miércoles, 29 de enero de 2025

Manejando serpientes en nombre del Señor


 “And the only thing faster than the cattleman's gun

Was the preacher man's hand and finger

He pulled iron from his side and let that bullet fly

Beat the rattlesnake to the hammer

While preacher embraced forgiveness

Oh, they finally understood

Under that sheepskin cloak of his

Was a history of blood

“Cattleman’s Gun”, de Dean Brody


When the service was over they told us the biggest

rattlesnake they had in that service was 5 feet long.

Honey the one they brought by me was long.

I'm not knocking these people.

I promise I′m not knocking them.

I don′t if they are right or wrong

 “Here Come the Rattlesnakes", de Wendy Bagwell


Una noche en Tennessee un predicador que manejaba serpientes se nos acercó y preguntó: ¿Muchachos, tienen serpientes en el carro? Le dijimos que no. ¿Cómo, me estás diciendo en serio que no tienes ninguna serpiente de cascabel en tu carro? No señor, no tenemos. Sus ojos se dilataron como platos. ¿Qué les pasa, muchachos, están locos o qué?

Salvación en Sand Mountain, De Dennis Covington.


En la película The Devil All the Time [tv: El diablo a todas horas, Antonio Campos, 2020], adaptación del libro homónimo de Donald Ray Pollock, el actor y músico Pokey LaFarge interpreta a Theodore, un sarcástico tipo que se encuentra en muy mal estado de salud debido a las mordeduras sufridas por una serpiente que manejaba durante una misa. 

Televangelistas que hablan del pecado y la redención desde la pequeña pantalla, oradores itinerantes que recitan con pasión sus sermones bajo una carpa no muy diferente a la de un circo, párrocos de pequeñas localidades que se saben al dedillo las debilidades y secretos más íntimos de sus feligreses. Tipos excéntricos muchos de ellos que han dado que hablar en los medios por sus polémicas [1], pero ninguno ha llamado tanto la atención y dejado en shock al profano como los predicadores manipuladores de serpientes. “La interpretación del cristianismo por parte del blanco sureño siempre parece avergonzar al resto de la nación” [2]. Oficios religiosos y reptiles venenosos, una combinación peligrosa propia y característica de la zona de los Apalaches. Una fe incondicional hacia el Grandísimo (fanatismo dirían algunos) que convence a los feligreses de tener el Espíritu Santo dentro y poder manejar sin peligro ofidios mortales. Por no hablar de otras actividades nada recomendables ni saludables sobre el púlpito tales como la injerencia de veneno (generalmente estricnina en tarros de fruta o ácido de batería), o acercarse fuego a la cara hasta lo (in)soportable. Ceremonias que suelen incluir también exorcismos en vivo y/o curaciones de personas y animales. “Una religión de emoción extrema y escapismo desesperado” [3]. Pero ¿de dónde proceden estas extrañas, bizarras y arriesgadas prácticas de manipular serpientes dentro de los ritos eclesiásticos que parecen más propias de las religiones o cultos precristianos o de un espectáculo de barraca de feria?

George Went Hensley

Atendiendo a las teorías más difundidas, sería por 1909 cuando se inicia esta singular práctica “religiosa” de la mano del predicador pentecostés George Went Hensley [4], ministro de la Iglesia de Dios en Grasshopper Valley, Tennessee, a través de la interpretación literal de una cita atribuida a Jesús en el decimosexto capítulo del Evangelio según Marcos: "Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas; tomarán en las manos serpientes; y si beben algo mortífero, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán las manos, y sanarán" [5]. El manejo de serpientes como prueba o demostración de fe fue haciéndose popular allá por donde Hensley viajaba y predicaba, sobre todo en pequeños pueblos de Tennessee, Kentucky, las Carolinas, Virginia, Ohio e Indiana. Extendida a otras congregaciones, un mayor conocimiento general se dio ya en la segunda mitad de los sesenta gracias al famoso documental Holy Ghost People (1967), realizado por Peter Adair, sobre la comunidad religiosa de Pentecostal, en Scrabble Creek, Virginia del Oeste, donde pueden verse, entre otros actos, la manipulación de serpientes durante la misa. El distinguido profesor universitario J. Wayne Flynt confirmó que el manejo de estos reptiles en los actos religiosos se daba con más frecuencia no en las regiones más aisladas de los Apalaches, como cabría de suponer, sino en zonas periféricas que al poco de iniciarse el siglo XX estaban soportando el cambio de la agricultura de subsistencia a la industria, lo que aquél constató como una ayuda para que los montañeses sobrellevaran la humillación de ser pobre y hillbilly.

Ceremonia con serpientes en la Iglesia God with Signs Following en Lejunior, en el condado de Harlan, Kentucky, 15 September 1946. Foto de Russell Lee.

Pese a que a muchos que se tienen por civilizados pueda parecer cosa del pasado, aún a día de hoy no es raro encontrarse en algunas zonas de los Apalaches la convicción en pequeñas congregaciones de poder controlar (gracias a la fe ciega en Dios) a una serpiente venenosa, animal que recordemos representa al Diablo en las Sagradas Escrituras [6]. La práctica está prohibida (con muy diferentes matices) en casi todo el país [7], excepto en Virginia occidental, pero ello no impide que se siga llevando a cabo en más de un centenar de iglesias, la mayoría en el Sur. Gente como el propio Hensley y otros como James Miller, Jamie Coots, su hijo Cody Coots, o Charles Prince, por citar unos pocos, son considerados meros charlatanes para muchos y unos salvadores bendecidos por el Altísimo según unos pocos. El historiador y folclorista Thomas Burton ha profundizado mucho en el tema. En 1993 publicó el libro Serpent-Handling Believers, donde afirmaba que dicha práctica es una compleja creencia religiosa tradicional de un grupo de cristianos estadounidenses que deberían ser respetados, y colaboró en el documental Alabama Snake [tv: Alabama Snake, 2020], que recogía el caso del ministro pentecostal Glenn Summerford, acusado de intentar asesinar a su esposa con una serpiente de cascabel, hecho ocurrido en la ciudad de Scottboro, Alabama, el cuatro de octubre de 1991. El juicio contra Summerford marcaría profundamente al Sur de los Apalaches. Dennis Covington, uno de los periodistas que siguieron el caso, reflejaría la historia en la novela de no ficción Salvación en Sand Mountain (Salvation on Sand Mountain: Snake-Handling and Redemption in Southern Appalachia, 1995), consiguiendo elogiosas críticas [8].

The House of the Lord Jesus es una de las iglesias que continúan con la manipulación de serpientes en pleno siglo XXI

Los medios de información siempre se han acercado a estas prácticas haciendo hincapié en lo estrambótico de la ceremonia, y sin perder ocasión de cubrir las mordeduras a feligreses o ministros que en no pocas ocasiones se han cobrado sus vidas. La primera muerte por manipulación de serpiente documentada ocurrió en la Iglesia Dios Evangelista en 1922 en Cleveland, Tennessee. El propio Hensley, al que mordieron a lo largo de los años muchos ofidios, murió en 1955 víctima del veneno de uno de estos reptiles que le inyectó su veneno durante una ceremonia en Altha, Florida. En el presente siglo, donde la televisión ha cogido una mayor importancia gracias a los canales temáticos y a las plataformas, no han faltado documentales y docuseries (con un formato próximo/lindante con los reality shows) que se han arrimado a los manipuladores de serpientes: junto al arriba citado sobre Glenn Summerford cabe señalar también Heaven Come Down (Michael Mees & Gabriel Wrye, 2006), y Snake Salvation (2013), serie de National Geographic centrada en los pastores Jamie Coots y Anrew Amblin [9].

Joe Egender en pleno éxtasis místico en Holy Ghost People (2013)

Por supuesto que el cine y la televisión (junto a otros medios, como la literatura o el cómic) han aprovechado/reflejado estas curiosas ceremonias religiosas en algunas películas y series, las más de las veces desde una perspectiva burlona (cuando no sarcástica) o al menos desde la desconfianza [10]. En la cinta de terror Jennifer [vd: Jennifer, 1978], dirigida por Brice Mack [11], encontramos una particular variación del éxito de Carrie (Carrie, Brian De Palma, 1976), mezclado con La revolución de las ratas (Willard, Daniel Mann, 1971). En ella, la chica protagonista, Jennifer Baylor (Lisa Pelikan), una muchacha que proviene de una congregación muy religiosa de una pequeña población de los Apalaches, en lugar de poderes telequinéticos tiene la capacidad de dominar a las serpientes. Y si antaño en su localidad las usara en las misas, ahora en la gran ciudad le servirán para ejecutar su sangrienta venganza. Al muy exaltado/excéntrico padre de la muchacha le prestaba su físico el veterano Jeff Corey [12]. Y tenemos muchos más ejemplos. Moe, el cascarrabias camarero de Los Simpson (The Simpsons, 1989-), confiesa a Homer ser un manipulador de serpientes, mostrando sus manos llenas de heridas, en Homer, el hereje (Homer the Heretic, 1992), tercer episodio de la cuarta temporada de la longeva serie creada por Matt Groening. En Guncrazy (Guncrazy, Tamra Davis, 1992), Billy Drago da vida a Hank Fulton, un predicador que manipula ofidios. En Señales y milagros (Signs and Wonders, 2000), noveno episodio de la séptima temporada de Expediente X (The X-Files, 1993-2018), los agentes Mulder y Scully investigan diversos asesinatos que al parecer han sido provocados por mordeduras de serpientes. La investigación los conduce hasta un grupo religioso que podría estar matando a sus víctimas utilizando a estos animales. En tiempos más recientes, además de The Devil All the Time, con la que iniciábamos estas líneas, cabe nombrar Holy Ghost People (Mitchell Altieri, 2013), un thriller de puro gótico sureño sobre una joven en busca de su hermana perdida en los Apalaches. Allí la protagonista se topará con un peculiar culto religioso y descubrirá qué ha pasado con su familiar. El mismo año Joseph Mazzello sería un predicador pentecostal en la cuarta temporada de Justified: La ley de Rayland (Justified, 2010-2015), serie de FX sobre el personaje del agente Raylan Givens (fantástico Timothy Oliphant) creado por Elmore Leonard. Them That Follow [tv: Los fieles, Britt Poulton & Dan Madison Savage, 2019], versaba sobre una comunidad aislada en los Apalaches, donde el pastor Lemuel Childs (Walton Goggins) manipula serpientes para probar la fe de su rebaño. Su hija Mara (Alice Englert) descubre un secreto que puede poner fin a la comunidad. Y, por no extendernos más, en la serie Los Gemstone (The Righteous Gemstones, 2019-), sobre una familia de telepredicadores evangelistas, podemos ver en Interludio III (Interlude III, 2023), quinto episodio de la temporada tres, a Peter Montgomery (Steve Zahn) manipulando serpientes.

Moe muestra las heridas de sus manos en Homer, el hereje (1992)

Poster del film Jennifer (1978).

Y, para terminar, en letra impresa cabe destacar a Harry Crews, escritor sureño nacido en Bacon, Georgia, y aclamado por gente como Hunter S. Thompson o Norman Mailer, quien entre la pintoresca fauna de su novela Festín de serpientes (A Feast of Snakes, 1976), no podía faltar un predicador manipulador de los susodichos reptiles. Pero, claro, hay muchos, muchos más libros sobre el tema: Go Tell It on the Mountain (James Baldwin, 1953), I Believe in the Holy Spirit (Michael Green, 1975), Righteous: Dispatches from the Evangelical Youth Movement (Lauren Sandler, 2006), The Handler (Kindle Edition, 2008), A Land More Kind Than Home (Wiley Cash, 2012), Hermana muerte (Little Sister Death, William Gay, 2015), The Snake Handler (Cody Goodfellow y J. David Osborne, 2017), The Boatman’s Daughter (Andy Davidson, 2020), Shiner (Amy Jo Burns, 2020), o Woman of Light (Kali Fajardo-Anstine, 2022).

Festín de serpientes, la ficción bebe de la realidad en la obra de Harry Crews

Terminemos con unas palabras del propio Harry Crews: “Un hombre que se creía Cristo me expulsó el demonio que llevaba dentro en Colorado Springs”. Todo, incluso la religión, es más singular y apasionado en el Dirty South.

Alfonso & Miguel Romero

[1] Jimmy Lee Swaggart, impetuoso predicador (y primo del pionero del R’n’R Jerry Lee Lewis), fue uno de los precursores en el televangelismo, logrando unas cifras de audiencia enormes en la década de los ochenta. Aunque suele ser más recordado por sus polémicas declaraciones y por sus escándalos con prostitutas. También el matrimonio Tammy Faye Bakker y Jim Bakker se convertirían en dos de los más famosos telepredicadores entre finales de los setenta y primeros ochenta (época de irrupción y auge de los sermones evangelistas en las ondas catódicas) para pasar a los noticieros por sus “caídas en el pecado”.

[2] En palabras de Jim Goad en Manifiesto Redneck. De cómo los hillbillies, los hicks y la basura blanca se convirtieron en los chivos expiatorios (The Redneck Manifesto: How Hillbillies, Hicks, and White Trash Became America's Scapegoats, 1997).

[3] Ibidem cita 2.

[4] Wensley contaba en su historial con detención en 1925 por, como buen hillbilly, fabricar licor ilegal (moonshine) durante los años de la prohibición.

[5] A pesar que ya en el siglo XXI la práctica está en un nivel muy bajo, según afirmaba en 2003 el catedrático Ralph W. Hood.

[6] Algunos investigadores, caso de Ralph W. Hood y William Paul Williamson, afirman que la práctica surgió de manera independiente, sin mediación de George Hensley, en Sand Mountain, Alabama, alrededor de 1912. Y tras un par de décadas, las serpientes estaban siendo manejadas abiertamente en los servicios de adoración al aire libre al este de Birmingham. No obstante, los historiadores recalcan que la labor de Hensley fue esencial para la difusión de esta actividad en los oficios religiosos.

[7] Ya en 1950, la Legislatura de Alabama, reaccionando ante varias muertes por manipulación de serpientes, aprobó un proyecto de ley que hacía ilegal "manejar, usar o exhibir cualquier serpiente venenosa o reptil de tal manera que ponga en peligro la salud de una persona”.

[8] El mismo autor publicaría en 2004 el libro de ficción Riviera Redneck (Redneck Riviera: Armadillos, Outlaws, and the Demise of an American Dream).

[9] Coots falleció en 2014, debido a la mordedura de una serpiente de cascabel, durante un servicio en Middlesboro, Kentucky; mientras que Amblin fue llevado a juicio en 2014, acusado de llevar una vida peligrosa, pero el jurado se negó a juzgarlo.

[10] La revista de cómics Picture News, en su número 2, correspondiente a febrero de 1946, daba una imagen muy negativa de los hillbillies y de la manipulación de serpientes en las viñetas de “Snake Worship in the USA!”, obra de John A. Lehti.

[11] Comentamos más profundamente dicho film en el siguiente enlace: https://cerebrin.wordpress.com/2021/06/21/jennifer-vd-jennifer/

[12] Corey interpretaría una década más tarde un rol similar, ahora (sin serpientes) como predicador mormón fundamentalista de una pequeña comunidad (muy) religiosa de Colorado, en Mensajero de la muerte (Messenger of Death, J. Lee Thompson, 1988). Una de las más logradas propuestas de Cannon Films para el lucimiento de Charles Bronson.

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