jueves, 27 de febrero de 2025

Howlin' Ramblers "Shake it Around" LP/CD (Sleazy Records, 2024).

Dichoso el día que Guille y Vivi, de Sleazy Records, decidieron apostar por esta banda de Algeciras, ya que son un soplo de aire fresco para la escena rockabilly española. No inventan nada, pero hacen lo que no hace nadie, aunque ahora empieza a salir alguna banda que se quiere arrimar a su peculiar sonido, esto es: rocanrol de raíces, rockabilly, blues, country, y mucha armónica soplada a hierro, para darle una intensidad fuera de lo normal. Y así llegan a su quinto disco, retocando lo mínimo para sonar mejor aún sin perder un ápice de su sonido. Así que mis amigos de Les Danses Macabres me han dado libertad para hablaros de él, vamos a quitarle el plástico y pincharlo, a ver qué nos traen.

Presentan Shake it Around y fijaros si la banda ha progresado que es el primer trabajo donde todos los temas son propios, dejan de lado las versiones para centrarse en sus propias composiciones, con letras muy trabajadas y todas en inglés (una pega para mí). Eso sí, en los directos no se olvidan de sus referentes: Howlin' Wolf, Hank Williams, Elvis, Gene Vincent, Crazy Cavan, etcétera. El álbum se vende en formato CD y en precioso vinilo de 10", aunque el CD viene con las letras, y de cada canción viene un dibujo espectacular en cada una, obra de "Stuntman Mike".

Abre el disco la canción que da título al álbum, "Shake it Around", un genial Rock’n’Roll de dos minutos y medio perfecto para abrir el álbum. Puro Howlin', esto es, base rítmica marcando el paso, la guitarra de fondo punteando y la armónica cargando con el protagonismo. La segunda canción, "Cachón River" es un tema dedicado al río Cachón, ubicado en Zahara de los atunes, un Rock’n’Roll melódico maravilloso, que habla del hogar de sueños y esperanzas que es Cachón River. Le sigue el Rock’n’Roll "Itchy & Scratchy", rasca y pica, como los dibujos de Los Simpsons, un temazo apabullante sobre dos gatos un tanto rebeldes. El siguiente tema, "Devils on my Mind", un Rock’n’Roll áspero como el papel de lija, que habla de la locura del hombre cuando tiene una pistola en la mano, ha bebido más whisky de la cuenta, y es cuando el diablo entra en su cabeza. Continúa el disco con un blues de carretera, ideal mientras uno conduce,"Sundown Calls", un triste tema sobre cuando cae la tarde y todo se llena de sombras, y estás solo. Volvemos al Rock’n’Roll y sube el estado de ánimo con "Fates Hand", y aquí cobra más protagonismo Carlos y su guitarra con un punteo que recuerda al "Blue Jean Bop" de Gene Vincent & the Bluecaps. Un rockabilly brutal sobre tener una buena mano de cartas y una bonita camisa de leopardo. El séptimo tema, "Love's Gone Cold" vuelve al blues para contarnos una historia de amores perdidos y corazones descarriados. Continúa el disco con "Dressed in Black", un pepinazo rockabilly tremendo, quizás mi favorita del presente trabajo, me recuerda al tema de James Intveld "Doini Time for Being Young" de la BSO de Cry-Baby (El Lágrima) (Cry-Baby, John Waters, 1990), tres minutos de canción al 200% desde el primer segundo. Un tema dedicado a una chica vestida de negro envuelta en cuero con profundos ojos azules, llena de tatuajes y curvas que recuerda a Bettie Page, normal que le hagan una canción, y un piso habría que ponerle también. El penúltimo tema, "Hot Dog Man", o mejor llamarla "Johnny Johnson", una canción sobre un tipo que va de día vendiendo perritos calientes por la calle, y de noche se divierte escuchando música en la jukebox, un magnífico rhythm & blues, marcado por la guitarra pantanosa a lo Dale Hawkins, que es carne de directo. Y cierra el disco toda una declaración de principios, los deseos del hombre, "Whisky and Women". Un blues desenfadado que baja el ritmo y los decibelios del álbum, quizás la más floja, o será que me he acostumbrado a la intensidad del resto de temas, que este se me queda bajito. 

En definitiva, otro pelotazo de disco de Howlin’ Ramblers, un trabajo muy homogéneo que en 30 minutos te devoras sin darte cuenta, un disco conceptual, como dirían los modernos, pues todo gira en torno a la vida de un rocker: whisky, mujeres...

Emirock Cortijo





sábado, 22 de febrero de 2025

The Monkey

 

Título original: The Monkey

Año: 2025

Duración: 98 min.

País: Estados Unidos

Director: Osgood Perkins

Guion: Osgood Perkins (basado en el relato corto de Stephen King)

Música: Edo Van Breemen

Fotografía: Nico Aguilar

Reparto: Theo James, Tatiana Maslany, Christian Convery, Colin O’Brien, Elijah Wood, Rohan Campbell, Sarah Levy, Osgood Perkins

Puntuación: 3’5

¡Increíble, Osgood Perkins también puede ser divertido!

The monkey regala diversión y muerte al público.

Este mono tiene gore, muertes delirantes y mucha diversión.


En el año 2013 Lucky McKee venía de su mayor éxito, The Woman, una mezcla crudísima entre rape & revenge, denuncia social y critica del estadounidense paleto de gatillo fácil y alcohol en vena, cuando de pronto se sacó de la manga All Cheerleaders Die, alocada explosión de muertes, pompones y glitter que anticipó por tres años aquella maravillosa locura televisiva de Ryan Murphy llamada Scream Queens.

En el 2025, Osgood Perkins se sacude su aire sesudo y regala The Monkey al espectador con ganas de diversión. ¿Damos cuerda al muñeco a ver qué pasa?

Intrigados por las posesiones de su desaparecido padre, los preadolescentes gemelos Hall y Bill descubren por las malas la maldición que acompaña  el autómata de un mono: cada vez que se le da cuerda, aparatosas muertes suceden a su alrededor en medio de una estruendosa música de feria ambulante.

El tiempo pasa y ambos han crecido. De pronto en la noche resuena la música que antecede las muertes causadas por el mono… Las muertes extrañas, los accidentes incompresibles, vuelven a ponerse en marcha. ¿Quién ha dado cuerda a este objeto maldito?

Stephen King y Osgood Perkins parecen hechos para entenderse: lo siniestro bajo una capa de vulgaridad, las difíciles relaciones familiares, los (no) entendimientos paterno filiales trufan las obras del primero y las películas del segundo.  Sin embargo, en esta película tan ad hoc para las atmosferas opresivas – y a veces demasiado artificiosas – de Osgood Perkins pero este, ¡Sorpresa!, se permite soltarse el pelo y escribe una historia en las antípodas del mood de toda su obra anterior y del relato corto en el que se basa. Tal vez sea por la colaboración de James Wan, porque este mono de juguete podría tener un puesto en el Hall del horror de la familia Warren; el muñeco asesino tiene un gran carisma y el director aprovecha al máximo todos sus resortes y funcionamiento.

Ya desde el delirante prólogo protagonizado por Adam Scott, Perkins es capaz de echar a rodar un gran divertimento en el que no dejan de ocurrir cosas, enfocando sus filias y fobias como parte del espectáculo. El guion va rápido, apoyado en las desventuras del gemelo tonto, Hal, con un tono muy emparentado con el Sam Raimi más juguetón y las muertes tan rocambolescas como escabrosas de la saga Destino Final. Aunque la historia se presta a ser una pesadilla, lo cierto es que hay mucha ligereza en The Monkey, mucha invitación a la carcajada y la diversión. Con esta historia minimalista, de pocas situaciones y menos personajes, Perkins se ha divertido al escribir y rodar la película, algo que salta de la pantalla al patio de butacas; imposible negar que alguna voz en off tiene un ramalazo muy “a lo Oz Perkins”, pero esta vez es breve y no interrumpe demasiado la narración.

El casting resulta un gran acierto: Tatiana Maslany aprovecha su punch cómico y borda el papel de madre; Christian Convery está tremendo como los gemelos en su preadolescencia. Theo James resulta mejor como el atribulado Hall que como Bill, pero aun con ello da lo mejor de sí mismo interpretando a ambos. Elijah Wood hace un pequeño cameo, parece cómodo con los personaje extremos y/o ridículos… tal vez debería tener cuidado ya que empieza a repetir tics.

Con The Monkey, Osgood Perkins se aleja de la sombra de sus películas anteriores y toma un camino más complicado: ofrecer diversión pura y dura… Y no solo lo consigue sino que también ofrece su mejor película hasta la fecha. Que no pare la fiesta, Osgood!!

Javier S. Donate.


Mis tres favoritas de... casas encantadas

Malina Murnau

Este va ser el más difícil de todos hasta ahora, tocamos unos de mis temas preferidos. Son sólo tres y voy a dejar atrás auténticas joyitas. Pues bien empecemos:

"Al final de la escalera" ("The Changeling", Peter Medak, 1980).

Creo que es la mejor película de casas encantadas. Tiene todos los elementos imprescindibles para una aficionada a la parapsicología, espíritus, psicofonías y médium.

Un film redondo con un impresionante George C. Scott. Desde el comienzo hasta el fin, te tiene sentada sin perder detalles. Mi favorita.

"Terror en Amityville" ("The Amityville Horror", Stuart Rosenberg, 1979).

 Basada en la novela publicada en 1977 por Jay Anson sobre el caso supuestamente real de una familia que compra la casa donde sus antiguos propietarios fueron asesinado por su propio hijo, acabando éste con la vida de sus progenitores y sus hermanos. Los nuevos propietarios, los Lutz, duraron 28 días en esa casa. La película narra lo que experimentaron entre sus paredes. Interpretados por James Brolin y Margot Kidder. Una película que no sé las veces que la he podido ver, creo que la mismas que “Al final de la escalera”.

Y aquí llega el problema, cuál pongo la tercera ya que hay muchas más que me encantan... Luego de darle mucho al coco aquí está en el puesto número tres, y bien merecido en este puesto...

"La leyenda de la mansión del infierno" ("The Legend of Hell House", John Hough, 1973).

Cómo voy a dejar escapar de hablar sobre esta pasada de película. Basada en la novela " La casa infernal", publicada 1971 por uno de mis escritores favoritos: Richard Matheson. Que también hace el guion para adaptarla a la pantalla. Con un encantador Roddy McDowall. Una genialidad, fabulosa y no ha perdido nada con el paso del tiempo. 

Dejo “Apariciones” (“The Haunted”, 1991) basada en hechos reales, para tv. “Expediente Warren” (“The Conjuring”, 2013), otra pasada de film que es curioso,  los dos casos fueron investigados por la pareja  formada por Ed Warren y su esposa Lorraine Warren. “La casa encantada” (“The Haunting”, 1963) otra obra maestra de Robert Wise... Y lo dejo aquí para no seguir. Ahí quedan mis tres favoritas de Casas Encantadas.

Merrik Mayfair

En primer lugar pondría "Expediente Warren" ("The Conjuring", James Wan, 2013),una de las que más me gustaron. Puedo verla casi a diario sin cansarme y me seguiría sobrecogiendo.

Mi segunda favorita sería "Insidious" ("Insidious", James Wan, 2010), esa mezcla de posesión y maldiciones me fascinó. También la vi varias veces y cuanto más la veo más me gusta!

Mi tercera propuesta sería para “El resplandor” (“The Shining”, Stanley Kubrick, 1980), si bien es verdad que es basada en la obra de Stephen King que tanto me gusta, me impactó la brillante interpretación de Jack Nicholson. 

Aún así se quedan muchas detrás dignas de mencionar como Poltergeist, Beeteljuice,o el final de la escalera que tampoco tienen desperdicio.


Alfonso Romero

“La leyenda de la mansión del infierno” (“The Legend of Hell House”, John Hough, 1973).

El británico John Hough, cuya filmografía estuvo siempre muy centrada en el cine de terror y fantástico, fue el encargado de llevar a imágenes en 1973 la novela “La casa infernal”, escrita por Richard Matheson y publicada un par de años antes (y que guardaba ciertas similitudes argumentales con “The Haunting of Hill House” de Shirley Jackson).

Contó en su reparto con Roddy McDowall, Gayle Hunnicutt y Pamela Franklin, protagonista esta última de otra cinta de fantasmas, la imprescindible “¡Suspense!” (1961), adaptación por parte de Jack Clayton de la novela “Otra vuelta de tuerca” (1898) de Henry James.

“El resplandor” (“The Shining”, Stanley Kubrick, 1980).

Pese a quien pese (Stephen King el primero), “El resplandor” vía Kubrick es un clásico ineludible del cine de terror, y una de las mejores cintas de “casas encantadas” hechas hasta la fecha. Un descenso a los infiernos de la locura con algunos de los momentos más malrolleros de su director y del cine de su época.

Copiada hasta la saciedad y parodiada en un sinfín de ocasiones (miles de memes sin gracia hechas por un buen puñado de gilipollas incluidas), “El resplandor” de Kubrick no ha perdido su poder de inquietar.

“Posesión infernal” (“Evil Dead”, Sam Raimi, 1981).

Un film de bajo presupuesto que supuso en su momento toda una revolución en el cine de terror, colocando en el mapa a su director, Sam Raimi, y a su actor principal, Bruce Campbell, que no tardarían en hacerse un hueco en la industria. La historia es sencilla, pero el modo con el que lo plasmaron en imágenes, en ocasiones más próximo a los cartoons de la Warner que a una película convencional, sorprendió a propio y extraños, surgiendo en forma y fondo el slapstick. Esencial para hitos posteriores como “Re-Animator” (1988) y, sobre todo, el Peter Jackson de “Mal gusto” (1985) y “Braindead: Tu madre se ha comido a mi perro” (1992).

Miguel Romero

No soy especialmente original, pero estos tres títulos son ineludibles en el cine de casas encantadas…

“Al final de la escalera” (“The Changeling”, Peter Medak, 1980).

La mejor película de Medak, un realizador más habitual de la televisión. Perfecta combinación entre el drama y el terror (las escenas con la pelota bajando por las escaleras son antológicas…). George C. Scott, como era habitual en él impuso a su novia Trish Van Devere, y como siempre hizo un gran trabajo.

“La mansión encantada” (“The Haunting”, Robert Wise, 1963).

El gran Robert Wise nos legó algunos de los grandes títulos del séptimo arte, éste es uno de ellos. Conoció un remake en 1999 a cargo de Jan de Bont.

“Suspense” (“The Innocents”, Jack Clayton, 1961).

Aún hoy sigue siendo la mejor adaptación de la famosa novela de Henry James Otra vuelta de tuerca ¿Realmente había fantasmas o estaba todo en la cabeza de la institutriz?

Clayton volvería a dar muestras de su buen hacer en otros filmes inolvidables como “A las nueve, cada noche” (1967).

Eduardo Álvarez Cónsul

" Poltergeist" (“Poltergeist, Steven Spielberg, 1981).

Esta es la primera que me viene a la memoria y, bueno, sigue siendo una película entretenida y se siguen teniendo sustos.

"Terror en Amityville " (“The Amityville Horror, Stuart Rosenberg, 1979).

Ya hace años que vi esta película, tenía yo 13 años y recuerdo el miedo que pase.

"La mansión de las siete momias de San Ángel" (Rafael Lanuza, 1977).

En esta simpática película mexicana rodada en Guatemala, el luchador mexicano Blue Demon se las ve con unas momias de origen maya 

Joanna

“La mansión encantada” (“The Haunting”, Robert Wise, 1963).

Robert Wise dirigió con profesionalidad y oficio a la par que inventiva y estilo este inolvidable clásico, ejemplo pluscuamperfecto del género de casas encantadas que tomaba su inspiración en la fundamental y fundacional novela de Shirley Jackson.

“House”/”Hause” (Nobuhiko Obayashi, 1977).

Entre la comedia adolescente a la nipona y el cine de casa encantadas, “House”/”Hause” resulta una deliciosa película con más mala uva de lo que se podía esperar en un principio. Como un anime pero con gente de carne y hueso, con un puñado de colegialas, cómo tanto gusta en el país del sol naciente, siendo víctimas una a una de la embrujada casa de la tía de una de ellas.

“House, una casa alucinante” (“House”, Steve Miner, 1985).

El buen olfato comercial del productor Sean S. Cunningham, alejado de las burradas de sus inicios pero sin apartarse del fantástico y el terror, le hizo dar en los ochenta varias campanadas en la taquilla. Si al comenzar la década le tocó el premio gordo con “Viernes 13” (1980), a mediados de la misma y con más comedia como mandaban los cauces del género en esos momentos se ganó al público con “House, una casa alucinante”. Dirigía Steve Miner, quien ya se ocupara para el productor de “Viernes 13 (2ª parte)” (1981) y “Viernes 13 (parte 3)” (1982), en su guion estaba Fred Dekker, y en su atractivo reparto junto a William Katt y Kay Lenz unos magníficos George Wendt y Richard Moll.

David Cortabarria

Los domicilios representan el ámbito más intrínsecamente íntimo de una persona, y cualquier amenaza que sufran ya sea por ataque o robo genera mucha inquietud. El imaginario fantastique añade a este inquietante binomio el desasosiego que genera una casa encantada. Frente a lo físico y tangible, la incertidumbre de una amenaza insondable. Un recurso que el mundo del cine no iba a dejar escapar.

Mi selección homenajea mi lejana etapa de espectador impresionable dada mi corta edad (la más entrañable, y también más agradecida por la forma indeleble en la que se fija en el cerebro). A día de hoy es una selección obvia, pero que en su día perfiló mi gusto por el terror memorable, muy distinto en fondo y forma al terror cotidiano al que podemos acceder mediante las noticias, mucho más temibles que cualquier película de terror al uso.

"La mansión de los horrores" ("House on Haunted Hill", William Castle, 1959).

La mera presencia del gran Vincent Price justifica de sobra el visionado de una película llena de encanto, de irresistible premisa: 10.000 dólares de premio si eres capaz de sobrevivir a una noche en una casa, que es, nada más y menos, que la mítica Casa Ennis de Frank Lloyd Wright. Lástima que solo se pueda ver su parte exterior, ya que el interior fue recreado en estudio. Esta preciosa construcción sirvió para dar cobijo al cazarreplicantes Rick Deckard en Blade Runner.

Los cinco invitados van sufriendo las consecuencias de una larga noche en una atracción de feria diseñada a medida. El espectador asiste feliz a una pequeña antología de sustos que consiguen que el sobresalto sea mínimo, y la sonrisa, máxima. William Castle consigue un notable equilibrio en su honesta propuesta, una que quitaría el sueño a no pocos espectadores de la época, y que siempre resulta estimulante visionar. Su estatus de film de culto está más que merecido.

Otro William, Malone, se encargó de llevar a cabo el remake en 1999, un artefacto voluntarioso que dialoga de manera descompensada con el original de Castle, pero que no puedo dejar de recomendar. Existe segunda parte, directa a vídeo. Solo apta para completistas, aunque la versión en Blu-Ray atesora un interesantísimo extra, la posibilidad de ir escogiendo entre varias escenas (en la más pura línea “escoge tu propia aventura” de los libros de la añorada editorial Timun Mas) que conducirían a la friolera de 96 finales diferentes. Un extra insólito que sería maravilloso experimentar en títulos más resonantes que éste. 

"El resplandor" ("The Shining",  Stanley Kubrick, 1980).

Un triunfo estético incuestionable, con varias escenas de genuino mal rollo que son ya pura historia del cine. Kubrick dota al alucinante hotel Overlook de una atmósfera única, laberíntica y onírica, con un Jack Nicholson en uno de sus papeles más icónicos. Excelsamente rodada y rabiosamente entretenida de principio a fin, es una pena que adaptara el poderoso libro de Stephen King de manera tan justa. 17 años más tarde Mick Garris logró una adaptación más fiel del libro en su miniserie televisiva, pero sin por supuesto el brillo estético de la anterior adaptación.

Los fans del Overlook pueden revisitarlo en la interesante secuela "Doctor Sueño" ("Doctor Sleep", 2019) a cargo de Mike Flanagan, que adapta fielmente el libro de King. Y en Ready Player One, un año antes del film de Flanagan, Spielberg homenajea a lo grande el gigantesco recibidor del hotel.

Como curiosidad, mencionar que esta película tiene dos conexiones con Blade Runner. El primer fantasma que se presenta a Jack Torrance (Nicholson) está encarnado por Joe Turkel, Eldon Tyrell en el film de Ridley Scott. Y metraje del material que Kubrick rodó para ilustrar las montañas nevadas que conducen al remoto hotel Overlook forma parte del primer montaje de Blade Runner, el del inverosímil final feliz impuesto por los productores dotados de una morrocotuda miopía. 

"Poltergeist (Fenómenos extraños)" ("Poltergeist", Tobe Hooper, 1982).

A su manera un blockbuster de terror avant la lettre, rodado con buen pulso narrativo. Recogiendo el testigo de la mucho más comedida (pero sin dejar de ser inquietante) Terror en Amityville (The Amityville Horror, Stuart Rosenberg, 1979), Poltergeist se caracteriza por un despliegue de efectos especiales que causaron sensación en la época, y que apenas han envejecido. Está claro que la magia de los (buenos) efectos que no están generados por ordenador es imperecedera. Bien lo sabe Rob Bottin, a quien La cosa (El enigma de otro mundo) (The Thing, John Carpenter, 1982) le debe una parte enorme de su éxito.

Lo mejor para disfrutar de este film es dejarse llevar, y no analizar su premisa de asustaviejas. Y como juego mental, imaginar cómo sería un crossover entre Poltergeist y Cazafantasmas, sin límites ni contención alguna. 

La influencia de Poltergeist es grande, y puede rastrearse hasta nuestros días, siendo quizá la saga de Paranormal Activity su alumna más aventajada (una saga lastrada, por cierto, por un innecesario y mareante ejercicio de cronología desbocada. Demasiados saltos temporales en todas direcciones). 

Carlos Enríquez

Maravilloso género este de las pelis y series de casas encantadas, lugares donde los espíritus hacen de las suyas para que nos divirtamos pasando un mal rato. Suelen ser producciones plagadas de misterio que te mantienen pegado al asiento. Hay un montón de clásicos que han dejado huella, pero claro… debemos elegir tres, así que me decanto por: 

"Poltergeist (Fenómenos extraños) ("Poltergeist", 1982), dirigida por Tobe Hooper y producida por Steven Spielberg, todo un clásico del cine de terror que convirtió las casas encantadas en un fenómeno de masas. La historia sigue a la familia Freeling, que vive en un típico suburbio estadounidense hasta que empiezan a experimentar sucesos paranormales en su hogar. Ese «ya están aquí…» de la pequeña Carol Anne (Heather O'Rourke) todavía logra que se te pongan los pelos como escarpias. Inquietante también todo eso de la maldición que rodea a la película, y las extrañas muertes de algunos de los miembros de su reparto. 

En segundo lugar, nomino "Al final de la escalera" ("The Changeling", 1980) dirigida por Peter Medak; cuenta la historia de un compositor que intenta escapar de un pasado muy doloroso, por lo que se muda a una bonita casa que, cómo no, oculta temibles secretos. La escalera, la pelota, la silla de ruedas golpeando una y otra vez… la verdad es que la peli contiene escenas míticas. 

Como tercer nombre, y por meter algo más moderno, me quedo con "La maldición de Hill House" ("The Haunting of Hill House", 2018), creada por Mike Flanagan. Esta serie está inspirada en la novela de Shirley Jackson y sigue la historia de la familia Crain, que reside en Hill House durante su infancia y queda marcada por los sucesos sobrenaturales ocurridos en la mansión. Años después, los hermanos Crain siguen lidiando con traumas y secretos mientras la casa continúa ejerciendo su oscura influencia sobre ellos. La serie combina terror psicológico con un drama familiar muy bien construido. Sustos clásicos bien integrados en la narrativa, atmósfera inquietante, drama absorbente… Además, los episodios juegan con el tiempo, alternando entre el pasado y el presente para revelar, poco a poco, los misterios de Hill House.

Bueno, me dejo atrás grandes títulos: "Los otros" (2001, Amenábar), "Lo que la verdad esconde" (2000, R. Zemeckis), "La maldición" (2002, Takashi Shimizu) y muchas otras. Para terminar, decir que el cine de casas encantadas va más allá de las simples puertas que crujen y sombras que se mueven, el género explorar el miedo del ser humano a lo desconocido, la tensión psicológica y aspectos oscuros de la naturaleza humana, como esa tendencia a guardar secretos que, en la mayoría de las ocasiones, acaban revelándose de formas inesperadas.  


Fernando Rodríguez Tapia

Un tema apasionante no siempre bien llevado a la pantalla pero con títulos relevantes que ha sido en esta ocasión fácil de seleccionar.
Todos ellos parten de excelentes novelas.

"La mansión encantada" ("The Haunting", Robert Wise, 1963).

La excelente novela de Shirley Jackson tuvo una versión cinematográfica a su altura captando todo el misterio, la sugerente ambientación y los estímulos psicológicos más inquietantes gracias a un brillante trabajo de dirección y a una excepcional escenografía. Una lección absoluta de cine de terror insuperable cuya fascinación permanece intacta.

La Leyenda de la Mansión del Infierno (The Legend of Hell House, John Hough, 1973).

Richard Matheson adaptó estupendamente su propia obra en otro magnífico título que figura con honores entre lo mejor del subgénero y del propio cine de horror de la década de los setenta. Un acertado e inigualable casting muy bien llevado por su director cuya labor de realización resulta encomiable a la hora de mostrar el miedo, la amenaza y la crueldad del terrible edificio protagonista.

Malpertuis (Harry Kümell, 1971).

Uno de los títulos más fascinantes del cine fantástico europeo que pone en imágenes el soberbio libro de Jean Ray. Una tenebrosa mansión oculta a los ojos habituales en una ciudad y a la que llega inesperadamente un perdido marinero. En su interior se oculta un secreto que no desvelaremos aquí. Una atmosfera onírica y claustrofóbica habitada por personajes extraños que van configurando un inquietante laberinto imposible de escapar y difícil de resolver. La figura de Orson Welles engrandece más esta gran obra de uno de los realizadores más interesantes y desconocidos de la Europa más fantástica.

Oscar "Woody" Correa

Aunque a todo el mundo se nos viene a la cabeza al hablar de casas encantadas las clásicas obras del tipo "House On Haunted Hill" (versiones a lo largo de las décadas), o las casas antiguas con grandes escaleras en el centro donde se han producido sucesos tormentosos, sin embargo hay muchas derivadas de este concepto que es interesante recordar también… Haciendo un repaso general mis tres favoritas, ampliando el género de libro, serían: 

“El resplandor” (“The Shining”, Stanley Kubrick, 1980).

Qué no se ha dicho de esta obra maestra absoluta del cine y tan apabullante que… Quizás nadie la haya metido en un top de películas de Casas Encantadas. Aunque el lugar donde se desarrolla la película, el Overlook, no es realmente una casa sino que es un hotel completo, su estructura cumple todas las reglas canónicas de lo que asimilamos a una casa encantada: pasado trágico (asesinatos, suicidios), presencias de fantasmas y espíritus (las gemelas, la mujer de la habitación 237, el barman), una influencia maligna y una víctima (Jack Nicholson) que sucumbe a la locura inducida por el lugar… La teoría además de que el hotel está construido sobre un cementerio indígena refuerza la idea de un lugar maldito. El hotel realmente es un personaje en sí mismo, quizás el mayor protagonista y, como en otros clásicos, tiene voluntad propia, mueve objetos, cierra puertas y muestra visiones, su pasillos (para la historia del cine), el laberinto del jardín, el gran salón donde escribe a máquina, los ascensores… son una presencia activa en toda la historia. 

"La cumbre escarlata" ("Crimson Peak", Guillermo del Toro, 2015).

Película de Guillermo del Toro con estética gótica, donde una de las protagonistas, la protagonista casi principal, es una mansión británica lúgubre sobre terrenos de arcilla roja que esconde secretos y fantasmas. Considerada por el propio Del Toro como parte de su trilogía del romance gótico (junto a "El laberinto del fauno" y "El espinazo del Diablo"), la casa es el centro de la familia “política” de la protagonista (Mia Wasikowska), donde se han cometido crímenes en varias épocas, crímenes que a su vez son fantasmas y apariciones que buscan su correspondiente venganza! El sótano es digno de mencionar en los términos que hablamos, de suspense y presencias, y las fosas/pozos de arcilla roja parecen la entrada al inframundo, y conectado a la casa por el tétrico y mecánico ascensor, que parece otro personaje más. También inquietantes son la entrada principal abierta en el techo y testigo de todo (con su gran escalera central que no falte), y el final memorable con la casa rodeada de nieve roja tintada por la arcilla del subsuelo junto a la “máquina” extractora, excusa de todo lo que pasa a los hermanos (Jessica Chastein y Tom Hiddleston).

"La mansión de los horrores" ("House on Haunted Hill", William Castle, 1959).

Protagonizada por el gran Vincent Price, esta película de culto combina terror gótico, misterio, humor macabro y, por lo que estamos aquí, casa encantada!!! Su premisa es clásica y precursora de muchos tópicos del género de casas encantadas, con elementos que luego serán comunes en todas las películas similares posteriores. Empezando por un grupo de desconocidos debe pasar la noche en una mansión “supuestamente” encantada, en este caso para ganar una recompensa, continuándose por fenómenos inquietantes que se ceden y aparecen, y terminando por un componente de conspiración, que tampoco puede faltar. La mansión por supuesto ha sido escenario de múltiples asesinatos sin resolver, víctimas que aún la habitan y más elementos como puertas que se cierran solas, trampas, apariciones de fantasmas y una “clásica” anciana flotante con mirada demoníaca. Para redondear el concepto, una vez dentro de la casa, los invitados quedan atrapados, lo que refuerza la sensación de trampa mortal y peligro… y además Vincent Price!
Jorge Arincón

“Posesión infernal” (“Evil Dead”, 1981).

Unas cuantas parejas van a pasar un fin de semana a una casita en medio del campo y en su sótano encontrarán el libro de los muertos con unas grabaciones inquietantes. A partir de ahí se desata todo y comienza la diversión.
Vi ésta película por primera vez en el cine, no tendría más de 11 años o así y me cagué de miedo con algunas escenas.
Me sigue gustando muchísimo con ese movimiento vertiginoso de cámaras y tensión permanente.
Otra cosa a destacar es el maravilloso cartel de la película, ...esos tiempos en los que aún se curraban los carteles.

“La mansión encantada” (“The Haunting”, Robert Wise, 1963).

Si de casas encantadas se trata sin duda ésta es una de las más representativas del género.
Sin acudir a artificios ni efectos especiales en éste caso. Buena historia con magníficos actores y esa escena inolvidable de los golpes sonando en la habitación por la noche, que consigue sobrecoger.
 
"Poltergeist" (“Poltergeist, Steven Spielberg, 1981).

Otra de esas películas que se te quedan marcadas, la niña en la tele, el árbol, el payaso,...todo funciona a la perfección.
De las tres películas se han hecho el correspondiente remake, de los que no he visto ninguno.

Susanna Annasus

Hay una película muy divertida y que me gusta mucho, que es más para público infantil, pero tiene unos puntos muy buenos aparte de cómicos, también de sustitos, y es la película “Monster House” ("Monster House", 2006). Los personajes me gustan mucho y aparte los movimientos que tienen, tan reales, y sobre todo como están caracterizados cada personaje, ya que están trabajados por la captura de movimiento. Está dirigida por Gil Kenan y Norman Newberry. Sobre todo la historia cómo se va desarrollando y cómo descubres la trama final de todo lo que ha sucedido. Resaltaría mucho, esos movimientos, las imágenes, las características de cada uno, es para ver cada Halloween.

No es tanto una película de una casa encantada, pero a veces pareciera ser que si está encantada y se sintiera esa presencia que hay alrededor de la casa, la presencia de la mujer que siempre imaginamos a través de las conversaciones de los personajes, es la película “Rebeca” ("Rebecca", 1940), del género terror dramático, no sé cómo se calificaría pero es una de las que más me gusta de Alfred Hitchcock, no sé por qué la tengo como una de mis favoritas, puede ser por qué me identifico mucho con el personaje de Joan Fontaine, en lo referente a la ingenuidad, a que no tiene seguridad en si misma. Está basada en la novela llamada “Rebeca” de Daphne Du Maurier, Hitchcock llevó muchas de sus obras al cine. Me encanta también cómo evoluciona el personaje de Joan Fontaine, pero mucho más la actriz que hace de la ama de llaves, Judith Anderson. Con unos ojos muy expresivos. Para mí el personaje principal es Rebeca, de la que todos hablan, que vas imaginando como lo más fascinante del mundo pero que esconde mucho más. Pienso que es terror psicológico, por el tema de la manipulación y maltrato que sufre la segunda esposa del protagonista. Para mí la forma en que comienza y se desarrolla, la forma en que se ven las habitaciones, las zonas casi prohibidas, es como si quedara viva la presencia de alguien en esa casa, como casa encantada.

“Winchester: La casa que construyeron los espíritus” ("Winchester", 2018). Dirigida por los hermanos Spierig, sobre todo con el papel de la diva del terror Helen Mirrer, fascinante, y maravillosa como siempre. No es una película que realmente sea muy especial, pero si que en su momento cuando la ví me gustó. Toda la historia real que había sucedido, las historias que se contaban, cómo intentaron plasmar esa historia a través de esta película. Aunque hubiera esperado algo más, me gusta mucho también el actor que sale Jason Clarke, porque ha realizado otros trabajos en los que el rostro que tiene es adecuado para pensar se le fue la cabeza, con mis disculpas para él. Pero es verdad, que es capaz de transformar su rostro de tal manera como Jack Nicholson.

Una de las más importantes, "El resplandor" (“The Shining”, 1980), dirigida por Staleny Kubrick, basada en un relato de Sthephen King. Realmente su historia es como todo el hotel está encantado, tiene ese poder, el punto de mal capaz de atraer, hay un poder maligno digamos que está ahí capaz de absorber y tratar de absorber ese poder del que se habla en los libros y en las películas que tratan esta historia. Y mucho más a los que poseen digamos “el resplandor”. Tiene unos personajes fascinantes, todos ellos tienen su peculiaridad, y sobre todo lo que hay tras esas habitaciones, esas estancias, pasillos, que va envolviendo todo el hotel, incluso en el exterior. Creo que podría ser considerada como una casa-hotel encantada. Los actores son todos de lujo, y mejor ver esta película en v.o.s. Tiene momentos que ya son de culto, que jamás se olvidarán, fotografías espectaculares dónde parece cobrar vida todas las habitaciones. Imágenes muy impactantes, la actuación de Nicholson es una de las más conocidas, y representativas de esta película. Tanto libro como obra filmada tiene un gran valor para mí. Y creo que entraría dentro de las películas de casas encantadas.

Coda literaria/cómic:

Ángel Marrero

"La caída de la casa de Usher" ("The Fall of the House of Usher", E. A. Poe, 1839).

Mi primer contacto con la obra del genio de Baltimore fue a través de adaptaciones al cómic como ésta del gran Richard Corben. La mansión representada me sigue flipando por su halo sombrío y deplorable. Gran momento aquel en que estalla la tormenta que reducirá a escombros el casoplón maldito y, aparte de verse envuelto por un revoltijo de nubes turbulentas, aparecen los ataúdes de los antepasados de los Usher flotando a su alrededor... Un fascinante añadido del guionista de Corben, Richard Margopoulos. 

"La casa en el confín de la tierra" ("The House on the Borderland", William H. Hodgson, 1908).

Mi novela favorita del escritor británico, pionero del llamado "cuento materialista de terror", tiene por protagonista principal un caserón temido y solitario, situado al borde de un abismo, que oculta las fuerzas del Mal. Uno de los grandes momentos es cuando la casona es asediada cual fortaleza por un ejército de hombres cerdo.

"El misterio de Chimney Rock" (Edward Packard, 1980).

Chimney Rock, la típica mansión negótica americana, es el escenario de uno de mis libro-juegos favoritos de Timun Mas. El fantasma de la señora Bigley y su gato negro acechan a los fisgones que osan colarse en su morada, custodiada por Jervis, el vigilante, un tipo de aspecto no menos siniestro. Una atractiva mansión espectral al estilo del casoplón de "La familia Munster" o "House: una casa alucinante", otros maravillosos ejemplos aportados por el cine y la TV.







sábado, 15 de febrero de 2025

Mundo Cómic: MARVEL


Malina Murnau

La espada salvaje de Conan "Los demonios de la llama".

Y tengo que ponerlo el primero, ya que de pequeña lo leí y de ahí mi amor por el bárbaro. Tengo muchas historietas que me gustan, pero como tengo que elegir me quedaría con esta. Tenía este cómic de pequeña como uno de mis tesoros más apreciados, pero por sorpresa un día de vuelta del cole me enteré que mi padre había dado todos mis cómics y tebeos, con este incluido, a un hijo de un amigo suyo, (putadón de los grandes, no veas que joyas guardaba en esa caja enorme). Hace unos años lo volví a encontrar en una tienda de segunda mano y lo compré. Y sí, por fin lo tengo de nuevo.

Tales of the Zombie.

Cómic que trata sobre un zombie, de mis favoritos, es una gozada. Tengo el volumen gordo e incluso una figura que es una pasada.

El original Motorista Fantasma "Cabalga de nuevo".

Uno de mis personajes favoritos. Este en concreto me encanta. De la película no pienso hablar (risas), sólo se pone bien cuando sale Sam Elliott.

Es muy pero que muy difícil elegir tres, dejo atrás La tumba de Drácula, que también tengo la figura. “El viejo Logan”, que me encanta... Por supuesto la colección Marvel Zombies... y así podría seguir, pero ni es el caso y tampoco me apetece escribir más. ¡Hala!, a disfrutar siempre de los cómics.

Alfonso Romero

“El viejo Logan”.

Versión alternativa del personaje de Lobezno que vio la luz en un número de los 4 Fantásticos. Creado por el tan amado como odiado Mark Millar junto al dibujante Steve McNiven, la historia de “El viejo Logan” en un futuro distópico/apocalíptico dominado por los super villanos y donde muchos de los grandes super héroes están ya muertos y/o envejecidos se convirtió en mi cómic favorito de Lobezno, de las sagas mutantes y de todo el universo Marvel. Su enfrentamiento con ese Hulk malvado y su endogámica y redneck familia es de lo mejor que ha dado la Casa de las Ideas.

La influencia del viejo Logan se ha podido ver también en el cine. Es evidente en la película “Logan” (James Mangold, 2017), y el personaje tiene una aparición genial en “Deadpool y Lobezno” (Shawn Levy, 2024).

La imposible Patrulla X “Dios ama, el hombre mata” (1982).

Escrita por Chris Claremont en uno de sus mejores momentos creativos, contando con el arte (más realista) de Brent Eric Anderson, “Dios ama, el hombre mata” (de profético y seudo-bíblico título) puede interpretarse como una historia sobre el racismo y/o la homofobia, la intolerancia, el fanatismo religioso y la manipulación de masas, con magníficos resultados y lejos de los forzados inclusivismos de Disney en los últimos tiempos. Stryker, el líder de los Purificadores, es un pastor religioso que ve a los mutantes como una corrupción de la especie humana, y ha organizado una auténtica cruzada para exterminarlos.

Es la historia que coge como trama “X-Men 2” (Bryan Singer, 2002), pero la película queda muy lejos de lo plasmado en el cómic.

“La muerte del Capitán Marvel” (1982).

Una de las primeras novelas gráficas que publicó Fórum. Un cómic que te atrapa desde su misma portada y su contundente título. Jim Starlin, quién mejor, cerraba las aventuras del héroe Kree con el final (la muerte) del mismo. El Capitán Marvel, terminada la Saga de Thanos, se encontraba con haber contraído un cáncer en su enfrentamiento con el villano Nitro. Todos los super héroes van a tratar inútilmente, entre enfados y frustraciones, de encontrar una cura que salve a tan poderoso personaje, quien ya ha aceptado su inminente encuentro con la Parca.

Miguel Romero

La Patrulla X “Días de futuro pasado”.

Editado por primera vez en España por Cómics Fórum en los números 4 y 5 de La Patrulla X. Con guion de Chris Claremont y dibujo de John Byrne. Suponía la primera aparición de una renovada Hermandad de Mutantes Diabólicos (de los originales ya sólo quedaba la Mole), ahora comandados por Mística sustituyendo a Magneto. Prefiero y con mucho el cómic original a la película que se hizo sobre éste, como ocurre con otras grandes historias de nuestros mutantes favoritos, como “La muerte de Fénix” o “Dios ama, el hombre mata”.

Alpha Flight “… Y uno morirá”.

Surgidos como secundarios en los cómics de la Patrulla X, el gran John Byrne los convirtió en protagonistas. Creó nuevos personajes, les inventó un pasado, les dio su propia personalidad… llenas de aristas, de luces y sombras… 

Lo peor que hizo la Marvel fue quitarle la colección a Byrne para introducirlos en el Marvelverse y que interactuasen con otros superhéroes como los Vengadores.

Si el gobierno canadiense no se tomó muy bien que Charles Xavier se llevara su Arma X y lo convirtiera en Lobezno, de hecho por eso mismo fundaron los Alpha Flight, el que fuera jefe de estos últimos, Jerome Jackson, quiso recuperar la armadura del Vindicador (ya por entonces llamado Guardián) una vez desmantelado el Departamento H por falta de financiación, y con todos los superhéroes en el paro. Para ello contó con los más cabrones de Beta Flight y Gamma Flight (o sea, casi todos) creando Omega Flight. Guardián y los suyos tendrían que enfrentarse a sus antiguos compañeros, con resultados nefastos.

Lo pudimos ver en el número 8 de Cómics Fórum de Alpha Flight. Posteriormente se ha reeditado en varias ocasiones en diferentes formatos.

Spiderman “Azul”

Jeph Loeb y Tim Sale volvieron a contar los orígenes de algunos de los más conocidos héroes de la Casa de las Ideas (Daredevil, Capitán América, Hulk…) y a cada uno le asignaron un color, en el caso de Spiderman fue el azul. Lo de siempre pero mejor, bastante mejor.

Carlos Enríquez

Antes de meterme en faena, decir que, para bien o para mal, no soy un gran aficionado a los cómics, aunque recuerdo que leía los que caían en mis manos hace muchos años. En cuanto a Marvel, la verdad es que sólo recuerdo a tres personajes, cuyas historietas venían mezcladas, creo recordar, con las de otros superhéroes menos populares. Yo siempre preferí los tebeos españoles como Mortadelo y Filemón o Zipi y Zape, cómics, o más bien «tebeos» con un formato simple y accesible, ideales para intercambiar con los colegas en el cole y a precios muy populares, rondaban las ciento cincuenta pesetas de la época (la friolera de 1 eurillo de hoy). Había un comercio e intercambio bastante activo de la editorial Bruguera, que también editaba cómics de Marvel; en su momento, eran algo muy común, pero ahora tienen un valor sentimental y de nostalgia para muchos. Los precios han subido una barbaridad, y aunque la industria del cómic ha cambiado mucho desde entonces, me da la sensación de que todo se está saliendo un poco de madre, y ahora un buen cómic resulta bastante caro, poco más que asequible sólo a coleccionistas. 

Mis favoritos: el Increíble Hulk (al que llamábamos «La Masa»), el Capitán América y Spiderman. Como digo, nada que ver con el cómic de hoy día. Incluso podría decir que la calidad del papel y la impresión de los cómics de Marvel eran bastante inferiores a la de los tebeos de la época, no era tan refinada. Sin embargo, esa «rugosidad» era parte de su magia: el hecho de que fueran cómics accesibles, baratos y con un formato que invitaba al intercambio. No puedo decir mucho más, tengo recuerdos vagos de esto de los cómics; en aquella época me pasé rápido a lecturas como FAMOSAS NOVELAS (también Bruguera), una colección bastante amplia de adaptaciones de novelas de la época a formato tebeo que hizo las delicias de la juventud de la época.

Emilio Malet

Los Vengadores “Civil War”.

En general esta etapa de los Vengadores, tanto las colecciones de los Vengadores como las individuales, me parecen de lo mejorcito de Marvel. Tanto las historias como la calidad de los dibujos y de la impresión. En particular la colección Marvel Deluxe que reúne toda esta etapa en tomos “De Lujo”…

El Castigador de los años 80.

Aunque solo tuve grapas sueltas en su día, fue uno de los comics que más me impactó de pequeño, sobre todo por la agresividad y la presencia que tenía Frank Castle con su mono azul (siempre lo he recordado azul, no negro), sus complementos blancos estilo Vegeta y sus dos uzi a lo Chuck Norris.

El Conan de Buscema.

Aunque sea una elección demasiado genérica, el dibujo de Buscema marcó para siempre la imagen del bárbaro, y aunque no me atrevo a un análisis más profundo, solo por eso lo considero merecedor de estar en esta lista.

Jorge Arincón

A la hora de buscar entre el amplísimo catálogo de Marvel, escoger sólo tres cómics me parece imposible. Me ceñiré a destacar las etapas que más me gustan de mis tres personajes favoritos y dentro de ellas destacar el que más me guste.

Spiderman

No cabe duda de que es el personaje más icónico de Marvel. La etapa inicial del dúo Ditko-Lee realmente sólo la podría recomendar a los muy cafeteros. El tiempo le ha pasado por encima y casi todo queda ridículo.

Ya con la entrada de Romita la serie empieza a ganar interés, los guiones empiezan a mejorar y hay números muy interesantes. En esa etapa está por ejemplo el que trata un tema tabú en los cómics hasta ese momento como el de la adicción a las drogas de Harry Osborn en el que se atrevieron a publicar sin la aprobación de la censura previa. 

La etapa cumbre vendría en los cómics dibujados por Gil Kane y guionizados por Gerry Conway. Imprescindible destacar entre todos los cómics de Spiderman el 121 de la colección.

En la portada se daba la pista de que alguien iba a morir y Spiderman no podría salvarlo, apareciendo los rostros de algunos de los personajes principales de la serie.

Finalmente en el interior en la última página se desvelaba el secreto,

"La noche que murió Gwen Stacy". 

El duende verde se cargaba nada menos que a la novia del protagonista, un desenlace que nadie habría esperado, tras una espectacular batalla en el puente de Brooklyn.

La serie vuelve a tener un momento álgido a principios de los 2000, con la etapa de Straczynski en los guiones, cuando en "Civil War" Peter Parker se quita la máscara y deja que vean su rostro. Brutal en esta etapa el "Vuelta al negro", con un Spiderman oscuro y fuera de sí que intenta descubrir quién ha atentado contra tía May.

No me voy a enrollar más con todo lo que pasó luego y los años posteriores en los que como muchos me desconecté absolutamente del personaje.

No esperaba volver a leer nada interesante de Spiderman, pero mira por dónde me he enganchado al "Ultimate", donde juegan con un universo paralelo en el que Peter Parker es un cuarentón casado con Mary Jane y padre de dos niños. Buenísima esta serie que ha hecho que muchos retomen un personaje que parecía ya más que agotado.

Conan

Para mí Conan empieza el día que entra John Buscema a dibujar al personaje. 

Las historias solían ser sencillas: un Conan mercenario unas veces, otras pirata, combates épicos, monstruos colosales, tías macizas y con poca ropa...,

muchas de sus escenas se me han quedado grabadas por siempre. Por supuesto que recomendable siempre será la saga de Belit, en la que nuestro héroe va a tener pareja estable por primera vez durante un buen periodo de tiempo.

Pero un número concreto que a mí es el que más me ha flipado siempre es "La sombra en el sepulcro".

En el primer dibujo, espectacular a toda página, se ve cómo los montañeses hacha en mano saltan sobre las sorprendidas huestes del ejército Turanio. 

Conan, mercenario del ejército emboscado, consigue salir de la masacre junto con unos pocos supervivientes, abriéndose paso a través de un estrecho desfiladero.

Acorralados, reciben la propuesta de los montañeses. Deben escoger a uno entre los suyos para batirse en duelo contra uno de ellos, si consiguen vencerlo se podrán marchar en paz. 

El campeón de los montañeses es una bestia parda, un auténtico gigante que parece invencible. 

El capitán de los turanios, un tío de honor, acepta la propuesta aunque sabe que no tiene la más mínima posibilidad de vencer. Cuando acepta, murmura entre dientes que haría falta una espada embrujada para derrotar a ese gigante. 

"Espada embrujada", cuando Conan oye esas palabras rememora una historia de su juventud en las heladas tierras del norte. El flash back cuenta cómo Conan va a tener una experiencia desagradable con una espada que encuentra en un sepulcro arrebatándosela a un esqueleto. Conan, que consigue sobrevivir, desecha la espada arrojándola de nuevo al sitio dónde la encontró.

Conan vuelve de sus recuerdos y derriba al valiente capitán Turanio,  es él quien se va a enfrentar con el gigante montañes.

Conan consigue vencer ésta vez con más astucia que fuerza y los montañeses cumplen su palabra de dejar marchar a lo que queda de las huestes turanias. La sorpresa espera en el magnífico final cuando debajo de la enorme roca que ha sepultado al gigante sobresale su mano aún asida a la espada y cuando se abre...tachán! tachan! por supuesto está la espada embrujada que en su día rechazó Conan.

¡Insuperable!

Capitán América 

La primera etapa de Marvel con este personaje, con Stan Lee y Jack Kirby, lo siento por los mitómanos pero es por momentos insufrible. 

Hasta que no pasan muchos números no empieza a adquirir verdadero interés. 

Decisivo es el momento en que empieza a entrar en juego el Halcón cómo compañero del Capi.

Uno de las sagas emblemáticas de la colección, es la del "Imperio Secreto". En ella, el Capitán América descubre toda una trama fascista cuyo cabecilla resulta ser nada menos que el Presidente de los EEUU. La historia corría paralela a los acontecimientos que estaban sucediendo realmente en USA con el caso Watergate durante la presidencia de Nixon.

Con los dibujos de Sal Buscema y guion de Englehart es una de las mejores etapas del personaje.

Muchos años después, ya en 2010 irrumpe Brubaker como guionista con Steve Empting en el dibujo para hacer los que para mí son los mejores cómics del personaje. 

Destacaría "El soldado de invierno", brutal reinvención del personaje de Bucky. En el cómic lo convierten en un letal asesino al servicio del KGB, que le había lavado el cerebro.

Y sobre todo "La muerte del Capitán América", uno de los mejores cómics de Marvel de todos los tiempos. En este episodio el héroe  va a ser juzgado por los sucesos ocasionados en su lucha contra Iron Man en "Civil War". Cuando camina a declarar es tiroteado y muere en las escalinatas de los juzgados, todo un símbolo. A partir de ahí se desarrolla una trama interesantísima sobre el asesinato.

Cómic imprescindible.

Eduardo Álvarez Cónsul

Capitán América “El imperio secreto".

Esta increíble historia que apareció en la colección del Capitán América coincidió con el "Caso Watergate" y tiene muchos puntos en común, y al final de la historia el propio Capitán América de forma muy existencialista como veía la gente del exterior a Estados Unidos.

Daredevil "Born again".

Con guion del gran Frank Miller esta historia es también increíble pues Daredevil /Matt Mutdock debe de empezar desde abajo cuando Kingpin descubre que Daredevil y Matt Murdock son la misma persona. La historia es narrada por el periodista del Daily Bugle Ben Urich.

Luke Cage, Héroe de alquiler.

Toda la colección de Luke Cage, desde sus comienzos hasta asociarse con Puño de Hierro me gusta, pues es mi super héroe favorito de siempre. Además, fue el primer super héroe de raza negra que tuvo colección propia, y en los últimos años en el Universo Marvel es el nuevo alcalde de Nueva York.

Joanna

Spiderman “¡Nada puede detener al Juggernaut!”.

Publicado por Fórum/Planeta allá por los primeros ochenta, cuando no hacía mucho que Planeta se había hecho con los derechos de un puñado de super héroes Marvel que hasta entonces se habían encargado de editar por nuestro país Vértice y Bruguera. Madame Web perdía la vida (de forma accidental, la verdad) por culpa del Juggernaut, y el trepa muros no lograba pararle los pies a uno de los más bestias enemigos de los X-Men ni salvar la vida de su anciana amiga. Los lápices de John Romita dieron forma en inolvidables viñetas a los guiones de Roger Stern.

Dominic Fortune “El mesías que hizo temblar la tierra”.

Howard Chaykin, por aquel entonces ya laureado con premios a su arte, escribió y dibujó para Marvel algunas de las aventuras de este cazador de fortunas, cuyas tramas tenían lugar en la Norteamérica de los años treinta, alejado del panorama super heroico habitual de la editorial (pero que terminaría pisando), con un estilo más próximo a las películas aventureras del viejo Hollywood y que hoy puede incluso tildarse de políticamente incorrecto. Chaykin creó a Dominic Fortune para Atlas Comics, y luego se lo llevaría a la Marvel en la segunda mitad de los setenta.

“El mesías que hizo temblar la tierra” llegó a los quioscos españoles en el número 10 de las Aventuras Bizarras que publicara Planeta por 1984, junto a otra historieta del personaje, “El traficante de poder”, con guion de Len Wein.

El Castigador “Sentencia de muerte”

De impactante cubierta, el número 15 de las Aventuras Bizarras, que cerró esta colección más adulta de Marvel, nos traía al Punisher en toda su magnificencia. Con Gerry Conway al guion y los lápices de Tony DeZuñiga. La historia había sido publicada por Vértice unos años antes en su colección “Relatos salvajes” con una portada algo distinta.

Fernando Rodríguez Tapia

Me considero un lector tardío de los comics Marvel. Aunque uno de los primeros tebeos de superhéroes que recuerdo haber disfrutado pertenecía a la colección de mi querido Power Man, posteriormente cuando me adentré en este fascinante mundillo elegí el Universo DC. Las razones son obvias: nunca me interesaron Spiderman o las múltiples colecciones de los X-Men salvo aquellos excelentes números que Bill Sienkiewicz realizó para Los Nuevos Mutantes. Con el tiempo, siguiendo recomendaciones, lecturas propias, autores e intuiciones personales, fui descubriendo obras y personajes que me fueron atrayendo como la serie bélica Nam, el trabajo de Steve Ditko con el Dr. Extraño, las diversas obras de Frank Miller con Daredevil o Elektra, los trabajos del dúo formado por Jeph Loeb & Tim Sale, el Punisher de Garth Ennis o la memorable etapa de Ed Brubaker a cargo del Capitán América donde se incluía la gestación del Soldado de Invierno. Sin embargo, en esta ocasión me decido por tres obras diferentes para mí revolucionarias en su plasmación final pertenecientes al pasado.

Nick Furia de Jim Steranko (1966-1968).

Este genio llevó al comic Marvel a una nueva dimensión incorporando en sus obras un estilo y una serie de influencias que se alejaban del habitual mundo de las viñetas, lo que acabó por enriquecerlas. En una serie de memorables números condujo al personaje a un terreno adulto vinculado al surrealismo, al pop art, la psicodelia y al entonces muy exitoso personaje de James Bond. Lógicamente un autor de sus características no podía estar mucho tiempo bajo el férreo y encorsetado control de una editorial de este tipo por lo que la acabó abandonando poco después, aunque regresó en colaboraciones muy puntuales. A partir de entonces su leyenda se fue agigantando y nos queda aún por conocer su labor intelectual dentro del noveno arte. Por cierto, una de las luminarias responsables de su deserción en Marvel fue el editor en jefe e intocable para algunos Stan Lee.

Los Eternos de Jack Kirby (1976-78).

Como les ha pasado a muchos lectores el personal estilo de este imprescindible dibujante no me fue fácil de asimilar. Sin embargo, el descubrimiento de esta asombrosa obra supuso un cambio en mi actitud con su labor. "El Rey" tras su personal y liberadora etapa en DC donde gestó obras sensacionales como "El cuarto mundo" o "Kamandi" regresó a Marvel y creó esta serie donde, siguiendo el patrón de los nuevos dioses elaborado en su estancia en la editorial rival, desarrolló un universo particular vinculado a las ideas de Von Daniken a lo largo de 19 números que funcionaron casi como universo alternativo al mundo superheroico de la propia editorial. Como suele ser habitual en sus obras más autorales priman las ideas sobre los sólidos desarrollos, pero el resultado con sus irregularidades para mí es abrumador. Una historia de dioses, extraterrestres, mitología y ciencia ficción fascinante donde tenían cabida sus principales gustos y obsesiones. 

La Tumba de Drácula de Marv Wolfman y Gene Colan (1972-1979).

Esta serie demostró que el mítico personaje creado por Bram Stoker podía funcionar muy bien dentro del comic. Y así lo hizo a lo largo de setenta números e incluso en alguna revista paralela gracias al arte del genial Gene Colan y a los guiones a partir del número siete de Marv Wolfman (los anteriores fueron escritos por Gerry Conway, Gardner Fox y el gran Archie Goodwin). El resultado fue un auténtico culebrón de oscuras aventuras en cuyas páginas vieron la luz por primera vez el hoy reconocido Blade, el temible Deacon Frost, Quincy Harker, Rachel Van Helsing, Hannibal King, Lilith y ese excepcional Drácula (cuyas facciones son fácilmente vinculables a Jack Palance). Quizás en su lectura actual pesa la densidad en algunos textos si bien la labor de Colan en los lápices (entintado por Tom Palmer) logra trascender esa limitación. Tuvo incluso una curiosa y destacable adaptación en formato anime en el año 1980 que muchos descubrimos en un pase televisivo en unas lejanas navidades.

Luis Montes

Amazing Spider-Man #248

Este cómic es especial por doble motivo. Estando la grapa originaria está dividida en dos historias distintas, las 13 primeras páginas tenemos a Spiderman luchando con Bola de Trueno y la segunda es un complemento especial de 10 páginas que es la historia en cuestión. "El chico que coleccionaba Spider-Man" narra la historia de un joven admirador de Spiderman que recibe la visita del trepamuros, una cortísima historia que explica muy bien quién es Spiderman, cuáles son sus motivaciones y la humanidad del héroe. Un ejercicio magistral que golpea directamente en el estómago y corazón del lector al llegar a la viñeta final.

Uncanny X-Men #205

Si algo ha caracterizado a Marvel Comic Group era la sensación palpable que todo acontecido en sus páginas ocurría en un mismo universo, cualidad por la que destaca el UCM en el cine. Prueba de ello vemos en esta historia protagonizada por Lobezno y Kathie de Power Pack, singular grupo de superhéroes infantil creado en 1984 e integrado por cuatro pequeños hermanos. En este número Lobezno es encontrado apaleado por la pequeña Kathie y su niñera, estando en un estado feral y animal incapaz de reconocer a nadie e intentando sobrevivir a sus letales perseguidores. El arte recae en los lápices del maestro inglés Barry Windsor-Smith con un trabajo espectacularmente dibujado, entintado y coloreado por él mismo. Magníficas son las viñetas mudas de Lobezno y Dama Mortal acuchillándose entre ambos.

Savage Sword of Conan #5

Cuando hablamos de los cómics Marvel resulta extraño para muchos lectores hablar de Conan, pero la historia de ambos están fuertemente ligadas y destinadas a entenderse. Pocos personajes tienen el magnetismo y el poder visual en el lector que Conan el bárbaro, seducción que presenta desde la primera viñeta (splash page) en este cómic en cuestión, “Nacerá una bruja” está basado en el relato homónimo de Robert E. Howard y extraordinariamente adaptado por los hyborios Roy Thomas y John Buscema. La belleza y sensualidad de Taramis y especialmente de su gemela malvada Salome, el poderoso aspecto sombríamente astuto del cimerio, y la icónica imagen del que algún día será rey por sus propios méritos crucificado, escena que Milius mejoró en la gran pantalla.

José Manuel Sarabia

Desde que era un tierno infante he leído tebeos de superhéroes, sobre todo de La Casa de las Ideas. Mentiría si dijera que fueron los primeros cómics que cayeron en mis manos, ya que fueron los Pulgarcitos de Jan y algún que otro Mortadelo los primeros que pude leer puesto que los heredé de alguno de mis primos. Sin embargo, sí que recuerdo la primera grapa (en aquellos días no las llamaba así) que me compró mi abuela en la papelería de mi barrio cuando yo debía tener unos seis o siete años. Este no era otro que el número 8 del primer volumen de Fórum de Spiderman (el hombre araña). Entre sus páginas nuestro amigo y vecino trepamuros se enfrentaba a la sexy Gata Negra. A partir de entonces, aunque he ido picando y leyendo otras cosas a lo largo de mi vida como aficionado al arte secuencial, comenzó mi relación con Marvel y con su rico universo superheróico. 

Me sería difícil elegir de entre su gran cantidad de historias y personajes solamente tres, aunque he de reconocer que Spidey ha sido siempre mi favorito. Sin embargo, voy a nombrar tres de ellas que, por razones de lo más variopintas, son cómics que he releído muchísimas veces ya sea por su calidad o porque tienen algo que me flipa, tanto o más que las más conocidas, laureadas o más mainstream.

Los números 138 y 139 del primer volumen de fórum de Spiderman, los cuales contenían los correspondientes 267 al 269 de la serie “Amazing Spiderman”, ponían a nuestro amigo y vecino en la difícil tesitura de enfrentarse a uno de los heraldos de Galactus, ese ser poderoso que tenía una dieta estricta de planetas para subsistir. El Señor del Fuego, que es como se llama el adlátere del zampamundos morado, llega a Nueva York con ganas de disfrutar de las bondades de la Gran Manzana. Sin embargo, y si no fuera así no habría nada que contar, un encuentro con unos lugareños acaba en trifulca y Spidey se mete por medio. A partir de ahí, nuestro protagonista dotado de los poderes proporcionales de una araña, será asediado y perseguido por la ciudad que nunca duerme. Una trepidante persecución con maravillosos dibujos de Ron Frenz.

El Annual 11 de la Patrulla X aquí en España se publicó en uno de los famosos especiales de vacaciones que se publicaban por estos lares. Concretamente el Especial Verano de 1988. Los que éramos prepúberes en esa época siempre recordaremos la ilustración de Jordi Sempere que se encontraba en las guardas y que mostraba a Tormenta como vino al mundo. Pero sin irnos por las ramas, este especial contenía la historia “Perdidos en el palacio de los espejos” donde los X-men, con una de sus mejores formaciones con Lobezno, Tormenta o Pícara a la cabeza, son enviados por Horda, un tipo bastante ruin y despreciable, a robar un cristal capaz de conceder los deseos más profundos a su propietario. Todo ello genialmente ilustrado por Alan Davis y con la mítica escena en la que el mutante de los huesos forrados de adamantium es regenerado a partir de una gota de sangre. Sin duda, una de mis historias favoritas, no sólo de la Patrulla X, sino de la editorial. 

Ese mismo año, 1988, Fórum lanzó una serie contenedor titulada como Clásicos Marvel. Allí se daba cabida a pequeños arcos argumentales de lo más diverso. Desde la mítica Guerra Kree Skrull de la serie de los Vengadores, el Nick Furia de Steranko o la muerte de Gwen Stacy. En sus números 8 y 9 se publicaron los 29 y 30 americanos de la serie del Caballero Luna. Aquí el denominado como el Batman de Marvel volvía a cruzar su camino con Jack Russell, el hombre lobo de Marvel. Cabe recordar que el personaje se presentó en la serie “Werewolf by Night” protagonizada por el licántropo marvelita. Es este pequeño arco, Marc Spector ayuda a un Russell que lleva huyendo a través de todo el país de una secta satánica que lo persigue con intenciones poco halagüeñas. No obstante, lo que más mola de esta historia, a parte de su tono más adulto, es el arte de Bill Sienkiewicz.

Rafa Coronel

“La muerte del Capitán Marvel” (1982).

Sin Jim Starlin no habría, para bien o para mal, MCU. O sería, como mínimo, totalmente distinto de lo que tenemos hoy. El arquitecto de la gran Saga Cósmica y El Villano Con Mayúsculas de todo el cine de Marvel es, en cambio, un autor tremendamente olvidado por el gran público a día de hoy. Dibujante mediocre que debe muchísimo al entintado de Al Milgrom y magnífico guionista, creó a Thanos, le dio nueva identidad y le convirtió en el superhéroe-filósofo de los 80 a un personaje que aparece en una historieta suelta de los 4F (Adam Warlock) y mató (no en vano era conocido como Mr. Muerte) de la forma más humana al más cósmico de todos: el Capitán Marvel. Y lo hizo en su gran obra maestra, una que aún me humedece los ojos cada vez que la leo, con esa magnífica portada donde la Pietá es transformada en la Muerte y el héroe Kree en Jesucristo (y a partir de aquí retomaría este papel varias veces). Aquí Jim da el do de pecho tanto en el guion como en el dibujo, su gran debilidad, con viñetas tremendamente conmovedoras como en la que Starfox llora tras pedirle Mar-Vell que cuide de Elysius tras su muerte o esa en que Spidey no puede aguantar dentro de la habitación, tomando conciencia de su propia mortalidad tras ver al Capitán agonizando en la cama de cáncer. O momentos como cuando algunos de los mayores científicos de todo el Universo Marvel se preguntan por qué han gastado tanto tiempo buscando realidades alternativas, viajando a las estrellas o en asuntos banales cuando probablemente podrían haber encontrado la cura para la "muerte negra".

Los Eternos, de Jack Kirby.

Los primeros 70 fueron una época cojonuda. Probablemente bastantes cerebros aún tenían resaca y restos de alucinógenos de los finales de los 60, y además la ufología y las conspiraciones divertidísimas estaban en su auge. Esto dio lugar a libros como “Recuerdos del Futuro”, de Erich von Däniken, el primer tipo que yo sepa que puso por escrito eso tan popular a día de hoy en el canal Historia: "Aliens". Y en éstas que Jack Kirby se supone que coge el libro y dice "pues de aquí puede salir un tebeo cojonudo". Y dicho y hecho, los Nuevos Dioses de DC se quedan a medias y vuelve a Marvel para crear Los Eternos, en que teoriza sobre la creación por parte de extraterrestres (los gigantescos Celestiales) de las tres razas humanoides del planeta Tierra: Humanos, Eternos y Desviantes. Unos personajes memorables que lamentablemente podrían haber dado mucho más de sí si se hubiesen mantenido aparte del universo Marvel más "terrenal", pero finalmente se integraron por completo siendo parte especialmente importante la raza de los Celestiales, sembradores de planetas.

Spiderman “Tormento” de Todd McFarlane.

Como buen hijo comiquero de los 90, esto no podía faltar. Con los años, McFarlane al final se ha convertido más en una industria juguetera que en el magnífico dibujante que era (lo de sus guiones es otro tema), pero cualquiera que cogiese este Spidey viniendo de los viejos Romita o Ditko quedará impresionado. La agresividad, la angustia que transpira este cómic no se había visto nunca en ningún cómic anterior del Amistoso Vecino, y un malo hasta entonces bastante secundario como el Lagarto impresiona por su crudeza y ferocidad. Y como casi todo McFarlane, transcurre en un callejón.

Susanna Annasus

No soy muy experta en comics, pero de Marvel para mí uno de los que más me gustó fue “Origin” que es del 2007, los autores son Bill Jeman, Paul Jenkins y Joe Quesada, el ilustrador Andy Kubert. En este cómic se habla del pasado de Lobezno, y me gusta muchísimo las ilustraciones, los tonos que utilizan, la expresividad de los rasgos, como captan los sentimientos. Tiene unas portadas guapísimas, es uno de los que más me han gustado. Para mí son muy reales las imágenes.

El Castigador: un anti héroe, el personaje fue creado por Gerry Conway, John Romita, Ross Andru y el editor Stan Lee. Apareció por primera vez en 1974, en un cómic de Spiderman. Jura castigar en venganza, porque mataron a toda su familia. Y me gusta por su aire derrotista, me gusta el estilo del Punisher de John Buscema, el de Mike McKone. 

Viuda Negra: aparece en 1964, creado por Stan Lee, Don Rico y Don Heck. Es Uno de los personajes que también más me gustan de los cómics de Marvel, es sensual, como fue mejorada tiene un cuerpo muy resistente al envejecimiento y las enfermedades. Todas las viudas negras su pasado es el mismo, se enfrenta al pasado horrible que vivió en la Unión Soviética. En sus primeras apariciones no lleva traje y después comienza a salir, después el gobierno le entrega su primer traje.

También tiene cambios físicos en cuanto a su aspecto, el largo del pelo y color, y los poderes que obtiene con el traje.