Malina Murnau
"Twin Peaks" ("Twin Peaks" 1990-1991).
La pongo primera, aunque sea una serie, porque me encantó su rareza y su mal rollo.
"El hombre elefante" ("The Elephant Man", 1980).
Para mí su mejor película. Una maravilla.
"Dune" ("Dune", 1984).
Y me quedaría con ésta. Cuando la vi me gustó bastante, y muy seguida sería “Terciopelo azul” (1986), y si pienso en todas sale Kyle MacLachlan, este hombre me marcó en “Twin Peaks”.
Nunca he sido mucho de este director, ahora me caerán tortazos por doquier. Pues sí, nunca estuvo en mis directores favoritos, lo siento.
Alfonso Romero
“Terciopelo azul” (“Blue Velvet”, 1986).
Lynch era un declarado fan del noir clásico, y no sólo de los grandes títulos del género, sino también de las piezas esquinadas, particulares, extrañas y bizarras. Con “Terciopelo azul”, y tras el desastre comercial y crítico de “Dune” (1984), el autor recuperaba el aplauso del respetable y de la crítica con un film noir llevado a su particular terreno, a su personal universo que fue creciendo, desarrollándose, película a película, cuadro tras cuadro, spot tras spot, documental tras documental, libro tras libro, etc. La trama tenía lugar en un presente con vistas al pasado (tal vez en un momento atemporal, es Lynch), con magníficos oldies en la banda sonora y esenciales en el devenir de la historia, en una cotidianidad rutinaria y perversa a un tiempo. Dennis Hopper con la mascarilla de oxígeno es una imagen icónica del cine de su director, del cine de los ochenta, y del séptimo arte en general.
“Una historia verdadera” (“A Straight Story”, 1999).
Un drama de ambientación rural que parece no tener relación con los modos y mundos propios de su director pero que, bien mirado, era puro David Lynch, repleto de esos personajes tan característicos (por no decir marcianos) y situaciones tan propias de sus películas. Con Richard Farnsworth en el papel principal, y con Sissy Spacek como su hija y Harry Dean Stanton como su hermano, dos intérpretes a quienes los dramas rurales les van como anillo al dedo. El Americana según Lynch. Emotiva y personal.
“Carretera perdida” (“Lost Highway”, 1997).
Una nueva propuesta de cine negro, un paseo por un universo de pesadilla, tanto para su(s) protagonista(s) como para el espectador. Lynch continuaba escarbando en la mente humana más retorcida, desconcertando a parte del público de paso, y legándonos una de las grandes muestras del cine negro de su década. Un film de género y de autor sin traicionar lo uno ni lo otro, sino subiendo varios niveles... para descender(nos) a los infiernos.
Miguel Romero
A punto de cumplir años nos dejaba David Lynch, artista completo, pintor, fotógrafo… y, por supuesto, director. Creador de su propio universo, genio único… a ver si se enteran y dejan de imitarlo malamente. De su muy particular filmografía me quedaría con…
“Una historia verdadera” (“A Straight Story”, 1999).
Tras haber subido muchos peldaños en su particular universo con “Carretera perdida” (1997), Lynch sorprendía a propios y extraños cambiando totalmente de registro con este emotivo drama humano (género hoy día muy habitual, pero este film tiene ya más de 25 años) que, como su nombre indica, está basado en hechos reales -vamos, lo que ya hiciera mucho antes en “El hombre elefante” (1980)-.
El veterano especialista reconvertido en actor Richard Farnsworth protagoniza como un anciano que vive en Iowa con su hija “algo lenta” (Sissy Spacek) y que, a pesar de sus muchos achaques y enfermedades, irá a ver a su hermano (Harry Dean Stanton, junto a Jack Nance uno de los actores con los que más contó nuestro homenajeado) a Wisconsin cuando se entera que éste ha sufrido un infarto, aunque llevan unos diez años sin hablarse. Pero el único vehículo que tiene es una segadora, con la que tendrá que recorrer 500 kilómetros.
Farnsworth, que cuando empezó a rodar la película tenía ya bastante avanzado el cáncer, poco después acabaría de un disparo con sus insoportables dolores, abandonando este mundo a la edad de 80 años. Sería éste su último trabajo, un magnífico trabajo.
“Terciopelo azul” (“Blue Velvet”, 1986).
Lynch se recuperaba del fracaso de “Dune” (1984) y se ganaba a la crítica con esta revisión del noir. Lleno de personajes extravagantes, viejas canciones y uno de los comienzos más recordados de la década, el joven que empieza a investigar al encontrar una oreja cortada.
Reunía a Dennis Hopper con su viejo amigo (y compañero de juergas) Dean Stockwell.
“Carretera perdida” (“Lost Highway”, 1997).
De nuevo cine negro, pero llegando mucho más lejos. Bastante se habló de su significado, aunque su director aconsejaba que el público simplemente se dejara llevar por las imágenes.
Bill Pullman, Patricia Arquette (en un doble papel, de morena y de rubia), Balthasar Getty, Robert Blake (que realmente da miedo), Richar Pryor (ya en silla de ruedas debido a la esclerosis múltiple), Henry Rollins, Gary Busey, Marilyn Manson, la modelo Lisa Boyle… y muchos más, entre ellos un peligroso gánster al que encarna Robert Loggia, quien se sorprendió que le dieran el papel ya que poco más de diez años atrás había cogido a Lynch del cuello cuando prefirieron a Hopper que a él para el papel del villano de “Terciopelo azul”.
Hasta siempre, maestro.
Eduardo Álvarez Cónsul
“Terciopelo azul” (“Blue Velvet”, 1986).
Esta es para mí la película más conseguida de David Lynch, con una gran atmosfera que lo hace todo más creíble, y con un Dennis Hopper más malo, siempre se dijo que era el papel de su vida.
En el reparto aparecen Kyle MacLachlan, Isabella Rossellini, Laura Dern, Hope Lange y Dean Stockwell.
"Twin Peaks" (“Twin Peaks”, 1990-1991).
Esta serie de televisión fue otro trabajo muy conseguido por parte de David Lynch como director de algunos episodios y productor, con buena ambientación, música y personajes conseguidos. Con Kyle MacLachlan como el agente Dale Cooper. Michael Ontekean, Russ Tamblyn, Richard Beymer, y las hermosas Peggy Lipton, Victoria Caitlin, Sheylin Fenn, Shelley Johnson y Joan Chen.
"Dune" (“Dune”, 1984).
Pese a que es una space opera muy larga tiene buenos momentos.
En el reparto aparecen Kyle MacLachlan, Sting (por entonces más conocido por ser el cantante y guitarrista del grupo The Police) y Patrick Stewart años antes de ser el Capitan Picard en "Star Trek Nueva generación" y luego el Profesor X .
Alfonso Carlos López
“El hombre elefante” (“The Elephant Man, 1980).
Excelente película británica-estadounidense de 1980 que narra la historia real de Joseph Merrick de una manera cruda y conmovedora. Dirigida por David Lynch y protagonizada por John Hurt, Anthony Hopkins, Anne Brancroft, John Gielgud, Wendy Hiller, Michael Elphick, Hannah Gordon y Freddie Jones. Se basa en los libros de “El Hombre Elefante y otras reminiscencias” (1923) de Sir Frederick Treves y “El Hombre Elefante Un Estudio de la dignidad humana” (1971) de Ashley Montagu. La trama trata sobre el citado Joseph Merrick, que padece graves deformidades físicas, pero no mentales, ya que es una persona inteligente que debido a su aspecto físico sufre una gran discriminación y explotación e incluso es tenido por deficiente mental. A finales del siglo XIX, el doctor Frederick Treves descubre en una atracción circense a Merrick que estaba siendo exhibido ilegalmente. A partir de ahí se desarrolla esta extraordinaria cinta. El film fue grabado en blanco y negro, todo un acierto que incrementa el dramatismo y la fuerza de las imágenes. Está magníficamente ambientada en la época y tuvo un gran éxito.
“Terciopelo azul” (“Blue Velvet”, 1986).
Trabajo estadounidense de 1986 cuyo director fue David Lynch con mezcla de elementos de terror psicológico y cine negro, protagonizada por Kyle MacLachlan, Isabella Rossellini, Dennis Hopper, Laura Dern, Hope Lange y Dean Stockwell. Por cierto, su título homenajea a la preciosa canción de Bobby Vinton, de título homónimo y tiene una formidable banda sonora. Cabe destacar también el soberbio tema “In Dreams” de Roy Orbison. El comienzo con la aparición de una oreja humana en unos arbustos ya nos indica que estamos ante un film sorprendente y que irá in crescendo en interés y misterio. Resultó otro gran éxito del director, formando parte de esas películas de culto e inolvidables que tiene en su haber Lynch y que ya son clásicos en la historia del séptimo arte.
“Cabeza borradora” (“Eraserhead”, 1977).
Esta obra de David Lynch de 1977, innovadora y transgresora es un icono del cine surrealista, del thriller psicológico y contiene tintes de horror. Los papeles principales corrieron a cargo de: Jack Nance, Charlotte Stewart, Allen Joseph, Jeanne Bates, Judith Anna Roberts, etc La filmación se realizó en blanco y negro, hecho que le dio un gran empaque, contribuyendo a crear esa atmósfera tan especial. Lynch estuvo influido por sus lecturas de juventud como “La metamorfosis” de Frank Kafka o “La nariz” de Nicolái Gógol, e incluso el guion se inspiró en su miedo a la paternidad, por lo ocurrido a su hija Jennifer al nacer que precisó de cirugía correctiva, y por los 5 años que vivió con su familia en una barrio conflictivo de Filadelfia. El argumento incide en las pesadillas que desde pequeño sufre Henry Spencer, su paternidad de un niño prematuro y no humano, que se instala en su casa junto a su madre Mary y demás acontecimientos. Quisiera resaltar algo que me resulta muy curioso y me encanta, que es lo de el tema del escenario iluminado tras el radiador que muestra la presencia de una mujer. En definitiva, esta cinta es una maravilla que debo reseñar por su calidad y originalidad.
El día 15 de enero del 2025 moría David Lynch víctima de un enfisema pulmonar a los 78 años. Recibió diversos premios a lo largo de su carrera como el Oscar honorífico y la Palma de Oro de Cannes por “Corazón salvaje” (1990). Otras películas imprescindibles de Lynch son: la ya citada “Corazón salvaje”, “Mulholland Drive” (2001), la serie “Twin Peaks” (1990), “Carretera perdida” (1997), “Dune” (1984), etc. Una gran pérdida para el mundo del cine y de la cultura en general la muerte de este genial cineasta.
Carlos Enríquez
Triste pérdida la de este gran director, dolorosa y reciente. Dicen que David Lynch es uno de esos cineastas que debes amar u odiar. A mí no me gusta ser tan drástico, creo que su filmografía abarca películas de muy diversa consideración. Algunas me gustan, otras me entusiasman, unas pocas me parecen pasables y en un último grupo podría incluir cintas que ni me agradan ni entiendo.
Es cierto que hay que conocer su obra, sobre todo porque ha transformado la perspectiva del medio audiovisual. Su visión es única: a ratos incomprensible, en otros momentos original, con destellos visuales de genio y con tramas que, probablemente, no comprenda ni él mismo. Eso sí, pienso que su cine es algo elitista y pretencioso, pensado para iniciados. Pero bueno, dejando de lado generalidades, he elegido tres obras que, por una razón u otra, me han marcado: “Twin Peaks” (1990), “Una historia verdadera” (1999) y “Dune” (1984).
"Twin Peaks" (“Twin Peaks”, 1990-2017).
Incluyo aquí todo el conjunto: la serie clásica, las películas, la nueva temporada… todo. “Twin Peaks” no es solo una serie policiaca; es un viaje hacia secretos oscuros, giros inesperados, paisajes fascinantes y momentos de inquietud. Una coctelera única e irrepetible de drama, humor negro, intriga y personajes que parecen salidos de una película de terror. En otras palabras: Lynch en estado puro. Siempre la recomiendo como una de las grandes series de todos los tiempos, aunque admito que a medida que avanza, en ciertos momentos, empezó a dejarme frío.
“Una historia verdadera” (The Straight Story, 1999).
Esta película es una joyita. Lynch demuestra aquí que también sabe hacer cosas tranquilas y hermosas. La historia sigue a un anciano que viaja cientos de kilómetros en su cortacésped para reconciliarse con su hermano enfermo. Suena simple, pero es estupenda. La película está llena de humanidad, con personajes que muestran luces y sombras, y un fino sentido del humor. Hay elementos típicos de Lynch, como los paisajes rurales, pero esta vez no hay giros extraños ni surrealismo. La historia toca el corazón mediante su sencillez y profundidad. Es la prueba de que Lynch sabe reinventarse cuando quiere y que siempre está dispuesto a desafiarse a sí mismo.
“Dune” (“Dune”, 1984).
Antes de que Denis Villeneuve dirigiera su versión (que, debo admitir, me ha gustado más que la de Lynch, aunque algunos puedan discrepar), Lynch adaptó “Dune” en los años 80. Fue un proyecto caótico: los estudios se cabrearon, hubo recortes y el resultado final no fue el que él había planeado. A pesar de todo, la película contiene elementos memorables: los vastos desiertos de Arrakis, los imponentes gusanos de arena, los personajes, las naves espaciales, la especia y las intrigas de las casas nobles. La estética sigue siendo impresionante incluso décadas después. No es una película perfecta, pero la ambición y creatividad de Lynch son evidentes. La elijo aquí porque fue la primera cinta suya que vi de manera «consciente», y lo cierto es que me dejó alucinado. Aunque, como mencioné antes, la versión de Villeneuve me ha hipnotizado aún más. Eso sí, estamos en otra época, y los recursos actuales superan ampliamente los de los años 80 (lo digital marca la pauta, para qué nos vamos a engañar). Lynch, como siempre, hizo uso de toneladas de imaginación para plasmar su idea de la novela de Herbert.
En definitiva, sus pelis son un desafío al espectador, el tipo nunca se repite. Un maestro capaz de hacerte sentir cosas inesperadas. Lo echaremos de menos, aunque nos quede su obra. Por cierto, ¿alguien está viendo “Outer Range”? La recomiendo… ¡es David Lynch por los cuatro costados!
Joanna
“Cabeza borradora” (“Eraserhead”, 1977).
A más de uno y de una le estalló la cabeza cuando vio “Cabeza borradora”. Para bien o para mal: para amar a su director por una propuesta tan osada y personal o para odiarlo por pasarse por el forro todas las convenciones. Un film de arte y ensayo, como se les llamaba antes, carne de cineclub, cuando había cineclubs. La carta de presentación de David Lynch fue el arranque de una filmografía que, como una montaña rusa, no daría tregua al espectador sino era para atizarle con un giro más fuerte e inesperado.
“Mullholland Drive” (“Mullholland Drive”, 2001).
A comienzos del siglo XXI David Lynch estrenaba “Mullholland Drive”, una película en principio fiel a sus señas de identidad. Una nueva trama de misterio, cuyo bellísimo envoltorio y larga duración parecían llevar todo aún más lejos que nunca, si eso era posible. Donde muchos de sus rasgos aparecían retorcidos, escondidos, pero visibles para quien sabe leer entre las líneas de su director. La crítica se deshizo en elogios.
“Inland Empire” (“Inland Empire”, 2006).
Junto a la temporada de “Twin Peaks” de 2017, “Inland Empire” es uno de los trabajos de David Lynch más crípticos y personales. Parecen hechos los dos para sus fans más acérrimos o para la crítica más arriesgada e innovadora, pero tiendo a pensar que los hizo para sí mismo. Un mal sueño. Alicia en el país de las maravillas donde la Reina Roja puede estar acechando en cualquier parte. El Mago de Oz con la bruja mala del oeste dispuesta a todo. Una vez cruzas el espejo ya no hay vuelta atrás.
David Cortabarria
Y se nos fue un creador realmente único, con tan solo 78 años. Una víctima más de esa basura llamada tabaco, arma legal de destrucción masiva. La cabezonería de mi tocayo a la hora de no dejar de fumar precipitó su muerte. Sí, que cada uno haga lo que quiera, y hay que respetar y aceptar las decisiones… pero es que aquí se apaga una luz portentosa. Desaparece un creador de universos. Egoístamente pienso que a este hombre aún le quedaba mucho por decir, y muchísimo por aportar. Y me encantaba su cara, y su fabuloso peinado. Lo que habría dado por haberme tomado un café junto a él, conversando sobre cine, vida y universos paralelos…
Escoger solo tres de sus películas me parece, en esta ocasión, una tarea muy complicada dada la especial naturaleza de su filmografía. Me gusta en su integridad, tanto en su cine más personal, surrealista y extraño, como en sus propuestas más accesibles y siempre interesantes. Me tranquiliza que mis compañeros de líneas, seguro, vayan a cubrirla perfectamente.
Con todo, mi trío de ases lynchianos:
"El hombre elefante" ("The Elephant Man", 1980).
Peliculón sin paliativos con un impecable Anthony Hopkins y un magnífico John Hurt al servicio de una historia tremenda, muy triste y humana como ella sola. Provista de una desolación dickensiana que precisa de un visionado muy atento y espaciado en el tiempo, porque es muy sensible y nada sensiblera, y bañada de un primoroso blanco y negro que la realza constantemente. La película en la que Lynch desplegó sus alas y demostró a cualquiera lo buen director que es.
“Una historia verdadera” (“A Straight Story”, 1999).
Una película de carretera y manta, de ritmo pausado pero jamás lento, un viaje de 500 kilómetros que es un gozadón absoluto, con un Richard Farnsworth (Alvin Straight, cuyo apellido desarma por completo el estúpido título en castellano) absolutamente idóneo para soportar todo el peso de la sencilla y bella historia. Como en el caso de “El hombre elefante”, lo humano corta en transversal todo el entretenidísimo film, trufado de bellísimas escenas para enmarcar y no olvidar nunca. A diferencia del título anteriormente comentado, aquí el visionado frecuente, siempre emotivo y conmovedor, no deja un poso de tristeza. David Lynch despliega una sensibilidad fuera de serie, a la par que firma una obra que es una auténtica preciosidad.
Twin Peaks, temporada 3, episodio 8 Gotta Light? (¿Tienes fuego?)
Sí, es un episodio de una serie mítica, pero siempre la percibo como una película. Una donde nos encontramos a un Lynch que entronca con su vertiente más surrealista y donde disfruta de una libertad creativa insólita en cualquier serie. He visto dos veces la serie de “Twin Peaks”, pero de este episodio los visionados llegan a seis, y sumando. Y no tengo ni idea, ni quiero saber, el porqué de mucho de lo que veo, porque me encanta que sea un misterio insondable, disfruto mucho siendo testigo de algo inexplicable que siempre me pone a prueba mis percepciones racionales. “Ésta es el agua y éste el pozo. Bébetela toda y desciende. El caballo es el blanco de los ojos y la oscuridad interior”. Ese abstruso mantra se repite a lo largo de buena parte del metraje, y se me incrusta en la mente mientras asisto a un delicioso desparrame que es una de las cotas más surrealistas y fantásticas de la obra de este director. Más tarde o más temprano leeré una de las muchas interpretaciones que hay sobre tan enigmático y tremendo episodio, pero de momento me funciona de perlas el poder adentrarme en él como si pudiera revivir un sueño. No quiero ver su urdimbre, solo sumergirme en ese páramo onírico y sentir una vez más su hermosa desolación. Y encima, a modo de hemistiquio, una actuación de Nine Inch Nails… todo un regalo de Lynch, a quien le debo el descubrimiento del grupo Chromatics, que apareció al final del episodio 1 con su temazo “Shadow”, y que me llevó a descubrir a su fundador Johnny Jewel, de quien guardo un recuerdo espectacular de un concierto que dio en mi ciudad natal, San Sebastián.
Resumen perfecto de la obra lynchiana más surrealista, este episodio es uno de los momentos más extraños, sensacionales e irrenunciables que haya tenido el placer de visionar/experimentar. Tan rotundo como eso, sí.
Coda final:
David Lynch en “Lucky” (John Carrol Lynch, 2017), en un fabuloso cameo, hablando sobre su tortuga. Descacharrante y emotiva maravilla. Y en “Los Fabelman” (“The Fabelmans”, Steven Spielberg, 2022), encarnando de manera impresionante al gran John Ford. Brevedad y genialidad.
Fernando Rodríguez Tapia
Nada difícil escoger tres películas de David Lynch. Su filmografía tiene suficientes obras para elegir dada su incuestionable calidad.
El criterio en esta ocasión ha sido por el impacto personal que me causaron los títulos seleccionados en su momento dejando fuera obras maestras como “El hombre elefante” (1980), “Terciopelo azul2 (1986), “Una historia verdadera” (1999) e incluso “Mulholland Drive” (2001).
“Dune” (“Dune”, 1984).
Una de mis películas favoritas de ciencia ficción por más que su propio autor cuestionara el resultado final. La primera parte me resulta espléndida teniendo en cuenta la dificultad de trasladar el libro de Frank Herbert a la pantalla. El conflicto político, el misterio, la presciencia y el mito están perfectamente mostrados por el cineasta con especial mención para los repulsivos Harkonnen y ese mundo decadente que representan. En la segunda parte de la película se aprecian más las intromisiones de los productores, pero el film resultante es una obra atípica, singular y alternativa a la ciencia ficción planteada por el cine norteamericano y en concreto a la popular saga emprendida por George Lucas. Una película fascinante cuyos mejores momentos son muy superior a lo elaborado por Villeneuve en su reciente y más asequible díptico. La especia fluye.
“Carretera perdida” (“Lost Highway”, 1997).
Un film hipnótico, toda una experiencia visual cuando la vi por primera vez en cine. Un viaje a la oscuridad filtrado por el cine negro, el terror, el surrealismo, el misterio y la ruptura del relato a modo de desdoblamiento casi onírico vertebrado por el personaje principal. Una obra de sugerentes lecturas con imágenes tenebrosas y atmosferas perturbadoras donde no falta un sentido oscuro del erotismo, el miedo como forma esencial y una representación del mal muy inquietante que se prolonga una vez acabada la película. Una obra clave en el devenir de la filmografía del director.
Twin Peaks, el regreso: Episodio 8 (2017): El universo cinematográfico de David Lynch perfectamente compactado en menos de una hora mostrando el origen maligno que asola tanto a Twin Peaks como a toda la nación que representa. Pocas veces se ha logrado en televisión una pieza de arte y ensayo en blanco y negro que conecte tan bien las sublimes pesadillas que desarrolló en los años cincuenta del pasado siglo "La Dimension Desconocida" de Rod Serling con el enigmático mundo personal ideado por el autor de “Cabeza borradora” (1977). Una pieza magistral.
Oscar "Woody" Correa
Onírico, perturbador, surrealista, fuera de la lógica tradicional, visualmente impactante, atmósferas que marcan… efectivamente todo esto son algunas de las cosas que te surgen cuando piensas en este maestro del cine, al menos para mí, David Lynch. Revisando su filmografía, realmente no ha hecho tantas películas, y se han podido mezclar varios factores, por ejemplo que siempre ha valorado la libertad creativa y la integridad artística por encima de la productividad y no siempre la industria lo ha entendido o se ha arriesgado a ello.
Todo está hablando ya de David Lynch en estos días de duelo ante una grandísima pérdida en el mundo creativo, por lo que los comentarios y orden de favoritos me gustaría hacerlos justo por los conceptos que David Lynch siempre pregonaba sobre que sus películas no estaban hechas para ser “entendidas” en el sentido tradicional, sino para ser “sentidas”, en concreto “…la experiencia completa que vive y siente el espectador y lo que le hace sentir, un viaje emocional y sensorial más que algo que pueda explicarse de manera lógica… una combinación de sonido e imagen, que juntos pueden crear una experiencia más allá de las palabras… ”… sin entrar en disquisiciones más complejas, porque no es necesario para evocar su filmografía. Y con sus propias premisas mis tres favoritas son:
"Mulholland Drive" ("Mullholland Drive", 2001).
Para mí su gran obra maestra y una de mis películas favoritas, Mulholland Drive es un thriller psicológico que mezcla el glamour y los sueños de Hollywood con sus pesadillas más oscuras. 3 veces que la he visto y 3 veces me ha hecho sentir cosas y sensaciones diferentes, y no solo eso, nuevos entendimientos, conceptos, ideas, y versiones diferentes de los finales!!! Y si la viera una cuarta… El papel casi de presentación de Naomi Watts también es clave (y la réplica que le realiza Laura Harring, también suma), el de una mujer con amnesia (o no), en una de las mejores actuaciones de su carrera. Es una obra en su globalidad profundamente enigmática que juega con los límites entre la realidad y la fantasía. "Mulholland Drive" es una de las películas más analizadas y debatidas de Lynch, entre muchos foros y opiniones considerada una obra maestra del siglo XXI (por sacar un dato y que no parezca que me lo invento y que me puede lo que me gusta, por ejemplo en 2022, fue elegida como la mejor película del siglo XXI por la prestigiosa encuesta de Sight & Sound).
"Twin Peaks" ("Twin Peaks", 1990-1991).
Revolucionó la televisión en su época al combinar géneros y estilos de una manera única, introduciendo una narrativa compleja, personajes multidimensionales y un estilo visual Lynch inconfundible. La audiencia de la TV de la época no estábamos preparados para esto y el impacto fue brutal. Esta apuesta de Lynch por demostrar que la televisión podía ser tan artística y ambiciosa como el cine, creó parte de lo que hoy tenemos… En lo personal, en su época, solo se hablaba de “¿Quién mató a Laura Palmer?”, esa pregunta atrapó a millones de personas y convirtió a la serie en un fenómeno mundial, sentando las bases para muchas de las series modernas… Yo precisamente estaba contando las horas para que se estrenará el siguiente capítulo y poder sentarme junto a la TV, y poder comentar al día siguiente todo sobre los personajes (desde el mítico agente Cooper, al inquietante Bob que daba mucho miedo, pasando por todos los excéntricos habitantes de Twin Peaks), la trama, las dudas, y las sorpresas que iba revelando semana a semana, esa incertidumbre generaba la comidilla de toda la semana, y las múltiples versiones que todos teníamos del final… cuando terminaba cada capítulo me quedaba “flipado” y medio en trance por horas/días… En resumen, "Twin Peaks" no solo rompió las reglas de la televisión, sino que las reescribió, dejando un legado que sigue influyendo a cineastas y creadores, y sobre a los aficionados que tuvimos la fortuna de vivir ese momento, y hasta los que la pueden ver el día de hoy.
"Carretera perdida" ("Lost Highway", 1997).
Cuando la vi en cine en su estreno (precisamente con otros integrantes de este blog) la sensación a la salida no era comparable al de otras películas que hubiera visto antes (salvo escasas excepciones)… Esta película es un rompecabezas surrealista que combina el neo-noir con una narrativa fragmentada y perturbadora, cuyo protagonista es un músico acusado de asesinato que, de forma inexplicable (o no), se transforma en otra persona mientras cumple condena. Otra cosa que me encanta es su atmósfera opresiva, acompañada por una inquietante banda sonora del clásico Angelo Badalamenti y otros artistas como David Bowie, Nine Inch Nails y Marilyn Manson, que refuerza su poder y su impacto hipnótico. También encumbrar a Patricia Arquette que aunque ya había hecho apariciones de culto con esto también entra en el legado de actrices de culto… "Carretera perdida" es la base de su trilogía.
Susanna Annasus
David Lynch es, y me entristece decir era, uno de mis directores favoritos, es fascinante y atrayente, en cuanto a personalidad y a su potente imagen. Es uno de los directores que transmiten una personalidad tan fuerte, y su gran sensibilidad. Era director, artista, actor, guionista. Era un creador total y con necesidad de expresar todo lo que había en su mente a través del cine, de la pintura, de la música, de la fotografía. Era un creador, no hay otra manera de definirlo.
La primera obra que vi de él y que me impactó fue siendo niña, fue “Dune” de 1984, está basada en el primer libro homónimo de la saga de “Dune”, de Frank Herbert. La curiosidad que esta película tuvo varios intentos, varios directores fueron elegidos para realizarla, pero acabó siendo David Lynch quien la realizó y acabó, aunque fueron muchos más metrajes como ocho horas, pero obligado tuvo que ir eliminando metraje para dejar la hora y pico que tiene la película. Es una película que me fascinó sobre todo las imágenes, la música, los actores, la historia. Es una película atemporal, creo que la veamos en la época que la veamos fascina. Me gusta muchísimo, los personajes y cómo los representan los actores.
“Blue velvet” es de 1986, (y como detalle curioso personal, pero que están en mi mente simplemente. Detalle: Porque la primera vez que recuerdo el cine fue cuando fui a ver “Alien”, y que mi madre me sacó rápida, cuando salió el bicho para que no me causara trauma, sin embargo aún recuerdo más estar sentada fuera y la sensación de rabia de querer ver la película y la cortina de terciopelo azul que había fuera. ) Me encantó muchísimo esta película, me impactaron muchos detalles, ese halo de misterio, la historia. Con el tiempo ver la sensualidad, el erotismo que hipnotiza en esta película. Utiliza casi los mismos actores que en Dune, me gustan mucho Dean Stockwell y Dennis Hopper. El título de la película fue tomado por una canción de Bobby Vinton. Cómo se desarrolla la película a través de una imagen impactante una oreja tirada en el suelo, cómo se va introduciendo en la historia, cada vez más terrorífica psicológicamente. Son personajes muy perturbadores, como en casi toda la filmografía de David Lynch.
“Twin Peaks”, del año 1990, que fue una serie que nos tuvo enganchados a casi todos. He visto la serie con los años y me resulta tan curiosa. No tiene el mismo impacto de cuando eres una adolescente, pero creo que es una de las mejores series que he visto. Esta creada por David Lynch junto a Mark Frost, consta de 48 episodios en total. Porque hubo dos temporadas con 30 capítulos, y una tercera temporada rodada 25 años después, en 2017, regresó David Lynch y Mark Frost con “Twins Peak: The return”.
Como curiosidad, que el primer, tercer y último episodio fue dirigido por Lynch. Todos los demás episodios fueron dirigidos por directores invitados. Los guiones fueron escritos por Lynch, Mark Frost, Robert Engels y Harley Peyton.
En 1992, Lynch realizó la película “Twin Peaks: Fire Walk with Me” de la cual se eliminó muchísimas escenas, bastante metraje.
Como me fascinaba lo que iba viendo de él, comencé a buscar y a interesarme por todo lo que hiciera. La música está creada por Angelo Badalamenti.
“Eraseheard” de 1977, es una película considerada de culto, de terror muy abstracta y perturbadora, está protagonizada por Jack Nance, creo que es de esos largometrajes que su mente necesitaba expulsar y expresar lo que sentía. Con imágenes perturbadoras, personajes de igual manera. Utiliza su arte surrealista, los pensamientos más oscuros y los miedos más internos: querer transmitir sus miedos más ocultos.
“Mulholand Drive” del año 2001, es un thriller psicológico, escrita y dirigida por David Lynch. Son historias que al principio no aparentan tener relación, pero luego con el tiempo se van entrelazando. Me encanta una de las actrices principales, Naomi Watts. Al principio era una idea para hacerla serie, o tenía pensamiento él de realizar luego una serie con la trama de esta película. Me gusta mucho como va desarrollando las historias, me recuerda a las historias de mujeres que representa Hitchcock. De mujeres hermosas, cautivadoras, superfemeninas, las dos opuestas entre ellas, rubia y morena. La música, el ritmo de la película podría parecer de Allen.
“Wild at Heart” de 1990, está basada en la novela homónima de Barry Gifford. Lo primero que me encanta el actor principal, Nicolas Cage, y Willem Dafoe. Esta película es música, sexo, violencia, deseos prohibidos. Relación amorosa tóxica a tope. La relación de dos forajidos viviendo a tope sus vidas y huyendo del mundo. Me gusta porque parece un videoclip largo de la relación de ellos dos.
“The Straight Story”, finalizo con esta película porque me trae paz. Es del año 1999, es una de las películas de David Lynch que me transmite paz. Es una película basada en una historia real del viaje que realizó en 1994 Alvin Straight. Está llena de unas imágenes muy bellas, acompañadas con una banda sonora muy hermosa realizada por Angelo Badalamenti. La película fue grabada por los lugares que fue pasando realmente Alvin Straight. Como anécdota triste, que el actor Richard Farnsworth, que hacía el papel de Alvin, durante el rodaje desarrolló una enfermedad terminal. La parálisis que muestra en la película es real. Y se suicidó al año siguiente.
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