Aunque todo sea un cuento de la iglesia sobre el rollo del Paraíso
y sus primeros moradores, tengo que admitir que me encanta la historia o
leyenda, como prefieran decir, sobre la verdadera primera mujer que pisó el Paraíso, que no es otra que Lilith.
Lilith considerada demonio y vampiro, la mujer malvada y arpía
por excelencia. Pero en todo esto disculpen pero discrepo. Todo es un cuento machista para que todas las
mujeres del mundo sean unas esclavas del sexo masculino.
Según la leyenda,
Lilith fue expulsada del Paraíso por no someterse a su marido “Adán”, por tener
una mente clara, por querer hacer lo que ella quisiera, no por lo que un hombre
mandara. Claro Dios al verse en tal movida, no tuvo otra idea más imbécil que extraer una costilla a Adán para hacer otra
mujer “Eva” con todas las características de una mujer dócil y frágil. Faltaría
más nosotras venimos de una costilla y encima de un hombre, venga ya. Eso no
se lo cree nadie.
Lilith fue desterrada a vagar por el mundo sola sin ayuda de
nadie, pero pudo y sin ayuda de ningún hombre.
Otros dicen que fue enviada al mismísimo infierno, y convertida en un ser grotesco
y sediento de maldad. Aquí otra moraleja masculina, pórtate bien con el hombre
que si no, vas a sufrir y mucho. Machismo
puro y duro.
Aquí no quiero entrar en contar la historia de Lilith, muy
interesante por cierto. Quería reflejar que desde tiempos inmemoriales a las
mujeres nos han tenido sumidas bajo el poder de los hombres. Perseguidas, torturadas por la Inquisición, que no eran otros que hombres reprimidos. Y siglos
tras siglos igual. Y lo más duro de todo esto es que hoy en día las mujeres
siguen los pasos de la desdichada Eva, la mujer perfecta para un hombre:
sumisa, dominable y sin cerebro alguno. Mujeres creadas para el disfrute del
macho. Del hombre fuerte…Triste pero cierto.
Y claro más de una, al leer estas palabras, me tachará de fea, gorda, lesbiana y demás adjetivos que ya me he cansado de escuchar. Pero la verdad, me importa un pimiento, prefiero eso a que me consideren una muñeca vacía completamente. Y dominada por el hombre.
Y claro más de una, al leer estas palabras, me tachará de fea, gorda, lesbiana y demás adjetivos que ya me he cansado de escuchar. Pero la verdad, me importa un pimiento, prefiero eso a que me consideren una muñeca vacía completamente. Y dominada por el hombre.
Señoras, señores os presento a la madre de todas la mujeres
libres, LILITH.
Wow comparto tu opinion sobre todo lo dicho anteriormente
ResponderEliminarLo divertido del tema es que Lilith representa además la lujuria, es la seductora nata que utiliza al hombre para su propio placer y deseo de procrear sin su ayuda o consentimiento.
ResponderEliminarSi se lee entre líneas en el mito se ve la irrefrenable atracción del sexo masculino ante la figura de la mujer libre, fuerte, segura de si misma que busca su propio placer y ama su cuerpo. Pero a la par existe el miedo a verse sometido por ella, cuando Lilith al amar la libertad tampoco busca esclavos, por eso escoge a Eva pero desea con todo su cuerpo y su alma a Lilith.