jueves, 21 de septiembre de 2023

Biblioteca Personal

Mi rincón favorito de mi casa. La biblioteca. Pequeña pero bien atiborrada de libros, revistas y comics. Con lindos objetos de decoración que hace de ella la joya del hogar. Una auténtica delicia para los amantes de los libros. Pasen y vean.
















martes, 19 de septiembre de 2023

Las Ruinas


Título original: The Ruins/Ruinen

Año: (2008, Estados Unidos/Alemania/Australia)

Director: Carter Smith

Productores: Chris Bender, Stuart Cornfeld, Jeremy Kramer

Guionista: Scott B. Smith

Fotografía: Darius Kondhji

Música: Graeme Revell

Intérpretes: Jonathan Tucker (Jeff), Jena Malone (Amy), Laura Ramsey (Stacy), Shawn Ashmore (Eric), Joe Anderson (Mathias), Sergio Calderón (líder maya), Balder Moreno (jinete maya), Jesse Ramirez (arquero maya), Dimitri Bayeas (Dimitri), Patricio Almeida Rodriguez (taxista), Mario Jurado (arquero maya), Luis Antonio Ramos (francotirador maya), Pauline Whyman (mujer que llora), Nathan Vega (chico maya), Tanisha Marquez-Munduate (chica maya), Chris Argirousis (griego), Alexander Gregory (griego), Michelle Atkinson (arqueólogo), Bar Paly (arqueóloga), Jordan Patrick Smith (Heinrich), ...


Sinopsis: Dos parejas de jóvenes  norteamericanos, de vacaciones en Cancún, acceden ante la sugerencia de un turista alemán para acompañarle en la búsqueda de su hermano pequeño, que ha desaparecido tras ir a ver unas ruinas mayas con su último ligue. Al día siguiente todos emprenden el viaje y en medio de la selva encuentran las ruinas, pero también unos nativos muy agresivos. Lo peor está aún por llegar.

Con Hostel (Hostel, 2005) y Hostel 2 (Hostel: Part. II, 2007) Eli Roth terminaba de instaurar lo que se daría a llamar torture-porn, siguiendo la estela de las primeras entregas de la franquicia de Saw, creada por James Wan. En sí, una variedad del cine gore donde la trama se recreaba en el dolor y la sangre de las torturas más sádicas (e imaginativas) infringidas a las diferentes víctimas. Y al mismo tiempo, el éxito en taquilla de las citadas dos películas de Roth confirmaba que aún en la primera década de los 2000 el cine de terror adolescente gozaba de buena salud, en especial aquellos títulos en los que sus jóvenes protagonistas soportaban terribles muertes, no exentas de un sufrimiento previo por accidente, tortura y/o enfermedad [1].

Los tempranos 2000, continuando con el devenir de la resurrección del terror teen a mediados de los noventa (del siglo XX) a raíz del éxito comercial de Scream. Vigila quien llama (Scream, 1996), de Wes Craven, llenaron estas producciones con y destinadas a gente joven, con repartos protagonizados por chicos y chicas guapos y con bonitos y cuidados físicos. Aún en aquellos años los inclusivismos no se habían impuesto [2], por lo que la mayoría de estos personajes eran caucásicos y heterosexuales [3], si bien poco a poco las féminas iban cobrando mayor importancia en las tramas con papeles alejados de la típica y tópica final girl de los slashers de los ochenta. Y aún en aquellos tiempos el cine juvenil disfrutaba con mostrar algún desnudo y/o escena de sexo (en la presente por cortesía de Laura Rimsey), algo que iría desapareciendo en años venideros (al igual que la sangre) en la búsqueda por parte de las productoras de un mayor rango de público y para conseguir del mismo modo una mayor facilidad a la hora de colocar las películas en las televisiones.


Las ruinas (The Ruins/Ruinen, 2008), que supuso para el fotógrafo de moda Carter Smith su debut como director de cine [4], se acerca a las dos entregas de Hostel tanto en su planteamiento inicial, como en el cruel destino que tendrán que padecer sus jóvenes protagonistas, condenados a una muerte de la que parece no tienen escapatoria, y soportando en el trayecto a su final un auténtico calvario. Los cuatro jóvenes protagonistas son, como la muchachada del cast de los trabajos de Eli Roth, turistas norteamericanos de vacaciones en tierra extraña [5], a los que un chico extranjero (en este caso otro turista, un chaval alemán) les propone una aventura: su hermano ha ido, junto a una jovencita que ha conocido, en busca de unas ruinas mayas que no aparecen acreditadas entre los monumentos locales a visitar, sita además en un remoto lugar en la jungla apartado de la civilización. Aprovechando los prejuicios del espectador y los lugares/personajes/situaciones comunes en el subgénero, el guionista y el realizador juegan con el público, dándole algo diferente a las ideas preconcebidas que espera tras un comienzo común al de otras cintas afines. Resultando una propuesta más original y menos formularia que otros muchos títulos contemporáneos de terror adolescente. De este modo, el turista germano, que parece ser el “gancho” para conducir a los cuatros estadounidenses a alguna trampa, resulta ser una estupenda persona, algo que en la presente película significa que va a pasarlas canutas. De hecho, es el personaje que más va a sufrir de todos. Y es que la moraleja del film viene a decir que cuanto más bueno y sacrificado es uno, peor destino le aguarda. O lo que es lo mismo, que el más egoísta y cabrón es quien mejor parado va a salir, como ocurriera en el clásico literario Justine, o los infortunios de la virtud (Justine ou les malheurs de la vertú, 1791), del marqués De Sade.

Es a partir de la llegada de los muchachos a la pirámide maya cuando el guion da un giro, rompe con ciertas expectativas de la platea, y nos adentra en lo mejor de la cinta. En el trayecto hacia las ruinas buscadas, una serie de indicios dejan claro que éstas no pueden albergar nada bueno. Están ocultas de la gente por algo. Nada más localizan la pirámide, unos nativos aparecen y apuntan a los chicos con armas. Todo se descontrola, un joven griego que también les acompañaba encuentra la muerte de un disparo en la cabeza, y el resto de los zagales suben a la pirámide. Por las malas se darán cuenta que los mayas vigilan la pirámide para que lo que hay en ella no salga al exterior, y si ellos están infectados al entrar en contacto con ese mal aquéllos no les van a permitir salir vivos de allí [6].


Carter Smith tenía claro que quería que el grupo de jóvenes protagonistas tuvieran un físico interesante, pero que a la vez fueran dramáticamente competentes, para poder reflejar todas las emociones que iban de la felicidad hedonista inicial (cuando se dedican a beber, reír y tener sexo sin preocuparse por nada más), a la locura y desesperación que les aguarda cuando se adentran en el corazón de  las tinieblas, teniendo que hacer frente a los demonios exteriores que les acechan y a sus propios demonios interiores que terminan floreciendo. Los chicos deberán olvidar las convenciones sociales propias de gente que se presume civilizada para enfrentarse al primitivismo de la pura supervivencia. El cuarteto protagonista están todos muy bien en sus respectivos papeles. Tres de ellos, Jena Malone, Jonathan Tucker y Shawn Ashmore, pese a su juventud eran ya unos veteranos en la interpretación en el momento de rodar Las ruinas. El último además muy conocido por su rol de Bobby Drake, el Hombre de hielo, en diferentes películas de los X-Men de la FOX.

El film que nos ocupa, una producción de Dreamworks Pictures y Spyglass Entertainment (y con el cómico Ben Stiller metido en funciones de productor ejecutivo), se beneficia del rodaje en exteriores, con la fotografía de Darius Konhji aprovechando la luz natural (de los días y de las noches) y la amplitud de los espacios, dotando a diferentes lugares de una fuerte fisicidad. Para tratar de dar verosimilitud a los efectos especiales, contaron con la participación de Patrick Tatopulos, que había participado en populares cintas de ciencia ficción como Soy leyenda (I Am Legend, 2007), de Francis Lawrence, o 10.000 (10,000 BC, 2008), de Roland Emmerich; al director de producción Grant Major, ganador del Oscar por su trabajo en la trilogía de El Señor de los Anillos; y a Greg McMurray como supervisor de los FX.


Las ruinas se estrenó en nuestro país el 17 de abril de 2008, siendo vista por la nada despreciable cifra de 89.989 espectadores, y logrando una recaudación de 507.367,25€, según fuentes oficiales. A lo que hay que sumar lo bien que funcionó después en los videoclubs y en los diferentes pases catódicos. El film Mandrake (2010), rodado por Tripp Reed para su distribución por televisión y DVD y que realmente no guarda relación con el aquí comentado de Carter Smith, se distribuyó en nuestro país con el tramposo título de Las ruinas 2.

Alfonso & Miguel Romero


[1] Cabin Fever (Cabin Fever, 2002), debut en el largo como director de Eli Roth, ya tenía a un grupo de adolescentes condenados a morir tras padecer una terrible degeneración física y psíquica debido a un virus.

[2] Compárense al respecto los repartos de los jóvenes protagonistas del remake de La matanza de Texas (The Texas Chainsaw Massacre, 2003), de Marcus Nispel -o su precuela, La matanza de Texas: El origen (The Texas Chainsaw Massacre: The Beginning, 2006, de Jonathan Liebesman-, con el más adecuado a las normas (no escritas) inclusivistas de los últimos años que conforman la aportación de 2022 por parte David Blue Garcia a las andanzas de Cara de cuero.

[3] El realizador de origen canadiense David DeCoteau, a partir de Shrieker [tv: Shrieker, 1998] y, sobre todo tras el buen recibimiento de Voodoo Academy (2000), dos títulos de serie B producidos por la Full Moon de Charles Band, empezó a facturar desde su propia productora, Rapid Heart Pictures, una enorme oleada de films de terror adolescente de (muy) bajo presupuesto donde primaba la exhibición de muchachos jóvenes y atractivos con muy poca ropa (luciendo muchas veces a los chicos en calzoncillos) por encima de los argumentos o de cualquier otra cosa. Arrojando una mirada puramente queer a un puñado de cintas donde rara vez había personajes gays.

[4] Tomando como base el libro homónimo escrito por Scott B. Smith (publicado en España por Ediciones B), quien también firma el guion. Smith contaba en su currículum con una nominación al Oscar por su libreto para Un plan sencillo (A Simple Plan, 1998), de Sam Raimi.

[5] Siguiendo la línea marcada por Hostel, John Stockwell realizó en 2006 Turistas (Turistas), con un grupo de chavales norteamericanos que quedan varados en una zona rural de Brasil, donde les aguarda un destino muy chungo.

[6] Sin que por ello llegue la película a parecerse a las viejas producciones de aventuras sobre civilizaciones perdidas en la vieja tradición pulp, como sí haría en 2021 Wrong Turn: Sendero al infierno (Wrong Turn), de Mike P. Nelson, reeboot de Km. 666 (Wrong Turn, 2003), de Rob Schmidt, escritos ambos por el mismo guionista, Alan B. McElroy.


lunes, 11 de septiembre de 2023