Malina Murnau
"Aquarius" ("Deliria", Michele Soavi, 1987).
Para ser su primer largometraje, no lo hizo nada mal. Es verdad que siento predilección por este Soavi. Aunque sólo hizo cuatro películas (importantes), siempre estuvo metido en el mundo del cine. Actor, ayudante de dirección y guionista. Luego involucrado de lleno en dirigir películas directamente para la TV. “Aquarius” posee todo lo que debe tener un giallo. Bien llevado y muertes muy chulas hacen una delicia ver este film.
"Rojo oscuro" ("Profondo Rosso", Dario Argento, 1975).
Para mí la mejor obra de Argento. No puede quedarse fuera de mis tres favoritas, ya que es una pasada de film. Muestra su arte en el giallo con todo su esplendor. Hace poco la volví a ver y no ha perdido para nada su esencia y su mal rollo.
"Torso" ("I corpi presentano tracce di violenza carnale", Sergio Martino, 1973).
Y por supuesto tengo que ponerla, ya que para mí es la película (de culto) sobre el giallo. Guantes negros, cara tapada y a matar.
Dejo atrás otras que me parecen bastante buenas. Pero las que nombro son tres joyitas que nadie tendría que dejar de ver.
Alfonso Romero
Recientemente traje a estos listados algunos de mis giallos favoritos cuando le dedicamos la sección a Lucio Fulci, “Angustia de silencio (1972)” y “El destripador de Nueva York” (1982), por lo que para no repetirme elegiré otros diferentes.
“Bahía de sangre” (“Reazione a catena”, Mario Bava, 1971).
Para muchos críticos la carrera de Mario Bava al llegar los setenta estaba ya finiquitada. Era tan sólo una sombra (o una mancha) frente a sus excelentes trabajos en los sesenta, cuando cogió el relevo de Riccardo Freda, con quien había trabajado en no pocas ocasiones. Hasta no hace mucho “Bahía de sangre” no era más que un trabajo sin otro valor que indicar (a pie de página) que había servido de inspiración para un puñado de slashers americanos de los ochenta (también sin ningún interés para la crítica obtusa), cuyos directores fusilaron sin piedad algunas de sus escenas más icónicas. Ya no. Ahora se le sacan mil y unas maravillas y es un título análogo a las inquietudes de su realizador.... En fin...
"Rojo oscuro" ("Profondo Rosso", Dario Argento, 1975).
Para quien esto escribe “Rojo oscuro” es el mejor y más perfecto giallo según su responsable y, junto a “Suspiria” (1977), mi película favorita del director romano. Ya con la música de los Goblin desplazando las anteriores y también muy reconocibles notas de Morricone de sus primeros títulos, y con la agresiva fotografía colorista de Luigi Kuveiller ideal para traernos ese infierno en la Tierra. Con David Hemming en el rol principal -no por casualidad el protagonista de “Blow up. Deseo de una mañana de verano” (1966) de Antonioni-, acompañado de una Daria Nicolodi que proporciona el adecuado contrapunto italiano, ambos se adentrarán en una (tramposa y absorbente) trama salpimentada de traumas infantiles y sangrientos asesinatos. Nunca filmaría después Argento otro giallo que apuntara tan alto.
“Delirio Caldo” (Renato Polselli, 1972).
El particular universo de Polselli, con todos esos burgueses con más vicios que virtudes y con más dinero que valores, pero llevado al terreno del giallo. Todo con su particular estilo, en ocasiones muy próximo al mundo del fumetto per adulti, tan de moda también por aquellos años en los quioscos transalpinos (y españoles, previa censura). Ideal para un programa doble con la también muy de fumetto “Riti, magie nere e segrete orge nel trecento” (1973).
Miguel Romero
Antes que Dario Argento los fusionara con el terror y el fantástico, los giallos eran los thrillers italianos. Cogieron su nombre de las novelas baratas de misterio, aquellas con las hojas amarillentas. Giallo en italiano significa amarillo. Posteriormente las reediciones de estos libros se han hecho con dicho color en sus portadas.
Como todo el cine de género en Italia comenzó su declive en los años ochenta (al igual que España, aunque por otros motivos). Actualmente son pocos los que se ruedan en dicho país y aún menos los que nos llegan.
Tres de mis favoritos podrían ser:
“¿Quién la ha visto morir?” (“Chi l’ha visto morire?”, Aldo Lado, 1972).
George Lazenby, el James Bond más efímero de la historia del cine, intenta descubrir al asesino de su hija (Nicoleta Elmi). Con la iglesia de por medio, las cosas serán más difíciles. Impresionante banda sonora del maestro Morricone.
“Rojo oscuro” (“Profondo rosso”, Dario Argento, 1975).
Con el británico David Hemmings de protagonista -quien debía su efímera fama a una película italiana precisamente, “Blow Up”(1966), de Michelangelo Antonioni-. Uno de los mejores trabajos de Argento, todo funciona a la perfección, el ritmo, el suspense, la música, la fotografía… El realizador incluyó de nuevo la famosa escena con el autómata en su posterior “Insomnio” (2001), supongo que a modo de auto homenaje.
Cameo de nuevo para la joven Nicoleta Elmi, los ojos más increíbles del cine italiano.
“El hombre del laberinto” (“L’uomo del labirinto”, 2019, de Donato Carrisi).
En su segundo trabajo como director, Donato Carrisi volvía a adaptar una de sus exitosas novelas, decantándose por un giallo tan tramposo como excesivo. Influenciado por grandes del género como Argento o Lucio Fulci, contó de nuevo con Toni Servillo de protagonista y Dustin Hoffman como invitado de lujo.
Ojalá alguna plataforma distribuya por aquí su tercer largometraje “Io sono el abisso” (2022).
Jesús Manuel Pérez Molina
Como supongo que los demás invitados a participar en esta entrega de sus giallos favoritos se decantarán por los realizados en Italia y por los clásicos indiscutibles en los que muchos coincidirán, en esta ocasión me decanto por tres giallos asiáticos que pueden perfectamente estar a la misma altura (e incluso a veces superar) a los modelos originales transalpinos. Y así nos ahorramos leer sobre los mismos títulos una y otra vez.
“Amagi Pass” (Haruhiko Mimura, 1983) Japón.
Lo que empieza de una manera lenta con un viejo policía investigando un crimen acaecido 40 años atrás, y con visos a convertirse en algo cómico en los primeros momentos del flashback donde se nos va desgranando la historia de unos torpes policías de pueblo intentando resolver el asesinato de un retrasado mental por un misterioso asesino, se convierte en una historia de amor trágico entre una guapísima prostituta barata de 23 años y un chavalillo de 14 que se prenda enfermizamente de ella, dando lugar a toda la clave del misterio sin resolver... además tenemos una banda sonora que recuerda al cine italiano de semejante temática. Y el final... ay, ese final... si casi lloro de la emoción. Qué guapa es la actriz, qué manera de poner como una moto al chavalín y luego partirle el corazón, qué manera de despedirse de él cuando se la lleva la policía, qué manera de decirle que mantenga la boca cerrada sólo con la mirada, qué complicidad y entendimiento entre ellos y el propio espectador que son los únicos que conocen la verdad del crimen... Una película que mezcla la investigación policial con el cine de iniciación y despertar sexual entre un joven inexperto y una señora ya bregada en tales asuntos.
“The Saviour” (Ronny yu, 1980) Hong Kong.
Es una especie de versión cantonesa con el estilo visual y el tono general de uno de aquellos giallos que se fundían con policíaco italiano puro y duro como los que protagonizó Claudio Cassinelli (“Muerte sospechosa de una menor”, “Corrupción de menores”, “Brigada antidroga”, etc) pocos años antes, esta película se encuadra en aquel movimiento conocido como La Nueva Ola de Hong Kong que le debe muchísimo al cine de género europeo. El protagonista intenta emular a Harry el sucio, pero por sus métodos tiene más parecido con cualquier papel que protagonizase Maurizio Merli o el ya nombrado Casinelli que con cualquier copia de Harry el sucio. “The Saviour” tuvo una especie de pseudo secuela con Philip Chan en el papel de policía a lo Harry el sucio encargándose de otro asesino (Tommy Cheng Kei Ying, que poco después acabaría de director en la Filmark) tipo giallo en “Gun is Law”, un título que mantiene la calidad y los niveles de violencia y sordidez que “The Saviour”. Me resulta curioso el hecho de que la verdadera obra maestra de Ronnie Yu sea precisamente “The Saviour”, su ópera prima y que además sea su obra menos conocida. Yu se hizo famoso con sus “Novias del cabello blanco” que no estaban nada mal pero que perdían en comparación por culpa de cierto desparrame visual con las “Historias chinas de fantasmas”, también fue el responsable último de “Brandon Lee la leyenda continúa” (“Legacy of Rage”), la mejor película del finado hijo de Bruce Lee aunque estuviese un pelín sobreactuado... luego continuó entre alguna producción rara como “China White” o aquella cosa horrible con canguros que recordaba en las escenas de acción a “La novia del cabello blanco”. Ah, estoy convencido, tras volver a ver la película, que el director Yu, disfrutó mucho en su día de “Angustia de silencio”.
“Gohatto (Tabú)” (Nagisa Ôshima, 1999) Japón.
Un neo-giallo disfrazado de película de samuráis donde nos cuentan la creación de la milicia Shingengumi a través de los diferentes duelos entre los aspirantes a ocupar sus puestos de policía. Entre intrigas y rivalidades se van sucediendo una serie de asesinatos y todos parecen sospechosos, además la figura andrógina de un aspirante enrarecerá aún mucho más el ambiente. Asesino misterioso, sexo incómodo, sangre, misterios... El único pero que se le puede encontrar es el ritmo que le confiere el director a una historia que en otras manos podría haber dado muchísimo más de sí. Si hasta ahora pensabas que los samuráis eran unos aguerridos guerreros que regían sus vidas por un estricto código de honor, este giallo te demostrará que no eran sino una panda de “mariquitas malas” feudales que lo mismo te montaban una batalla o se mataban entre sí por celos antinaturales. Si eres gay, mariquita o maricón con acento en la o, como decía la Esmeralda de Sevilla, esta es la película indicada para que te inicies tanto en el giallo como en el cine asiático.
Joanna
De ser considerados durante muchos años por críticos y cinéfilos de pro como meras películas de terror entre la explotación y la pura y dura pornografía, el giallo, el thriller criminal italiano, ha caído en los últimos tiempos a ser auspiciado a los más elevados altares por un centenar de fans que claman desde las puñeteras redes a los cuatro vientos sus excelencias... las más de las veces por puro postureo antes que por otra cosa. Como en todo el giallo encierra un montón de films exquisitos, excelentes, buenos, decentes o al menos muy disfrutables, junto a un buen lote de títulos aburridos e intrascendentes. No todo el monte es orégano, joder.
“Espasmo” (“Spasmo”, Umberto Lenzi, 1974).
Umberto Lenzi fue uno de los más interesantes realizadores italianos que circularon en repetidas ocasiones por los laberínticos caminos del giallo. Junto a sus más tempranos thrillers eróticos-conspiratorios, más próximos en espíritu y pretensiones a ciertos éxitos franceses que a los modos de Mario Bava, y sus giallos setenteros evidentemente deudores de los trabajos de Argento en el género, destaca “Spasmo”, una auténtica locura, en ocasiones sin pies ni cabeza, que se disfruta te esté interesando o no la trama que, a fin de cuentas, es lo de menos en estas películas.
“El ojo del laberinto” (“L’Occhio nel labirinto”, Mario Caiano, 1972).
Uno de los más reseñables trabajos de un realizador que si bien punteó todos los géneros y subgéneros de moda con resultados bien competentes, tampoco atesora grandes títulos que se le recuerden y celebren en su filmografía. “El ojo del laberinto” cuenta con uno de esos repartos imposibles y variopintos tan propios de los setenta, y una vez más son las formas y la locura que se adueña de la función lo más impactante e interesante de este muy reivindicable giallo.
“La casa dalle finestre che ridono” (Pupi Avati, 1976).
Extraño y alucinante film de un director que, por mucho que se diga de culto y tal en el cine de terror, se ha prodigado muy poco en éste y sin embargo sí mucho en la comedia. “La casa dalle finestre che ridono” es de sus pocos trabajos en el género y es por méritos propios de lo más interesante del cine italiano de terror de los setenta.
Alfonso Carlos López
"Rojo oscuro" ("Profondo Rosso", Dario Argento, 1975).
Película italiana de 1975 dirigida por Dario Argento, con guion del propio Argento, cuyos protagonistas fueron David Hemmings y Daria Nicolodi. En una línea de suspense y terror contiene elementos tan apasionantes como una vidente que cuando está dando una conferencia de parapsicología detecta una presencia y será asesinada posteriormente al volver a su casa. Marc Dally, joven pianista inglés, presencia los hechos y decide encontrar al culpable con la ayuda de una periodista. Tiene una banda sonora original de lujo que incluye a Goblin, grupo de rock progresivo mítico que trabajaría mucho con Dario Argento y que le da ese toque siniestro y un ambiente muy especial a la filmación, y al excelente pianista Giorgio Gaslini.
“Angustia de Silencio” (“Non si sevizia un paperino”, Lucio Fulci, 19725).
Film italiano de Lucio Fulci de 1972, escrito por el propio Fulci y Gianfranco Clerici, con un reparto magnífico: Barbara Bouchet, Tomas Milian, Marc Porel, Florinda Bolkan, Irene Papas y George Wilson. La trama gira en torno a la aparición de varios cadáveres de niños en el pueblo de Lucania, hecho que mantiene aterrorizados a sus habitantes. Un periodista y una chica joven buscarán resolver los crímenes en un entorno de supersticiones y desconfianza hacia los forasteros. La música a cargo del gran Riz Ortolani es magnífica. La cinta contiene violencia, erotismo y crítica a la sociedad de la época. Uno de los mejores trabajos de Fulci.
“Autopsia (¡Tensión!)!” (“Macchie solari”, Armando Crispino, 1975).
Esta obra italiana de 1975 fue dirigida por Armando Crispino, el guion realizado por Crispino y Lucio Battistrada, e interpretada por: Mimsy Frarmer, Barry Primus, Raymond LoveLock, Carlo Cattaneo, Angela Goowinn, Massimo Serato, etc. Nos adentra en un depósito de cadáveres donde trabaja Simona, la muerte de Betty, futura esposa del padre, Gianni Sanna y hermana del sacerdote Paul, que desconfiará de la versión policial que atribuye a un suicidio el fallecimiento de la mujer. El religioso está convencido de que ha sido un crimen y Gianni resultará también asesinado. Una trama perfecta y muy bien elaborada que mantiene inquieto al espectador. El broche de oro la música del gran maestro Ennio Morricone.
Escoger tres películas ha sido complicado pero me gustaría acordarme de otras como: “Suspiria”, “Tenebre”, “Suspense”, “El día negro”, “El monstruo”, “Siete notas en negro”, etc.
Eduardo Álvarez Cónsul
"Seis mujeres para el asesino" (“6 donne per l’assassino”, Mario Bava, 1964).
En su octava película Mario Bava daría forma a lo que luego sería el género giallo con una buena trama, buen uso de la fotografía en color, hermosas modelos, gran galería de personajes, y como el protagonista principal el actor norteamericano Cameron Mitchell, que volvería a trabajar con Mario Bava antes de ser una estrella de la televisión gracias a su personaje de Buck Cannon en la serie de televisión " El Gran Chaparral" (1967-1971) .
"Revelaciones de un maniaco sexual" (Rivelazioni di un maniaco sessuale al capo della squadra mobile”, Roberto Bianchi Montero, 1972).
En esta película un psicópata se dedica a matar a mujeres jóvenes y bonitas que tienen en común que son infieles a sus maridos.
"El pájaro de las plumas de cristal" (“Luccello dalle piume di cristallo”, Dario Argento, 1970).
En Esta coproducción italo-alemana que sería la primera película de su director, la influencia de Mario Bava es notable. El actor norteamericano Tony Musante es un escritor de Estados Unidos de vacaciones en Roma acompañado de su novia que es una modelo inglesa, interpretada por Suzy Kendal, y el protagonista es testigo de un asesinato y no se le deja salir de Italia y ayuda al comisario de policía romano interpretado por Enrico Maria Salerno.
Fernando Rodríguez Tapia
“La mujer del lago” (“La donna del lago”, Luigi Bazzoni y Franco Rossellini, 1965).
Un extraño asesinato en un hotel aislado cerca de un lago, un escritor obsesionado con la víctima, una atmósfera inquietante y onírica repleta de sugerente misterio. La primera película del gran Luigi Bazzoni no es un giallo en sentido estricto, pero tiene en su elaboración y desarrollo diversos elementos afines que permiten englobarla dentro del mismo. Supone además una buena muestra del acercamiento intelectual al cine de género que preside la admirable filmografía de su realizador.
“Una mariposa con las alas ensangrentadas” (“Une farfalla con le ali insanguinate”, Duccio Tessari, 1971).
Esta aparente derivación de los primeros gialli surgidos a la estela de la ópera prima de Argento nada tiene que ver con otros títulos similares. Una trama criminal mejor construida que de costumbre donde el drama judicial tiene mayor densidad que la propia elaboración de los crímenes, la cual intenta reflexionar sobre los fallos del sistema que permiten el asesinato, y en última instancia un acto de brutal venganza. Un film no suficientemente valorado realizado por Tessari en el mejor momento de su carrera.
“El Síndrome de Stendhal”/”El arte de matar” (“La Sindrome di Stendhal”, Dario Argento, 1996).
Probablemente la última gran obra de su realizador que supuso un paso adelante en sus aportaciones al subgénero no exento de determinados detalles vinculados al thriller norteamericano del momento. Una investigación policial de los brutales asesinatos cometidos por un pertubador asesino en serie y la contaminación que sus actos van ejerciendo en la inspectora de policía que se ocupa del caso aquejada de una extraña enfermedad psicológica. El film cuenta con secuencias fascinantes, momentos perturbadores, una excelente fotografía de Giuseppe Rotunno y el regreso de Morricone al cine de su director en una cuidada e intensa banda sonora. Una obra magna muy superior a otras obras mucho más alabadas de su admirable autor.
P.D.: Incluyamos como apéndice otras obras singulares que bien podrían haber estado en este listado como “Bahía de sangre” (“Reazione a catena”, Mario Bava, 1971), “Il profumo della signora in nero” (Francesco Barilli, 1974), “La casa dalle finestre che ridono” (Pupi Avati, 1976) y “Follia Omicida” (Riccardo Freda, 1981).
Oscar "Woody" Correa
Mi preferencia sin duda en el género son la dupla de Darío Argento con su hija Asia, pero también hay otros interesantes, salvo Bava, Fulci y algunas sueltas de otros directores, no he visto muchos más realmente, o al menos me cuesta ya recordarlas. Por lo que mis tres favoritas de giallo serían:
"El pájaro de las plumas de cristal" (“Luccello dalle piume di cristallo”, Dario Argento, 1970).
Dentro de mi incompleto alcance del género pero para mí el giallo de referencia y el que me marcó en el “giallo moderno”. Aunque Mario Bava había sentado las bases con "Seis mujeres para el asesino", Darío Argento refinó y popularizó el género con esta película. Introdujo más narrativa y un estilo visual que se volvería más característico en el género de nuevo cuño. Elementos como un protagonista que se convierte en detective aficionado para resolver un crimen, y un asesino misterioso y presente, sigue el molde que se volvería estándar en el género. Otros factores clave son por ejemplo la vestimenta negra: guantes de cuero, gabardina y rostro oculto; la cámara subjetiva: en muchas escenas vemos los asesinatos desde su punto de vista; rollito y conflicto psicológico: la película introduce un giro clave clásico en el final que revela el origen del comportamiento del asesino. Argento juega también con la iluminación, los ángulos de cámara y la exquisita composición de las escenas de asesinato que merecen darle al pause (qué antiguo). La secuencia inicial en la galería de arte es un ejemplo perfecto de su uso del espacio y la tensión. El giallo es también famoso por sus bandas sonoras, y los de argento más, en concreto en esta película Morricone crea una atmósfera acorde.
"Tenebre" ("Tenebrae", Dario Argento, 1982).
La trama va de un escritor de novelas de misterio que viaja a Roma para promocionar su nuevo libro, Tenebre. Poco después, un asesino comienza a cometer crímenes inspirados en su obra. A medida que va investigando, la línea entre ficción y realidad se se hace más fina y los giros se suceden hasta el clásico final impactante de giallo. Otro giallo de referencia (que he visto muchas veces) que reflexiona sobre la relación entre el arte y la violencia, puro cine de Argento. Tras haber hecho "Suspiria" e "Inferno", Argento dejaba el terror más o menos sobrenatural y vuelve por fin al thriller criminal giallo. Y vuelve por tanto a sus característicos asesinatos icónicos, como la escena en plano secuencia sobre una casa y el brutal asesinato con un brazo mutilado (parecido a otra escena de "El pájaro de las plumas de cristal"). También clave la banda sonora pero ya con la músicos electrónica que creó escuela y estilo, en este caso con su banda “de cabecera”, Goblin, que la da ese ritmo tenso y podríamos decir que chocante. El también final lleno de giros te mantiene en vilo y en tensión hasta el último momento. Como resumen y en pocas palabras "Tenebre" es uno de los últimos grandes giallos clásicos, elegante, violento y sofisticado.
"Seis mujeres para el asesino" (“6 donne per l’assassino”, Mario Bava, 1964).
Aunque ya la incluí en el especial de 3 favoritas de Mario Bava vuelvo a referenciar esta gran obra maestra, ahora orientando comentarios al género más que a la peli en sí. La meto porque me gustó mucho en su momento y porque es considerada una de las primeras cintas a clasificar en el género giallo, por tanto se dice que es padre de ese género, que mezcla misterio, terror y elementos de thriller con una estética específica muy colorida. Me encantan los elementos que usa Bava, color y encuadre estilizado, especialmente en la iluminación, todo lo que influenció a directores como Dario Argento, que para mí es mi referente giallo. Además otros elementos a destacar, la serie de asesinatos brutales en el salón de moda, con violencia muy estilizada y utilizar casi una coreografía en la representación de los asesinatos.
Mis primeras serían la trilogía de Darío Argento que se llama “Las tres madres”, están compuesta por: “Suspiria”, “Inferno” y “La tercera madre”.
Sobre "Suspiria", es de 1977, y también me ha gustado mucho la versión de 2018 (dirigida por Luca Guadagnino). Aunque eligiendo prefiero la primera, pero la segunda también tiene momentos muy buenos, caóticos, sobre todo el final que es muy chocante y sangriento. Sin embargo, en la película de “Suspiria” de 1977, para mí es más poética, tenebrosa, unas imágenes y una atmósfera que me engancha más. La actriz protagonista, Jessica Harper, siempre muestra como una fragilidad, pero siempre muestra un gran potencial. “Suspiria” está escrita por Darío Argento y Daria Nicolodi, basada en un ensayo de Thomas de Quincey, de 1845, llamado “Suspiria de profundis”. Aparte utiliza una BSO con rock de la banda Goblin, es preciosa.
La película “Tenebre” también dirigida por Darío Argento, del año 1982. Es bastante bestia y sangrienta, muy en su línea, pero pienso que muestra una sociedad que existe ya hoy en día. Sale como actriz la coguionista Daria Nicolodi, que era una mujer bellísima y fascinante. Aparte de ser esposa de Darío Argento. Creo que es una mujer muy importante en este género también, no sólo por su trayectoria filmográfica sino también por su labor como guionista.
“El gato de las nueve colas”, de 1971, también dirigida por Darío Argento. Forma parte de su trilogía de “Animales”: “El pájaro de las plumas de cristal”, de 1970 y “4 moscas sobre terciopelo gris”, de 1971. En esta película es que hay imágenes que me fascinan, y como juega de nuevo con el color, con la música, con la potencia de la fotografía. En esta película utiliza a Ennio Morricone para su BSO.
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