Título original: ReMastered: Tricky Dick and the Man in Black
Año: (2018, Estados Unidos)
Directores: Sara Dosa, Barbara Kopple
Productores: David Cassidy, Barbara Kopple, Ray Nowosielski
Guionistas: Jeff Zimbalist, Michael Zimbalist
Fotografía: Ray Nowosielski
Música: Glen Matisoff
Intérpretes: Aram Bakshian, Pat Buchanan, Alexander Butterfield, John Carter Cash, W.S. Holland, Bill Miller, Don Reid, Lou Robin, Jimmie Snow, etc.
Sinopsis: La más que recomendable serie de documentales ReMastered, de Netflix, dedicó uno de sus ocho episodios al encuentro que acabó en colisión entre Richard Nixon y el "Hombre de Negro", Mr. Johnny Cash.
En 1969, con unos Estados Unidos en plena ebullición (contra)cultural, social y política, Richard Nixon ascendía a la presidencia del país. Por aquellas fechas, Johnny Cash estaba en la cima de su popularidad al frente del programa televisivo de variedades de la ABC The Johnny Cash Show, que se grababa en Nashville, Tennessee, y se mantendría en antena desde junio de ese mismo año hasta finales de marzo de 1971, cuando fue cancelado en lo que se conoció como la "purga rural", donde distintas estaciones de televisión, en especial la CBS, eliminaron de sus parrillas una serie de programas de éxito de temática rústica en busca de otras fórmulas más orientadas a las audiencias juveniles y urbanas.
Cash, que se consideró siempre un patriota y un buen americano (él mismo había servido a su país en la guerra de Corea), aunque no se pensaba un hombre político ni se declaró nunca demócrata o republicano, comentó en su programa apoyar al recién nombrado presidente. Éste decidió, por aquello de ganarse a la gente del campo del sur del país, para quienes Cash era un héroe y ejemplo a seguir, invitar al cantante a la Casa Blanca y que interpretara un par de temas. Llegando incluso a pedirle dos canciones en concreto, ambas muy reaccionarias: el "Okie From Muskogee" de Merle Haggard [1], decididamente anti-hippie y pro-Vietnam, y el ”Welfare Cadillac” del cantante y cómico Guy Drake [2], que criticaba con sorna a quienes vivían de las ayudas del Estado. Nixon pensaba que él y Cash se entenderían perfectamente, ambos habían vivido de niños en la más absoluta pobreza y se habían hecho a sí mismos, triunfando en sus vidas y en sus carreras. Cash siempre fue, con todos sus vicios y defectos, un hombre amante de sus raíces y temeroso de Dios, pero la idea del estadounidense ideal de uno y otro distaba mucho. El cantante demostró a lo largo de su vida y su carrera ser una persona compleja y con muchas aristas.
Desde la derecha más retrógrada atacaban en aquellos días a Johnny Cash por llevar de invitado a su programa a gente que ellos consideraban comunistas, como Bob Dylan o Pete Seeger, ambos buenos amigos del anfitrión del show. Pero había más para que le miraran con desconfianza: el cantante había editado en el sello Columbia en 1964 el álbum Bitter Tears: Ballads of the American Indian, dedicado a los nativos americanos, un disco que encontró el rechazo de la industria debido a sus letras reivindicativas en favor del pueblo indio y donde el intérprete sacaba a relucir algunas cuestiones que los más reaccionarios consideraban preferible ignorar. Más, en enero de 1968 tendrían lugar dos conciertos en la prisión de Folsom que se plasmarían en un LP en directo ese mismo año nuevamente de la mano de Columbia, el mítico At Folsom Prison, donde Cash se ponía del lado de los presos. No, decididamente, la idea del buen americano de Nixon y de Mr. Cash no era la misma, y por supuesto el presidente se llevó un gran chasco en aquel encuentro en la Casa Blanca el 17 de abril de 1970. En la autobiografía de Johnny Cash, que éste escribió con la colaboración del periodista Patrick Carr (publicada originalmente en 1997 y que cuenta en español con hasta tres ediciones distintas), aquél lo cuenta en sus propias palabras. En 1970, reafirmándose a sí mismo, mismo, Johnny Cash grabaría el LP Hello, I’m Johnny Cash para la Columbia, incluyendo entre sus surcos el tema “Route 1, Box 144”, y al año siguiente y para la misma discográfica registraba el álbum Man in Black, donde encontrábamos la canción “Singin’ in Vietnam Talkin’ Blues”, dejando en claro en sendos cortes su apreciación, nada optimista, sobre la intervención estadounidense en Oriente Medio. Nuevamente se ponía de parte de los desheredados y desfavorecidos, y se posicionaba en contra de “Tricky Dick” (como despectivamente se conoció a Nixon), quien contradiciendo lo que anunció en su programa electoral, prefirió tras ser elegido continuar la contienda en Vietnam.
El documental cuenta con un puñado de interesantes entrevistas a familiares, amigos y colaboradores de Johnny Cash, quienes le conocían bien y sabían de su peculiar personalidad y su forma de pensar; pero también, y es muy de agradecer, participa gente de la cuadrilla de Nixon, cuyas declaraciones hacen aún más interesante este metraje, por ser quienes mejor le conocieron y quienes (por tanto) peor hablan de aquel que fuera el trigésimo séptimo presidente de los Estados Unidos de América.
Alfonso & Miguel Romero
[1] Uno de los temas más celebrados de Haggard (buen amigo de Cash, por otra parte), que pudo escucharse incluso en distintas bandas sonoras de films de tirón comercial de los setenta, caso de Convoy (Convoy, 1978), de Sam Peckinpah.
[2] Fue el único sencillo de Guy Drake, quien había escrito la canción en 1964. Y vería la luz en 1970 de la mano del sello independiente Royal American Records, tras el rechazo de otras compañías. Resultando un rotundo éxito tanto en Estados Unidos como en Canadá, a pesar de que mucha gente se sintió ofendida por su letra satírica. El tema sería incluido en un LP de mismo título que publicó el sello poco después.
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