sábado, 30 de marzo de 2024

Mis tres favoritas de... David Niven


Malina Murnau

"Vampira" ("Vampira", 1974), de Clive Donner.

No es la mejor ni mucho menos de Niven (es mala), pero la voy a elegir la primera. Por ser poco conocida, por reirse de él mismo y encima interpreta a un  vampiro con una poca vergüenza que lo flipas. Película típica de los 70, hortera a no más poder, pero pasas un rato divertido. Y por supuesto que nadie la pondrá en primer lugar.

"Muerte en el Nilo" ("Death on the Nile", 1978), de John Guillermin.

Una de las mejores adaptaciones de esta novela de  Agatha Christie. Al  menos para mí. Con una interpretación de Niven magistral. En las secuencias que sale hace que todos se vean más pequeños, haciendo que solo sobresalga él. Todo un caballero inglés. Actor estupendo y otro de los grandes olvidados.

"Un cadáver a los postres" ("Murder by Death", 1976), de Robert Moore.

Qué decir de esta película. Reparto magistral, Peter Sellers, Alec Guinness, Elsa Lanchester y muchos más en esta maravillosa comedia. Un total cachondeo desde el primer momento que hace las delicias de los amantes de las comedias absurdas y tontorronas. Una maravilla.

Dejo otras que me encantan de Niven: "La vuelta al mundo en 80 días" (1956), me encantaba de pequeña, aún con la presencia de Cantinflas (nunca me gustó). "La Pantera Rosa" (1963), otra puñetera maravilla y de nuevo con Peter Sellers, que más se puede pedir. "55 días en Pekín" (1963), aquí con Charlton Heston. Muchas se quedan, pero sólo podemos tres ;)

Alfonso Romero

“A vida o muerte” (“A Matter of Life and Death”, 1946), de Michael Powell y Emeric Pressburger.

Cinta de corte bélico-fantástico con ángeles de por medio (algo nada extraño en el cine británico y norteamericano de los cuarenta), donde Niven encarna a un piloto que debe defender su vida ante un tribunal en el cielo. Tras las cámaras dos nombres de peso en el cine de las Islas, Powell y Pressburger, responsables de títulos clásicos como “Las zapatillas rojas” (1948).

“No os comáis las margaritas” (“Please Don’t Eat the Daisies”, 1960), de Charles Walters.

Comedia distribuida por la Metro Goldwyn Mayer algo olvidada pero que fue copiada en múltiples ocasiones durante los sesenta y setenta (e incluso más allá). Un vehículo para Doris Day que se sustenta principalmente en la interpretación de ella y de Niven y que sigue siendo hoy tan disfrutable como las películas que la rubia compartió junto a Rock Hudson.

“La Pantera Rosa” (“The Pink Panther”, 1963), de Blake Edwards.

El inicio de una larga franquicia, indispensable de y para los sesenta, con Peter Sellers dando vida al inspector Closeau, modelo a seguir para incontables detectives y agentes de la ley varios en cine, televisión y/o cómic. David Niven encarnaría a Sir Charles Lytton, personaje que retomaría en posteriores entregas. A los mandos estaba Blake Edwards, empezando a ganarse la antipatía de la crítica.

Miguel Romero

“El ojo del diablo” (“Eye of the Devil”, 1966), de J. Lee Thompson.

Entre “Los cañones de Navarone” (1961) y la también bélica (aunque en tono de comedia) “Cadenas de libertad” (1968), J. Lee Thompson dirigía a su compatriota Niven en esta producción del Reino Unido tan olvidada como reivindicable. Rodada en blanco y negro y con un reparto donde también destacaban Deborah Kerr, David Hemming y una guapísima Sharon Tate.

“Buenos días, tristeza” (“Bonjour tristesse”, 1958), de Otto Preminger.

Preminger, que había llevado a lo más alto a Jean Seberg con su papel de Juana de Arco, volvió a contar con la actriz en esta adaptación de la novela de François Sagan como la caprichosa hija de un playboy (Niven) acostumbrada a llevar el mismo tren de vida que éste, con contínuos viajes, romances y salidas nocturnas, pero que verá tambalearse su way of life cuando (re)aparezca un antiguo amor de su progenitor, Deborah Kerr.

“La octava mujer de Barba Azul” (“Bluebeard’s Eight Wife”, 1938), de Ernest Lubitch.

Uno de los primeros papeles importantes de Niven, ajuqnue secundando a Gary Cooper y Claudette Colbert. A las órdenes del mismísimo Lubitch y con Billy Wilder y Charles Brackett entre los guionistas. Casi nada...

Alfonso Carlos López

“55 días en Pekín” (“55 Days at Peking”, 1963), de Nicholas Ray, Guy Green y Andrew Marton.

Una superproducción en la que David Niven está colosal con ese aire tan aristocrático y británico que caracteriza a este impecable actor, aquí haciendo el papel de Sir Arthur Robinson. Reparto de lujo, además del propio Niven, Charlton Heston, Ava Gardner, etc… Un tema épico bélico, con el trasfondo en la rebelión de los Boxer en Pekín contra la ocupación de las potencias occidentales en China. Las embajadas extranjeras son sitiadas y unidos deben resistir juntos a los Boxers a la espera de que lleguen soldados occidentales para ayudarles.

“Casino Royale” (“Casino Royale”, 1967), de Val Guest, Ken Hughes y John Huston.

Es una comedia basada un poco en la novela de James Bond de Ian Fleming. Es muy original porque David Niven en su papel del James Bond auténtico recluta a otros agentes 007 para crear confusión. Un gran papel de Niven y en la película aparece Woody Allen haciendo de Jimmy Bond, sobrino de aquél, el James Bond original. Muy ocurrente lo de la píldora atómica que al final explota y devasta el Casino Royal donde Bond muere con todos sus agentes yendo al cielo, mientras que el sobrino Jimmy Bond desciende a los infiernos.

“Los Cañones de Navarone” (“The Guns of Navarone”, 1961), de J. Lee Thompson.

Película bélica con actores de primera: David Niven, Gregory Peck y Anthony Quinn. El argumento gira sobre un comando aliado que en la Segunda Guerra Mundial debe destruir una fortaleza alemana inexpugnable sita en el mar Egeo, con dos cañones enormes que hacen imposible el rescate de 2.000 soldados británicos abandonados en la isla de Keros. Se espera un ataque alemán y es urgente la actuación del comando aliado. Un film magnífico que además cuenta con una buena banda sonora. El tema “Guns Of Navarone” fue versioneado excelentemente en clave ska por The Skatalites y por The Specials, grupos que me fascinan.

Oscar Villalta

"Un cadáver a los postres" ("Murder by Death", 1976), de Robert Moore.

Divertidísima mezcla de comedia y thriller detectivesco, tal vez algo infravalorada, que se ajusta al esquema del más puro estilo Agatha Christie. Los cinco investigadores más famosos del mundo son invitados a una mansión por un excéntrico millonario para resolver un asesinato. Niven forma parte de un variopinto cast de estrellas de moda de la época, en el que vuelve a coincidir con Peter Sellers, bajo esa mansión cuyo dueño es ni más ni menos que el siempre polémico Truman Capote. De guión inteligente y rápida  ejecución narrativa, se puede decir que, aunque el tiempo le ha pasado factura, sigue siendo superior a productos posteriores similares, como por ejemplo, la reciente "Puñales por la espalda".

“Los Cañones de Navarone” (“The Guns of Navarone”, 1961), de J. Lee Thompson.

Muchas producciones bélicas de los sesenta y setenta, surgieron bajo el formato del comando de élite formado por hombres especiales reclutados uno a uno a su pesar (véase "Doce del Patíbulo"). Sin embargo, mi favorita de todas sigue siendo "Los cañones de Navarone", dirigida por el siempre certero J. Lee Thompson, en un alarde de maestría en la creación de suspense, más allá del énfasis en las escenas de acción que, por otro lado, son increíbles y con magníficos efectos especiales para la época, tanto que se alzó con el Oscar en esta categoría. Una vez más tenemos a David Niven inmerso en un reparto coral, al lado de Gregory Peck, Anthony Quinn, Richard Harris o Irene Papas, regalándonos una de las mejores películas sobre la Segunda Guerra Mundial que se han filmado jamás.

"La Pantera Rosa"   ("The Pink Panther", 1963), de Blake Edwards.

El viaje a Italia del torpe Inspector Closeau para evitar el robo el diamante  conocido como "La Pantera Rosa", es parte de la Historia del Cine por muchos motivos.  Desencadenante de todo un furor popular y aclamada como una de las mejores comedias jamás realizadas, con sus títulos de crédito legendarios, el inmortal tema central del maestro Henry Mancini, y el acertadísimo casting sin el cual no hubiese sido posible un éxito tan rotundo. Sellers hizo suyo el personaje del atolondrado inspector, pero David Niven fue el perfecto rival, el ladrón de guante blanco Sir Charles Lytton, conocido como "El Fantasma", luciendo porte británico, elegancia, perfeccionismo y carisma a raudales, es decir todo lo que faltaba a Closeau. 

Imprescindible.


Fernando Rodríguez Tapia

En una trayectoria amplia como la del actor David Niven no resulta fácil escoger tres títulos, teniendo en cuenta que en su filmografía hay obras tan conocidas como por ejemplo "Cumbres borrascosas" ("Wuthering Heights", William Wyler, 1939), "A vida o muerte" ("A Matter of Life and Death", Michael Powell y Emeric Pressburger, 1946), "La mujer del obispo" ("The Bishop's Wife", Henry Koster, 1947), "La Pantera Rosa" ("The Pink Panther", Blake Edwards, 1963), "55 dias en Pekín" ("55 Days at Peking", Nicholas Ray, 1963) y  "Un cadáver a los postres" ("Murder by Death", Robert Moore, 1977) o destacables rarezas del tipo "Ojo del diablo" ("Eye of the Devil", J. Lee Thompson, 1966) y "The Extraordinary Seaman" ( John Frankenheimer, 1969).  En la selección final ha imperado el recuerdo más cinéfilo.

"Caballero y Ladrón" ("Raffles", 1939), de Sam Wood.

Cuando pienso en el finado actor británico esta obra es la primera que me viene a la cabeza. Vista por primera vez hace mucho tiempo en un pase televisivo esta singular mezcla de intriga, romance y comedia define muy bien un tipo de producción de la época magnificamente elaborada que adapta a un personaje creado por el escritor E.W. Hornung ya aparecido en las pantallas con anterioridad tanto en el periodo silente como en los primeros años del sonoro. Una obra tan elegante como simpática donde Niven encuentra un personaje perfecto para sus dotes como actor muy bien acompañado por Olivia de Havilland. Es una película que hace muchos años que no la veo pero que permanece en mi memoria de manera indeleble.

"La vuelta al mundo en ochenta días" ("Around the World in 80 Days", 1956), de Michael Anderson.

Cine espectáculo al estilo clásico premiado por la academia con cinco estatuillas que adaptaba con sus libertades la obra original del genial Jules Verne. Aventuras trotamundísticas con Niven encarnando con su habitual clase y eficiencia a Phileas Fogg acompañado por su estrambótico mayordomo Picaporte encarnado con gracia y esperpento por el inolvidable Mario Moreno "Cantinflas". Una obra muy agradable repleta de cameos que se disfruta como el cine de antes con la serenidad de lo narrado y un acompañamiento musical excelente a cargo de Victor Young.

"Los cañones de Navarone" ("The Guns of Navarone", 1961), de J. Lee Thompson.

Un clásico indiscutible dentro del cine de aventuras bélico con un excelente reparto y una narración en crescendo que integra los diversos avatares que van sufriendo los héroes durante su hazaña. El contraste de las diversas personalidades de sus protagonistas es uno de los puntos más destacables de la película. David Niven en segundo plano, encarnando al parsimonioso Miller, dota al personaje de una cualidad especial que florece en las escenas en donde pone su voz y su acción. El resto como bien es sabido es historia.

José Antonio Diego

David Niven es el perfecto caballero inglés, del que siempre han comentado que le caía bien a todo el mundo y era conocido por ser unos de los mejores narradores de Hollywood. Constantemente tenía una broma para cada situación. Cuando asistió como anfitrión en los Oscars de 1974 , fue interrumpido por un hombre que apareció desnudo en el escenario y salió airoso de esa incómoda situación con su buen humor.

Tenía un rostro muy expresivo, ojos azules y vestía con mucha elegancia. Por ejemplo, en una de mis pelis preferidas, "El ojo del Diablo", su guardarropa era una locura.

Me gusta en todos los papeles que he podido ver, pero me quedo por ejemplo  con "El ojo del Diablo", "Un cadáver a los postres" y "Los cañones de Navarone".

“El ojo del diablo” (“Eye of the Devil”, 1966), de J. Lee Thompson.

Con un maravilloso reparto comandado por una de mis actrices preferidas, Deborah Kerr, es un film atmosférico, con una exquisita fotografía en blanco y negro, que nos sumerge en un ambiente casi onírico que parece un cuento de hadas. Como siempre la interpretación de Niven es magistral. Para él actuar siempre fue muy fácil, además se le daba muy bien hacer también de personajes vulnerables. Brujería, ritos paganos, sacrificios  y  con el añadido de Sharon Tate y Donal Pleassence, que más se puede pedir... Una delicia y un claro antecedente de la magistral "El hombre de mimbre".

 "Los cañones de Navarone" ("The Guns of Navarone", 1961), de J. Lee Thompson.

Con una repartazo de lujo y otra dirigida  por J.Lee Thopsom,  obtuvo muchos premios e incluso el Oscar a los mejores efectos especiales. Como siempre, el bueno de Niven nos deleitea con magníficos discursos cargados de intensidad y magistralmente actuados cuestionando las indecencias de Gregory Peck. Una gran película de aventuras, cuando en Hollywood se arriesgaban a ser originales y sus films tenían un excelente ritmo.

"Un cadáver a los postres" ("Murder by Death", 1976), de Robert Moore.

Otro plantel de actores inmejorables en esta comedia de misterio que homenajea a escritores y personajes importantes del suspense. Con una conclusión que se ríe un poco de esos finales tramposos de algunas famosas novelas de misterio. David Nieven y Maggie Smith, inspirados en Nick y Nora Charles, hacen una pareja perfecta con unos vestuarios maravillosos y unas interpretaciones magnificas, y que para mí son los más encomiables del film.

Joanna

"El placer de las damas" ("The Statue, 1971), de Rod Amateau.

Junto con "Vampira" la otra perla "camp" protagonizada por Niven es esta comedia puramente british que hizo a la crítica rasgarse las vestiduras. Le acompañan en el reparto Virna Lisi, Robert Vaughn y un joven John Cleese.

"Muerte en el Nilo" ("Death on the Nile", 1978), de John Guillermin.

Tras su denostado pero exitoso remake de "King Kong", John Guillermin se puso tras las cámaras para esta estupenda adaptación de "Muerte en el Nilo" de Agatha Christie donde Peter Ustinov daba vida a Hércules Poirot. Niven formaba parte del elenco de grandes nombres que, como marcaban los cánones de las super producciones de los setenta, llamaban la atención del respetable desde el mismo cartel del film.

"Los cañones de Navarone" ("The Guns of Navarone", 1961), de J. Lee Thompson.

Uno de los más inolvidables títulos del cine bélico vertiente "men in a mission". Producción británico-estadounidense que contó con un reparto excepcional y dirigido con mano diestra por el inifravalorado J. Lee Thompson. La participación de David Niven en esta cinta le acompañaría durante toda su filmografía, participando en más películas de corte bélico-aventurero hasta el final de sus días. De 1980 data "Lobos marinos", en la que Niven volvió a coincidir en el reparto con Gregory Peck.

Jorge Arincón

"Mesas separadas" ("Separate Tables", 1958), de Delbert Mann.

David Niven obtuvo aquí su único Óscar interpretando a un mayor veterano de la segunda guerra mundial retirado, que vive en una pequeña pensión y que descubriremos más adelante esconde algún vergonzoso secreto. 

El reparto es espectacular con Deborah Kerr, Burt Lancaster o Rita Hayworth entre otros. 

Película al estilo de otras anteriores cómo aquella "Gran Hotel", en la que se cuentan varias historias entrelazadas, en este caso de los inquilinos de una modesta pensión en una pequeña localidad inglesa.

David Niven obtuvo un merecido reconocimiento aquí encarnando un papel a su medida.

“La Pantera Rosa” (“The Pink Panther”, 1963), de Blake Edwards.

Aquí Niven interpreta a un ladrón de guante blanco, con modales de gentleman, nadie más adecuado para ese papel. 

Muy divertida comedia con un gran Niven y un genial Peter Sellers en el papel del Inspector Clouseau, sin olvidarnos de esa banda sonora de Henry Mancini.

Blake Edwards estiraría el chicle y nos dejaría más secuelas, creo recordar que en una más de ellas contó con Niven.

“A vida o muerte” (“A Matter of Life and Death”, 1946), de Michael Powell y Emeric Pressburger.

David Niven interpreta aquí a un piloto de la Raf cuya muerte es inevitable ya que su avión está en llamas, no dispone de paracaídas y se encuentra en medio del mar. En ese fatídico momento contacta por radio con una muchacha americana de la que se despide...

Cuando el protagonista despierta, milagrosamente está vivo y además en el lugar donde vive la muchacha con la que habló en su despedida, a la que conoce y se enamoran.

Ésta película es muy interesante por muchas cosas, la original propuesta del guion con el tío que está entre los dos mundos, la forma de combinar el uso del Technicolor con el blanco y negro,...

El único pero que le pongo es la parte del juicio en la que se dirime si va al otro mundo o se queda en la tierra, ahí la película pierde un poco de ritmo y se hace más aburrida.

Esther Checa

Se podría decir popularmente lo de “este niño tiene el demonio en el cuerpo” o “tiene hormiguillo” por sus múltiples facetas y extensísima producción. 

Su biografía no autorizada debe ser bastante “speedica”. A mí me llama poderosamente la atención lo de su primera esposa, Prímula, jugando al escondite en la casa de Tyrone Power y su malogrado final ( curioso que Power también tuvo un colofón en El Escorial bastante inesperado mientras hacía el papel de Salomón). Cosas de la farándula, pero que “sale hasta trama curiosa” sin forzar  la maquinaria imaginativa.

Otra faceta sorprendente de Niven es la de escritor, que, a parte de sus “100 secretos….” para varios aspectos de la “life”, tiene alguna novela como “Rocas escarpadas” en la que llama la atención la mezcolanza de lo frívolo con lo cómico. Esto hace pensar si Niven supera a sus personajes más marcados, al contrario o es una simbiosis. 

Es sin embargo, “Traigan los caballos vacíos” y sus memorias de los años en Hollywood , “David Niven. Memorias” lo que más nos acerca a una vida “de sinsudores”.

Destacable para mí también en “Goodyear Theatre”, el episodio de 30 minutos “Danger by Nigth” ( T1, Ep. 3) emitido el 28/10/57 donde está mayestático. 

En cuanto a lo que nos ocupa, films:

“Un cadáver a los postres” ( “Murder by death”, 1976), de Robert Moore.

Es una cinta que no caduca con el tiempo, sino que gana. Con todos los elementos de intriga clásicos y muy “british”. Niven suelta su torrente interpretativo y “sintiéndose en su salsa”. Con matices buenísimos, a pesar de la aparente sobriedad y hace que uno se quite el sombrero ante su sobresaliente interpretación. 

”El secreto del castillo” ( “Candleshoe”, 1977), de Norman Tokar.

El film está tratado para la época con un halo bastante diferente y lúdico, así como didáctico en alguna parte para personitas como espectadores con menor edad sin perder en calidad. Un bien escaso. Niven demuestra ese torbellino interpretativo que es desarrollando un manojo de papeles y roles diferentes pero todo a la vez ( mayordomo, jardinero, chófer….) y sin caérsele el “sombrero”,  hace gala de todo su carisma e ironía. 

” Vampira” ( “Vampira”, 1974), de Clive Donner.

Sin tratarse de lo más comentado de su filmografía, a mí me parece que interpretar este horror-show- cómic es tremendamente difícil y muy avanzado para el tiempo que corría. 

Con un “regustillo” que anticipa el splatter incluso. Y, aunque el papel requiere histrionismo, en ningún momento resulta sobreactuado y sí muy brillante.

Aunque no olvido su oscarizada ”Mesas separadas”, “La mujer del obispo”, “Buenos días, tristeza”, “La Pantera Rosa” o “Los cañones de Navarone”, (entre otras), en las que siempre ejecuta bien su trabajo y es reconocido por ello, papeles marcados y su presencia en escena, (drama como comedia de “galanzote”, yo me quedo con la media sonrisa irónico/ satírica que nos ha regalado en pantalla y  hasta como escritor. 

Pepe Torres

A lo largo de medio siglo, el gran David Niven construyó una carrera sobre militares, aristócratas y personajes cosmopolitas, distinguidos gentlemen británicos que incluso incluyeron encarnar a Sir Bond, James Bond, o dar la vuelta al mundo en 79 días sin perder nunca ni un ápice de su flema. Reducir su carrera a solo tres títulos es extremadamente complicado, así que voy a ser emocional y no cerebral. Como diría Michael Curtiz, “traigan los caballos vacíos”.

"La jungla en armas" ("The Real Glory", 1939), de Henry Hathaway. Hathaway, el mayor hijodeputa de Hollywood, es uno de mis directores de cabecera y sus otros últimos de Filipinas, enfrentados a crueles moros, es uno de mis títulos favoritos de su filmografía. David Niven, aún encarnando papeles de reparto, ya daría el salto al estrellato ese mismo año.

"A vida o muerte" ("A Matter of Life and Death", 1946), de Michael Powell y Emeric Pressburger.

 Powell, otro de mis preferidos, permite a Niven construir uno de sus más memorables personajes, otro de sus “héroes” reacios y una hermosísima historia de amor más allá del destino.

“Los cañones de Navarone” (The Guns of Navarone, 1961), de J. Lee Thompson.

Adoro el subgénero de “hazañas bélicas” y Thompson consigue uno de los films más memorables en una década irrepetible de grandes producciones con repartos soberbios, exotismo y acción. Su experto en explosivos protagoniza varios de los mejores momentos y aporta una refrescante actitud sardónica.



Emilio Malet

“Los cañones de Navarone” (The Guns of Navarone, 1961), de J. Lee Thompson.

"Muerte en el Nilo" ("Death on the Nile", 1978), de John Guillermin.

“La Pantera Rosa” (“The Pink Panther”, 1963), de Blake Edwards.


Oscar "Woody" Correa

"La vuelta al mundo en ochenta días" ("Around the World in 80 Days", 1956), de Michael Anderson.

Phileas Fogg, interpretado por David Niven, casi que si hubiera que elegir un actor del elenco mundial intemporal que encarnara Phileas Fogg el primero que le vendría a la mente a casi todo el mundo sería Niven (algún actor más aparecería), pero ya no es casi posible separar Fogg de Niven. La película es reconocida por su espectacularidad como gran producción de la época, Niven aporta un aire de elegancia y determinación al personaje de Fogg, encarnando perfectamente al caballero inglés del siglo XIX. La película además fue un éxito de taquilla en su época y ganó cinco premios Oscar, incluyendo Mejor Película.

“La Pantera Rosa” (“The Pink Panther”, 1963), de Blake Edwards... y secuelas...

La serie de películas de la Pantera Rosa es icónica en gran parte gracias a la presencia de Niven como el elegante y astuto Sir Charles Litton, también conocido como "El Fantasma". Niven aporta un encanto irresistible al personaje, combinando humor y su genuina sofisticación de manera magistral. Su interacción con Peter Sellers, quien interpreta al inspector Clouseau, es uno de los puntos destacados de la serie. La mezcla de comedia, intriga y romance, junto con la presencia carismática de Niven, han asegurado su lugar en el recuerdo de los aficionados al cine durante décadas (aunque a las nuevas generaciones se le haga más complicado).

"Un cadáver a los postres" ("Murder by Death", 1976), de Robert Moore.

Aunque David Niven no protagoniza la película, tiene un papel destacado como el millonario Lionel Twain, quien invita a los mejores detectives del mundo a su mansión para resolver un asesinato simulado que se convierte en una situación real de misterio y comedia. La película es mítica por su elenco estelar, que incluye a Peter Sellers, Maggie Smith, Alec Guinness y Truman Capote, entre otros. Aunque David Niven no es el protagonista, aporta su característico encanto y elegancia al papel de Twain, el excéntrico y misterioso millonario. Aunque no es una de las películas más conocidas de David Niven, su participación añade su toque de clase y sofisticación marca de la casa a esta divertida comedia de misterio.







 

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