Hot’n Nasty  Teenage Cruisers, una suerte de parodia de American Graffiti (American Graffiti, George Lucas, 1973) en clave de comedia porno y en la que encontrábamos a músicos de rockabilly, como Tony Conn o Jerry Sikorski (dos de sus compañeros en Rollin’ Rock), compartiendo créditos con profesionales del triple X de la fama de Serena o John Holmes. En 1982, tras ver con Linda Lautier, la que sería su esposa, Mi cena con André (My Dinner with Andre, Louis Malle, 1981), se le ocurrió a la pareja realizar una parodia de dicho film, que ambos se encargaron de escribir y producir y que, junto a Mark Shepard también dirigirían. Su título: My Breakfast with Blassie, protagonizada por el manager de lucha libre Freddie Blassie y el cómico Andy Kaufman [1]. Legend había empezado a hacer pequeñas apariciones en el cine a finales de los sesenta, y durante unos años se le pudo ver con cierta regularidad en una serie de películas, principalmente de terror y serie B, algunas bastante conocidas por el espectador como La novia de Re-Animator (Bride of Re-Animator, Brian Yuzna, 1990), Severed Ties [tv/vd: Plasma mortal, Damon Santostefano, 1992], producida por la revista Fangoria, Children of the Corn III: Urban Legend [tv/vd: Los chicos del maíz 3. Cosecha urbana, James D.R. Hickox, 1995], o 2001 Maniacs [tv/dvd: 2001 Maniacos, Tim Sullivan, 2005]. La última citada una tardía secuela/homenaje de Two Thousand Maniacs! [tv/vd/dvd: 2000 maníacos, Herschell Gordon Lewis, 1964], cuyo tema principal, “The South’s Gonna Rise Again” había versionado Legend en la cara B de su single "House of Frankenstein", publicado en 1990 por el sello Sympathy for the Record Industry. Nuestro protagonista también ha ejercido de anfitrión, presentado muchas recopilaciones de trailers de títulos de serie B, tanto de viejos clásicos de los años 50 como de producciones más actuales. Además de que, como buen conocedor/historiador del cine de bajo presupuesto (y de toda la cultura trash), colaboró en los tiempos pre-Internet con fanzines tan interesantes y esclarecedores como Shock Cinema redactando artículos y haciendo entrevistas. Fue él quien descubrió que Stephen C. Apostolof no era un seudónimo de Ed Wood [2].

En 1994 publicaría su autobiografía en vídeo titulada apropiadamente I Am Legend, incluyendo escenas de sus conciertos, apariciones en televisión y las declaraciones de un puñado de amigos y colaboradores como Zacherley (reivindicado también por The Cramps), Timothy Carey, Legendary Stardust Cowboy [3], Mary Woronov, o Pia Zadora entre otros.

Fan igualmente de la lucha libre, en 1995 Johnny fundó junto al promotor August Ragone la empresa independiente Incredibly Strange Wrestling (ISW), que funcionaría hasta los primeros años del presente siglo [4]. Con base en San Francisco, su espectáculo combinaba lucha libre (contando con profesionales de la escena de California y México) con actuaciones de bandas de punk-rock, garage, rockabilly, psychobilly y trash metal. Aura Angeli-Morse entró en el negocio para encargarse de las labores comerciales, pudiendo de este modo Legend y Ragone ocuparse más libremente de las funciones creativas. Aura acabó expulsando a nuestro hombre, quien por su parte montaría su propia versión de Incredibly Strange Wrestling, ahora con sede en Los Ángeles, participando en muchos eventos con bandas importantes de la escena punk y rockabilly.

Un tipo excéntrico, con una imagen muy característica de larga barba y frondosos cabellos que lo hacen fácilmente reconocible, pese a muchas veces ocultarse tras unas grandes gafas de sol. Desde luego puede alardear de un currículum como el que pocos poseen.

 Alfonso & Miguel Romero

[1] El famoso y polémico Kaufman fue buen amigo de Legend. De hecho, a éste le podemos ver en un cameo en el biopic del cómico, Man on the Moon (Man on the Moon, Milos Forman, 1997).

[2] Apostolof, realizador originario de Bulgaria y centrado durante los sesenta y setenta en el cine de explotación, contaría con libretos del denominado “peor director de la Historia” en numerosas ocasiones. La falta de información llevó a pensar a los medios que aquel “A.C. Stephen” (como firmaba sus trabajos) no era sino un (otro) seudónimo de Ed Wood, ya que éste firmó en múltiples ocasiones con un variado ramillete de sobrenombres.

[3] Norman Carl Odan, conocido profesionalmente como Legendary Stardust Cowboy, oriundo de Lubbock, Texas, al igual que Buddy Holly, comenzó su carrera en la música a finales de los sesenta. Y análogamente a Johnny Legend, posee una personalidad única, bizarra y marciana. No os perdáis las declaraciones que sobre él hace Kid Congo Powers en su biografía Ese vicio delicioso. Memorias (Some New Kind  of Kick: A Memoir, Chris Campion, 2022).

[4] Pidieron permiso para esa terminología al director de cine psicotrónico (y porno) Ray Dennis Steckler, responsable de la cult movie The Incredibly Strange Creatures Who Stopped Living and Became Mixed-Up Zombies!!? [tv: Extrañas criaturas, 1964], quien les dio su bendición.





Mis tres favoritas de... AL Pacino


 David Cortabarria

Alfredo “Al” James Pacino (1940.04.25)

Agradezco mucho a Les Danses Macabres que la ecléctica selección con la que homenajea, semana a semana, a directores, actores y escritores apele a los gustos de cada uno de los colaboradores. El único compromiso de exactitud y certeza estriba con lo que entronca con lo más pasional del personaje. “Mejor” o “peor” pasan a ser palabras secundarias, o directamente irrelevantes. Ello, unido a la total libertad de los textos que se publican intactos, confiere a esta sección un carácter único y muy apetecible. 

Y en el caso de Pacino eso se agradece sobremanera porque en modo alguno quiero establecer en qué papeles está mejor o peor basado en una arbitrariedad viciada por su propia naturaleza. Estas son las tres películas que vinculo al instante cuando me preguntan por Al Pacino. 

"El precio del poder" ("Scarface", Brian De Palma, 1983).

Al Pacino como Tony Montana

Peliculón superlativo de un De Palma que me da igual que sea tachado de excesivo. Se fija en la muy violenta película original que Howard Hawks y Richard Rosson rodaron en 1932, y simplemente extrapola esa violencia a medio siglo al futuro. Paul Muni lo hizo genial como Tony, pero Al Pacino proyecta su actuación como Tony Montana al puro Olimpo. No puedo imaginarme a otro actor que no sea él encarnando a un ambicioso cubano con un código de honor muy particular que de la misma forma le hace subir como la espuma supondrá su condena. 

Una de las películas que más y mejor convencen al espectador de que el doblaje es un desastre que malogra una película (los diferentes acentos que se escuchan en la película quedan masacrados por un doblaje voluntarioso pero sin vida), y un director con un gran plantel actoral que aprovecha de lujo, sirviéndose de unos planos icónicos. Algunos muy gráficos, otros muy épicos, subrayados por la potente banda sonora de Giorgio Moroder. Un film excesivo, alucinado, alucinante, que hace que no puedas apartar la mirada durante sus casi tres horas. Una caída a los infiernos que se desencadena por un acto muy noble pero que resulta ser desafortunadísimo, rodada con una intensidad donde Al Pacino sublima su papel protagonista a cotas gigantescas. Amistad, obsesión, caos, corrupción… todo es demasiado inmanejable, todo se desmadeja sin remedio, pero De Palma tiene en Pacino un maravilloso filón donde rueda una historia muy bien narrada y cerrada. Imprescindible. 

"Esencia de mujer" ("Scent of a Woman", Martin Brest, 1992).

Al Pacino como el Teniente Coronel Frank Slade

Me maravilla desde que la vi en su estreno hace 32 años (tempvs fvgit) en los injustamente desaparecidos cines Astoria de San Sebastián (ciudad que, como tantas otras, ha cerrado demasiados cines). Suelo visionar "Esencia de mujer" una vez al año, el artefacto no cambia, el espectador sí. Y aunque siempre me encanta lo bien que lo hace Al Pacino, las subtramas que rodean las peripecias que vive Charlie Simms (Chris O’Donnell) a su lado han ido cobrando cada vez mayor interés, hasta conformar un todo que hace que destaque sobremanera las virtudes de esta película. 

Precioso tratado sobre las relaciones humanas, sobre lo que es la amistad, el interés que muestran algunos individuos en ti pero solo para obtener un beneficio directo, la enorme belleza perfecta de un encuentro fugaz del todo sincrónico (y sin sexo de por medio, gracias, porque me cansa cómo se sexualiza todo porque patatas)… la película es mucho, mucho más que la historia de un noble chaval que cuida a un teniente coronel ciego y enfadado contra el mundo y consigo mismo. Esa historia funciona desde el primer visionado, por supuesto, pero es que hay mucho más. 

Pacino desvela su filosofía de vida en una extraña mezcla a medio camino entre el estoicismo espartano y una genuina visión de bon vivant, unido a un en ocasiones muy lacerante pragmatismo. El que es cuidado pasa a ser cuidador, en un muy interesante intercambio de papeles, y donde además las subtramas tienen una entidad propia, no están ahí para rellenar nada, sino para ampliar el formato 4:3 de la trama esencial al 16:9 de la trama completa, donde todo está deliciosamente entrelazado, hasta abocar a la fantástica escena final, la cual no me canso nunca de visionar una y otra vez. 

Y la escena que da título a la película. Con una perfecta Gabrielle Anwar y un tango que Pacino consigue que te creas que lo sabe bailar a ciegas, ilustrando una de las conexiones que en ocasiones la vida te brinda por la vía de la pura serendipia. Una escena bellísima, impecablemente filmada. 

"Heat" ("Heat", Michael Mann, 1995).

Al Pacino como Vincent Hanna

Alguno habrá que piense que Mann es un director irregular, pero de lo que no cabe duda alguna es que sabe colocar la cámara como pocos. Heat muestra un poderío visual fuera de serie (la escena del atraco, con su fastuoso plano secuencia, es para enmarcar), ofreciendo un ecosistema donde Al Pacino juega al gato y al ratón persiguiendo (pero también observando y respetando) a Neil McCauley (Robert De Niro), en una película policíaca que no sigue los tropos habituales. Aquí la ambigüedad es total, cada una de las partes tiene asumido lo que es, sabe cuál es su naturaleza. Podrían cambiar, pero no es algo que vaya con ellos. O es demasiado tarde, o simplemente no lo desean. Y Mann te narra esa paradoja con una sencillez dotada de una fuerza arrolladora, con una colección de planos que aprovecha los negros y contrastes de manera sensacional, sacando lo mejor a Pacino y De Niro, dos actores que se imbricaron en la historia de manera orgánica y del todo fluida. 

Los planos del final son abrumadores, uno los visiona arrebolado, fascinado ante la experiencia que ha vivido. El shock perdura en los títulos de crédito, donde suena un muy bien escogido tema de Moby, “God moving over the face of the waters”, que no hace más que redondear la inmensa belleza de un artefacto que cuesta procesar, pero que atrapa sin remedio al espectador, felizmente abrumado del todo.

Malina Murnau

"A la caza" ("Cruising",William Friedkin, 1980). 

Mi favorita de Al Pacino, adoro este film de Friedkin con permiso de "El exorcista" (1973). Una de esas películas que te dejan marcada de por vida. Una genialidad de obra.

"Tarde de perros" ("Dog Day Afternoon", Sidney Lumet, 1975).

Otra puñetera maravilla de película. Una historia de perdedores que al visionarla te deja con un mal sabor de boca y una mala hostia que lo flipas. Como la vida misma. Cuando naces con mala estrella ya se sabe: al final estrellado te quedas.

"Pactar con el diablo" ("The Devil's Advocate", Taylor Hackford, 1997). 

Con Keannu Reeves, Charlize Theron y un imponente Al Pacino interpretando aquí  al mismo diablo y cómo lo hace, con Gabriel Byrne de los mejores actores que han interpretado al mismo demonio. Película que no puedes dejar de ver. Impresionante.

Dejo atrás muchas de este gran actor, pero como hay que elegir tres... Pues ahí las dejo.

Susana Annasus

Para mí enigmático, de mirada atrayente. Uno de los mejores actores, también director, guionista y productor. Comenzó haciendo teatro y se le nota, es actor de método, y pienso que ambicioso y eso le hizo comerse la cámara, además consiguió tener una imagen potente. Consigue a veces sacar su rabia, consigue en otras ser seductor, transmite que podrías confiar en él. Otra veces piensas que quién sino él podría hacer de un líder demoniaco.

De su filmografía resaltaría, “Tarde de perros” de 1975, dirigida por Sydney Lumet. Está basada en el artículo de la revista Life: “The boys in the bank”. El guión fue escrito por Frank Pierson, y relata el robo y toma de rehenes por John Wojtowicz y Salvatore Naturile en Brooklyn en 1972. Un atraco que debía durar 10 min y sin embargo duró 14 horas. Los ojos en Al Pacino en esta pelicula expresan todo el horror y terror que siente, va pasando por distintas emociones. Y como le lleva a aquella situación. Una angustia que va subiendo a cada momento y que él consigue trasmitirlo, un climax en la película que va subiendo la tensión.

Como segunda diría la tan conocida saga de “El Padrino” dirigida por Coppola, en 1972. Obtuvo numerosos premios esta película: Oscars, Globos de Oro y muchos más. Dato curioso que Marlon Brando fue ganador de un Oscar, pero lo rechazó y mandó a una actriz de origen indio para que se manifestará en contra del trato que recibía su pueblo en Hollywood. El personaje que hace Al Pacino evoluciona, se va transformando en la primera película a las siguientes sagas: "El padrino parte II" y "El padrino parte III". Es una adaptación para el cine de la novela de Mario Puzo, y ambos (Mario Puzo y Coppola) adaptaron para llevarla al cine. Me gusta mucho también cómo cambia su rostro, cómo su personaje va tomando forma, cómo al principio es “inocente” y cómo lo devora esa tradición consanguinea, a la que va siendo fiel y de la que no puede, ni quiere, escapar. Incluso estando al lado de Marlon Brando, no lo empequeñece, consigue colocarse en un buen lugar a lo largo de la película. Esa evolución la transmite en las posteriores sagas.

Como tercera, de pasar de varias películas de intriga, suspense, a una comedia-romántica-lacrimógena, como es “Franky & Johny”, de 1991, dirigida por Garry Marshall. No es la primera vez que trabaja con Michelle Pfeiffer, y ambos parece que conectan bien. Ambos personajes me gustan muchísimo en esta película, y sobretodo ver a Al Pacino, que mi sensación es que está más en su esencia. Es él. Y es que el amor puede encontrarse en todos los rincones del mundo, y parece que siempre ha de ser idílico, o expresarse de determinadas maneras, cuando puede ocurrir que está presente en gestos, imagenes, detalles, que son los que nos provocan sonreir o recordar. Dos personas con sus propias vidas y luchas, que de repente sus caminos se cruzan. Y Al Pacino, lo exterioriza, su lenguaje corporal, su lenguaje gestual. El título de la película se relaciona con una canción popular estadounidense, de 1904.

Miguel Romero

Uno de los grandes actores de su generación junto a Robert De Niro, con el que tantas veces se le ha comparado.  Aunque resulta difícil elegir sólo tres películas de su amplia filmografía, lo que sí tengo claro es que me quedo con sus primeros tiempos que coinciden con los años setenta, así como los primeros 90. Dos buenas épocas para el cine made in USA.

“A la caza” (“Cruising”, William Friedkin, 1980).

Polémica en su día, suscitó manifestaciones por parte del colectivo gay (como años más tarde pasará con el estreno de “Instinto básico”). Pacino como un policía que se tendrá que infiltrar en los ambientes homosexuales de Nueva York para atrapar a un asesino, pero que se sentirá tentado por este nuevo mundo para él. Secundado por Paul Sorvino como su jefe, Karen Allen como su novia y Joe Spinell en el papel de un policía corrupto.

“Serpico” (“Serpico”, Sidney Lumet, 1973).

A las órdenes del prolífico Sidney Lumet (lo que provocó una carrera un tanto irregular pero llena de grandes películas), Pacino da vida a Frank Serpico, un policía honesto que denunciará la corrupción en su profesión. Este tema, la corrupción, la volverá a tratar Lumet en otros de sus films como “El príncipe de la ciudad” (1981) o “Distrito 34: corrupción total” (1990).

“Atrapado por su pasado” (“Carlito’s Way, Brian De Palma, 1993).

Pacino y De Palma juntos de nuevo. Hay quien la considera una continuación de “El precio del poder” y quien la ve como su reverso. Sea como fuere otra gran película por parte de ambos, que seguían en plena forma.

Alfonso Romero

“Tarde de perros” (“Dog Day Afternoon”, Sidney Lumet, 1975).

Dos años después de trabajar juntos en “Serpico”, Al Pacino y Sidney Lumet volvían a colaborar en otro film policiaco. En esta ocasión el actor cambiaba de tercio, y en lugar de a un policía interpretaba al líder de una banda de atracadores de medio pelo que quieren hacerse con el dinero de una sucursal bancaria, pero como en aquélla se va a encontrar con las cloacas de un sistema podrido en unos años, los setenta, donde parecía que no había luz en el horizonte. Pacino coincidía con John Cazale en el reparto tras “El padrino parte II” (1974).

“El padrino parte II” (“The Godfather Part II”, Francis Ford Coppola, 1974).

Robert Evans convenció a la Paramount, que no lo veían muy claro, para que Francis Ford Coppola realizara la adaptación del bestseller de Mario Puzo “El padrino”, que llegaría a las pantallas en 1972. El resto es historia. No tardaron mucho en dar luz verde a una cuidadísima secuela que estaría en las carteleras en 1974. Una cinta incluso mejor que su predecesora, en la que Al Pacino, en el rol de Michael, compartiría créditos con el otro rostro más característico de los años del Nuevo Hollywood, Robert De Niro, quien daba vida a un joven Vito Corleone.

“Érase una vez en... Hollywood” (“Once Upon a Time in... Hollywood”, Quentin Tarantino, 2019).

La reelaboración del Hollywood de finales de los sesenta según el particular prisma de Quentin Tarantino. Pacino interpretaría a Marvin Schwartz, el agente de Rick Dalton (Leonardo DiCaprio) en uno de los juegos metalingüísticos del realizador, contando con la colaboración de uno de los actores que destacaron precisamente en aquellos tiempos de profundo cambio en la meca del cine.

Alfonso Carlos López

Uno de los más grandes actores de todos los tiempos es Al Pacino, y realmente es difícil quedarse con tres films de este genio del séptimo arte. Un artista en toda regla que dota siempre a sus papeles de enorme fuerza y personalidad. Su nombre en una filmación constituye un símbolo de calidad.

"El padrino" (trilogía), 1972-1990.

Había que escoger solamente tres películas y bien es cierto que la trilogía de "El padrino" son tres films, pero me vais a permitir que las reseñe juntas. Aunque cada una por separado ya es un obra de arte es imposible quedarse con una solamente, así que opto por las tres, máxime cuando cuentan una historia común. Podríamos calificar a esta  obra, de modo conjunto además, como una de las mejores producciones del cine que jamás se hayan realizado.

"El padrino" es una película estadounidense de 1972 dirigida por Francis Ford Coppola y se basa en la novela del mismo título de Mario Puzo. El elenco es de lujo: Al Pacino, Marlo Brando, Robert Duvall, James Caan, Richard Castellano, Diane Keaton… La banda sonora magnífica compuesta por Nino Rota.

"El padrino parte II", es la secuela que data de 1974 y fue protagonizada por: Al Pacino, Robert Duvall, Robert De Niro, Diane Keaton,Taila Shire, Morgana King, John Cazale, Mariana Hill, Lee Strasberg… De nuevo dirigida por Coppola y parcialmente basada en la novela de Puzo.  La BSO corrió a cargo de Nino Rota y de Carmine Coppola.

"El Padrino parte 3" es ya de 1990, dirigida por Fracis Ford Coppola y basada en el guión coescrito por Coppola y Mario Puzo. Los actores son: Al Pacino, Diane Keaton, Talia Shire, Andy García, Eli Wallach, Joe Mantegna , George Hamilton, Bridget Fonda, Sofia Coppola, etc… Otra vez  la música es de Nino Rota y Carmine Coppola. Es bonito ver el paso del tiempo que transcurre desde las dos primeras a esta entrega en los personajes y la incorporación de los nuevos.

En sus tres films nos adentramos en un mundo lleno de drama, mafia, asesinatos, disputas entre las "familias", acción trepidante, etc… tratado todo ello con gran clase y soberbias actuaciones. Recorre toda la historia del padrino y su familia, desde sus orígenes humildes en Sicilia, la llegada a los USA, su entrada en la mafia, su potente asentamiento económico que les lleva incluso a buscar entrar en la alta sociedad, los intentos de hacer negocios más respetables blanqueando el dinero fruto del delito, etc... En verdad, esta obra  es una de las mayores realizaciones y más exitosas de la historia del cine. Montones de momentos inolvidables que han quedado para la historia, como la cabeza de caballo en la cama, un Al Pacino que borda el papel, Marlon Brando  y sus magistrales interpretaciones, De Niro soberbio y los demás actores reseñados de lujo. Mismamente, quién no recuerda el extraordinario tema principal de la saga… La trilogía de "El padrino" es una de los obras cumbres del cine que nos lleva al inquietante mundo de la mafia y sus conexiones. Una saga monumental y fascinante que adoro.

"El precio del poder" ("Scarface", Brian De Palma, 1983).

Película estadounidense de1983 dirigida por Brian de Palma, con guion de Oliver Stone, que cuenta la historia de Tony Montana, expresidiario cubano llegado a Miami en los 80, que se convierte en narcotraficante junto a su amigo Manny. Al pacino, Esteven Bauer, Michelle Pfeiffer, Mary Elizabeth Mastrantonio, Robert Loggia dan vida a los personajes del film. A su llegada a los USA son recluidos en Cayo Hueso, un campo de refugiados, esperando una solución a su estado. Allí Frank López les encarga el asesinato  de un cargo comunista cubano disidente, cosa que realizan y así consiguen sus tarjetas verdes. Tony y Manny pasan de trabajar en un puesto de comida callejera a que les encargan por medio de Frank López y a través de Omar Suárez, entrar en el mundo de los narcos, realizando un intercambio de cocaína con unos colombianos. A patir de ahí se siguen desarrollando todo unos hechos delictivos. Georgio Moroder se encargó de la banda sonora. Está considerada como una de las mejores películas de gánsters y es una cinta de culto.

"Panico en Neddle Park" ("The Panic in Needle Park", Jerry Schetzberg, 1993).

Film estadounidense  de 1971 dirigido por Jerry Schatzberg con Al Pacino, Kitty Winn, Alan Wint, Richard Bright, Kiel Marti, Raúl Juliá, Michel  McClanathan, etc… Un gran guion escrito por Joan Didion y John Gregory Dunne adaptado de la novela homónima de 1966 de James Mills. Es la primera vez que Pacino actúa como protagonista y su segunda película. La música es de Ned Rorem. Nos relata el drama de los adictos a las drogas y en concreto a la heroína, de ahí lo del parque de las agujas “Needle Park”. La acción se desarrolla en Nueva York y nos describe todo un mundo truculento en el que Helen (Kitty Winn) se debe prostituir para conseguir heroína, Bobby (Al Pacino) trafica, los adictos se desesperan cuando baja el suministro, hay delaciones y situaciones propias de ese mundillo, etc… El final deja un halo de  esperanza, ya que después de ser arrestado Bobby, Helen que le había delatado, lo espera y aunque al principio su primer impulso es rechazarla, se van juntos.

La filmografía de Al Pacino es fabulosa y me gustaría resaltar otros trabajos que me parecen inmejorables como: "A la Caza", "La casa Guggi", "Esencia de Mujer", "Serpico", "El juego del ahorcado", etc…

Eduardo Álvarez Cónsul

"Serpico"  ("Serpico", Sidney Lumet, 1973).

Basada en un hecho real, Al Pacino es Frank Serpico, un policia italoamericano hijo, nieto y sobrino de policias que decide luchar contra la corrupción de la policia de Nueva York. Este gran trabajo infliuiria mucho en otras peliculas que copiarian el look y el estilo de esta pelicula, incluida la propia policia.

"Panico en Neddle Park" ("The Panic in Needle Park", Jerry Schetzberg, 1993).

Al Pacino en esta su segunda pelicula junto a Kitty Winn son una pareja de amantes drogadictos en la ciudad de Nueva York. Esta película fue de las primeras en tratar el tema de la droga de una forma muy abierta.

"Atrapado por su pasado" ("Carlito's Way",  Brian De Palma, 1993).

En esta pelicula Al Pacino es Carlitos Brigante, un narcotraficante que acaba de salir de la cárcel. En el reparto aparecen Penelope Ann Miller, Sean Penn, John Leguizamo, Luis Guzmán, la hermosa mulata Ingrid Rogers, el argentino Alberto Porcel,  y Saundra Santiago que una decada antes fue una actriz fija en "Corrupción en Miami " como la detective Gina Calabresse.

Joanna

“Justicia para todos” (“...And Justice For All”, Norma Jewison, 1979).

En el cine de Norman Jewison encontramos una serie de propuestas con un fuerte trasfondo social. “Justicia para todos”, aunque concluya con un final complaciente de cara al público, muestra unos Estados Unidos fuertemente marcados por las diferencias de clase. Un sistema judicial podrido donde quien no tiene dinero no tiene oportunidades, ni futuro, ni prácticamente derechos. Unos funcionarios y profesionales hastiados y más preocupados por su propio bienestar, lucro y ascenso social. Al Pacino volvía a brillar como el abogado Arthur Kirkland, asqueado de la podredumbre que le rodea.

“A la caza” (“Cruising”, William Friedkin, 1980).

Recordado durante años por las protestas del colectivo gay durante su rodaje, “A la caza” fue uno de los últimos exponentes del maravilloso cine policiaco americano de los setenta, antes de la llegada de los blockbusters de acción adrenalínica que terminarían por conquistar y definir la América de los ochenta. Al Pacino se infiltra en la escena gay sado masoquista de Nueva York en busca de un asesino en un descenso a los infiernos físico, simbólico y personal. No era la primera vez que el cine americano mostraba el interior de un bar S/M homosexual, otros films también policiacos lo habían hecho ya unos años antes, pero escenas como la del fist fucking impactó fuertemente al público en su momento.

“El precio del poder” (“Scarface”, Brian De Palma”, 1983).

El clásico esquema de “auge y caída” de un mafioso es el que sigue Brian De Palama en su remake del clásico de Howard Hawks para el que partió de un guion de Oliver Stone. Llevada la trama a su momento, en la época de los “cowboys de la cocaína” en Miami, el director consigue uno de los grandes títulos de los ochenta y de su filmografía, en buena parte apoyado en la gran labor de Al Pacino en el papel de Tony Montana.

Lástima que en los 2000 una nueva generación de niñatos canorros cogieran esta película como “su película”, sin ver más allá de la cocaína y las balas.

Carlos Enríquez

El señor Al Pacino, de nombre real Alfredo James Pacino. ¿Qué podríamos decir de este tipo? Nada que no se haya dicho ya, supongo. Un referente del cine y de la interpretación llamada «de método», que inicia Konstantín Stanislavski y desarrolla en los USA el maestro Lee Strasberg. También se ha dejado ver ejerciendo como productor, director o guionista. En su faceta artística más destacada, la de actor, nos ha regalado grandes filmes como "El padrino" ("The Godfather", 1972); "Esencia de mujer" ("Scent of a Woman", 1992). "Tarde de perros" ("Dog Day Afternoon", 1975); "El precio del poder" ("Scarface", 1983); la fabulosa "Heat" (1995); y otras cuantas. He decidido elegir tres de las más antiguas quizás porque en su día me impactaron; también porque para la gente joven resultarán más desconocidas, y estaría muy bien que si alguien no está al tanto de su existencia se anime a visionarlas (o, los ya iniciados, a revisitarlas, por qué no). 

Vamos con LAS TRES de Al Pacino: 

"Panico en Neddle Park" ("The Panic in Needle Park", Jerry Schetzberg, 1993).

Un drama que encapsula en su metraje, con mucha fuerza, la vida de unos drogadictos neoyorquinos. La interpretación de Pacino como Bobby, un heroinómano de buen corazón, pero con una sempiterna nube negra encima de la cabeza, muestra su capacidad para encarnar personajes de psique compleja. La película relata en clave de drama la vida de los adictos urbanos, con sus luces y sombras, sus amoríos, sus traiciones y desvelos. Los diálogos me parecieron una pasada, muy bien escritos, y el final también, pues muestra de forma sutil y elegante el callejón sin salida al que están abocadas las vidas de los personajes. 

“Serpico” (“Serpico”, Sidney Lumet, 1973).

Aquí, Pacino interpreta a un policía honesto y vulnerable que destila humanidad, y que vive y trabaja enfrentado a la corrupción en su departamento. Es la primera colaboración de Pacino y Sidney Lumet, y me pareció una película estupenda que descarga toda la responsabilidad del gancho sobre Pacino. Probablemente, el personaje más carismático que ha encarnado nunca, un alma inquebrantable, que elige ser honesto, pero inmerso en un mundo gris que se burla de su esfuerzo. Su papel en esta cinta me gusta más que el de Michael Corleone, por ejemplo, que suele ser el que enamora a la mayoría de los aficionados. 

"A la caza" ("Cruising", William Friedkin, 1980). 

Una película muy valiente si tenemos en cuenta el año de rodaje y su argumento. Pacino interpreta a un policía que debe infiltrarse en la vibrante y secreta escena gay del Nueva York de los 70, con el objetico de atrapar a un cruel asesino en serie. La peli se desarrolla en medio del sudor, las drogas, las luces de neón parpadeantes y los focos estroboscópicos, y el señor Al Pacino se entrega a su papel de forma muy convincente mientras se pasea por los clubes clandestinos y, por momentos, cayendo en la cuenta de que realidad y ficción se van «desdibujando». 

Me dejo todos los «padrinos», me dejo "Tarde de Perros", me dejo "El precio del poder" y otras muchas, pero bueno… ahí está la gracia de eso de tener que elegir. Un saludo a todos.  

Fernando Rodríguez Tapia

Una filmografía amplia, diversa, con encarnaciones de todo tipo que muestran a un actor tan versátil como ocasionalmente excesivo. La academia de cine curiosamente le ofendió otorgándole el galardón por uno de sus películas más endebles en todos los sentidos (un caso similar al de Scorsese). Para la ocasión me decido por tres títulos memorables alejados de sus papeles más reconocibles.

"Glengarry Glen Rose" ("Glengarry Glen Rose", James Foley, 1992).

Excelente adaptación de la obra teatral del gran David Mamet que se ambienta en una firma inmobiliaria con un juego competitivo que se establece entre sus miembros cuando la empresa para motivar el incremento de ventas ofrece una treta con premio y despido incluido. Lo que sucede es un excelente estudio del comportamiento humano con sus grandezas y vilezas a flor de piel sin evitar la crítica velada al sistema. Un grupo de actores en estado de gracia dan vida a los protagonistas teniendo todos ellos al menos una escena brillante para su lucimiento, sin perder en ningún momento el logrado equilibrio narrativo ni el necesario crescendo dramático. Al Pacino encarna a Ricky Roma, el vendedor estrella de la firma cuyo protagonismo va creciendo a medida que avanza la película. Recordemos también a un genial Jack Lemmon, la brillantez habitual de los siempre memorables Ed Harris, Alan Arkin, Kevin Spacey o Jonathan Pryce, y un Alec Baldwin que probablemente ofrezca la mejor interpretación de su carrera en una escueta e impactante aparición. En definitiva, una obra maestra que gana en visionados y que conviene contrastar con el celebrado debut ese año de cierto director de Knoxville. La rosa se impone a los perros.

"Atrapado por su pasado" ("Carlito´s Way", Brian de Palma, 1993).

Una de las cumbres del cine de su autor y por ende de los noventa, celebrada en algunas publicaciones francesa con la mejor película de la década. Un ejemplar guion de David Koepp, a partir de las obras de Edwin Torres, que narra en clave thriller la imposibilidad de un narcotraficante recién salido de prisión por huir del mundo criminal que le encumbró. Segunda colaboración entre de Palma y Pacino tras su recordado "El precio del poder" (1983) supone una película distinta en su tratamiento con un personaje diametralmente opuesto al histriónico Tony Montana. Aquí el protagonista, Carlito Brigante, es encarnado por el actor neoyorquino con brillantez y mesura otorgándole la dignidad suficiente para que el espectador empatice perfectamente con su situación y de alguna manera con su último aliento.  Bien secundado por un divertido Sean Penn, una bellísima Penelope Ann Miller (en su mejor momento) y los reconocibles Luis Guzman y John Leguizamo. De Palma se luce en varias secuencias y otorga al film uno de los mejores climax de toda su filmografía. Otra obra maestra imperecedera.

"El Dilema" ("The Insider", Michael Mann, 1999).

Después de haber puesto patas arribas el género policiaco con la genial "Heat" (1995), Mann siguió su proceso de madurez creativa con este thriller de denuncia basado en el caso real del enfrentamiento de un químico contra la industria tabacalera y sus oscuras maniobras para mantener la adicción de sus consumidores. Una película perfecta que modula de manera precisa sus diferentes campos de acción y que ofrece una visión liberal del periodismo tan encomiable como ideal. Por otro lado, es una obra reflexiva sobre el temible poder de determinadas empresas, cuyas formas a la hora de mantener su prestigio rozan lo criminal y la manera que afecta tanto a individuos como a instituciones ajenas a ellos. Al Pacino encarna al periodista Lowell Bergman, director del programa 60 minutos que respaldará la confesión del Dr. Jeffrey Wigand personificado por Russell Crowe, ambos actores inolvidables aportando dos de los mejores trabajos de sus extensas trayectorias. Por lo demás, el talento de su director brilla en todo momento con un estilo visual muy personal donde resalta la puesta en escena y el ritmo narrativo. Tercera obra maestra de la jornada.

Pepe Torres

Antes de convertirse en una caricatura de sí mismo y de manchar su legado con una interminable sucesión de títulos infames (una característica que comparte con otros grandes de su generación, De Niro sin ir más lejos), Alfredo Pacino irrumpió estruendosamente en el cine a comienzos de los 70 (coincidiendo con el cambio de paradigma de lo que era una estrella y ese breve periodo en que Hollywood estuvo en manos de los locos del manicomio). Durante unos tres lustros, su filmografía es básicamente impecable. Luego es ya otra historia, más interesado en el cheque y en los excesos gestuales (que, paradójica y vergonzosamente, le granjearon su Óscar). Y aunque tiene aún algún título muy sólido en esa etapa posterior (“Heat”, “Atrapado por su pasado” o “El dilema”), mi lista prima su periodo inicial, de las que elegir sólo tres (está también especialmente memorable en “El espantapájaros”, “Serpico” o “Justicia para todos”) es muy complicado.

“El padrino parte II” (“The Godfather Part II”, Francis Ford Coppola, 1974).

Si un personaje convierte a Pacino en inmortal es Michael Corleone, y su tránsito de hijo renuente a implacable heredero y todopoderoso capo de la mafia. Y aunque podría quedarme con la primera parte de las vicisitudes de la familia Corleone (no tanto con la tercera), sin duda el título cumbre es la segunda y es en ella donde Pacino demuestra un soberbio dominio de la pantalla con un personaje complejo.

“Tarde de perros” (“Dog Day Afternoon”, Sidney Lumet, 1975). En manos de probablemente el mejor director de actores de la historia del cine estadounidense (y un enorme partidario de la improvisación y de dar rienda suelta a sus intérpretes), Pacino exhibe su portentosa intensidad propia del método en su atracador veterano de Vietnam que intenta financiar el cambio de sexo de su pareja y se ve acorralado y superado por las circunstancias adversas.

“El precio del poder” (“Scarface”, Brian de Palma, 1983). Tony Montana, sobran las explicaciones. "Say hello to my little friend!"

Óscar "Woody" Correa

Aunque hace muchos años ya que no me interesa absolutamente nada de la última filmografía de AL PACINO -algún cameo y poco más, y en la serie de "Hunters" (2020-2023) hasta parece una caricatura de sí mismo-, puede que desde que hizo "Insomnio" (2002) en adelante, sin embargo se puede decir en su caso que vive absolutamente de la rentas, pero qué rentas!!! Qué rentas!!! Porque durante un periodo importante de décadas protagonizó y generó una forma de actuar y de personajes (algunos muy estereotipados, pero qué más da) que están ya en la historia del cine, que son y serán referencia para muchas generaciones de actores, pasados, presentes y futuros. Esto hay que reconocerlo y ponerlo en el lugar de la historia que se merece. 

Mis tres favoritas (ni qué decir tiene que ninguna desde los 2.000) en este caso son todas del mismo corte/estilo/estereotipo/patrón pero que es que son mis favoritas -quitando "El padrino" (1972) que como es tan evidente no aporta nada ponerla en ninguna lista-: 

"Donnie Brasco" ("Donnie Brasco", Mike Newell, 1997), 

Al Pacino interpreta aquí a Lefty, un gánster de bajo rango atrapado en la rutina de la mafia, que desarrolla una estrecha amistad con Donnie (Johnny Depp), sin saber que es un agente encubierto del FBI. La película y el papel de Pacino destacan porque a diferencia de las películas de género, no glorifica el estilo de vida mafioso más representado en el cine, sino que muestra su lado más triste y cotidiano, con el papel de Lefty como el ejemplo perfecto de alguien leal que ha dado todo por la mafia y los bajos fondos, arriesgando su vida y sin recibir nada a cambio. Cuando la vi en su momento por primera vez fue una gran sorpresa y no es tan reconocida como por ejemplo las dos siguientes (es hora de revisitarla). 

"El precio de poder" ("Scarface", Brian De Palma, 1983). 

En este magnífico tándem con Brian De Palma, Pacino interpreta a Tony Montana (este nombre ya hace remover los cimientos de los recuerdos), un inmigrante cubano que asciende al poder en el mundo del narcotráfico en Miami. En este caso su interpretación puede que se vea exagerada pero es justo lo que hace falta, con esa intensidad convirtió al personaje en el símbolo de la ambición y el poder, además de ser ya parte de muchas generaciones de la cultura pop. Como resumen y colofón solo hace falta decir: “Say hello to my little friend!"

"Atrapado por su pasado" ("Carlito’s Way", Brian De Palma, 1993).

Pacino interpreta a Carlito Brigante, un ex narcotraficante que intenta reformarse tras salir de prisión, decidido a dejar atrás su vida criminal y empezar de nuevo. Sin embargo, su entorno, su vida anterior y las personas que lo rodean hacen que esa redención que pretende sea prácticamente imposible, por lo que efectivamente está "Atrapado por su pasado" 😂 (Lo de los títulos en España es algo a lo que habría que hacer un artículo dedicado!!!!) Gran parte de la actuación de Pacino se enriquece con la narración en off, que permite añadir matices nuevos y entrar en la mente de su personaje. La película, también dirigida por Brian De Palma, pero en este caso interpreta un personaje menos agresivo pero que borda y hace que no olvides.

Jorge Arincón

“El padrino parte II” (“The Godfather Part II”, Francis Ford Coppola, 1974).

Es en ésta segunda parte donde Al Pacino es protagonista absoluto, compartiendo el rol principal con Robert De Niro. Ambos no van a coincidir en escena juntos, ya que De Niro interpreta aquí a Vito Corleonne en su  juventud.

En la primera parte, sublime, por supuesto que ya brilla Al Pacino en el papel de Michael  Corleonne. Pero es en esta segunda donde una vez a lo mandos de la familia borda su papel. La escena final sentado sólo en el jardín es un maravilloso final a ésta saga familiar que forma parte de la historia del cine.

Me sobró totalmente la tercera parte rodada mucho después y que no aportaba nada.

"El padrino" ("The Godfather", Francis Ford Coppola, 1972).

 Auténtica obra maestra del cine que adaptaba la novela de Mario Puzzo.

Coppola decidió contar con un joven desconocido aún cómo Al Pacino para interpretar al menor de los Corleonne, Michael.  El tiempo demostró que la opción no pudo ser más acertada. 

Bien podría ser escogida cómo mi favorita del actor porque tanto ésta como la segunda son igual de maravillosas. Si no me decido por ésta como favorita es porque considero que en la segunda es donde más brilla Al Pacino, mientras en ésta la figura de Marlon Brando emerge sobre las demás.

"El precio del poder" ("Scarface", Brian De Palma, 1980)..

Versión actualizada del "Scarface" (1932) de Howard Hawks. En esta ocasión se sustituye el ascenso a la cima del hampa de un italo americano durante la ley seca por el de un "marielito" llegado a Estados Unidos en los ochenta en plena efervescencia del culto al éxito y el dinero. Oliver Stone es el responsable del guión en una película llena de excesos y violencia. 

Al Pacino se sale aquí interpretando a Tony Montana y nos deja esa escena para el recuerdo a tiro limpio en su mansión puesto de cocaína hasta las cejas.

Mención especial para esa otra maravilla de nuevo a las órdenes de Brian de Palma como "Atrapado por su pasado" (1993), con otra inolvidable actuación de Al Pacino.

Emilio Malet

"El padrino" ("The Godfather", Francis Ford Coppola, 1972).

Aunque todo el mundo pone la segunda como la mejor, Vito Corleone   siempre será Marlon Brando y su protagonismo hace que sea para mí la mejor de las tres.  Al Pacino interpreta a Michael, el hijo de Corleone, un personaje todavia discreto, pero bien interpretado.

"Esencia de mujer" ("Scent of a Woman", Martin Brest, 1992).

Aunque Al Pacino de joven tiene papeles muy recordados, a mi me gusta el Pacino de principios de los 90, justo antes de convertirse en una parodia de sí mismo. Para mí uno de sus mejores papeles donde interpreta a un veterano ciego (en ambos sentidos) y que nos dejó momentos inolvidables.

"Pactar con el diablo" ("The Devil's Advocate", Taylor Hackford, 1997). 

Para mí el último papel decente de su carrera, donde ya empieza a exagerar sus gestos y aunque roza la parodia, creo que hace una gran interpretación del diablo que no te deja indiferente.