Título original: The Monkey
Año: 2025
Duración: 98 min.
País: Estados Unidos
Director: Osgood Perkins
Guion: Osgood Perkins (basado en el relato corto de Stephen King)
Música: Edo Van Breemen
Fotografía: Nico Aguilar
Reparto: Theo James, Tatiana Maslany, Christian Convery, Colin O’Brien, Elijah Wood, Rohan Campbell, Sarah Levy, Osgood Perkins
Puntuación: 3’5
¡Increíble, Osgood Perkins también puede ser divertido!
The monkey regala diversión y muerte al público.
Este mono tiene gore, muertes delirantes y mucha diversión.
En el año 2013 Lucky McKee venía de su mayor éxito, The Woman, una mezcla crudísima entre rape & revenge, denuncia social y critica del estadounidense paleto de gatillo fácil y alcohol en vena, cuando de pronto se sacó de la manga All Cheerleaders Die, alocada explosión de muertes, pompones y glitter que anticipó por tres años aquella maravillosa locura televisiva de Ryan Murphy llamada Scream Queens.
En el 2025, Osgood Perkins se sacude su aire sesudo y regala The Monkey al espectador con ganas de diversión. ¿Damos cuerda al muñeco a ver qué pasa?
Intrigados por las posesiones de su desaparecido padre, los preadolescentes gemelos Hall y Bill descubren por las malas la maldición que acompaña el autómata de un mono: cada vez que se le da cuerda, aparatosas muertes suceden a su alrededor en medio de una estruendosa música de feria ambulante.
El tiempo pasa y ambos han crecido. De pronto en la noche resuena la música que antecede las muertes causadas por el mono… Las muertes extrañas, los accidentes incompresibles, vuelven a ponerse en marcha. ¿Quién ha dado cuerda a este objeto maldito?
Stephen King y Osgood Perkins parecen hechos para entenderse: lo siniestro bajo una capa de vulgaridad, las difíciles relaciones familiares, los (no) entendimientos paterno filiales trufan las obras del primero y las películas del segundo. Sin embargo, en esta película tan ad hoc para las atmosferas opresivas – y a veces demasiado artificiosas – de Osgood Perkins pero este, ¡Sorpresa!, se permite soltarse el pelo y escribe una historia en las antípodas del mood de toda su obra anterior y del relato corto en el que se basa. Tal vez sea por la colaboración de James Wan, porque este mono de juguete podría tener un puesto en el Hall del horror de la familia Warren; el muñeco asesino tiene un gran carisma y el director aprovecha al máximo todos sus resortes y funcionamiento.
Ya desde el delirante prólogo protagonizado por Adam Scott, Perkins es capaz de echar a rodar un gran divertimento en el que no dejan de ocurrir cosas, enfocando sus filias y fobias como parte del espectáculo. El guion va rápido, apoyado en las desventuras del gemelo tonto, Hal, con un tono muy emparentado con el Sam Raimi más juguetón y las muertes tan rocambolescas como escabrosas de la saga Destino Final. Aunque la historia se presta a ser una pesadilla, lo cierto es que hay mucha ligereza en The Monkey, mucha invitación a la carcajada y la diversión. Con esta historia minimalista, de pocas situaciones y menos personajes, Perkins se ha divertido al escribir y rodar la película, algo que salta de la pantalla al patio de butacas; imposible negar que alguna voz en off tiene un ramalazo muy “a lo Oz Perkins”, pero esta vez es breve y no interrumpe demasiado la narración.
El casting resulta un gran acierto: Tatiana Maslany aprovecha su punch cómico y borda el papel de madre; Christian Convery está tremendo como los gemelos en su preadolescencia. Theo James resulta mejor como el atribulado Hall que como Bill, pero aun con ello da lo mejor de sí mismo interpretando a ambos. Elijah Wood hace un pequeño cameo, parece cómodo con los personaje extremos y/o ridículos… tal vez debería tener cuidado ya que empieza a repetir tics.
Con The Monkey, Osgood Perkins se aleja de la sombra de sus películas anteriores y toma un camino más complicado: ofrecer diversión pura y dura… Y no solo lo consigue sino que también ofrece su mejor película hasta la fecha. Que no pare la fiesta, Osgood!!
Javier S. Donate.
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