Malina Murnau
"Estación Rocafort" (Luis Prieto, 2024).
Le tenía muchas ganas, incluso trabajando en ella un actor que personalmente me gusta mucho, Javier Gutiérrez. Y ni por eso. Quitando su actuación, todo es horrible. Una gran decepción.
"Joker: Folie à Deux" ("Joker: Folie à Deux", Todd Phillips, 2024).
Vaya castaña y de las gordas. De una maravilla que fue la primera, hacer esto... no hay derecho. Una mamarrachada muy cara.
"Canary Black" (“Canary Black”, Pierre Morel, 2024).
Por dónde empiezo... mejor me voy a callar.
“La trampa” (“Trap”, M. Night Shyamalan, 2024).
Mira que he defendido a Shyamalan, pero aquí, es más, soy yo la que digo a grito "Vaya truñaco" muy larga, tonta, sin sentido, incluso ridícula y poco creíble. Y la actuación de Josh Hartnett para matarlo, qué coño se ha fumado este tío. Lo mismo que el director, seguro.
“El misterio de Salem’s Lot” (“Salem’s Lot”, Gary Dauberman, 2024).
Y ya para colmo esta aberración. Todos, pero todos, los actores están para matarlos. Y qué hicieron por Dios... Ese guion... Infumable por todos lados. Y no me vale que digan “la fotografía es muy buena, y el vestuario...” En fin, como siempre digo: para gusto los colores. Y dejo atrás muchas pero muchas malas, este año pocas sorpresas me he llevado.
Alfonso Romero
Personalmente, el pasado 2024 nos trajo muchos títulos bastante interesantes, o al menos muy entretenidos. Junto a ellos, por supuesto, una gran ristra de películas que por una cosa u otra no me terminaron de convencer. Por ejemplo la por muchos esperada “Gladiator II”, que tenía los mismos vicios de la cinta que su realizador, Ridley Scott, hizo poco antes sobre Napoleón, y quedó una verdadera castaña sin pies ni cabeza y con agujeros y situaciones insostenibles por todo el guion. Pero puestos a elegir cinco films horribles me decanto por:
“La trampa” (“Trap”, M. Night Shyamalan, 2024).
Todo lo malo que se le achaca al cine de Shyamalan elevado a la enésima potencia. Aderezado con un libreto de lo más tramposo donde además todo está cogido por los pelos, un final que no se creen ni los más involucrados en la producción, y como colofón un protagonista que está de juzgado de guardia.
“El misterio de Salem’s Lot” (“Salem’s Lot”, Gary Dauberman, 2024).
Sus continuas demoras y su estreno directo en plataformas fueron señales claras de que los resultados de esta nueva adaptación de la novela de Stephen King no convencían ni a sus responsables.
“En las profundidades del Sena” (“Sous la Seina”, Xavier Gens, 2024).
Una pena que un director que nos legó las interesantes “Frontera(s)” o “Aislados” esté detrás de esta conformista y aburrida cinta facturada para plataformas, que podía haber sido mucho más entretenida/divertida pese a su más que sobada premisa.
“La familia Benetón” (Joaquín Mazón, 2024).
A un cine español que anda de capa caída desde hace ya bastante tiempo, por más que nos quieran engañar con anuncios de que somos “cine europeo” (hoy eso tampoco es sinónimo de calidad), no le hace ningún favor este tipo de comedias amables con el asidero de todos los puñeteros “ismos” que asolan (y menguan) el mundo del arte y el entretenimiento.
“El brillo de la televisión” (“I Saw the TV Glow”, Jane Schoenbrun, 2024).
Jane Schoenbrun juega a ser Lynch, endosándonos un trabajo tan pretencioso y pedante como aberrante y molesto.
Miguel Romero
“Venganza en Las Vegas” (“The Weapon”, Tony Schiena, 2023).
Si un actor secundario de películas baratas escribe, dirige y protagoniza una película, el resultado no puede ser bueno. Los cameos de Bruce Dern y Jeff Fahey no salvan este desastre.
“Road House. De profesión: duro” (“Road House”, de Doug Liman, 2024).
Por favor, ¡¡¡que dejen ya de hacer remakes!!!
“Crescent City” (“Crescent City”, RJ Collins, 2024).
Otra de tantas malas series B coproducidas entre Lionsgate y Grindstone Entertainment Group. La historia es mala, pero lo peor son las actuaciones de Terence Howard y Esai Morales. Alec Baldwin se libra porque su papel es bien corto…
“La trampa” (“Trap”, M. Night Shyamalan, 2024).
Lo mismo de antes, una trama que tiene miga, una actuación pésima de su protagonista, pero ésta con bastante más presupuesto y una parte final demasiado alargada.
“Megalópolis – Una fábula” (“Megalopolis”, Francis Ford Coppola, 2024).
Coppola se quería despedir del cine a lo grande… Y menudo descalabro…
Fernando Rodríguez Tapia
Destacar lo peor que uno ha visto al final de un año no es uno de mis intereses dado que siempre me gusta recordar lo positivo o lo que me ha aportado de novedad.
Pero ante la petición de los danzarines macabros rescato cinco propuestas que por razones subjetivas entrarían en esa calificación.
“Alien: Romulus” (“Alien: Romulus”, Fede Alvarez, 2024).
Cómo cargarse una franquicia simulando que la respetas al replicar su iconografía más básica.
“Rebel Moon (Parte 2: La guerra que deja marcas” (“Rebel Moon 2: The Scargiver”, Zack Snyder, 2024).
La quintaesencia de todos los defectos del cine de su director elevados al ralentí.
“Dañado” (“Damaged”, Terry McDonough, 2024).
Perfecto ejemplo de thriller inane para plataformas que desperdicia completamente el talento de sus participantes.
“New Religion” (Keishi Kondo, 2022).
El otro lado de la baraja. Una obra de una pretenciosidad tan molesta que acaba alterando el ánimo. No todo el mundo puede hacer el cine de Kiyoshi Kurosawa.
“La Ermita” (Carlota Pereda, 2023).
Todos los aciertos de su opera prima se pierden en este segundo trabajo, superior en medios y muy inferior en cuanto a resultados.
Emilio Malet
“Pobres Criaturas” (“Poor Things”, Yorgos Lanthimos, 2023).
Una pobre basura que no empieza mal, pero que se pierde en intentar escandalizar y revindicar causas que por muy justas que sean destrozan algo que se supone que es entretenimiento, llegando a resultar una película bastante desagradable e insoportable.
“Road House. De profesión: duro” (“Road House”, de Doug Liman, 2024).
Si bien la película no está del todo mal, las comparaciones son odiosas, y aquí está nueva versión sale muy mal parada. En vez de “Road House” debería llamarse "El Chiringuito", ya que en vez de ambiente sureño de bar de carretera son todo camisas de flores y palmeras. Jake Gyllenhaal, que me suele gustar en casi todo lo que hace, esta vez se empeña en demostrar continuamente lo loco que está y lo que le gusta la violencia, algo que le quita todo el carisma y la espiritualidad que tenía el personaje en la cinta original, interpretado por el añorado Patrick Swayze. Y lo peor de todo es la lamentable "interpretación" de Connor McGregor, que no para de gesticular y andar como un imbécil cada vez que aparece. Una pérdida de tiempo como casi todos los remakes que se hacen hoy en día.
No incluyo más porque no soy tan masoquista como para perder el tiempo viendo toda la basura que se ha estrenado este año.
Joanna
“Cuerpo escombro” (Curro Velázquez, 2024).
El cine ONG, que decía Jesús Franco, junto a ese plasta buenrollismo de andar por casa, siguen siendo dos de las bazas por las que se decanta el cine español para tratar de tocar la sensibilidad del público... y lo que le toca es otra cosa. Los chistes de Ernesto Sevilla no quitan para que pudiera haber pasado por una tercera parte del “Campeones” de Fesser.
“El sindicato” (“The Union”, Julian Farino, 2024).
El hastío de Halle Berry a lo largo de la cinta se contagia al público. Y las ganas que pone Mark Wahlberg no levantan una película de acción vista mil y una vez.
“Stopmotion” (“Stopmotion”, Robert Morgan, 2024).
A pesar que sobre el papel su premisa resulta atractiva, los resultados son una fotocopia de muchos otros thrillers psicológicos, más que nada europeos, mejor desarrollados y resueltos además de más cortos en su duración.
“Dañado” (“Damaged”, Terry McDonough, 2024).
Alguien debió de olvidar escribir el guion.
“Infiltrada en la NASA” (“Space Cadet”, Liz W. Garcia, 2024).
Casi dos horas para una ¿comedia? que cuenta la misma historia de superación y sueños cumplidos de siempre.
Susana Annasus
De este año pasado 2024 bastantes películas me han decepcionado. Tampoco me enrollaré mucho porque lo hago desde mi humilde opinión, y respeto el trabajo del equipo que forma cada película, porque es un equipo en conjunto. Pero bueno, es sólo mi opinión. Entre ellas:
“Alice (Subservience)” (“Alice (Subservience”, S.K. Dale, 2024).
De S. K. Dale, y la protagoniza Megan Fox. Es una película predecible, aburrida, y que bueno trata el tema de la IA y los posibles efectos que todos ya conocemos, pensamos y se ha tratado en otras películas. Y bueno, más de lo mismo.
“El misterio de Salem’s Lot” (“Salem’s Lot”, Gary Dauberman, 2024).
Esperaba algo más, pero bueno al final se queda una con las versiones primeras. Sí es cierto que aporta más detalles como en el libro, pero no sé, me esperaba algo más y cuando esperas algo más acabas decepcionándote.
“Alien: Romulus” (“Alien: Romulus”, Fede Alvarez, 2024).
Qué triste que diga esto, pero una de mis favoritas las sagas de Alien, sobre todo la primera y la segunda, las restantes he aprendido a quererlas. Ya las prometeo, son pasables, pero esta última ha sido terrorífica, pero de ver.
“La primera profecia” (The First Omen”, Arkasha Stevenson, 2024).
Para mal gusto esta película, y con mis perdones, la saga de Damien, me gusta muchísimo, incluso la música. Pero esta película a veces me daba la risa. Y piensas: “por qué han querido hacerla”, pero esto es una telenovela al final... Bueno, que me ha decepcionado, hay partes que sí me gustan, pero hay momentos y situaciones que aburren. Hay momentos que hay similitudes con “Inmaculate” de este mismo año, y la verdad que me gustó mucho más "Inmaculate" que “La primera profecía”.
“El brillo de la televisión” (“I Saw the TV Glow”, Jane Schoenbrun, 2024).
Es una película para ver varias veces, porque te pierdes en el tema, o te quedas dormida viéndola. Y en el fondo es una trama que te hace pensar, pero no sé... me ha parecido densa, un poco agobiante, espesa.
Pepe Torres Lorenzo
Aunque es grande la tentación de votar por alguna de las múltiples decepciones, fracasos o películas sobrevaloradas sin mucha mesura (sí, pienso en vosotras, “La sustancia”, “Megalópolis”, “Gladiator II”, “La virgen roja”, “Segundo premio” o “Alien: Romulus”). lo cierto es que no se trata de los peores títulos del año. La cosecha anual de bazofias de la industria cinematográfica, abonada convenientemente con CGI inorgánico, no para de crecer con la progresiva falta de criterio de cada nueva generación, criada con secuelas, precuelas, franquicias y demás (malas) hierbas. Por suerte este año he conseguido esquivar algunas balas (ya casi no consumo Marvel o DC), pero aún así me he comido estas con papas:
“On the go” (Julia de Castro – María G. Royo, 2023).
Supuesto homenaje o reescritura para estos tiempos del cine de Gonzalo García-Pelayo (con cameo de este y su hermano Javier) que provoca y ofende por razones muy alejadas de sus presuntas intenciones o vocación. Vacua, antigua en el peor sentido de la palabra. Mi película peor votada este año.
“Disco, Ibiza, Locomía” (Kike Maíllo, 2024).
Seguimos con otro título español (y eso que suelo evitar las comedias españolas por pura salud). Si el año pasado tuvimos un biopic alemán bastante modélico y entretenido sobre Milli Vanilli, queda constatado que aquí nos falla el tono, el enfoque, las interpretaciones, prácticamente todo.
“El misterio de Salem's Lot” (“Salem's Lot”, Gary Dauberman).
Ni un año sin una adaptación penosa de Estíven King. Y además ahora mayoritariamente cargan con la losa de anteriores versiones bastante más atinadas. Pura mediocridad fílmica para nutrir el pozo sin fondo de las plataformas (de ahí no escapa ni la prota de Ringu).
“El Cuervo” (“The Crow”, Rupert Sanders).
Vaya por delante que Sanders es un puto inútil y que debería tener orden de alejamiento de cualquier producción audiovisual. Dicho eso (sin acritud), su aproximación al universo de Eric Draven debería llevar una etiqueta del Ministerio de Sanidad. Y a ver si dejamos de darle al Skarsgård pequeño todas las criaturas torturadas, por favor.
“Strangers. Capítulo 1” (“The Strangers: Chapter 1”, Renny Harlin).
Algunos que abrazamos la ruidosa irrupción del finés (nunca aburrir, siempre al borde o directamente de cabeza al exceso) nos llevamos las manos a la cabeza ante su progresivo deslizamiento hacia la irrelevancia inane. ¿Para qué reflotar así una saga estupenda? Poderoso caballero es Don Dinero. Eso o el horror vacui sin un mal proyecto que echarse a las fauces.
Me dejo tres que casi entran en el top pero que quiero mencionar: “Dos chicas a la fuga” (o cómo Joel era claramente el hermano Coen listo), “Juega o muere” (ejemplo paradigmático de la deriva imberbe de uno de nuestros géneros favoritos). y “Road House. De profesión duro” (o cómo conseguir la peor interpretación del año de un Connor McGregor que debería unirse a mis buenos deseos para Rupert Sanders). Sounds pretty good to me.
Oscar "Woody" Correa
"Atlas" ("Atlas", Brad Peyton, 2024).
Predecible, lamentable, insufrible, tanto avance tecnológico en Inteligencia Artifical para esto!!! Tras ver la película al menos ya conoces para que NO sirve la IA, que es para hacer guiones. Costó bastante esfuerzo poder terminarla (3 días). “Clin, Clin, caja” para Jennifer Lopez.
"Madame Web" ("Madame Web", S.J. Clarkson, 2024).
Lo único que se puede resumir de la película es como extrapolación de una canción de Siniestro Total: “Eran unas chicas muy monas que no vivían en Barcelona”… Nada más que añadir, su señoría.
"Los Feos" ("Uglies", McG, 2024).
Películas de las que nos obligamos a ver en familia y que no aportan nada. Tópicos y más tópicos y ni siquiera el mínimo aliciente de alguna sorpresa. Además, los efectos que hacen a la gente ser “guapos” no son ni creíbles.
“El sindicato” (“The Union”, Julian Farino, 2024).
Otro subproducto de plataforma, lamentable nueva TV movie, que ahora son las de plataformas, hechas 100% con algoritmos. Algunas escenas en localizaciones y poco más pasable.
"Corte en el Tiempo" ("Time Cut", Hannah Macpherson, 2024).
Lamentable sucesión de hechos predecibles (sin necesidad de viajar en el tiempo), mancillando el cine de género de viajes en el tiempo. ¡Si "Doc" y Marty McFly levantaran la cabeza!
David Cortabarria
Aclaración para lectores ofendiditos de piel fina y que sienten que tienen la Verdad Absoluta de su parte: las cinco películas que menos me han gustado del 2024 por motivos completamente subjetivos. Lo de “peores” vs. “mejores” es algo muy relativo.
"Joker: Folie à deux "("Joker: Folie à deux", Todd Phillips, 2024).
La primera Joker era una película de lo más interesante, habría sido incluso una muy buena antesala para una hipotética nueva saga dentro del universo de Batman, pero este flojo musical funciona más bien como una kryptonita que descompone sin piedad todos los logros de su antecesora. Un Joaquin Phoenix que no es ni la sombra del Joker que encarnó, y una Lady Gaga completamente fuera de lugar en esta obra. Mi gran decepción del año.
"Rivales" ("Challengers", Luca Guadagnino, 2024).
Si ya de por sí el tenis me parece un aburrimiento supremo, el tedio se exacerba hasta el infinito con la maldita competitividad de su trío protagonista, cuya historia es digna de telefilme de domingo por la tarde. No puedo, además, con la constante cara de estar chupando limones de Zendaya; la gente tan seria me parece ridícula. Sé que le estoy atizando bien a una película valorada, pero me circunscribo a lo que me hizo sentir, quería que me gustara pero fue imposible.
"Bitelchús Bitelchús" ("Beetlejuice Beetlejuice", Tim Burton, 2024).
El problema no estriba en tardar 36 años para rodar la secuela de una película (por ejemplo, la secuela de Tron tiene 28 años, y transcurren 30 años entre la tercera y cuarta parte de la saga de Mad Max, y en ambos casos el aprobado es de gran altura), sino en contar una historia muy floja que funciona como una remezcla/reelaboración del muy exitoso film anterior. La parte estética cumple muy bien con su cometido, pero este segundo Beetlejuice (escrito así, porque detesto cordialmente ese quiero y no puedo que es “Bitelchús”, que queda muy cutre) tiene una historia anodina y olvidable, aparte de agujeros de guion y tramas inconclusas. Una secuela innecesaria (como Gladiator II, otra decepción).
"Cazafantasmas: Imperio helado" ("Ghostbusters: Frozen Empire", Gil Kenan, 2024).
Más cine que recicla viejos esplendores de la década de los 80. Las secuelas están ahí para hacer caja con poco riesgo, porque la nostalgia vende. Lo malo es que esta película le deja a uno precisamente helado porque es una nueva remezcla, una nueva amenaza implacable que es anulada por la nueva generación de Cazafantasmas. Caras nuevas para el mismo esquema de siempre. Buenos efectos especiales (lógico, a estas alturas los de cualquier film son un prodigio), guiños autocomplacientes… pero unos cazadores de espíritus que no tienen alma. Y seguro que serán, ay, resucitados.
"El Conde de Montecristo" ("Le Comte de Monte-Cristo", Alexandre de La Patellière y Matthieu Delaporte, 2024).
Una historia apasionante de Alejandro Dumas que se ha adaptado muchas veces a cine y a series de televisión, y que aprovechando que no hay que pagarle derechos de autor, recibe una nueva versión del todo innecesaria. Esta película tiene un gran diseño de producción, y planos muy bellos, pero también un Conde de Montecristo desdibujado a niveles intolerables. No es solo la historia de una venganza (algo que esta película cuenta más o menos bien, porque cambia varios aspectos del libro), es también la gran moraleja que expone Dumas, que es hasta qué punto consume a Montecristo la ejecución de su venganza, porque solo vive para ella. Y ese aspecto no aparece ni por asomo en esta adaptación sin fuste que se queda solo en el envoltorio. Y si un lector se queja de que he llevado a cabo un destripe de la historia… que se lo haga mirar. O igual no sabe que el Titanic al final se hunde, o que el Vesubio arrasó Pompeya, lo mismo espera a ver las películas para averiguarlo.
Eduardo Álvarez Cónsul
"La reina del convento" (Carmen Perona Cabrera, 2024).
"Garfield: La película" ("The Garfield Movie", Mark Dindal, 2024) .
"Estación Rocafort" (Luis Prieto, 2024).
"Nina" (Andrea Jaurrieta, 2024).
"La ultima sesión de Freud" ("Freud's Last Session", Matt Brown, 2023).
"Canary Black" (“Canary Black”, Pierre Morel, 2024).