Tras estudiar en las escuelas CEF de Baleares y CPA de Aragón, y después de iniciarse como técnico trabajando en diferentes producciones de cine, televisión y publicidad, comienza a realizar videoclips para bandas locales de su Mallorca natal, así como cortometrajes de ficción. Incursiona por primera vez en el documental dirigiendo el cortometraje Diario íntimo de una actriz (2014) sobre la trayectoria de Montserrat Prous, una de las musas de Jesús Franco. A él le sigue Víctor Uris: los caminos del blues (2018), otro cortometraje, esta vez sobre el músico Víctor Uris, miembro fundador de la primera banda de blues en Baleares, la Harmonica Coixa Blues Band. Entre 2018 y 2019 ejerce de guionista en Fila IB3, un programa de temática cinematográfica emitido por IB3 Tv.
En 2020 funda junto con Valentine Iconaru el sello audiovisual Filament Produccions, y a través de él han realizado, entre otros trabajos, el programa de televisión La nit de les ànimes (2020) para IB3 Tv, contenido para distribuidoras cinematográficas como Severin Films o Mondo Macabro, o el documental El cineasta escondido (2022), estrenado en el Festival de Sitges y que se centra en la figura del realizador mallorquín Antoni Aloy.
En paralelo a su faceta de realizador, escribe textos sobre cine en diferentes medios, como el portal La Abadía de Berzano o el fanzine El Buque Maldito. También ha colaborado en algunos libros colectivos, como Zombie Films: Vol 1. Europa (2011, Dolmen Editorial) o Paul Naschy/Jacinto Molina: la dualidad de un mito (Vial Books, 2017) y es autor de Lucio Fulci: autopsia de un cineasta, un ensayo sobre el director romano editado por vez primera por Tyrannosaurus Books, y que conoció una segunda edición ampliada en 2021 de la mano de Applehead Team.
¿Cuál fue el primer referente que recuerdas en el fantástico y el terror?
Recuerdo que la primera película con la que sentí realmente miedo fue con Tiburón (Jaws, 1975). La pusieron una noche por televisión, y justo antes de empezar mis padres me mandaron a la cama con la típica coletilla de “venga, a dormir que esto no es para niños”. Estando en la cama pude escuchar algunos diálogos, pero no les di importancia hasta que llegó la escena en la que el tiburón ataca a los bañistas de la playa siendo de día, y escuchaba como alguien gritaba aquello de “¡fuera del agua, vamos, fuera del agua!”. Poco después una voz femenina gritaba “Alex, Alex, ¡¿dónde estás?!” Intuí que aquella señora era la madre del tal Álex, y que el tiburón se lo había comido. Aquel concepto me aterrorizó, y tuve pesadillas un par de noches ¡sin ni siquiera haber visto la peli! Años después pude verla, y a día de hoy es una de mis favoritas, pero ese es otro tema.
¿En el terreno cinematográfico, cuál es tu director favorito del género?
Pregunta compleja, pero creo que diré Mario Bava. Al margen de que en su filmografía se encuentran cintas que realmente adoro, me parece un cineasta completo que merece ser respetado. Bava no sólo ejercía de realizador, también era guionista, un excelente director de fotografía, tenía conocimientos de edición, controlaba el tema de los efectos especiales, pintaba… Un creador absoluto. Además, los que le conocieron aseguran que en el set era un tipo resolutivo, que solucionaba problemas al instante, que sacaba oro de bajos presupuestos… un profesional digno de admiración.
¿Y quiénes son tu actor y actriz preferidos que han despuntado en el mismo?
Como actor tal vez diría Bela Lugosi, creo que su figura dentro del fantastique es incuestionable, y no sólo dando vida a Drácula, me encantan otros papeles suyos como ese zíngaro de El hombre lobo (The Wolf Man, 1941), la criatura a la que dio vida en Frankenstein y el Hombre Lobo (Frankenstein meets The Wolf Man, 1943) o locuras totales como Miedo a la muerte (Scared to Detah, 1947), Bela Lugosi contra el gorila (Bela Lugosi meets a Brooklyn Gorilla, 1952) o El sueño negro (The Black Sleep, 1956). Su filmografía está llena de desastres, sí, pero también incluye no pocas joyas, y como decía, su presencia debería ser destacada en cualquier listado del género.
Y como actriz, mencionaré a Edwige Fenech. Una actriz estupenda cuyas colaboraciones con Sergio Martino la elevan a mi podio personal. Y luego hay otros trabajos suyos que me gustan, como Las lágrimas de Jennifer (Perché quelle strane gocce di sangue sul corpo di Jennifer?, 1972) de Carnimeo, o incluso Cinco muñecas para la luna de agosto (5 bambole per la luna d´agosto, 1969), un filme menor de Bava, cierto, pero divertido por lo menos. Digamos que, si la película es de suspense o terror, y sé que sale Fenech, estoy seguro de que me va a encantar.
¿Cuál destacas como tu película de terror predilecta?
El exorcista es, a mi parecer, la película de terror perfecta. Una mezcla impecable de drama y horror, con momentos de cine casi documental y otros de pura fantasía, con un reparto excelente, una banda sonora brillante, una ambientación exquisita… Y, además, posee otra virtud, y es que no envejece. La prueba está en que es de esas cintas que se van reponiendo.
¿Universal o RKO? ¿Hammer o Amicus?
Habiendo mencionado antes a Lugosi, creo que es obligatorio que ahora me decante por la Universal. Aunque, no olvidemos que Lugosi también hizo películas para la RKO dignas de destacar, como El ladrón de cadáveres (The Body Snatcher, 1945) o, incluso, esa parodia titulada Zombies en Broadway (Zombies on Broadway, 1945). Pero en líneas generales me quedo con la Universal. Me apasionan esos cócteles de monstruos que fabricaban, como La zíngara y los monstruos (House of frankesntein, 1944) o la mencionada Frankenstein y el Hombre Lobo. Por otro lado, en cuanto a Hammer o Amicus, aquí sí que lo tengo claro y elijo la Hammer. De hecho, antes, en la pregunta de mi actor favorito, estuve a punto de decir Peter Cushing o Christopher Lee, y es que sus trabajos para la Casa del Martillo me parecen, como se dice vulgarmente, de otro nivel. Y Terence Fisher también sería otro de mis cineastas favoritos, gracias a La maldición de Frankenstein (The curse of Frankenstein, 1957), La momia (The Mummy, 1959), El perro de los Baskerville (The Hound of the Baskervilles, 1959) o El cerebro de Frankenstein (Frankenstein Must Be Destroyed, 1974), todas ellas de la Hammer, por supuesto.
¿Cuál es tu subgénero favorito dentro del terror y el fantástico?
Me gusta mucho el giallo, y también me encantan las cintas norteamericanas de ciencia ficción confeccionadas en los años cincuenta. Pero lo cierto es que siempre puedo encontrar películas de interés para mí en cualquier vertiente.
¿Casan bien el terror y el erotismo?
Por supuesto. No digo que sea una combinación obligatoria, pero sí puede dar excelentes resultados si se sabe encajar bien. Para ello es necesario contar con una buena historia y el reparto adecuado, si no, el pastiche puede ser importante. Aunque, cuidado, de vez en cuando sienta bien consumir un filme serie Z con un guion ininteligible y unos intérpretes atroces. Tiene que haber de todo.
¿Cómo ves el género en los últimos años?
Películas como La bruja (The Witch, 2015), X (Íd., 2022), Maligno (Malignant, 2021) o incluso Posesión infernal: el despertar (Evil Dead Rise, 2023) me dan a entender que hay que seguir estando atento y no perder la esperanza. No me gusta tanto el tema de las revisitaciones, que se sigan sacando películas de Scream o Halloween, por ejemplo. Aunque, contra absolutamente todo pronóstico, Blair Witch (Íd., 2016) me encantó, pero eso quizá sea mejor debatirlo en otro momento.
¿Cuál es la película más salvaje y gamberra que recuerdas?
Es difícil nombrar solamente una habiendo visto tantas aportaciones del ultra gore alemán, cine de terror extremo francés, productos japoneses casi inclasificables o documentales mondo que hacen que te replantees tu condición de espectador. Así que, recurriendo de nuevo a mi niñez, voy a nombrar una que, evidentemente, no está en el top de la truculencia, pero que me impactó de sobremanera cuando la vi siendo un chaval: Contaminación. Alien invade la tierra (Contamination – Alien arriba sulla terra, 1980) de Luigi Cozzi. El hermano mayor de un amigo tenía la edición en VHS que distribuyó en España José Frade, y una tarde la vimos a escondidas… y, directamente, flipamos. Aquellas explosiones estomacales a cámara lenta se grabaron a fuego en mi memoria, jamás había visto algo así, y tardé muchos años en volver a enfrentarme a algo similar. Recuerdo que incluso se lo contaba a otros amigos del colegio, e imitaba con las manos el momento de la explosión, como creando un juego perverso. Realmente delirante.
¿Cuál es tu escritor favorito del género?
Puede que parezca ir a lo fácil, pero creo que nombraré a Edgar Allan Poe. El cuervo, El corazón delator, El barril de amontillado… ¿hace falta decir algo más?
¿Cuál sería tu grupo o solista musical favorito dentro del fantástico y el terror?
Con vuestro permiso nombraré dos, y casualmente, o no, ambos son italianos. Por un lado, me fascina Goblin. Puede sonar a tópico, pero sus colaboraciones con Argento son fundamentales para entender el cine de terror, tanto de aquella época como el moderno. Y, por otro lado, un nombre repetido mil veces: Ennio Morricone. Partituras suyas dentro del terror y el suspense como las que hizo para ¿Quien la ha visto morir? (Chi l´ha vista morire?, 1972), El pájaro de las plumas de cristal (L´uccello dalle piume di cristallo, 1970) o Una lagartija con piel de mujer (Una lucertola con la pelle di donna, 1971) son dignas de estudio. Y eso sin mencionar la gran cantidad de obras maestras que el Maestro confeccionó para otros muchos géneros. De todos modos, también me encantan Stelvio Cipriani, Fabio Frizzi, Riz Ortolani, Carlo Maria Cordio… ¡todos italianos!
¿Cuál es tu comida favorita? (puedes indicar hasta tres platos distintos) ¿Y la bebida?
Me gustan mucho las croquetas, y, de hecho, creo que mi plato favorito son los huevos rebozados con bechamel, que a fin de cuentas son croquetas grandes (o al menos en mi familia siempre se han hecho así).
Y sé que es horrible, y que no debería tomarla, pero me encanta la Coca-Cola…
¿Crees en el más allá? ¿Piensas que hay algo más que este mundo?
Estoy seguro de que sí. Me cuesta pensar que un día cerraremos los ojos y que nunca más se supo. Pero tal vez sea porque, desgraciadamente, he perdido por el camino a gente que he querido de verdad, y con la que, por decirlo de alguna manera, me gustaría reencontrarme en algún momento.
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