miércoles, 9 de abril de 2025

Expediente Mario Van Peebles

 

Alfonso & Miguel Romero:

Nacido en México a comienzos de 1957, Mario Van Peebles supone un caso muy particular en Hollywood. Actor, director y productor, se ha movido tanto en grandes producciones de la industria, como por los bajos presupuestos y el cine independiente. Hijo del escritor, actor y director estadounidense Melvin Van Peebles, un jovencísimo Mario haría su debut frente a las cámaras en el tercer largo de su progenitor, el controvertido Sweet Sweetback Baadasssss Song (1971), que veríamos en nuestro país años después y ya directamente en vídeo como Violenta persecución. Uno de los grandes hitos del cine afroamericano de comienzo de los setenta producido desde la más absoluta independencia y alejado de los grandes estudios que estaban apostando por aquel entonces por lo que se dio a llamar, en principio de forma despectiva, como blaxploitation. Un film al que Mario dedicaría un sincero homenaje tres décadas después con How to Get the Man’s Foot Outta Your Ass (2003).

La carrera como actor de Mario Van Peebles comenzaría en serio con la llegada de los ochenta, compaginando cine y televisión en producciones de calado claramente comercial. Los noventa supondrían un paso adelante al estrenar a comienzos de la década su primera película como director, tras ejercer dichas funciones en algunas ficciones catódicas. New Jack City (1991), contando con un emergente Wesley Snipes en el papel principal, le granjeó buenas críticas y fue uno de los títulos pioneros de la hood movie, colocando a nuestro protagonista como uno de los abanderados del cine afroamericano de los noventa. Década donde nos dejó sus películas más recordadas, tanto como intérprete como de realizador.

Ha seguido trabajando a un ritmo envidiable, amoldándose a los nuevos tiempos y los grandes cambios en el audiovisual que ha impuesto el siglo XXI. Desde Les Danses Macabres hemos querido reivindicar su labor señalando algunos de sus trabajos que más nos gustan.

El exterminador 2 (The Exterminator 2, Mark Buntzman, 1984).

Cuatro años después de que Robert Ginty se convirtiera gracias a su rol de John Eastland en El exterminador (James Glikenhaus, 1980) en uno de los rostros más aplaudidos de las películas de justicieros urbanos, recuperaba el papel y el lanzallamas en una secuela donde se enfrentaba a una banda que se esconde en las cloacas y cuyo líder, Mr. X, estaba interpretado por un joven Mario Van Peebles.

Renegados (Posse, Mario Van Peebles, 1993).

Después de los protagonizados por Fred Williamson en los setenta, pocos fueron los wésterns con repartos encabezados por intérpretes de color que cabalgaron en el cine durante los ochenta. Mario Van Peebles, en una de sus primeras películas como director apostaba por una del Oeste (tras la resurrección del género gracias a Eastwood) con la historia de un grupo de soldados renegados (casi todos negros) que desertan del ejército tras robar un cargamento de oro.

Eclipse total (Full Eclipse, Anthony Hickox, 1993).

Trabajo para televisión que combina el policiaco con el fantástico en una trama donde un cuerpo de élite de la policía cuenta con... hombres lobo. Realizado por el infravalorado Anthony Hickox (hijo del bueno de Douglas Hickox), y con guion de Richard Christian Matheson (hijo del imprescindible Richard Matheson), un film muy disfrutable y con una fuerte influencia de los cómics de la Marvel.

Pasados de vueltas (Rude Awakening, 2000-2001).

Mario tenía un papel fijo en esta sitcom donde Sherilyn Fenn interpretaba a una exalcohólica y exdrogadicta que trabaja en una productora de películas de serie Z. Una serie que, como su título español indicaba, estaba bastante pasada de vueltas, y subida de tono apostillamos, aunque alguna televisión autonómica la emitiera los fines de semana en horario de media tarde...

Maldita suerte (Hard Luck, Mario Van Peebles, 2006)

Tras todo lo ocurrido durante el rodaje de Blade 3 (David S. Goyer, 2004), más sus problemas con Hacienda y otros factores, Wesley Snipes (al igual que hiciera por aquellos años Steven Seagal) protagonizó un montón de películas de acción para Sony destinadas al mercado del videoclub. Entre ellas destaca Maldita suerte, más bizarra de lo que cabría de esperar a priori y donde Snipes volvía a ponerse a las órdenes de Mario Van Peebles, quien también se reserva un papel. Destaca entre los malos una cruel y divertida Cybill Sheperd.

Armado (La gran conspiración americana) (Armed, Mario Van Peebles, 2018).

Escrita, dirigida y protagonizada por el propio Mario Van Peebles, Armado (La gran conspiración americana) es una locura de película que, en otros tiempos, se hubiera alzado por méritos propios como título de culto. Un film de conspiranoia (y anti-Trump) muy mal recibido por la crítica en USA, achacándole principalmente lo caótico de su estilo y guion... que es lo que realmente da más fuerza a la película.

Fernando Rodríguez Tapia

Mario empezó por todo lo alto en la película más importante de su padre y con una escena de lo más escabrosa que hoy en día traería bastantes problemas: Sweet Sweetback's Baadasssss Song (1971). Ese vínculo entre ambos se mantuvo siempre hasta la desaparición de su progenitor hace cuatro años. De hecho, los avatares de este rodaje fueron llevados al cine años después en la que es probablemente su mejor obra como cineasta. A partir de principios de los años ochenta nuestro protagonista ha tenido una labor bastante continuada en el mundo del cine con todo tipo de papeles en variedad de films b de diversos géneros con algún rol emblemático en títulos perfectamente conocidos. Mario siempre ha sido un buen actor  y cuando ha tenido la oportunidad como en Alí (Michale Mann, 2000) lo ha demostrado con creces. Con el surgimiento de la nueva ola de cine afroamericano en los albores de los años noventa se convirtió en una de las figuras más emblemáticas de aquel efímero movimiento y de los pocos cineastas que guardaban un cierto vínculo con la blaxploitation setentera. Desde entonces ha mantenido una trayectoria como director desigual si bien interesante no del todo valorada donde se entrecruzan largometrajes de todo tipo y la realización de episodios para bastantes series. Como cineasta destaca su falta de homogeneidad narrativa suplida por cuestionables si bien efectivos destellos visuales, cierta tendencia a una postura crítica moralizante abordando temas espinosos y un gusto por la acumulación de ideas no siempre bien desarrolladas. Con todo, los que seguimos su cine “new Jack” nos hemos acostumbrado a estas deficiencias que siempre han estado dentro del resultado global de sus películas. En mi caso, el cine de Mario Van Peebles supone un placer culpable repleto de buenas y prometedoras ideas cuyos desarrollos no siempre están a la altura. Vamos entonces con las “Crazy Six” que he elegido como destacada pieza de toque:

El sargento de hierro (Heartbreak Ridge, Clint Eastwood, 1986).

En esta estúpidamente denostada obra del maestro norteamericano, Mario tuvo un rol relevante y reconocible que iba más allá del papel de “negro graciosillo” que se estaba imponiendo en la época. Basta comparar su interpretación con la del Eddie Murphy del mismo periodo para resaltar las diferencias. Aquí encarna a “Stich” Jones, un aspirante a músico de rock que acaba a las órdenes del sargento Thomas Highway con el que ha tenido un accidentado encuentro anterior. Mario se luce en un papel muy divertido en contraste con la pétrea y magnífica interpretación de Eastwood destacando en el conjunto del plantel de actores. La película costó quince millones de dólares y su recaudación superó los ciento veinte millones. En su modalidad, un film ligero y muy superior a otras veneradas joyas ochenteras.

New Jack City (New Jack City, Mario Van Peebles, 1991).

El ascenso y caída del mafioso Nino Brown (Wesley Snipes) supuso el exitoso debut de MVP en el mundo del largometraje tras algún trabajo anterior como realizador en alguna serie en las que había participado. Un éxito de taquilla que se puede ver en paralelo con el que tuvo veinte años atrás Las noches rojas de Harlem (Shaft, Gordon Parks, 1971) y que se vio acompañado por otros films de realizadores norteamericanos en una línea parecida como John Singleton, los hermanos Hughes, Bill Duke, Carl Franklin, Ernest Dickerson, Reginald Hudlin y lógicamente Spike Lee. Como ya he indicado en alguna otra ocasión que he escrito sobre esta película, el proyecto original partió de un guion que había elaborado Thomas Carter para Francis Ford Coppola basado en la figura de Nicky Barnes con el fin de integrarlo en la tercera parte de El Padrino la cual se estaba preparando. Quincy Jones quien había comprado el libreto junto a Clarence Avant a Paramount (tras ser desechado por Coppola), llevó el proyecto al productor George Jackson quien introdujo al periodista y escritor Barry Michael Cooper, pieza fundamental que aportó su investigación personal sobre las consecuencias del crack en diversos centros urbanos en el guión definitivo. El resultado fue un “thriller criminal irregular, inmaduro y demagógico, que aspira a contar y denunciar muchas lacras y desigualdades sociales sin olvidar su armazón comercial perfectamente diseñado.  No le falta desparpajo y frescura, tiene mucha pegada si bien sus limitaciones son nítidas”. Una efervescente actualización del policiaco afroamericano que se convirtió sin ninguna duda en unos de los títulos más conocidos en su faceta del cine USA de los noventa. Curiosamente; Mario no quiso repetir la jugada y para sus siguientes trabajos como director se decantó por nuevas praderas encontrando por ello dificultades para respaldar la financiación. Me refiero tanto al fallido western Renegados (Posse, 1993) como a la concienciada, panfletaria y voluntariosa Panther (1994), esta última basada en un libro de su padre.

Gunmen (Gunmen, Deran Serafian, 1993).

Un perfecto ejemplo de esas películas que llegaron en los años noventa situadas en tierra de nadie que parecen realizadas a destiempo con tramas completamente desgastadas del cine crepuscular que se hacía a finales de los años setenta. Un film de aventuras francamente entretenido sin nada relevante en su metraje con eficaces escenas de acción, toques de comedia, ambiente exótico, guiños al eurowestern y una pareja que funciona perfectamente (Christopher Lambert y Van Peebles) que merecieron reaparecer en algún título similar alejado de Los inmortales III (1994). Lo mejor de esta efectiva obra escrita por Stephen Sommers es la delirante competición de saltos y tiroteos en los que se ven involucrados  nuestros dos protagonistas (siempre a la gresca entre ellos) saliendo siempre con vida gracias a la ayuda del montaje y los diversos trucos cinematográficos. De propina, Patrick Stewart de siniestro villano un tanto desaprovechado, una breve aparición de la otrora afamada Sally Kirkland  y robando la función con sus apariciones el casi siempre estupendo Dennis Leary. Los más cafeteros reconocerán en un breve papel a papá Richard Sarafian que como realizador es mucho mejor que su apañado hijo (quien también tiene un breve papel en el film). Un último dato: la película en España se editó en VHS pero nunca en DVD ni en Blu-ray (los misterios de la distribución española). Del mismo año cabe destacar Full Eclipse (Anthony Hickox, 1993), curiosa producción HBO que mezclaba con bastante desparpajo el policiaco ochentero y el fantástico en formato B introduciendo licántropos con evidente influencia del mundo del comic.

BAADASSSSS! (Mario Van Peebles, 2004).

Nadie mejor que un hijo para contar los avatares de la obra magna más influyente y recordada del padre. Aquí se reconstruyen todos los sucesos y anécdotas que rodearon el rodaje, la producción y distribución de la polémica Sweet Sweetback's Baadasssss Song (1971). Mario protagoniza (encarna muy bien a su padre), produce, coguioniza y dirige esta película plenamente independiente que sirve para recordar una de las obras más importantes del underground norteamericano y lógicamente del cine afroamericano. En el reparto se dejan ver rostros conocidos como el prematuramente fallecido John Singleton, el gran Ossie Davis, David Alan Grier, Terry Crews, Rainn Wilson, Nia Long, Saul Rubinek, Adam West, Lenn Lesser y Vicent Schiavelli (quien encarna al productor Jerry Gross, figura relevante en el devenir del film original). Probablemente, la mejor y más lograda película de Mario van Peebles tras las cámaras que nunca tuvo distribución por estos lares. Sobre el film original hay un libro escrito por el propio Melvin Van Peebles que incluye el guion de la película.

Maldita Suerte (Hard Luck, Mario Van Peebles, 2006).

El reencuentro de Wesley Snipes y MVP fue este curiosísimo y retorcido thriller respaldado por Columbia cuyo libreto a cargo de Larry Brand y el propio Van Peebles introduce varias tramas que funcionan en paralelo hasta su inesperado cruce: por un lado, el intento frustrado de redención de un exconvicto al que le tienden una trampa y se ve enfrentado a un grupo de hampones y policías corruptos; por el otro, una singular pareja de siniestros psicópatas (una inesperada y sorprendente Cybill Sheperd)  que secuestran a su victimas para someterlas a perversos juegos snuff. El resultado como es marca de la casa es un film desigual, plenamente pulp, con salidas de tono algo discordantes y donde no falta el toque de crítica social (referencias a la reciente tragedia del Katrina y la inoperancia del gobierno) pero cuyo continuo movimiento impide que se pierda el interés. Una film no apto para todos los gustos estrenado directamente en formatos digitales que cuenta al menos dos escenas merecen ser mencionadas: la escena en bici de Mario con claros ecos tarantinianos y el momento gratuitamente exploiter donde la protagonista se ve obligada a mostrar su contundente anatomía. Sin perder comba, sus siguientes trabajos como realizador son acercamientos personales al ámbito de la música, el drama deportivo y la comedia juvenil de toque racial que se encuentra en la zona más desconocida aunque recuperable de su filmografía: Redemption Road (2010), Things Fall Apart (2011) y We the Party (2012).

Armado. La gran conspiración americana (Armed, Mario Van Peebles, 2018).

El trabajo más inclasificable y alucinógeno de toda su filmografía que se podría ver como un cruce entre determinadas obras de Frankenheimer y otras de Oliver Stone (sin llegar a su altura cinematográfica, claro) donde Mario despliega todo tipo de ideas y arrebatos fílmicos con un resultado francamente sorprendente e inesperado. Un thriller sobre operaciones encubiertas, desórdenes mentales, oscuros experimentos gubernamentales y teorías conspiratorias al borde del delirio cuya dispersión narrativa acaba siendo su mayor acierto y probablemente su mayor desventaja para el gran público. Vista en periodo pandémico supuso personalmente una de las películas más interesantes que vi en aquellos extraños meses de confinamiento social. Curiosamente la película incluso tuvo edición en formato físico en España, la cual encontré  unos meses después del primer visionado. Francamente, todo muy extraño.

Eduardo Álvarez Cónsul

Ali (Ali, Michael Mann, 2001).

En esta película sobre una parte de la vida del legendario boxeador Muhammad Ali, Mario Van Peebles hace el papel de su amigo Malcom X, aunque aquí su intervención es de artista invitado se puede ver. Tiene el inconveniente que quiere contar muchas cosas en poco tiempo, pero peor hubiera sido que la hubiese dirigido Spike Lee u Oliver Stone.


El sargento de hierro (Heartbreak Ridge, Clint Eastwood, 1986).

En esta película Mario Van Peebles es uno de los soldados que se las tiene que ver con el sargento Highway (Eastwood).


Renegados (Posse, Mario Van Peebles, 1993).

Este fue uno de los wésterns surgidos tras el éxito de Sin perdón (1992) de Clint Eastwood. La historia comienza durante la guerra de Cuba que enfrentó a España y Estados Unidos y luego se desplaza a Estados Unidos. Mario Van Peebles aquí es director y protagonista y en el reparto aparecen su propio padre, el gran Melvin Van Peebles, Stephen Baldwin, Blair Underwood, Robert Hooks, la gran Pam Grier, Charles Lane, Ted Marlank y el gran Isaac Hayes.


Violenta persecución (Sweet Sweetback´s Bad Asssss Song, Melvin Van Peebles, 1971).

En esta película que está considerada una de las primeras blaxploitation Mario Van Peebles aparece junto a su hermana Megan junto a otros niños sin familia.



Renegados II, Los locos (Los Locos, Jean Marc Vailée 1997).

En este wéstern Mario Van Peebles es un pistolero que lleva a gente bastante loca por el desierto. En el reparto aparecen Melora Walters y Danny Trejo.


Panther (Panther, Mario Van Peebles, 1995).

En esta pelicula se cuenta la historia del llamado Partido de los Panteras Negras, grupo de autodefensa contra la policia racista de aquellos años 60.
En el reparto aparecen Kadeem Haddison, Joe Don Baker, el cantante Bobby Brown y Marcus Chong.


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