viernes, 18 de octubre de 2024

Mis favoritos de... Stephen King

 

Malina Murnau

"El misterio de Salem's Lot" ("Salem's Lot" 1975).

He leído mucho de este señor, pero sin dudarlo me quedo con esta delicia literaria. Siendo su segunda novela publicada y con varias adaptaciones a la pantalla. Me he leído el libro dos veces y en breve lo haré por tercera vez.

"El resplandor" ("The Shining", 1977).

Libro bastante disfrutable, pero a veces (como en casi todas sus obras) se hace demasiado largo. Pero como siempre digo, quitando eso, es una buena novela. También con adaptación a la pantalla (¿cuál no?).

"La niebla" ("The Mist", 1980).

Es una corta de King, pero la tenía que poner. Cuando quita todas las pajas mentales de King y se queda en algo de 134 páginas gana y mucho. Es alucinante, me encanta. También con películas a sus espaldas.

Dejo muchos como “It” (1986), “Carrie” (1974), “La mitad oscura” (1993), y así un sinfín de obra notables. Pero si tuviera que quedar con tres serian estas, y venga va “It” estaría muy pegada.


Merrik Mayfair

Es uno de los autores literarios con los que más disfruto leyendo. Si tengo que escoger solo tres me quedaría con “El resplandor” (1977), “It” (1986) y tras una dura decisión le daría el tercer puesto a “El visitante” (2018). Sé que soy muy básica, puede que algo comercial, pero ése es mi criterio.


Alfonso Romero

“El umbral de la noche” (“Night Shift”, 1978).

La elección de esta recopilación de los primeros relatos cortos de King se debe a un motivo puramente personal y sentimental: fue el primer libro que leí de este autor allá por los años ochenta. Era, recuerdo, una edición de Círculo de lectores en un volumen compartido con “Carrie” (1974). Algunas de aquellas historias, que me engancharon tanto con su lectura, las vería después trasladadas a imágenes en producciones para cine/vídeo/televisión (con mayor o menor fortuna), dando en ocasiones lugar a una película de hora y media cuando su fuente era muy breve, como el caso de “Los chicos del maíz”, cuyo relato duraba unas 24 páginas, creo recordar.

"El misterio de Salem´s Lot " (“Salem’s Lot”, 1975).

Como tantos otros, vi la miniserie realizada por Tobe Hooper y emitida por TVE a comienzos de los ochenta antes de leer la novela de King, la cual sigue pareciéndome hoy de lo mejor del escritor, una especie de adaptación del “Drácula” de Bram Stoker (1897) trasladada al escenario y el modus vivendi usamericano. Una novela gótica cargada de todos los detalles propios del universo de su autor, muy dado por fortuna a impregnar sus páginas de cultura popular (música rock, alusiones a películas, etc), haciéndola siempre más cercana al lector (al menos a un público joven).

“It” (“It”, 1986).

Nuevamente había visto previamente la miniserie dirigida por Tommy Lee Wallace en 1990 antes de acercarme a las páginas de la novela, con ese ente que toma la imagen del payaso Pennywise y se aparece cada cierto periodo de tiempo en la localidad de Derry para cobrarse un puñado de vidas. Con una idea, la de que tu pasado y tus miedos se rebelan contra ti, que cogería para sí con notable éxito la película “Smile” (2022), de Parker Finn.


Miguel Romero

El escritor nacido en Portland no pasa de moda, y aún hoy sigue su obra siendo adaptada al cine y la televisión con grandes éxitos.

Un verdadero referente para varias generaciones, personalmente me quedo con sus trabajos antes de “Apocalipsis”.

“El umbral de la noche” (“Night Shift”, 1978).

Su primera recopilación de relatos cortos. De los 20 que incluye muchos se han llevado a la pantalla, dando lugar incluso a largometrajes y secuelas…

“Carrie” (“Carrie”, 1974).

Primera novela de King y primer éxito. Que se lo digan a la Metro Goldwyn Mayer que ya ha hecho dos adaptaciones al cine (la primera de éstas con una tardía secuela y todo) y una para televisión. Por ahora…

“It” (“It”, 1986).

Uno de los favoritos del público. Su adaptación para televisión en 1990 no convenció a muchos. Las dos películas que dirigió Andrés Muschietti arrasaron en taquilla. El nombre del terrible payaso lo adoptaría una famosa banda de punk de los años 90.


Emilio Malet

"It" ("It", 1986)..

Aunque sea la elección más obvia, sigue siendo mi preferida. Una historia fantástica. Aunque al final te deja con una sensación de que falta algo que explicar o aclarar, la forma de contar la historia agarrándose  a la nostalgia de la infancia y describiendo con detalle cosas como las bicicletas, los coches, las chucherías, las bebidas... te transporta a los Estados Unidos de los 50 (al menos lo que conocemos o nos han vendido) y te hace disfrutar cada página mas allá de la sensación que te deje al final.

"Misery" ("Misery", 1987).

Aunque leí el libro después de ver la película, con lo cual la percepción de los personajes ya estaba contaminada, me gustó tanto como la película.  Inquietante y demente a partes iguales.

"Desesperación" ("Desperation", 1996).

No es de las mejores, pero a mi me gustó mucho. Sobre todo la ambientación de “road movie” al desarrollarse en un pequeño pueblo de carretera secundaria de Estados Unidos.


Jorge Arincón

Son muchísimas las adaptaciones que se han hecho de éste escritor norteamericano al cine. Algunas con más fortuna que otra, incluso el mismo de atrevió a dirigir una película basada en una de sus obras "Maximum Overdrive". Aquello resultó un fracaso comercial, donde lo más destacable fue la banda sonora de AD/DC que incluía el temazo "Who made Who".

Ahí van mis tres favoritas:

"Carrie" ("Carrie", 1974).

No he tenido ésta vez ninguna duda para escoger mi favorita. "Carrie" fue el primer éxito de un Stephen King que ya estaba a punto de tirar la toalla en su intento de ser escritor. La novela que le abrió las puertas y que Brian de Palma en estado de gracia adaptó al cine dejándonos una obra maestra.

La novela para mí gusto es entretenida sin más, la película en éste caso la supera y mejora con creces.

Las interpretaciones de Sissy Spaseck cómo la adolescente acomplejada e inadaptada y la de Piper Laurie cómo su fanática madre son geniales.

La música, la escena del baile de graduación con su trágico final,...todo de ésta película me gusta y después de verla mil veces aún espero que le salga bien la noche y no le tiren el cubo con sangre encima.

No fui capaz de atreverme a ver el remake, ¿De verdad era necesario?.

"Misery" ("Misery", 1987).

Buenísima adaptación y bastante fiel a la novela, la que se marcó aquí Rob Reiner.

La película sirvió para que Kathy Bates obtuviera un merecidísimo Óscar interpretando a una fan obsesiva de un escritor al que retiene en su casa después de recogerlo en un accidente.

Magnífico también James Caan en éste film. Para el recuerdo queda esa escalofriante escena en la que la protagonista coloca el pie de su cautivo atado en la cama y lo golpea salvajemente con el martillo para evitar que se intente escapar.

"Cadena Perpetúa"/"Rita Hayworth y la redención de Shawnhawk" (1982).

Maravillosa película que tampoco te cansas de ver. Geniales interpretaciones sobre todo de sus dos protagonistas Tim Robbins y Morgan Freeman. Historia conmovedora, alejada en éste caso del rol tradicional de Stephen King cómo maestro del terror, para contarnos un drama carcelario y de amistad. 

Sin duda, una de las mejores películas de su década. 

Me dejo atrás otras cómo "El resplandor", no quedó satisfecho el escritor con la adaptación de Kubrick, por cierto, " Cuenta conmigo", "La zona muerta", ...


Joanna

Stephen King se dio a conocer internacionalmente a finales de los años 70, y desde entonces ha sido un sin parar las novelas (y sus correspondientes adaptaciones a las pantallas) que nos han acercado a su personal universo literario. Perdámonos entre sus páginas, eso sí, mirando a nuestro alrededor con cuidado, porque siempre acechan sombras de peligro desde cualquier rincón.

"El resplandor" ("The Shining", 1977).

La novela y aquella primera y controvertida (para el escritor) adaptación de Kubrick quedarían marcadas a fuego lento en las mentes de todos aquel y aquella que se adentró junto a Danny por aquellos interminables pasillos del Hotel Overlook, cerrado durante la temporada de invierno. La soledad, la locura, el alcoholismo, los fantasmas del pasado que siempre están presentes... Y ese resplandor que nos ayudará a escapar.

"El misterio de Salem's Lot" ("Salem's Lot", 1975).

El universo King, esas constantes que aparecen en tantas y tantas de sus ficciones, estaban ya bien preparadas y condimentadas en este clásico pop que respetaba muy al modo del autor la tradición europea del vampirismo. Personajes muy bien trazados y una historia muy bien desarrollada enganchan enseguida al lector que se adentre entre sus páginas.

"Carrie" ("Carrie", 1974).

En aquellos primeros ochenta, momento en que cayó en mis manos esta novela de King y cuando vi la versión para el cine de Brian De Palma, ser y pensar diferente a los demás, ser "freak" (entonces no se decía "freaky" ni tenía las infantiles connotaciones de la dichosa palabrita de hoy) traía consigo una marginación, que aquellos y aquellas que seguían las normas de conducta marcadas te miraran como a un bicho raro. Leer la historia de Carrie White era entonces sentir que había más gente como tú, y querías ayudarla cuando se reían de ella y la avergonzaban, sentías impotencia cuando su fanática madre la maltrataba, e incluso te alegrabas cuando al final, en el baile, por fin estallaba y se tomaba su sangrienta venganza... 


Alfonso Carlos López

Es complicado quedarte con solo tres novelas del maestro del terror Stephen King. Todos hemos disfrutado y seguimos disfrutando de sus obras. De hecho, cualquier novela de este autor que es llevada al cine, además del interés de dicha novela, es un valor en alza que asegura la calidad del film y atrae a al público a las pantallas. Podría citar montones, además de las tres que reseño aquí: “Misery” (1987), “La milla verde” (1996), “La mitad oscura” (1993), “La tienda” (1991), “El misterio de Salem´s Lot” (1975), “Cementerio de animales” (con ese gran tema de Los Ramones, por cierto) (1983), “Cujo” (1981), “It” (1986), etc.

“Carrie”, (“Carrie”, 1974).

La primera novela de Stephen King, publicada en 1974, es una auténtica maravilla y un icono de la literatura de terror. El argumento es muy curioso y se basa en una madre obsesiva y fanática religiosa hasta rayar en la locura y una hija a la que le controla todo, Carrie White. En el instituto es continuamente maltratada y menospreciada. Este hecho se agravará cuando tiene la menstruación. Una broma con ella llegará demasiado lejos y el colmo será cuando es escogida reina del baile del instituto haciendo pareja con el chico más popular, Tommie. Les arrojan sangre en la elección y entonces se ponen en marcha los poderes sobrenaturales de Carrie causando el caos, la muerte y la destrucción. Una novela que te tiene enganchado desde el principio hasta el fin.

“El Resplandor” (“The Shining”, 1977)

Es su tercera novela, vio la luz en 1977, y se basó en el cuento de Edgar Allan Poe “La máscara de la muerte roja”. El escritor Jack Torrance se traslada con su familia como cuidador del hotel Overlook en las montañas de Colorado, que queda asilado por la nieve en inverno y por ello permanece cerrado en dicha estación del año. En el hotel se desarrollan toda una serie de sucesos escalofriantes perpetrados por fantasmas que habitan en él, y que desquician la mente de Jack poniendo en grave peligro a su familia. El hotel pretende usar a Jack para matar a Wendy y se dan una serie de acontecimientos parapsicológicos. A pesar del asilamiento del lugar, Dick Hallorann, usando el resplandor se personará en el hotel para investigar.  Increíble la frase en la que le dice a su hijo que huya y corra y que le recuerde lo mucho que lo quiere, cuando recupera el control mental. Estamos ante una gran obra que ha pasado a la historia.

“Cell” (“Cell”, 2006).

Publicada el 24 de enero del 2204 es realmente apocalíptica e inquietante. Nos transporta a algo tan terrible que mediante una llamada de teléfono de móvil la gente se convierta en zombis. Estos seres llamados “telefónicos “se comportan de forma violenta al recibir la señal que es llamada “el pulso” y que es emitida por toda la red telefónica. Clayton Riddell, un artista de Maine, acaba de firmar un contrato para ilustrar un cómic que le permitirá ganarse la vida sin tener que dar clases. Las cosas se tuercen con las referidas llamadas y se ve inmerso en un mundo terrible junto a otros supervivientes. Incluso los zombis empiezan a desarrollar habilidades telepáticas. Me gusta mucho el personaje de “el hombre andrajoso”, que incluso dirige el rebaño de zombis con un megáfono.  La verdad que esta novela nos adentra en algo que te hace reflexionar sobre lo rápido que se puede trasmitir por los móviles y con las nuevas tecnologías todo. Muchas veces la ficción casi se hace realidad. Termina con Clayton marcando un número de teléfono y colocando el móvil al oído de su hijo Johnny. Realmente apasionante “Cell”.


Rafa Coronel

“Misery” (“Misey, 1987).

Es quizás la más olvidada de las grandes novelas de Stephen King, seguramente porque se aparta del componente sobrenatural que entrelaza gran parte del universo construido por el escritor y parte de un punto mucho más intimista, la adicción a las drogas que poseía por entonces al autor encarnada en el personaje de Annie Wilkes. Pero fue premio Bram Stoker, lo que ya bastaría para reivindicarla por encima de otras más famosas, y además es la primera que compré y leí (en la colección que Orbis-Fabbri lanzó en quioscos en los 90 con las portadas más horribles de la historia, pero que fue lo que a mí en particular me enganchó al autor). Y, al igual que Nicholson a Jack Torrance, hizo que Cathy Bathes compusiese una de las mejores actuaciones de toda su carrera.

“El pistolero” (“The Dark Tower I: The Gunslinger”, 1982).

El mal mayor de “La torre oscura” es su irregularidad. Y sí, es obvio que ninguna saga tan extensa puede mantener la excelencia durante todo su desarrollo. Pero es que con “El pistolero” (inicialmente un conjunto de relatos cortos, como fue Fundación de Asimov, por ejemplo) alcanzó tal excelencia que tenía jodidísimo ya no superarlo, sino mantener el nivel. Y es que la presentación de los personajes y su mundo es magistral, con esa ambientación a caballo entre lo antiquísimo y lo postapocalíptico llena de guiños para meter al lector dentro del universo particularísimo creado aquí. No carece de defectos, como toda novela escrita sin saber que va a ser parte de algo muchísimo más grande, pero desde el celebradísimo primer renglón (“The man in black fled across the desert, and the gunslinger followed") hasta el final te van a dar igual. 

“Apocalipsis” (“The Stand, 1978).

Es, en mi opinión, el trabajo más completo que ha hecho King en cuanto a construcción de personajes, y es que desde los principales hasta los secundarios están casi todos maravillosamente retratados hasta el punto en que suponiendo que está claro quiénes son "los buenos" y quiénes "los malos", te encuentras en muchas ocasiones rodeado de gris y empatizando con ambos bandos. Es una novela que trasciende la novela "de género" y se convierte en un gran ejemplo de literatura sin la coletilla que a veces se le pone de manera despectiva, con muchísimos cabos que atar entre personajes e historias y resolviéndolo todo satisfactoriamente.


Esther Checa

Me gusta absolutamente todo de este autor, no es solamente su capacidad para crear terror psicológico, sino para hilar mundos, agujeros negros y una trama global. 

Un libro por separado es ya un multiverso, pero si al final unes toda la producción desde “La torre oscura” salen todos los caminos del haz. 

“La torre oscura” (saga) (“The Dark Tower”, 1982-2012)

Si bien, el primero introductorio resulta un poco más flojo al inicio, según avanza va tomando cuerpo y de él salen muchísimos tentáculos que componen un puzle oscurísimo donde se mezcla wéstern, terror y hasta física cuántica. Unos personajes totalmente arrebatadores, partiendo de Roland Eddie, Odetta/ Detta, Jake y el maravilloso bilibrambo.

El ka- tet perfecto dentro de la imperfección para viajar por universos paralelos en búsqueda esa Torre y de la génesis de todos los miedos para eliminarlos. 

Los cómics basados en ella tienen un buen resultado, pero la adaptación cinematográfica a mi modo de ver deja mucho que desear (como casi todo lo de King)

“It” (“It”, 1986).

Ese miedo abisal y psicológico es tratado desde una forma intimista de meterse en el pellejo de esa pandilla tan humana y donde el viaje representa una sublimación de traumas con muchos guiños a la superación, el espíritu de equipo y las tretas que el cerebro trama junto con el destino, la predeterminación y esa magia de Maine en la que el terror gótico y claramente psicológico se convierte en adrenalina pura.

Yo lloré al final por separarme de Billy el Tartaja y su pandilla, de sus sueños, de sus pesadillas, de toda esa atmósfera envolvente que te traslada a vivir una aventura con mucha miga y bastante “chicha” para pensar.

No me gusta tampoco ninguna adaptación en metrajes.

“La tienda” (“Needful Things”, 1991).

Dudando un poco si poner “Apocalipsis” (1978), al final el tocho de “La tienda” me parece un ejercicio impresionante de literatura gótica y también es donde el “tendero” adquiere tintes de Mefistofélico mayores, con unos personajes más que humanos luchando contra algo que se escapa de su comprensión es un ejercicio total de intriga. Mayestáticamente escrito, unas escenas de descripción llenas de polvo y humo. Y un trasfondo metafísico bastante heavy metalero.

Odio la adaptación de esta obra, es malísima. 

En metraje lo único que me gusta es la serie de “El misterio de Salem’s Lot” (1979) que es otro libro tótem y el resultado de “La milla verde” (1999).

En todo caso, hay que entender que es muy difícil trazar ese plano de mundos con tantas transversales y que también ahí reside la magia de ser único y un GENIO.


Eduardo Álvarez cónsul

“It” (“It”, 1986).

La historia del siniestro payaso Pennywise y los matones que quieren intimidar a los protagonistas cuando eran niños y las apariciones fantasmales en el pueblo donde ocurre la historia la hacen una gran novela.

"Christine” (“Christine”, 1983).

El coche asesino y las estrofas de canciones de rock al principio de cada episodio son inolvidable.

"El misterio de Salem´s Lot " (“Salem’s Lot, 1975).

Otra grandísima novela, aunque la miniserie que hicieron no me pareció igual.


Susana Annasus

Sin duda, es el rey.

Para mí hablar de Stephen King es hablar de superación. Es escritor, guionista, director e incluso actor. Porque saber de la vida de él, y ver lo que ha logrado, es digno de elogios y con muchas eses. No sé si toda esa labor conseguida puede ser haber tenido la compañera que ha tenido, su esposa Tabitha King, y que confiara en él como escritor. Haber vivido rayando la pobreza, luchando por continuar y ser quien es. Aunque se hubiera sentido derrotado en sus comienzos, podría haberse quedado en el olvido. Pero gracias a su esposa que creyó en él y lo hizo seguir escribiendo, recuerda mucho en ese detalle a Stan Lee, porque un relato que iba a la basura, ella salvó y le dijo a King que siguiera escribiendo aquel relato que sería "Carrie" (1974).

Hoy en día los escritos de King siguen y siguen y siguen, tiene una mente privilegiada y la envidio, este hombre no tiene momento de parar. Muchos críticos se quejan de sus largas historias, pero también es una de las características que me gustan. Ha escrito también con el pseudónimo de Richard Bachman.
Creo que no puede haber nadie en este mundo que no sepa quién es King, y aunque no haya leído una obra suya, habrá visto una serie o una película basada en sus obras. Para muchos nos parece fascinante, para otros odiados, pero se ha ganado letra a letra ser también uno de los mejores escritores de terror.

Es uno de mis escritores favoritos, por lo tanto, me resulta difícil hablar de cuál de todas sus obras es la que me gusta más, pero como me guio por emociones, para desgracia mía, me guiaré por eso. Y cómo me ha acompañado desde niña pues me basaré en que significaron según las viví... (cómo me enrollo).

Primero hablaré de "Carrie", creada en 1974, es la primera obra publicada de él, pero no la primera escrita por King. Luego en 1976 vendría la película basada en su libro. Dirigida por Brian de Palma. Dos obras maestras para mí. Pero es que leer el libro fue un antes y un después. Porque su narrativa me rompía los esquemas (narrativa epistolar), King plasmaba a su manera una historia, son recortes de periódicos donde describe las escenas que se van sucediendo, las situaciones que iban ocurriendo. Una época donde el cine y la literatura giraba con temas como en “Carrie”, “La furia”(1978), etc.

El primer libro que me compré de él, y que ahora mismo tengo entre mis manos, "Las dos después de medianoche", escrito en 1994. Forma parte de una obra más extensa que son cuatro relatos. Está formado por dos historias tan maravillosas, claustrofóbicas y fascinantes. Te atrapa en ambas historias, la locura de lo súblime. Primer relato es “Los langoliers” y el segundo relato es “Ventana secreta, secreto jardín”.
En 1994, sacaron miniserie en España se titulaba “Langoliers, un viaje en el tiempo” una adaptación por Stephen king y Tom Holland del primer relato “Los Langoliers”. Y en 2004 se hizo adaptación del segundo relato y se tituló “La ventana secreta” escrita y dirigida por David Koepp.

A partir de este libro comencé a recopilar sus libros, a ir comprando, y leyendo todo lo que pudiera de él. Me gusta mucho que en sus libros hace referencias a sus mismos libros, por ejemplo, en su obra “El juego de Gerald” (1992) menciona a un perro que está fuera de la casa que posiblemente fuera “Cujo” (1981). Esos detalles también me han hecho que me guste su forma de escribir, a parte de saber plasmar el lenguaje de los personajes, y que cambia mucho en sus historias, como se transforma en Dolores Claiborne, y como luego es un asesino Billy. Como influenciado por escritores que le gustaban como Bram Stoker, o Lovecraft, escribe historias sobre vampiros como “El misterio de Salem's Lot” (1975) o recrearse en payasos, que no son payasos, devora niños, como en “It” (1986). Como influyen los eclipses en sus personajes y en nosotros. Como King tiene la necesidad de escribir de todo lo que sucede en la mente de un escritor. Tocar temas como maldiciones, todo tipo de creencias, de odios, de asesinos, de coches asesinos o incluso máquinas que se rebelan. Escribir sobre el fin del mundo, historias de suspense y fantásticas en máxima locura. Y luego caer en realidades, de barrios marginados, o familias de bien.

Espero que siga escribiendo por años, a sus pies King.


David Cortabarria Arregui

Barrunto que este blog se llama así por este gran escritor, por su ensayo publicado en 1981, titulado “Danse Macabre”, dedicado a la literatura y el cine de terror de las décadas de los 50 hasta los 70. Un libro sensacional, por otra parte. 

Y sí, Stephen King es un gran escritor. Injustamente encasillado en un solo género, el del terror, porque ha tocado otros muchos. E injustamente denostado por los cretinos de turno que, tirando del prejuicio y del abierto desprecio, consideran su obra como algo menor, literatura de baja estofa, comercial (¡Como si eso fuera un demérito!) y solo para lectores que no saben leer Auténtica Literatura. No exagero un pelo con esto, a lo largo de mi vida me he ido encontrado a esta clase de gente. Era duro ser lector de King a finales de la década de los 80 del siglo pasado. Ahora es muy fácil, porque está reivindicado, muy adaptado (con mejor o peor fortuna) al cine y a las series, y está muy clara su influencia en el terror y el fantastique. Pero antes era casi un acto de fe reconocerse como fan de King. En ocasiones uno hasta lo admitía con un poco de vergüenza. Y conozco muy bien esas miradas condescendientes de superioridad cuando me veían leyendo algo de King. Ya apenas las recuerdo… pero a King siempre, por supuesto. 

Mi amigo Steve me ha hecho muy, muy feliz. Y es una tarea muy complicada escoger solo tres de sus obras. “Son las Reglas del Blog”, me repito a mí mismo. “Hónralas, aunque te cueste”. Así que a por ello. Tenga en cuenta el lector de estas líneas que por cada libro que indico dejo atrás otros muchos… 

“Carrie”, (“Carrie”, 1974).

Durante mucho tiempo pensé que era el primer libro de Stephen King, pero resulta que fue el primero que publicó, pero el cuarto que escribió. Recuerdo también que la primera vez que vi la película que dirigió Brian De Palma me gustó bastante. Sissy Spacek encarna a una Carrie perfecta, mostrando una fragilidad del todo convincente y enternecedora, muy acorde al espíritu del libro, mientras que Piper Laurie borda el papel de madre fanática que, lejos de ayudar a su pobre hija que se encuentra perdidísima ante su primera menstruación (que absolutamente nadie se ha tomado la molestia en explicarle), la hunde aún más en la miseria con su asqueroso fanatismo religioso, sin sospechar que con su actitud ayuda a precipitar el delicioso despliegue telekinésico de su hija Carrietta. Mi principal problema con la película es con el final, que pese a ser pura historia del cine de lo bien rodada e icónica que resulta, se queda muy por debajo de la maravillosa orgía de destrucción que Carrie lleva a cabo contra su pueblo natal. 

Un libro de lo más recomendable, que arremete contra la ignorancia (militante o no) de los abusones, fanáticos religiosos e incluso las actitudes bienintencionadas que se quedan en tierra de nadie, y que lanza un mensaje de esperanza y consuelo para los preadolescentes de todo el mundo que lo lean en su momento adecuado. Y que cuenta con el aliciente de haber sido censurado en varios colegios biempensantes de Estados Unidos y Canadá (lo cual generó un magnífico efecto Streisand que ayudó no poco a que se vendiera aún más).

Lo que no habría disfrutado yo de haber podido practicar la telekinesia salvaje con una profesora de matemáticas que tuve en el liceo francés, una de las personas más psicopáticamente puras que haya conocido nunca... Habría dejado al “Scanners” (1981) de Cronenberg a la altura del libro “A Teo le duele la cabeza”. #teamCarrie, bitches!!!

“El umbral de la noche” (“Night Shift”, 1978).

Afortunadamente nunca fue muy complicado conseguir libros de Stephen King que, aunque tenga varias novelas descatalogadas, ha tenido la fortuna de haber sido reeditado en muchas ocasiones. Con "El umbral de la noche” era la primera vez que leía relatos cortos de este hombre, disfrutando, a finales de los 80, de su relectura. Porque señoras, señores y señoros… ¡Qué relatos! Cinco de ellos adaptados al cine… Recuerdo las primeras sensaciones de genuino (y muy disfrutable) mal rollo que me dieron relatos como “Soy la puerta” (por favor, que un día Junji Ito lo adapte a manga, que ya tarda), lo que me encantó leer “Camiones”, relato que el propio King adaptó al cine, en su primer y último asalto peliculero (“La rebelión de las máquinas”, 1986, con un irresistible título original, “Maximum Overdrive”), y que, años más tarde, relacioné en mi mente con un capítulo del maravilloso cómic “Ciudad” de los titanes Juan Giménez y Ricardo Barreiro (un ruego, una petición, una orden: leed este cómic, por favor, es canela en rama). Más mal rollo en “Los chicos del maíz”, que dio lugar a una interminable saga decadente en el cine, o en “El Coco”, cuyo final me dejó con el culo muy torcido. 

Todos los relatos de esta antología tienen un “algo” que atrapa, y si se leen con el filtro de la serie “La dimensión desconocida” (1959-1964) activado se disfrutan mucho más. Resulta muy difícil leer un solo relato, porque el libro es un gozadón adictivo como pocos. Huelga decir que lo destrocé de tanto sobarlo y releerlo. Un sacrilegio a día de hoy, pero por aquél entonces un clímax de puro refocile literario. 

“22/11/63” (“11/22/63”, 2011).

Mucho tiempo después de las dos gozosas lecturas arriba mencionadas, y tras haber seguido siendo fiel a Mr. King contra viento y marea, leí este genial libro nada más ser publicado en nuestro país. Ya hacía tiempo que el escritor había demostrado que se fogueaba muy bien en otros géneros ajenos al terror, pero aquí despliega unos poderes insólitos, adentrándose en el campo de la ciencia-ficción, con viajes en el tiempo y ucronías. Y le quedó soberbio. Un mecanismo de relojería literaria que funciona de manera sólida y precisa. El título alude a la muy disruptora fecha del asesinato del presidente de los Estados Unidos John F. Kennedy, y de cómo el profesor Jake Epping se encuentra con su amigo Al Templeton y le muestra un portal temporal que está en el sótano de su restaurante que le traslada exactamente a las 11:58 del 9 de septiembre de 1958. La idea de Templeton era viajar al pasado e impedir el asesinato de Kennedy, pero es Epping quien se encarga de la tarea. Esa es la sinopsis del libro, un mero punto de partida. Lo que le espera al lector en el grueso volumen (tan denso como entretenido) es una montaña rusa de efectos mariposa, ramificaciones temporales, metaficción y una labor de ingeniería literaria tan perversa como ferozmente entretenida. Es un libro con cientos y cientos de páginas pero que atrapa al lector sin remedio, hasta su alucinante final. El lector acompaña a Epping con una sonrisa en los labios, y sufre con él, en ocasiones termina exhausto… y maravillado por la magia de la buena literatura. Es, sin duda, uno de los mejores libros que haya escrito nunca Stephen King. Fue adaptada al formato serie de manera solvente, pero descafeinada, es en el libro donde uno consigue las máximas cotas de puro placer. Sí, es tan bueno. Por favor, leedlo. De nada.

Iba a dar por concluidas estas líneas, pero volviendo a contar con atención (soy metódico, lo sé), me doy cuenta de que un libro de relatos no cuenta como uno de verdad… Porque claro, son relatos, ¿No? O sea, que no por juntar muchos relatos tienes un libro “puro”. 

Sinceramente alarmado por las horribles consecuencias que ello podría tener para el futuro de este blog (nada más y nada menos que alterar la regla del “solo tres”), me dispongo a enmendarlo ahora mismo. A veces los sacrificios son así, insospechados.

“Cell” (“Cell”, 2006).

Adoro cuando un libro me galvaniza el cerebro. No sucede muy a menudo, por desgracia, pero cuando pasa la sensación es un puro deleite, como me sucede con “Las estrellas, mi destino” (“The Stars My Destination”, Alfred Bester, 1956) y “Pesadillas y Geezenstacks” (Nightmares and Geezenstacks, Fredric Brown, 1961). Al placer, inmenso, de la lectura de estas maravillas se le une un impacto muy perdurable por cómo están escritas. He destacado esos libros porque junto con “Cell” conforman una extraña “trilogía del impacto”. No consigo (ni quiero) olvidarlos.

En la entretenidísima “Cell”, el impacto se ubica en su comienzo. Ya en la dedicatoria del comienzo, “A Richard Matheson y George A. Romero” King anticipa un poco lo que vamos a leer… dando lugar a un comienzo impactante, de una fuerza inusitada, insólita por lo atrevida, gore y cafre que resulta. Nunca había leído tan fascinado el estallido de un apocalipsis zombi de esta envergadura, con un enfermizo gusto por el detalle. Una señal misteriosa desencadena, vía red de telefonía móvil, la madre de todos los colapsos, uno tremendo narrado con una maestría que deja al lector sin respiración. Muchos libros de King tienen un comienzo a fuego lento, pero éste pone el horno a 4000 grados en cero coma. El resto del libro no puede igualar esa explosión, es imposible, pero se desarrolla sobre ruedas. Recomiendo sobremanera su lectura, así como ruego y suplico que no se vea la adaptación cinematográfica de 2016 a cargo de Tod Williams, que simplemente no le puede hacer justicia al libro. Es como si convirtiera a Freddy Krueger en una versión autista de Eduardo Manostijeras. 

Mi más sincero agradecimiento a Les Danses Macabres por haberme permitido explayarme a gusto sobre uno de mis autores favoritos.

Carlos Enríquez

Hola a todos, encantado de estar aquí compartiendo mis lecturas. No es nada fácil decantarme en concreto por tres libros/novelas de Stephen King, y más teniendo en cuenta su prolífica actividad como escritor. Soy consciente de que sus obras monumentales, aquellas de carácter más épico, son las preferidas por las grandes audiencias (“Apocalipsis”, “It”, “El resplandor”, la saga de “La torre oscura” y alguna otra que se me olvide), pero como aquí hay que afinar mucho, puesto que pululan por el lugar auténticos expertos en esto del fantástico y el terror —que conste que yo NO me considero uno de ellos—, voy a tener que ser un poco más incisivo.  

En líneas generales, creo que Stephen King ha sido uno de los autores que más me ha impactado a lo largo de mi vida; y a muchos niveles. Pese a que mis amigos y amigas más «culturetas» suelen opinar que no es un autor que pueda considerarse dentro de un grupo selecto de literatura «de calidad», yo siempre he defendido la postura contraria. Es un escritor con una habilidad memorable para la creación de personajes, capaz de perfilar héroes y antihéroes sacados de la nada, partiendo de vidas anodinas en la mayoría de las ocasiones, pero que siempre dejan huella, consigue que nos interesen y que no podamos evitar pasar página tras página. Por añadidura, decir que no creo que haya un escritor hoy día con tanto oficio como el señor King (dos mil palabras diarias de lunes a domingo desde que empezó, en 1974). A día de hoy cuenta con alrededor de ochenta obras publicadas, pero estoy casi seguro de que tiene otras treinta o cuarenta por ahí guardadas en los cajones de su despacho. 

Y, para ir al grano, y con respecto a esos tres títulos que destaco de su producción: 

“La larga marcha” (“The Long Walk”, 1979)

Fue la primera novela escrita por King, pese a que se publicó años después de Carrie (su debut oficial), bajo el pseudónimo de Richard Bachman. La incluyo aquí porque también fue la primera novela que leí de Stephen King; me la compró mi madre (calculo que fue alrededor de 1988) en uno de esos cajones para novelas de saldo que solían poner a la puerta de los grandes almacenes en fechas señaladas (durante ferias del libro y similares). La verdad es que fue un descubrimiento, me la ventilé en dos tardes. La premisa de la historia es bien sencilla: un programa concurso en el que cien jóvenes escogidos tienen que marchar por una carretera a una velocidad no inferior a 6,5 km por hora. Cada vez que bajan de ese ritmo reciben un aviso, y al cuarto son ejecutados. Solo puede quedar uno, que consigue honores, dinero y gloria para el resto de sus días. 

Toda la novela se desarrolla a lo largo de la marcha, y el autor teje una tupida red de relaciones personales entre los chavales, que por medio de sus diálogos van desgranando muchos de los temas que han obsesionado a King a lo largo de los años: el totalitarismo, el miedo a la muerte, la presión social de la competitividad, la crueldad de algunas facetas del modo de vida americano, el daño que produce la televisión en las sociedades modernas… La influencia de esta novela es hoy evidente; en nuestros días existen un buen número de sagas muy exitosas, todas ellas basadas en concursos «letales», lanzadas cara al mercado juvenil y que triunfan en las librerías, series y pantallas de cine. 

“Mientras escribo” (“On Writing”, 2000)

Incluyo este libro en lista porque pienso que es el que más veces he leído (creo que han sido tres). En realidad, este título incluye una biografía del autor (muy divertida, por cierto, a pesar de las cosas que le han ocurrido, algunas no demasiado agradables) y una serie de consejos fáciles de llevar para mejorar nuestra escritura. Obviamente, este título está dirigido a aquellos que tienen curiosidad por saber cómo se las apaña el señor King a la hora de pergeñar sus novelas, pero no por ello resulta menos atractivo para aquellos a los que no les interese el tema de la escritura creativa. Son doscientas páginas que se leen de un tirón, que destilan humor y a lo largo de las cuales nos encontramos con un montón de herramientas útiles para escribir una novela, contadas siempre desde la sencillez, sin tecnicismos, y con mucha honestidad. La verdad es que es una gozada y todo gira en torno a una premisa muy simple: para ser escritor hay que leer mucho y escribir mucho. No solo lo recomiendo a escritores en ciernes, sino a los que ya atesoran cierta experiencia y, por qué no, a cualquier persona que sienta curiosidad por los avatares de la vida de King (hay para todos los gustos: rechazos editoriales, alcohol y drogas, miedos infantiles, accidentes y un buen puñado de lecturas por descubrir).  

“22/11/63” (“11/22/63”, 2011).

La coloco en último lugar por aquello de seguir la cronología, pero no por ello me parece menos que las otras dos. Al revés, creo que de los tres títulos consignados aquí es el que más me gusta. Deciros que es una novela sobre viajes en el tiempo (mi perdición, no se me ocurre nada más sugerente que hacer uno de esos). La premisa se basa en cómo un hombre con una vida normal se ve arrastrado a una aventura que le llevará a la américa de los años 50 y 60, y a contar con la posibilidad de evitar el magnicidio del presidente Kennedy el 22 de noviembre de 1963. Además de una recreación maravillosa plagada de detalles y referencias a la cultura norteamericana (algo habitual en la producción de King), este libro incorpora una bonita historia de amor que hará las delicias de todos los «románticos» aquí congregados. La novela es extensa y aborda temas metafísicos, personajes bien trazados, algunos de los complejos made in América, las consecuencias del efecto mariposa, giros inesperados, tensión a raudales y, como digo, un romance apasionado. Por todo ello me parece muy recomendable.

Y nada, decir que se queda en el tintero una ristra de diez o quince igualmente «favoritas», pero como la gracia está en que solo se pueden elegir tres, pues aquí os dejo la triada.      


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