Malina Murnau
"Las tres caras del miedo" ("I tre volti della paura", 1963)
Le tengo un cariño especial a esta película. La vi de muy niña y me asustó bastante. Y es una de mis favoritas de Bava. Aparte de que me encantan las pelis de varias historias, y ésta tiene tres historias estupendas.
"Operación miedo" ("Operazione paura", 1966)
Otra de mis favoritas del maestro italiano. Una película de fantasmas con una fotografía brutal. Una genialidad.
"La máscara del demonio" ("La maschera del demonio", 1960)
Y como sólo puedo poner tres, me quedo con otra de las clásicas. Otra maravillosa película y como la anterior “Operazione paura” copia a la maravillosa Hammer pero con sabor italiano, una pasada. y repito qué maravilla de fotografías, qué color, enamorada total.
Dejo atrás “Schock” (1977), aunque fue su última película y le ayudó su hijo Lamberto, tengo que decir que me encanta. Por supuesto dejo “La frusta e il corpo” (1963), otra joyita de los sesenta. Y aquí paro... Ha sido muy complicado escoger sólo tres, pero creo que sí, me quedo con las elegidas.
Susana Annasus
De este director hablaría que trabaja con imágenes, escenas, muy impactantes. Las escenas son como cuadros, y cuadros escalofriantes, para mí, sacados de sus sueños. Muy influenciado en sus predecesores, y un gran director de cine de terror, aunque sean de serie B. Hoy en día puede que no se tomara en serio, pero para su época lo veo tan valiente, y resaltaría eso que sus escenas son cuadros, cuadros terroríficos. Se podría hacer un muestrario muy bello con muchas de las imágenes de sus películas. Y que tiene un abanico amplio de tramas muy distintos pero en el género del terror. Puedes encontrar como personajes de cómic, como gente en el espacio, niños diabólicos, mujeres sensuales, psicópatas asesinos...
De sus películas, me llama la atención “Kill, baby, kill” (que ese título daría que pensar a Tarantino...). Es del año 1966, y creo que influenciado por “Vertigo” (1958), sale esa escena con la escalera de caracol con colores tan llamativos. Es como si influenciado por Histckock dijera le voy a dar supercolor y lo voy a hacer más salvaje.
También me gustó “Terror en el espacio”, de 1965. Son curiosos los trabajos que realiza este director. Y viendo esta película ahora de nuevo, podría decirse si a Ridley Scott le influyó esta película para las suyas... Reciben señal, acude grupo de astronautas...la atmosfera oscura, pero ese colorido, supongo que influencia de la época. Los trajes me recuerdan a la película de “Dune” (1984): esos cuellos alzados, los trajes oscuros y ceñidos, pero no son personajes sexualizados para mi parecer, aunque está la bella Norma Begell.
“Diabolik”, 1968, película muy de aquella época. Muy parecido a James Bond, muy pop, está basada en el cómic “Diabolik”. Por lo visto fueron varios directores los que iban a desarrollar esta película, pero al final se eligió a Bava por sus efectos especiales. Resaltaría la música de Morricone. Y bueno, esas imágenes, escenas, de fotografía que hace él. Los cambios de encuadres, los ojos. Sigo pensando que se puede hacer un museo con sus fotografías y serían espeluznantes. Ya serían imágenes de terror.
Alfonso Romero
“Bahía de sangre” (“Ecologia del delitto, 1971).
Mario Bava, quien había iniciado el giallo cinematográfico a través del capítulo “El teléfono” dentro de la antología “Las tres caras del miedo” (1963), “La muchacha que sabía demasiado” (1964) y, sobre todo, “Seis mujeres para el asesino”, nos legaría su último trabajo en el (sub)género con “Bahía de sangre” al comenzar los setenta. Un film tan propio de su época (esos zooms tan característicos), como de su director (tanto formal como temáticamente) que se convertiría con el tiempo en pieza fundamental (a fusilar) por muchos slashers usamericanos en la década siguiente.
“Diabolik” (“Diabolik”, 1968).
La fiebre por las historietas desatada en Europa en los sesenta llevaría a que los productores se interesaran a adaptar a los personajes de las viñetas a la gran pantalla. Dino De Laurentiis se animó a producir una película de Diabolik, el famoso super ladrón creado por las hermanas Angela y Luciana Giussani, contando con Mario Bava como el realizador indicado para llevar adelante el proyecto, ya que además era un maravilloso director de fotografía. Los resultados fueron una delicia pop, pero en su momento ni la crítica ni el público supo apreciarlo, resultando un fracaso crítico y comercial.
De Laurentiis produjo poco después “Barbarella”, el cómic de Claude Forest trasladado a imágenes en movimiento por Roger Vadim. La crítica se rasgó las vestiduras, pero sí resultó un taquillazo. Aunque ésa ya es otra historia.
“Seis mujeres para el asesino” (“6 donne per l’assassino, 1964).
Film fundamental y fundacional para el giallo. Imitado una y mil veces tanto en su trama, escenarios, detalles, fotografía, música, etc... Con él quedaba totalmente codificado un (sub)género que la industria italiana se ocuparía de explotar hasta llegados los años ochenta. Dario Argento siempre reconoció su deuda con Bava, aunque fuera aquél quien se llevara más honores a la postre.
Miguel Romero
Reputado director de fotografía, antes de debutar como realizador con la seminal “La máscara del demonio”, ya había hecho sus pinitos en tales funciones (aunque sin acreditar) al lado de maestros como Riccardo Freda, en los géneros que luego tratará como director, el péplum, la ciencia ficción y, por supuesto, el terror.
Padre del realizador Lamberto Bava, también lo fue de géneros tan propios del cine italiano como el giallo o el terror gótico.
Uno de los grandes maestros del terror.
“Semaforo rojo” (“Canni arrabbiati, 1974).
La mejor película de su última etapa y mi preferida de su filmografía. Sorprendente road-movie, de estética sucia que contó con el grandullón George Eastman como uno de los indeseables y cuyo rodaje estuvo plagado de problemas. Para colmo la productora quebró y el metraje rodado fue incautado por las cortes. Finalmente se estrenó en los cines de Italia en 1997, 17 años después de la muerte de Mario Bava. En España llegaría directamente en DVD.
En 2002, Lamberto Bava, insatisfecho con cómo había quedado el film, hizo un nuevo montaje de éste.
En 2015 se estrenó un interesante remake, “Perros rabiosos”, a cargo de Eric Hannezo y que protagonizaran Lambert Wilson y Virginie Ledoyen.
“El cuerpo y el látigo” (“La frusta e il corpo”, 1963)
Sadomasoquismo e incesto son algunos de los ingredientes principales de este morboso cuento gótico protagonizado por Christopher Lee, Daliah Lavi e Ida Galli.
Bava usó el pseudónimo de John M. Old. En varios de sus films de los años 80, Lamberto Bava firmaría como John Old Jr. En claro homenaje a su progenitor.
Por su temática fue retirada por la censura y hay ediciones muy mutiladas.
“Diabolik” (“Diabolik”, 1968)
El famoso ladrón de los comics, recientemente llevado a la gran pantalla por los hermanos Manetti en una trilogía, ya conoció una traslación cinematográfica terminando los 60 del siglo pasado a cargo de Bava padre, quien, todo un profesional, la hizo por menos dinero del que disponía.
Inolvidables sus tres protagonistas: el norteamericano John Phillip Law como Diabolik, la austríaca Marissa Mell en el papel de su compañera, Eva Kant, y el francés Michelle Piccoli fue el comisario Ginko.
Maravillosamente pop.
Eduardo Álvarez cónsul
"Diabolik" (“Diabolik”, 1968).
Aunque ha pasado ya más de medio siglo del su estreno, esta coproducción franco italiana basada en el comic de las hermanas Giussani sigue siendo tan "cool" con tres grandes actores de protagonistas: John Philip Law, Marisa Mell y Michel Piccoli.
"Las tres caras del miedo" (“I tre volti della paura”, 1963).
En esta película con tres historias distintas Boris Karloff, aunque ya era su época de decadencia, demuestra que el que tuvo retuvo.
"La furia de los vikingos" (“Gli invasori”, 1961).
En esta película de aventuras con mucha acción y mujeres hermosas, Cameron Mitchell es el protagonista principal y con el tiempo se convertiría en el actor fetiche de Mario Bava.
Joanna
Uno de los directores más importantes de los años dorados del cine de terror en Italia. El gótico y el giallo le deben mucho, muchísimo... y sin embargo me he decantado por otros géneros, y es que el maestro tocó con su gracia diversos géneros (el wéstern es el que no se le dio tan bien...).
“Hércules en el centro de la Tierra” (“Ercole al centro della Terra”, 1961).
Mario Bava ya estaba muy curtido en el péplum, trabajando en la fotografía y dirigiendo escenas sin acreditar en diversas” películas de romanos”, como los Hércules de Pietro Francisci, o “La batalla de Maratón” (1959), firmada por Jacques Tourneur, las tres con Steve Reeves de protagonista, cuando dirigió “Hércules en el centro de la Tierra”, contando con Reg Park dando cara y cuerpo al imponente semi dios. Un péplum con trasfondo fantástico-terrorífico que tuvo como villano a un Christopher Lee al que el público ya asociaba con el mal gracias al “Drácula” (1958) de Terence Fisher para la Hammer.
Como curiosidad, el otro gran pionero del terror y el cine de aventuras en Italia, Riccardo Freda, enviaría a otro forzudo, concretamente a Maciste, no ya al centro de la Tierra sino a los mismos avernos en “Maciste en el infierno” (1962), con Kirk Morris (alias sajonizado de Adriano Bellini) como el guapo titán protagonista.
“El cuerpo y el látigo” (“La frusta e il corpo”, 1963).
Melodrama pasional italiano, con inclinación a un sadomasoquismo físico y psíquico, travestido de horror británico a la Hammer, contando una vez más con la participación y complicidad de un Christopher Lee que se come la pantalla. Una delicia que contó con su reparto además con una soberbia Daliah Lavi y el reivindicable Tony Kendall.
“Terror en el espacio” (“Terrore nello spazio”, 1965).
Realizadores italianos con mucha maña en la construcción y uso de maquetas, tales como Antonio Margheriti o Mario Bava, trataron en los sesenta de reconstruir en su filmografía y en imitación a los americanos el género de la ciencia ficción, aunque en un principio pudiera parecer algo arriesgado al no contar con el dinero de los que están más allá del charco. Bava, en coproducción con España, dirigió una de las piezas que han quedado como más destacables, “Terror en el espacio”, un film que se vería recuperado años después por ser influencia para posteriores films de Curtis Harrington y Ridley Scott. Agradecidamente pop, un tebeo hoy tan disfrutable o más que en su día.
Alfonso Carlos López
“La máscara del Demonio” (“La maschera del demonio”, 1960)
Película de terror de 1960 dirigida por Mario Bava. Es su debut como director acreditado, aunque ya había hecho estos trabajos anteriormente. Su elenco está compuesto por: Barbara Steelee, John Richardson, Arturo Dominici e Ivo Garrani. El Argumento es muy sugerente: una bruja es ejecutada por su hermano y regresa 200 años después con la intención de vengarse de sus descendientes. Todo ello acontece durante la Inquisición Rusa de la Edad Media y la citada bruja es condenada a muerte también con su amante, poniéndoles una máscara con púas en el interior de los ataúdes. Como se ha dicho, siglos después dichos féretros son encontrados y los vuelven a la vida sembrando el terror y la muerte. Este trabajo fue considerado excesivamente violento, a la par que terrorífico y estuvo prohibido en el Reino Unido hasta 1968, e incluso en los USA se censuraron escenas. Para determinada gente de le época y su mentalidad fue un film extremo y horripilante, pero sin embargo tuvo un gran éxito, dio un gran empuje a las carreras de los actores y al propio Mario Bava, y es considerado un clásico del terror gótico.
"Diabolik" (“Diabolik”, 1968).
Trabajo de 1968 de este director e inspirada en el cómic del mismo título de Angela y Luciana Giussani. Considera como una de las mejores películas pop de los años 60 con grandes dosis de psicodelia, arte pop, futurismo, etc… La música corrió a cargo del gran maestro Ennio Morricone y cuenta con actores como: Jean Sorel, Marisa Mell, Michel Piccoli, Adolfo Celi, etc… Una trama muy ágil en que la que Diabolik es un audaz ladrón que roba incluso delante de las narices del inspector Ginko y los jefes del gobierno. Diabolik junto a su compañera, Eva Kant, siempre viven al límite. Es sabida mi pasión por la psicodelia y esta obra nos adentra en ella de una manera espectacular. Me parece que crea un ambiente visual espectacular, incrementado por la banda sonora, el vestuario y las excelentes interpretaciones de los actores.
“Bahía de sangre” (“Ecologia del delitto, 1971).
Quizás la cinta más violenta de Bava, es de 1971 y cuenta con: Claudine Auger, Luigi Pistillii, Laura Betii. Una Historia inquietante donde se relatan las actividades criminales simultáneas de varias personas a causa de la herencia de una bahía. Una condesa muere y deja una herencia y se desata una ola de crímenes entre varios personajes para quedarse con ella. Nos adentramos en el mundo del slasher de una manera magistral y “Bahía de sangre” ha sido una gran influencia para montones de directores de terror.
Dentro de la filmografía de Mario Bava hay muchas películas más absolutamente imprescindibles como: “Las tres caras del miedo” (1963), “Terror en el espacio” (1965), “El diablo se lleva a los muertos” (1973), etc. También no podía dejar de reseñar “Los vampiros”, de 1956, en la que Bava ejerce como director de fotografía y que fue la primera película de terror italiana de cine sonoro. Mario Bava es reconocido por ser uno de los pioneros del subgénero italiano de terror giallo.
David Cortabarria
Un director por el cual guardo mucho cariño, delicioso culpable de terrores que, confieso, me quitaban el sueño y me proporcionaban una extraña inquietud, no del todo incómoda. A día de hoy evocar su cine me produce una fantástica sensación de estar casa que me ayuda mucho a dormir. Accedí al cine de Bava desde muy jovenzuelo, de manera desordenada y con versiones deficientes de sus películas que, no obstante, no impedían que me entrara un adictivo mal rollo, contribuyendo a esta pasión incurable por el fantaterror. Te debo mucho, Mario.
“La máscara del demonio” (“La maschera del demonio”, 1960).
Su cartel me sigue pareciendo un gozadón, con esos ojos de Barbara Steele mirando fijamente. La película es una muy entretenida historia sobrenatural de venganza vampírica no muy original (todo hay que decirlo), pero donde sobresale una muy sugerente ambientación única, espectralmente gótica. No es solo la luz, por sí sola. Es lo que trasluce tras el filtro de las sombras. Es lo que no se ve del todo, lo que se intuye… ahí radica el potencial de un peliculón que, según escribo estas líneas, me apetece muchísimo revisitar.
“Las tres caras del miedo” (“I tre volti della paura”, 1963).
Pocas películas pueden jactarse de haber sido la excusa perfecta para bautizar un grupo, ya que su título en inglés es “Black Sabbath”. Primera antología de relatos (o segmentos) que recuerdo haber visto, y que me inoculó hace décadas el virus de la parcialidad por las películas que contienen varios cortos, porque son una de mis debilidades. A día de hoy, por ejemplo, recibo con mucho gozo una nueva entrega de la saga de antologías “V/H/S” (que siempre reivindico). En estas tres caras del miedo Bava baja un poco el pistón del terror, pero ofrece tres grandes ejemplos de un estilazo atmosférico realmente único. Y poder ver al grandísimo Boris Karloff encarnar a un vampiro es un puro deleite.
“Terror en el espacio” (“Terrore nello spazio”, 1965).
Lo conocí bajo su título inglés, “Planet of the vampires”, y tras haber visto el mítico “Alien, el octavo pasajero” (1979) de Ridley Scott. Aluciné con las similitudes entre ambas películas, sobre todo en la premisa inicial de “nave espacial cuya tripulación no sabe/no quiere interpretar que una extraña transmisión de un planeta no es un S.O.S., sino una alerta para que pasen de largo”. Terror en el espacio va tan al grano con lo que cuenta que en mi mente funciona de perlas como un episodio perdido de la mítica “La dimensión desconocida” (“The Twilight Zone”, 1959-1964), sobre todo por su magnífico giro final que cala muy hondo en el espectador.
Fernando Rodríguez Tapia
Elegir tres obras de Mario Bava resulta difícil y reconfortante. Eliges unas obras, pero las que descartas pueden estar perfectamente en la selección. Se quedan fuera en esta ocasión brujas, vikingos, vampiros, terrores espaciales y héroes mitológicos. Un cineasta transcendental en el devenir del cine fantástico con títulos memorables y una filmografía variada donde lo único descartable son sus incursiones en el eurowestern.
“El diablo se lleva a los muertos” (“Lisa e il diavolo”, 1973).
La última gran obra del maestro italiano. Un fascinante relato donde integra sus admirables pasiones: goticismo, decadencia, necrofilia, romanticismo perverso, fatalismo y la implacable presencia de la muerte. Un juego de naipes personificado en personajes a la deriva e inquietantes maniquíes al que accede una joven que se pierde en un laberintico y sobrenatural Toledo donde el pasado y el presente cohabitan en la pesadilla engendrada. La poética malsana de Bava se expande en una partida mortal donde los protagonistas de la velada encerrados en una inquietante mansión van cayendo fruto de las oscuras pasiones que se desatan. Un film magnífico donde la abstracción estilística de su autor encuentra uno de sus ejemplos más depurados.
“Seis mujeres para el asesino” (“6 donne per l’assassino, 1964).
El cineasta italiano abrió, consolidó y de alguna manera cerró el giallo en un ejercicio irrepetible, imitado, pero nunca superado. Un escenario ideal (una solitaria casa de modas) que esconde en su interior un grupo humano condenado a una salvaje y estilizada cadena de asesinatos imparable a la par que implacable. Obra plenamente abstracta con una serie de crímenes magníficamente coreografiados, un sentido del suspense de indudable efectividad y una galería cromática que envuelve cada homicidio en una atractiva sinfonía colorista. Lo de menos es el sentido de toda la acción criminal desatada sustituida por un concepto novedoso completamente alejado del thriller anglosajón al que Mario Bava aporta un estilo transgresor que generó una autentica variante que llega hasta nuestros días.
“Diabolik” (“Diabolik”, 1968)
Esta estupenda adaptación del fumetto creado por Angela y Luciana Giussani trasladó a la pantalla todo el encanto perverso del personaje en una obra donde Bava aportó una efectiva sencillez y ligereza que contrasta con sus más elaborados ejercicios terroríficos. Con dos protagonistas en estado de gracia (John Phillip Law y Marisa Mell) cuyas acciones criminales les alejan de los habituales héroes del comic, el film deriva en una festiva sucesión de robos, persecuciones e interludios románticos donde Diabolik y Eva Kant acaban personificando una singular pareja que lleva al límite su amoral sentido vital. No se debe olvidar el sentido pop de la propuesta plenamente pulp que funciona en paralelo al cine de espías que reinó en los años sesenta. Una lección que tuvieron plenamente en cuenta los hermanos Manetti en su admirable y muy recomendable tríptico sobre el personaje.
No hay comentarios:
Publicar un comentario