sábado, 8 de marzo de 2025

Mis tres favoritas de... Mel Gibson

 

Fernando Rodríguez Tapia

En esta ocasión haremos una pequeña trampa: escogeremos un personaje de su filmografía, una de sus películas como actor y una de sus obras como director.

"Mad Max. Salvajes de autopista" ("Mad Max", George Miller, 1979).

Es imposible pensar en Max Rockatansky y que no venga a la memoria Mel Gibson. Para mí, su mejor interpretación labrada en las tres películas de la trilogía clásica donde el personaje fue evolucionando de antihéroe a mito para acabar en el territorio de la leyenda. Tres excelentes obras que mostraron un mundo violento, oscuro, hostil e inacabable poblado por personajes demenciales y figuras que acaban desapareciendo en la tierra baldía.

"El año que vivimos peligrosamente" ("The Year of Living Dangerously", Peter Weir, 1982).

Un film de aventuras de hechuras clásicas muy bien urdido por su gran director que maneja perfectamente todos los elementos de la ficción (intriga, romance, drama, periodismo, relato histórico) con su sabiduría formal y sin caer en estridencias ni lastres nostálgicos. Gran reparto y una película de agradable visionado siempre que uno se encuentra con ella. Inolvidable la interpretación de Linda Hunt con la que logró un Oscar.

"Hasta el último hombre" ("Hacksaw Ridge", Mel Gibson, 2016).

Una excelente película bélica, magníficamente narrada e interpretada que muestra un episodio poco conocido de la sangrienta contienda desarrollada en la zona del  Pacífico durante la Segunda Guerra Mundial donde prima el humanismo, el espíritu de supervivencia y las creencias personales. Una obra que muestra el indudable talento de Mel Gibson como realizador y su capacidad para llegar a las emociones más intensas. En otras palabras: Getsemani en Okinawa.

David Suárez Sánchez

"La pasión de Cristo" ("The Passion of the Christ", 2004).

Por la fuerza y lo dura que es la película además de saber que iba a ponerse en contra a toda la comunidad judía, una película valiente y muy dura. 

"Braveheart" ("Braveheart", Mel Gibson, 1995).

Toda una obra maestra muy completa y muy épica, toda una maravilla que por muchos años que pasen será una obra maestra 

"Mad Max 2, el guerrero de la carretera" ("Mad Max 2", George Miller, 1981).

Para mí la mejor de la saga de las mejores películas post apocalípticas, con increíbles escenarios.

Eduardo Álvarez Cónsul

"Mad Max 2, el guerrero de la carretera" ("Mad Max 2", George Miller, 1981).

Después del del exito de "Mad Max. Salvajes de autopista" (1979) de George Miller que lanzó al estrellato a Mel Gibson, se hizo esta secuela que aparece ambientada tras una supuesta 3ª guerra mundial entre Estados Unidos y la Unión Sovietica con un aire de comic de ciencia ficción y de wéstern crepuscular ademas de mucha acción con coches, motocicletas y camiones. En el reparto aparecen Bruce Spence como el loco Capitan Gyro, Emilly Minty como el niño mudo que usa un boomerang y narra la pelicula ya de viejo, Kjell Nildun como Lord Humungus, Michael Preston como Papagallo y Vivian Hey como la hermosa mujer guerrera de melena rubia.

"Braveheart" ("Braveheart", Mel Gibson, 1995).

Cuando fui hace decadas a los multicines Los Arcos decidí ver esta pelicula temiéndome lo peor con un Mel Gibson exhibicionista, pero me equivoque y la pelicula está muy bien hecha y Mel Gibson estuvo muy correcto y una historia entretenida.

En el reparto aparecen la hermosa actriz francesa Sophie Marceau y Patrick Mc Goohan.

"Maverick" ("Maverick", Richard Donner, 1994).

Este wéstern se basó en todo un clasico de la televisión norteamericana que tenia el mismo titulo y la pelicula tiene momentos divertidos. En el reparto apaecen Jodie Foster como coprotagonista, el gran James Gardner que protagonizó la serie "Maverick" original, tambien aparece el gran James Coburn, Alfred Molina y actores ya clasicos de wésterns de cine y televisión como Leo Gordon, Deven Pyle y Henry Darriw.

David Cortabarria

En esta ocasión el acotamiento cronológico no es deliberado, sino cien por cien serendípico. Desde siempre me encantan las distopías, y la música del grandísimo compositor griego Evangelos Papathanassiou, alias Vangelis (entre otros muchos artefactos que despertaban mi interés desde muy joven), y esos gustos me llevaron a descubrir a Mel Gibson en una tríada de películas consecutivas que le cincelaron como un actor muy versátil y competente. En aquella época casi tuvo la misma suerte que Harrison Ford, que no paraba de encadenar éxito sobre éxito. 

Tres películas seguidas que no he parado de visionar una y otra vez, fuente de muchas horas de placer (¡Y las que quedan!), con un Mel Gibson icónico y estupendo en todos sus papeles. Es ahí donde le quiero tener, omitiendo todo comentario sobre su actual deriva personal y cinematográfica.

"Mad Max 2, el guerrero de la carretera" ("Mad Max 2", George Miller, 1981).

Mel Gibson como Max

Quizás la película que más y mejor define la esencia de la saga Mad Max, la que se separa del meritorio primer film de Miller, inyectando más octanos de insólito poderío visual para los estándares de 1981. Su tercera parte, pese a su gran éxito, no es más que un pálido reflejo de su desparrame poderío visual. "Mad Max Fury Road" (2015) honró su legado de manera gloriosamente desbocada, pero está claro que se apoya en esta joya distópica de los primeros 80. 

Mel Gibson encarna muy bien a ese ronin con código de honor, caballero de las causas perdidas del Páramo, sumido en una orgía de polvo, arena, vehículos y carreteras. Película muy violenta para un jovenzuelo de 10 años (la descubrí en 1984) pero que me atrapó para siempre por su distopía comiquera tan en boga por aquel entonces (Métal Hurlant, 1984/Zona84… qué glorioso hackeo que llevasteis a cabo en mi cerebro… jamás agradeceré lo suficiente tan fastuoso motor friki). A día de hoy ha envejecido de lujo, y además sirvió también para ser el germen de las versiones Black & Chrome (o en blanco y negro) de "Fury Road" y "Furiosa" (partes 4 y 5 de la saga de Max), ya que Miller comprobó lo bien que funcionaba "Mad Max 2, el guerrero de la carretera" en blanco y negro a la hora de llevar a cabo el montaje del sonido con un copión en ese formato. Bendita casualidad. 

"El año que vivimos peligrosamente" ("The Year of Living Dangerously", Peter Weir, 1982).

Mel Gibson como Guy Hamilton

Uno de mis (muchos) discos favoritos de Vangelis, Opéra Sauvage (Polydor, 1979. Banda sonora de una serie documental de Frédéric Rossif) fue el que me llevó a descubrir este peliculón del impecable director Peter Weir, que se jubiló oficialmente en 2024. La banda sonora principal corresponde a Maurice Jarre (quien por cierto ofreció a Weir en 1985 un gran score para su muy recomendable película “Único testigo”), pero el tema que me arrebató del todo en esta película es la que sirve como inesperado “love theme”, “L’Enfant”, tercer tema del mencionado disco. Aparece en dos ocasiones, y es en la segunda donde cobra una relevancia y una intensidad desbordantes, al ilustrar de manera perfecta la historia de amor que tiene la diplomática Jill Bryant (una radiante Sigourney Weaver) con el periodista Guy Hamilton (un Gibson en un registro entrañable).

Gracias a la actual magia digital puedo indicar con toda concisión el momento en que la escena con la música de Vangelis me dejó maravillosamente fascinado. Va del minuto 1:07:18 al 1:09:35. Una Sigourney Weaver imperial bajo la lluvia de Indonesia, yendo al encuentro de Mel Gibson, porque simplemente le desea con una pasión desbordante. Momentos así le permiten darse cuenta a uno de lo potente que puede llegar a ser el cine. El olfato de Weir para descontextualizar el temazo de Vangelis del disco original y otorgarle una nueva y resonante entidad es sencillamente providencial. 

Muy interesante película sobre la rebelión comunista contra el presidente Sukarno, con una Linda Hunt con un personaje secundario (masculino, ahí es nada) que roba todas las escenas en las que aparece, y un Gibson en un papel muy alejado al de Max Rockatansky del anterior film. Un drama romántico muy bien rodado, ilustrativo de la preocupación que cierto cine mostraba con la convulsa historia asiática. Otro ejemplo destacable (y al cual también accedí por coartada musical) es “Los gritos del silencio” (esforzada pero muy inexacta “traducción” de "The Killing Fields", Roland Joffé, 1984), con banda sonora a cargo de Mike Oldfield (la primera y última que llegó a grabar, porque la parte de su disco Tubular Bells para “El exorcista” de William Friedkin aparece en la película cortesía del trepa de Richard Branson, en la época jefazo con mano de hierro de Virgin Records, sin contar con el visto bueno de Oldfield). 

"Motín a bordo" ("The Bounty", Roger Donaldson, 1984).

Mel Gibson como Fletcher Christian

Tercera adaptación de la historia real que tuvo lugar en 1789, cuando el primer oficial Fletcher Christian planta cara y se rebela contra el capitán Bligh, un miserable que en virtud del rango de mando que ostenta, se decanta por la psicopatía y el sadismo.

Las tres adaptaciones, pese a sus diferencias, me gustan mucho. La primera es de 1935, a cargo de Frank Lloyd. Dos grandes del cine en los papeles principales: Clark Gable como Fletcher y Charles Laughton como Bligh. La segunda es de 1962, dirige Lewis Milestone. Marlon Brando es Fletcher, y Trevor Howard, Bligh. Tiene también un papel el gran Richard Harris. En la adaptación de Roger Donaldson de 1984, Gibson es Fletcher, Anthony Hopkins es Bligh, y cuenta con actores tan interesantes como Bernard Hill, Daniel Day-Lewis y Liam Neeson.

En esta ocasión Vangelis crea la banda sonora completa del film, y lo hace en medio de una de sus etapas creativas más potentes, al poco de haber ofrecido joyas inclasificables como “See You Later” (Polydor, 1981), bandas sonoras de gran éxito como “Chariots Of Fire” (Polydor, 1981), “Blade Runner” (Warner, 1992, lo que se publicó en 1982 fue un flojo disco de versiones orquestales) y “Antarctica” (Polydor, 1983). La banda sonora para “Motín a bordo” (dolorosamente inédita en formato físico oficial) coincide en el tiempo con el disco “Soil Festivities” (Polydor, 1984), con quien comparte fascinantes sonidos. El griego arropa la encomiable película de Donaldson, confiriéndole una dimensión más evocadora y sentida, con una pátina de desolación. 

Mel Gibson está genial aguantándose las ganas de lanzar a Bligh por la borda, y Hopkins luce impecable haciéndose odiar por su actitud tan desalmada y obtusa mente cuadriculada. Toda la película se ve con gran interés, aunque se conozca de sobra la alucinante historia que ilustra. Ante las reiteradas descalificaciones y trato vejatorio que Fletcher y otros tripulantes sufrieron por parte de Bligh, deciden entrar en rebelión, lo cual consiguen con gran facilidad. El destino de Bligh puede tacharse de ajustada misericordia (que éste último jamás tendría con su subalterno) o de agónica venganza cuando decidió dejarlo a la deriva junto a 18 tripulantes y escasas provisiones de agua y comida.

Y el azar fue increíble para ambos. Bligh recorrió casi seis mil kilómetros en mar abierto durante unos 40 días de travesía hasta llegar a tierra firme. Y Fletcher y los suyos llegaron por pura casualidad a la isla Pitcairn, en medio de la nada, a un lugar que, para más inri, estaba cartografiado de manera errónea (lo cual era ideal para camuflarse). Los descendientes de los amotinados del Bounty aún siguen viviendo en una islita de 47 kilómetros cuadrados. Recomiendo echar un vistazo a la ubicación empleando la aplicación Google Earth. 

Emilio Malet.

Saga "Arma Letal" (sobre todo las dos primeras).

Me parecen obras maestras del cine de acción y además  marcarían la forma de hacer películas policíacas durante toda la década de los 90. El personaje de Mel Gibson, Martin Riggs, me parece maravilloso. Es agresivo, gracioso y encantador al mismo tiempo. Pero sobre todo un loco atormentado con tendencias suicidas. El personaje va evolucionando a lo largo de la saga pero incluso en la cuarta parte, a pesar de ser la más floja y haber pasado varios años, sigue siendo Martin Riggs. Además desde el primer momento la química entre Gibson y Danny Glover es magnífica, lo que eleva la calidad y credibilidad de toda la saga.

"Apocalypto" ("Apocalypto", Mel Gibson, 2006).

Me ha costado no ponerla la primera. Me parece una de las mejores películas del siglo XXI (aunque lo ha tenido fácil). Estoy seguro de que si no fuera por el castigo al que han sometido a Mel Gibson en el hipócrita Hollywood, sería considerada una obra maestra y aunque creo que para la mayoría del público lo es, no ha tenido el reconocimiento que merece.

"Mad Max. Salvajes de autopista" ("Mad Max", George Miller, 1979).

Road Movie por excelencia. Rodada en Australia, lo que le da un tono apocalíptico y un toque casi de serie B mucho más creíble y con un Mel Gibson  que, a pesar de su cara de niño, acaba siendo un HP de mucho cuidado. Lanzó a la fama al actor y creó una saga que deberían haber dejado en dos películas, porque tanto la tercera de Mel Gibson ("Mad Max: Más allá de la Cúpula del Trueno") como las posteriores modernas me parece que se las podrían haber ahorrado.

Jesús Manuel Pérez Molina

Nunca he sido un gran fan de Mel Gibson, es más, hasta hace poco hasta me caía mal, no ya por su persona sino por el tipo de películas que hacía. Sus grandes hitos de pantalla, exceptuando la primera parte de "Mad Max", las he visto ya habiendo pasado muchos años desde que se hicieron. Nunca me interesaron sus sagas como "Arma Letal" o las secuelas de la ya mencionada "Mad Max"... y mucho menos cuando se ponía en plan Hamlet. Y el lector, ahora mismo se preguntará con toda la razón del mundo: ¿Y a mi qué coño me cuentas?. A Gibson actor no lo trago mucho pero cuando se metió a director la cosa cambió y me sorprendió para bien...y los lectores volverán a preguntarse: ¿Y a mi qué coño me cuentas?....pues eso, que ahí van mis tres favoritas de este australiano que incluso trabajó en sus inicios en co-ducciones con Hong Kong y Filipinas y luego ir subiendo los peldaños de la fama.

"La pasión de Cristo" ("The Passion of the Christ", Mel Gibson, 2004).

En muchos aspectos me recordaba a "El nombre de la Rosa" (1986), pero nunca antes había visto una versión tan cruda de la historia. Si Nicholas Ray nos la contó maravillosamente en "Rey de Reyes" (1961), mezclando los pasajes bíblicos con el cine de aventuras y de acción, luego vinieron otras versiones  ya de cine, ya producciones de TV pero con estreno en pantalla grande como "Jesús de Nazareth" (1977), nada tenía que ver con lo que nos ofreció Gibson. Se olvidó del nacimiento, obras y milagros de JesuCristo y fue directamente al final de su vida literalmente.

"Apocalypto" ("Apocalypto", Mel Gibson, 2006).

Es como La pasión de Cristo pero al revés. La historia nos lleva a América pre-hispánica, al imperio azteca y las luchas entre las diferentes tribus, mostrando sus obras, sus costumbres, su manera de vivir y sobrevivir, terminando la historia con la llegada de los barcos españoles que como ocurría en La Pasión de Cristo, volverían a cambiar la Historia de la Humanidad.

"Vacaciones en el infierno" ("Get the Gringo", Adrian Grunberg, 2012).: 

Mi película favorita de Mel Gibson como actor, dando vida a un ladrón que durante una persecución policial acaba teniendo un accidente en el lado mexicano de la frontera entre los USA y México, dando con sus huesos en una cárcel que parece el infierno en la Tierra donde se las tiene que apañar para sobrevivir y salir de allí como sea. Una película que refleja perfectamente  cómo son las cárceles del Tercer mundo y que igualmente podría estar ambientada en Tailandia o Filipinas.

Alfonso Carlos López

"Mad Max. Salvajes de autopista" ("Mad Max", George Miller, 1979).

Película australiana de 1979 de acción dirigida por George Miller cuyo protagonista es Mel Gibson en el  papel de Max Rockatansky, Joan Samuel (Jessi Rockatansky), Hugh Keays-Byrne (el Cortauñas), Steve Bisley (el Ganso), etc… Nos presenta un mundo apocalíptico donde las bandas de motoristas campan a sus anchas solamente frenados por la unidad policial Fuerza Central, que conducen potentes vehículos. Una acción trepidante con pasajes muy violentos hacen que se refleje a la perfección ese ambiente antes referido, a lo que también contribuye la ambientación y la banda sonora de Brian May. Siempre está presente la memoria del Jinete Nocturno en el jefe de la banda de los motoristas.

"La pasión de Cristo" ("The Passion of the Christ", Mel Gibson, 2004).

Cinta estadounidense dirigida en 2004 por Mel Gibson que narra las últimas horas de Cristo y su crucifixión con gran dureza y dramatismo. En el reparto Jim Caviezel, Maia Morgensten, Christo Jivkov, Monica Bellucci, Francesco De Vito, etc. Los diálogos son en arameo, hebreo y latín, todo un acierto que le da un mayor realismo, siendo subtitulada. Podemos ver escenas muy fuertes y con abundante sangre. Realmente impresiona y Gibson consiguió una obra maestra.

"Braveheart" ("Braveheart", Mel Gibson, 1995).

Film estadounidense histórico de 1995 en la que Gibson es el director, productor y protagonista. Cuenta la historia del héroe escocés William Wallace (Gibson) y su papel en la primera guerra de independencia de Escocia. En el elenco también encontramos a Sophie Marceau, Ian Bannen, Brenda Gleeson, Patrick McGoohan, James Cosmo, etc Capta muy bien el conflicto, las traiciones, las intrigas y por otro lado la valentía de unos hombres que lucharon por  la soberanía escocesa. Épica y con una acción muy bien construída y perfectamente estructurada.

Otros grandes trabajos de Mel Gibson que me gustaría reseñar son: "Apocalypto" (2006), "Hasta el último hombre" (2016), "Gallipoli" (1982), "El patriota" (2000), "El año que vivimos peligrosamente" (1982), "Maverick" (1994), etc.

Miguel Romero

Debutó en el cine como actor en 1977 en “Summer City”, encarnando a uno de aquellos jóvenes con ganas de pasarlo bien durante el verano, aunque el protagonismo recaería más en John Llarratt, que contaba ya entonces con mayor experiencia frente a las cámaras.

Se convertiría en uno de los actores australianos (de adopción) más importantes e internacionales, protagonista de sagas como "Mad Max" (la segunda fundaría todo un subgénero en la serie B de los 80, ya fuera en los USA, Italia, Filipinas…) o “Arma letal” (que pondría de moda la “buddy movie”). Probó también suerte en la dirección con grandes éxitos como “Braveheart” (1995) o “La pasión de Cristo” (2004).

Últimamente se le ve principalmente en series B de la Lions Gate y similares, por lo general en papeles secundarios, y en ocasiones en películas realmente malas –“Punto de mira” (2022), “Secuestro en directo” (2022), “El informante” (2023)…- Algo por lo que también han pasado otros importantes intérpretes como Bruce Willis, John Malkovich, Morgan Freeman … . Pero Gibson con más razón, siendo vetado por la industria cinematográfica por sus destructivos comentarios. Aunque quién sabe, ahora que Donald Trump le ha nombrado junto a Sylvester Stallone y Jon Voight como uno de sus enviados en Hollywood…

De su extensa filmografía destacaría, entre muchas otras:

“Mad Max. Salvajes de la autopista” (“Mad Max”, George Miller, 1979).

La película más importante de lo que ya en el nuevo siglo se dio en llamar ozploitation. Dando a conocer internacionalmente a Gibson, y a su director, George Miller, uno de los más importantes surgidos de la lejana Australia, con permiso de Peter Weir…

“Muere otra vez” (“Boss Level”, Joe Carnahan, 2020).

Su primera película para Lions Gate y sin duda la mejor. Se ve que le ha cogido el gusto a encarnar al villano de turno –“Machete Kills” (2013), “Los mercenarios 3” (2014)-. 

Con un ritmo increíble, muy buen sentido del humor y protagonizada por la estrella de la casa Frank Grillo -con quien Gibson ya trabajara en “Al límite” (2010)-, el tipo más duro y currante de la actual serie B.

“Blood Father” (“Blood Father”, Jean François Richet, 2016).

Su último papel protagonista como action hero para la gran pantalla. Al igual que en la simpática “Vacaciones en el infierno” (2012), demostraba seguir teniendo todo el carisma de antaño.

Dirigida por el francés Jean François Richet. Nuestro homenajeado encarna a un padre que tendrá que rescatar a su hija (una jovencita Erin Moriarty, la Luz Estelar de la serie “The Boys”) de peligrosas compañias. En cuyo camino se topará con tipos como el que interpreta el recuperado (por Quentin Tarantino, faltaría más) Michael Parks, en uno de esos papeles que tan bien se le daban.

Y se podrían nombrar muchas más pero…

Alfonso Romero

"Apocalypto" ("Apocalypto", Mel Gibson, 2006).

Tras "La pasión de Cristo" (2004), el Gibson director nos ofreció otra película muy física, muy moral (que no moralista), ambientada en un momento y lugar muy concreto (aunque su mensaje es, por desgracia, extrapolable a prácticamente cualquier tribu/sociedad/país) y donde volvía a apostar por diálogos oriundos/nativos (vamos, que los mayas de finales del S.XV no hablaban en inglés). Violenta, salvaje y cruel -y sin las coartadas de, pongamos "Holocausto caníbal" (1979)- y a pesar de todo fuertemente humanista. Gibson nos dice que cuanto más organizada y "civilizada" es una sociedad, más tiende al imperialismo y a explotar a los más débiles. Su final es de antología.

"La pasión de Cristo" ("The Passion of the Christ", Mel Gibson, 2004).

Si el Scorsese de "La última tentación de Cristo" (1988) molestó a muchos católicos italianos, la versión de Gibson de los últimos días de Jesús hizo rasgarse las vestiduras a propios (fueron muchos los católicos y cristianos que consideraron molesta su violenta adaptación de las escrituras) y extraños (los judíos lo vieron como una ofensa para con ellos, volcando más de la personalidad y declaraciones del director que de lo expuesto en el film). Mel Gibson reflejó la llamada pasión de Cristo (la agonía y sufrimiento que Jesús de Nazaret padeció desde su oración en el huerto de Getsemaní, justo antes de ser capturado, hasta su muerte en la cruz) sin cortapisas moralistas, mostrando todas las vejaciones y torturas de manera harto gráficas (no, no es El Evangelio para niños), pero desde un prisma profundamente humanista y católico. Lo malo es que los católicos de los últimos tiempos parecen haber obviado/olvidado las barbaridades que aparecen escritas y descritas en las sagradas escrituras que ellos proclaman.

"Cuando el río crece" ("The River", Mark Rydell, 1984).

La trama de un/os rico/s y poderoso/s tratando de hacerse con malas artes y aprovechando la coyuntura con una serie de tierras para su lucro personal, sin importar el destino de los granjeros a las que se les arrebaten, fue muy repetida en el cine de explotación rural de los setenta -"Luchando por mis derechos" (1976) sin ir más lejos-. Y sin embargo en esta propuesta de Mark Rydell la cosa deja a un lado la acción (aunque es un film muy físico) y se orienta hacia el drama en una historia de sufrimiento, sacrificio y valores (y cabezonería también), donde los principales papeles, los del matrimonio Garvey, recaen en uno excelentes Mel Gibson y Sissy Spacek. 

Malina Murnau

"Braveheart" ("Braveheart", Mel Gibson, 1995).

Me encanta, no sé las veces que la he podido ver. Aquí Gibsom también es el director, aparte de actuar. Para mí la mejor de él.

"Arma letal" ("Lethal Weapon", Richard Donner, 1987).

No lo puedo remediar, las vi en cine, en tv y por supuesto que las tengo en dvd. Me gustán todas, pero me quedo con esta primera como mi favorita. Es una gozada verla cada x tiempo.

"Señales" ("Signs", M. Night Shyamalan, 2002).

Aquí lo tengo ya muy difícil, es que me encanta este hombre y muchas de sus películas. Pero me quedo con ésta ya que es la única que yo recuerde que hizo más o menos de terror. Y lo hace perfecto. 

"Mad Max" la va a poner todo dios, y oye me encanta. Todas las que nombro las tengo en dvd y algunas hasta en vhs. Es que este señor en comedias lo clava. En drama, no lo hace mal. Y es que cualquier cosa que haga lo hace bien.

Odiado por muchos, no es mi caso, todo lo contrarío uno de mis favoritos. Como actor es bueno, pero como director igual o más. Podría nombrar muchas más pero sería una larga lista. Y como ando bastante pachucha el teclado me baila y no tengo más ganas de escribir. Buen sábado gente.

Jorge Arincón

"Mad Max 2, el guerrero de la carretera" ("Mad Max 2", George Miller, 1981).

En este caso se desmiente ese dicho de "nunca segundas partes fueron buenas". La primera parte fue un bombazo y dió a conocer al mundo a Mel Gibson, convirtiéndose en una de las películas más rentables en cuanto a proporción entre gasto y recaudación. En la segunda parte todo es más y mejor, un auténtico despliegue de medios y un guion cojonudo.

Aquí Mel Gibson interpreta de nuevo a Max, ya sin familia, despojado de casi toda humanidad y esperanza.

La galería de malos es inolvidables, el Gran Humungus, el punki...La estética de la película brutal y copiada hasta la saciedad durante los siguientes años en otras cintas, cómics, grupos de música...

Y la escena final un auténtico homenaje a "La diligencia" (1939) de John Ford, donde los indios son motoristas.

Película redonda y que nunca me canso de ver.

"Apocalypto" ("Apocalypto", Mel Gibson, 2006).

Esta vez como director, Mel Gibson se marca un auténtico peliculón. Escenas trepidantes, acción constante y no te da ni un respiro en ningún momento.

La película molestó a algún que otro colectivo por mostrar evidencias como la de los sacrificios humanos que practicaban los indígenas antes de la Conquista.

"La pasión de Cristo" ("The Passion of the Christ", Mel Gibson, 2004).

No me gustó nada la primera vez que la vi y mira por dónde la volví a ver hace poco y cambié de opinión.

Tiene mucho mérito embarcarse en un proyecto así, tan personal y tan poco comercial. Gibson no dudó en utilizar el arameo cómo lengua, intentar recrear lo más fidedignamente posible los evangelios y le importó poco asumir riesgos.

La película, pese a todas sus dificultades, fue un éxito y ésto levantó ampollas entre muchos sectores bienpensantes. La cinta fue tachada de antisemita, excesivamente violenta... Independientemente de creencias y de polémicas, me parece una muy buena película.

No tiene nada que ver con otras películas bíblicas tipo "Rey de Reyes" (1961), sino que es cruda y con momentos como los de los recuerdos de Jesús sobre su madre o las representaciones del diablo muy brillantes.

Gibson al que le va la marcha, se encuentra preparando la segunda parte sobre la Resurrección.

Oscar "Woody" Correa

Medio vetado en Hollywood, polémico y extra religioso, el australiano de adopción (americano de nacimiento) no ha dejado indiferente. Se le ha criticado por comentarios considerados antisemitas, racistas y misóginos, y ha tenido algún problemilla adicional pero sin duda es una figura de culto del star sytem de los 80 y 90, de mi generación, tanto en actuación como en dirección (con polémica siempre, como "La pasión de Cristo"), y justo acaba de dirigir nueva película. Mis tres favoritas son: 

Saga "Arma Letal" (1987-1998).

Añado incluso la cuarta, algo desconectada en tiempo y ritmo de la trilogía inicial (aunque las 3 primeras no son todas iguales pero forman un conjunto muy completo), pero ya que sigue Richard Donner y la trama de personajes, aceptamos que entre en el bloque. Esta saga le dio un repunte al concepto de buddy movies, uniendo la mezcla adecuada de acción, comedia y drama, con tiroteos, persecuciones y peleas cuerpo a cuerpo inolvidables, como los duelos finales entre Gibson y el villano de cada entrega… Aparte de la química del dúo Gibson/Glover y sus personajes opuestos, que es la piedra angular, dentro de esta saga brillan también las figuras femeninas como Patsy Kensit o René Russo. Aparte del gusto personal, nos ha dejado muchas frases y escenas que han sido referentes y utilizadas y ya no me explayo más que estoy demasiado viejo para esta mierda… 😂

"Mad Max 1 y 2" (1979-1981).

Aunque la tercera parte no es muy diferente (no solo vale la presencia de Tina Turner) pero ya, para mi gusto, rompe la línea cruda y cuidada que unen las 2 primeras. Estas películas crearon un mundo post-apocalíptico inolvidable, creando esa visión cruda y desolada que decía de un futuro sin ley y anarquía en esos paisajes desérticos (pero australianos). Y por supuesto otro tema clave es la actuación de un jovencísimo Mel Gibson que hizo de Max, personaje que evoluciona de un policía a guerrero solitario. También como en "Arma letal", La saga destacó por sus persecuciones y combates, logradas en gran parte mediante efectos prácticos más clásicos y acrobacias reales, sello clave de su director, George Miller (que ha mantenido en la saga moderna desde 2015, con Tom Hardy como el nuevo Gibson, prevaleciendo estos efectos a los modernos efectos “por CGI”). 

"Apocalypto" ("Apocalypto", Mel Gibson, 2006).

Añado una de la lista en su faceta de director, faceta donde no ha dudado en impactar visualmente y en crear polémica, atreverse a este tipo de obras como "Apocalypto", con su posición en Hollywood en esos momentos, dice mucho en su nombre. La película es directa e intenta que uno como espectador haga una inmersión total en la cultura maya precolombina, mostrando tanto la grandeza como la brutalidad de una sociedad en su decadencia. Otro punto de “valor” y que rompió en Hollywood es que toda la película se desarrolla en lenguas indígenas (lo normal es que todo el mundo a lo largo del tiempo y espacio hable en inglés 🤣), lo que añade ese realismo extra y sitúa al espectador en un contexto cultural y temporal distinto, aumentando todavía más  la inmersión en la trama que pretende, y consigue. Entrando en la propia dirección de Mel Gibson, se destaca por el ritmo que no para y las escenas de acción crudas y visceralmente impactantes (selva y sangre). Sin duda no te deja indiferente y te acerca de todas todas a un momento y un lugar.

Ángel Marrero

"Mad Max. Salvajes de autopista" ("Mad Max", George Miller, 1979).

Me encanta la trilogía de Mad Max, sobre todo la primera y segunda parte. Una de mis escenas favoritas es el final de la primera: Max conduciendo por la carretera con la mirada vacía, rumbo a un futuro tan oscuro como incierto.

"El hombre sin rostro" ("The Man Without a Face, Mel Gibson, 1993).

De escándalo me sigue pareciendo la primera película que dirigió Gibson. Me encantó en su papel del desfigurado y atormentado profesor Mc Leod. Una película más conmovedora de lo que uno se esperaba.

"Apocalypto" ("Apocalypto", Mel Gibson, 2006).

Una maravilla del cine de acción y aventuras que parece la plasmación de un relato de Robert E. Howard.

Muy fan de Garra de Jaguar y su discurso a los sanguinarios guerreros mayas que lo persiguen a muerte:

"¡Soy Garra de Jaguar, hijo de Cielo de Pedernal! Mi padre cazó en este bosque antes que yo. ¡Mi nombre es Garra de Jaguar! ¡Soy un cazador! ¡Este es mi bosque! ¡Y mis hijos cazarán con sus hijos cuando yo haya muerto!"

Carlos Enríquez

Tanto en su faceta de director, como en su trabajo como actor, Mel Gibson nos ha regalado un puñado de películas espectaculares, amén de dejarnos claro que el matiz y la sutileza no le van demasiado. Si algo define la obra y la personalidad de este hombre es cierta tendencia al maniqueísmo, a ver el mundo en blancos y negros, buenos y malos, héroes y villanos. Pienso que su carrera en el séptimo arte ha ido decayendo por culpa de ciertos excesos que han salpicado su vida personal, amén de que profesa simpatías ideológicas bastante radicales (es embajador oficial de Trump en Hollywood). Pero bueno, dejando de lado historias personales, hablemos de lo que realmente nos interesa: el cine. Porque, aunque Gibson sea un tipo complicado, no podemos negar que ha hecho cosas memorables. Quiero centrarme en tres películas que, para mí, son sus mejores aportes al séptimo arte, dos cintas como director y los primeros compases de una saga en la que trabajó como actor. Hablamos de Apocalypto (2006), La Pasión de Cristo (The Passion of the Christ, 2004) y esas legendarias primeras entregas de Mad Max (1979, 1981 y 1985 dirigidas por George Miller). He estado a punto de meter Gallipoli (1981), del gran Peter Weir, pero bueno… me quedo al final con el Loco Max.

"Apocalypto" ("Apocalypto", Mel Gibson, 2006).

Creo que es la gran obra maestra de Gibson, el director australiano nos lleva a la civilización maya en su máximo esplendor y decadencia. Una historia de supervivencia brutal, llena de persecuciones y violencia, con un nivel de realismo impresionante. La selva, los sacrificios humanos, la opresión de los poderosos sobre los más débiles... todo esto reforzado por una historia donde los buenos son buenísimos y los malos son encarnaciones del mal en persona. Pero bueno, hay que reconocer que la película es un espectáculo total y que su obsesión por los detalles (todo en idioma maya, nada de actores conocidos) es un punto a favor. La escena final de la playa es de esas que digo siempre que se quedan en la retina y ya no se olvidan (según yo lo veo, toda película que aspire a la excelencia debe contener, por lo menos, una de esas). 

"La pasión de Cristo" ("The Passion of the Christ", Mel Gibson, 2004).

Mel Gibson nos espeta una visión hiperrealista (y bastante sádica) de las últimas horas de Jesús. Obra maestra en cuanto a inmersión en la historia: fotografía, música, dirección de arte... todo contribuye a que te sientas como si estuvieras allí, viendo cómo el pobre Cristo recibe más trancazos que un saco de boxeo. Pero claro, el problema es que la sutileza brilla por su ausencia. El mensaje es clarísimo: los romanos y los judíos son el mal absoluto (el antisemitismo de Gibson es una de sus señas de identidad) mientras que Jesús es la bondad encarnada —sin ninguna otra lectura posible—. Hay que admitir que la película es impactante como pocas. De hecho, quiero revisitar la cinta desde hace tiempo, pero no me decido por el mal rato que voy a pasar. 

Y luego tenemos "Mad Max. Salvajes de autopista" ("Mad Max", 1979); "Mad Max 2: El guerrero de la carretera" ("Mad Max 2", 1981); y "Mad Max: Más allá de la Cúpula del Trueno", ("Mad Max Beyond Thunderdome", 1985), dirigidas por George Miller. Gibson no está a los mandos, pero se convirtió en una estrella. Estas películas son historia pura del cine de acción y ciencia ficción. Un mundo postapocalíptico, carreteras polvorientas y el héroe lacónico, carismático y brutal que lo único que quiere es sobrevivir. He ido viendo el resto de la saga, pero debo decir que, para mí, Mad Max siempre será Gibson. No me acaban de convencer las nuevas entregas, me resultan demasiado «apabullantes», aunque sí que es verdad que son entretenidas, presentan algún que otro personaje memorable y más de una escena perturbadora.  

Luego podríamos hablar de "Arma letal" ("Lethal Weapon", 1987, dirigida por Richard Donner), una de las sagas de acción más queridas del cine; "Braveheart" (1995), que dirigió y protagonizó y que le valió el Oscar a Mejor Película y Mejor Director; "Señales" ("Signs", 2002, de M. Night Shyamalan) y un buen puñado más. 

En los últimos años, Gibson ha estado más en el ojo del huracán por sus declaraciones y polémicas que por su trabajo, aunque todavía cuenta con seguidores y aparece de vez en cuando en alguna película. Yo digo que es un tipo talentoso y sus pelis pueden ser épicas y grandiosas, pero también reflejan su visión extremista del mundo. Para algunos, es un genio del cine; para otros, un fanático que ha perdido el rumbo. Lo que es seguro es que, para bien o para mal, su cine no deja indiferente a nadie.

Susanna Annasus

Actor, director, productor, un hombre que ha sido guapísimo siempre, pero realmente lo que me atraía de él no era la belleza que transmitía o transmite, sino su timidez, o quizás la fragilidad en sus comienzos. Después se fue endureciendo, tomando otros tonos. Y empezó a tener varias polémicas a nivel personal. Aunque en sus momentos de duro y bromista también estaba genial. De las películas que más me han gustado de él primero de todas y por la que lo conocí:

"Mad Max. Salvajes de autopista" ("Mad Max", George Miller, 1979).

La saga de "Mad Max" en la que estuvo él como protagonista. Es de esas sagas que entusiasman y atraen, son apocalípticas, con un futuro distinto al que pueden mostrarnos otros directores hasta ese momento por ejemplo, esos futuros espaciales con altas tecnologías. Sin embargo, aquí nos encontramos un planeta destruido, árido, dónde hay que luchar por sobrevivir, donde la sociedad se ha vuelto más cruel en algunos casos. Está dirigida por George Miller, y precisamente esa atmosfera que transmitió tan creíble y real, la lucha por sobrevivir en un lugar destruido por el hombre, y esos personajes tan impactantes me encantó sobre todo el papel del protagonista. Alguien que para mi parecer muestra fragilidad, pero que evoluciona, se engrandece a lo largo de la película. En todas las posteriores que sale él, aparte de su personaje otros que van surgiendo. Para mí una de las mayores obras, como película de culto.

“Mad Max 2”, de 1981, también dirigida por George Miller. Y “Mad Max, más allá de la cúpula del Trueno”, de 1985, dirigida por George Miller y George Ogilvie. De toda estas películas es que el papel de Mel Gibson, Tina Turner, Bruce Spence, Hugh Keays-Byrne. Las historias, los personajes, la sociedad que se muestra y que parece totalmente creíble que pueda suceder, la atmosfera casi asfixiante que transmite. La BSO, las fotografías, como crear con bajo presupuesto y crecer en las siguientes.

Otra de las sagas en la que estuvo como co-protagonista Mel Gibson y que también me han gustado muchisimo de él, es la de “Arma letal” junto a Danny Glover, que es otro actor que para mí tiene un alto valor. Son cuatro películas que las primeras son divertidas, me gusta el personaje que hace él, la forma de actuar, y su historia.

“Arma letal”, de 1987; “Arma letal 2”, de 1989; “Arma letal 3” de 1992 y “Arma letal 4”, de 1998, todas dirigidas por Richard Donner. Son películas potencialmente taquilleras, por la época en que surgieron, que la mayoría del público pedía peliculas de acción, cómicas, con actores conocidos de la época, y personajes con los que sentirse identificados.

Otra que he visto interesante, en las que ha trabajado, pero quería recalcar una de las últimas,  En “Blood Father”, de 2016. Está dirigida por Jean – Francois Richet, basada en la novela homónima de Peter Craig, que también escribió el guión de la película basándose en su novela. Me gusta verlo con su imagen más actual.

Joanna

Ahora estrena como director "Amenaza en el aire" (2025), y ya algunos críticos, o seudo-críticos, o gacetilleros del montón, importa poco, han destrozado la película atacando a la personalidad de su siempre polémico realizador antes que atender a los valores puramente cinematográficos de una cinta que ni comprenden ni les importa. Seamos realistas, el señor Mel Gibson nunca ha tenido pelos en la lengua, y siempre ha soltado unas perlas que molestaban a un colectivo o a otro (mujeres, gays, judíos, etc), pero en los últimos años la gente tiene la piel demasiado sensible y la libertad de expresión ha quedado tan sólo para unos pocos elegidos de Dios. Aunque vayamos a lo que nos interesa, su cine. ¿Y cuáles son mis tres favoritas? Cuesta quedarse con sólo un tríptico, pero estas son las que he elegido...

"El año que vivimos peligrosamente" ("The Year of Living Dangerously", Peter Weir, 1982).

El director, Peter Weir, y su pareja protagonista, Mel Gibson y Sigourney Weaver, vivían un momento muy feliz en su carrera cuando se embarcaron en esta cinta de aventuras al viejo estilo a la que no le falta de nada y con todo en su sitio, Un tipo de cine que se echa hoy de menos en las carteleras.

"Payback" ("Payback", Brian Helgeland, 1999).

Que sí, que me quedo y con mucho con "A quemarropa" (1967) de John Boorman, pero esta versión realizada por Brian Helgeland y con Mel Gibson en el rol que interpretara Lee Marvin es realmente buena y está hoy muy olvidada. Además que cuenta con un maravilloso reparto.

"El hotel del millón de dólares" ("The Million Dollars Hotel", Win Wenders, 2000).

El cine de Win Wenders no es para todos los paladares, eso está claro, pero me resulta extraño no ya que en su estreno esta cinta de aires indie y con reparto espectacular se llevara todos los varapalos del mundo, sino que me ralla que aún hoy no haya sido reivindicada por ningún grupo de gafapastas o de freakys con la tan atractiva y bizarra galería de personajes que componen la función, especialmente ese policía al que da vida un histriónico Mel Gibson. Bueno, que los gafapastas continúen atragantándose viendo arte y ensayo de pacotilla mientras se sacuden la caspa de los hombros y los freakys y compañía sigan reivindicando los Masters del Universo y los Thundercats en lugar de rebuscar más y sigan cimentando aún más su fama de castrados.





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