sábado, 23 de marzo de 2024

Mis tres favoritas de... Tim Roth



 Malina Murnau

“Rob Roy (La pasión de un rebelde)” (“Rob Roy”, 1996), de Michael Caton-Jones.

Sin duda pongo en primer lugar Rob Roy. Aquí Roth está simplemente bestial. Creo que es mi favorita de él. La película cuenta como protagonista a Liam Nesson (que también está entre mis actores favoritos) pero en esta ocasión Roth se come con patatas a todos los del elenco, casi sin esfuerzo. La novela es un coñazo tremendo (Walter Scott), no terminé de leerla. Pero para mí esta vez la película gana al libro.

“Reservoir Dogs” (“Reservoir Dogs”, 1992), de Quentin Tarantino.

Qué decir de esta pequeña joya del celuloide. Una puta maravilla. Aquí fue donde descubrí a Tim Roth y quedé a sus pies. Creo que no hace falta decir más de este film.

“Cautivos” (“Captives”, 1994), de Angela Pope.

Una dentista con un recluso, y hay mamoneo entre ellos. Ya con esa trama y siendo el protagonista que es, ahí lo dejo.  Roth aparte de ser un pedazo de actor, me pone bastante perraca (risas) y en esta película ya ni te cuento. 

Es bastante complicado poner tres cuando un actor te gusta tanto. Se quedan auténticas maravillas de él. Incluso para algunas de tv como “El estrangulador de Rillington Place” (2016), aquí lo hace tan bien que da una grima y un asco tremendo. Y tremendas "Sin vuelta atrás" (1997). "Gridlock'd" (1997). Y otras tantas... Un actor bueno no, lo siguiente. Adoración total por Tim Roth.

Alfonso Romero

“Reservoir Dogs” (“Reservoir Dogs”, 1992), de Quentin Tarantino.

La película que lanzó internacionalmente la carrera de Tim Roth, la tarjeta de presentación de un nuevo valor a tener muy en cuenta, el director Quentin Tarantino, y uno de los títulos imprescindibles de la década de los noventa. Roth es el policía infiltrado en una pandilla de gánsteres en esta revisitación del “City on Fire” (1987) de Ringo Lam salpimentada por la cinefilia y cinefagia de su realizador, donde caben también desde los cómics de “Los 4 Fantásticos”, a las películas de Pam Grier, e incluso los locutores de radio al estilo de los que escuchábamos en “Punto límite: Cero” (1971) o “Un mundo aparte” (1976). El cine de acción Made in HK se miraba en el espejo de Godard sin perder por el retrovisor los clásicos del noir usamericano, contando con Lawrence Tierney, el tipo duro de la RKO, como el jefe del gang mafioso. El cine no volvería a ser el mismo tras su estreno.

“El estrangulador de Rillington Place” (“Rillington Place”, 2016).

Miniserie británica de tres episodios donde Roth construye a un creíble e increíblemente mezquino Reg Christie. La trama ya la había llevado Richard Fleischer al cine en 1971, logrando un film memorable, y esta producción donde esta metida la BBC la recupera sustentándose en buena parte en el buen hacer de su elenco artístico.

“Invencible” (“Invincible”, 2001), de Werner Herzog.

István Szabó ya había llevado a la pantalla la vida del llamado “mago de Hitler” en 1988 con “Hanussen (el adivino)”, y en 2001 Herzog lo volvía a hacer, pero centrando la historia en la figura cercana a aquél de Zishe Breitbart. Tim Roth es aquí precisamente Hanussen quien, ayudado por supuestos poderes paranormales, llegó a convertirse en el profeta del Tercer Reich.

Miguel Romero

“Reservoir Dogs” (“Reservoir Dogs”, 1992), de Quentin Tarantino.

Aunque ya tenía una buena carrera frente a las pantallas, fue la ópera prima de Quentin Tarantino la que le dio a conocer al gran público. Éste también contaría con Roth en “Pulp Fiction”, “Los odiosos ocho” y “Érase una vez en Hollywood”, aunque en esta última sus escenas se quedaron fuera en el montaje final.

“Sin vuelta atrás” (“No Way Home”, 1996), de Buddy Giovinazzo.

Tim Roth protagonizó el segundo largometraje de Giovinazzo (el del “Combat Shock” de la Troma) en el papel de un tipo lento que acaba de salir de prisión.

“Llamando a las puertas del cielo” (“Don’t Come Knocking, 2005), de Wim Wenders.

Al cumplirse el 20 aniversario de “París, Texas”, Wenders y Sam Shepard volvieron a trabajar juntos. En esta ocasión el dramaturgo además de firmar el guion se encargó del papel principal (también hubo uno para su compañera, Jessica Lange), el de una estrella del wéstern venida a menos. Roth ocuparía otro de los principales roles.

Alfonso Carlos López

“Rob Roy (La pasión de un rebelde)” (“Rob Roy”, 1996), de Michael Caton-Jones.

Esta película épica sobre el lengendario héroe escocés por la soberanía de Escocia me fascinó. Tim Roth encarna al villano Archibald Cunningham, de modales suaves y educados, pero de crueldad increíble. La interpretación es buenísima y Tim Roth borda el papel con esa elegancia de la época en una actitud versallesca a la vez que de militar ducho en el manejo de la espada, pero con una dureza y crueldad en la guerra tremenda, llegando incluso a la violación.

“Los Odiosos Ocho” (“The Hateful Eight”, 2005), de Quentin Tarantino.

Fabuloso film de Tarantino en el que Tim Roth interpreta a un verdugo, Oswaldo Mobray, que viaja a Red Rock, y que actúa con ese saber estar propio del actor. Hay diferentes personajes que se refugian por una ventisca en La Mercería de Minni, en una trama muy elaborada que gira en torno a un cazador de recompensas y la entrega de la fugitiva Daisy Domergue. Impresinante reparto con, además de Tim Roth, Samuel L. Jackson como Marquis Warren, Kurt Russell como el cazarrecompensas John Ruth, etc…

“Reservoir Dogs” (“Reservoir Dogs”, 1992), de Quentin Tarantino.

Este film icónico de Quentin Tarantino cuenta con la magnífica interpretación de Tim Roth en el papel de el Sr. Naranja, que es un policía que se ha infiltrado en el grupo de ladrones. Seis criminales profesionales son contratados por Joe Cabot y su hijo, no se conocen entre sí y mantienen el anonimato utilizando nombres de colores. Cuenta además de con Roth con un perfecto elenco de actores protagonistas: Harvey Keitel, Chris Penn, Steve Buscemi, Lawrence Tierney y Michael MadSen. La banda sonora es grandiosa... no os la perdáis.

Pepe Torres

Desde que comenzara a actuar por cosas del azar y para nuestra fortuna, Tim Roth ha demostrado una y otra vez un enorme rango interpretativo (desde el slapstick en “Four Rooms” a los dramas históricos, pasando por los numerosos cabronazos que pueblan su filmografía) y puede presumir de una carrera variopinta que no le hace asco ni a la televisión ni a los blockbusters superheroicos. Los tres primeros títulos que me vinieron a la cabeza acabaron resistiendo en la selección final. Te quiero, Honey Bunny.

"Hecha en Gran Bretaña" (“Made in Britain”, 1982), de Alan Clarke.

 Pocas veces un actor causa una primera impresión tan poderosa como su Trevor, delincuente juvenil, 16 años, inteligente y elocuente, pero también racista, airado y violento. Un skinhead con una esvástica tatuada en la frente y rebelde ¿sin? causa en la Inglaterra thatcherista del “No future”, la falta de oportunidades y el discurso de la amenaza migratoria como raíz de todos los males (qué poco hemos avanzado en más de 40 años...). Do you feel lucky, punk?

“The Hit. La venganza”, ("The Hit", 1984), de Stephen Frears.

Una road movie de huida hacia la nada que emparenta con “Fuga sin fin” de Richard Fleischer, también situada en nuestro país, en la que encarna a Myron, un inolvidable e impulsivo aspirante a criminal teñido de rubio. ¡Y salen Pirri, Will More y Quique San Francisco!

“Reservoir Dogs” ("Reservoir Dogs, 1992), de Quentin Tarantino.

El Señor Naranja, su debut norteamericano, heredero de sus personajes precedentes en el cine negro inglés, marcó su estruendoso salto al estrellato (aunque su físico y acento marcados le alejaron de personajes heroicos). FUCK YOU! FUCK YOU! I'M FUCKIN' DYING HERE! I'M FUCKIN' DYING!

Fernando Rodríguez Tapia.

Aunque mi idea era haber destacado títulos de distintas décadas, en la selección final ha primado su etapa de los años 90.

"Reservoir Dogs" ("Reservoir Dogs", 1992), de Quentin Tarantino.

La película manifiesto de Tarantino concentra una selección de actores tan potente como equilibrada. Lo de menos es que el atraco perpetrado sea fallido y genere una situación opresiva que se va desarrollando a lo largo del metraje con secuencias memorables y un ritmo perfecto. Tim Roth encarnaba al Señor Naranja y se pasaba casi todo el metraje con una bala en el estómago que le iba desangrando física y psicologicamente. La relación paterno filial que mantenía con el Señor Blanco (Harvey Keytel) era llevada hasta las últimas consecuencias en un climax nihilista impensable en un cineasta primerizo. Una película casi perfecta.

"Cuestión de sangre" ("Little Odessa, 1994), de James Gray.

Otro debut excelente enmarcando en un thriller dramático con la mafia rusa de origen judio y la familia como vectores de la narración. Tim Roth interpretaba a Joshua, un asesino que regresaba a casa y tenía que hacer frente a los demonios del pasado y del presente. Uno de los mejores trabajos del actor y el inicio de una de las filmografías más interesantes del cine norteamericano de las últimas decadas.

"Invencible" ("Invincible", 2001), de Werner Herzog.

El advenimiento del nazismo dentro de un relato situado en 1932 que sirve a Herzog para retratar a dos personajes ciertamente especiales y ajenos en sus motivaciones: el forzudo Sigmund Breitbard (Jouko Ahola), un judío de origen polaco que acaba adquiriendo resonancias míticas, y el misterioso Hanussen (Tim Roth), un astrólogo ocultista en cuyo cabaret berlinés se concentra el público filonazi. Obra aparentemente anacrónica que mantiene su propia singularidad tanto en el cine de la época como en la propia filmografía de su autor.

Emirock Cortijo

En las tres de Tim Roth volvemos a picar de tres géneros distintos:

“Reservoir Dogs” (“Reservoir Dogs”, 1992), de Quentin Tarantino.

La primera, es evidente, fue la película que puso de moda el nuevo cine indie nortamericano y trajo al gran público al cine de gánsteres. El actor londinense fue seleccionado para el papel más complicado de toda la banda, el Señor Naranja, agente infiltrado y gran protagonista en la obra seminal de Quentin Tarantino.  Roth está genial en este metalenguaje de un actor actuando sobre cómo actuar ante el capo y el resto de la banda de ladrones más cool del cine.

“Rob Roy (La pasión de un rebelde)” (“Rob Roy”, 1996), de Michael Caton-Jones.

La siguiente es el film de aventuras sobre la vida y obra de Rob Roy, el llamado Robin Hood de las Highlands escocesas. Aquí Tim Roth interpreta magistralmente al villano de la función, Archibald Cunningham, trabajo por el que obtuvo la nominación al Oscar en la categoría de mejor actor secundario, premio gordo que sí obtuvo en la academia de cine británica, llevándose el Bafta. Y es que los villanos le encajan a su personalidad como un guante.

“El increíble Hulk” (“The Incredible Hulk”, 2008), de Louis Leterrier.

Y por último escojo su inclusión en el universo Marvel siendo la némesis de Hulk, Abominación, contraparte del gigante esmeralda. Lo cierto es que siendo este film uno de los más olvidados del UCM, su interpretación llena de garray determinación del soldado Emil Blonsky, sube el nivel del film cada vez que aparece, a pesar de estar rodeado por un reparto estelar encabezado por Edward Norton, apoyado por William Hurt y Liv Tyler. En el tercer acto, ya transformado en Abominación, el personaje pierde profundidad y desarrollo en beneficio de la acción y el combate final entre los dos gigantes.

Importante sería su aportación al film, ya que es el único actor que ha seguido participando con Marvel, apareciendo en “Shang-Chi y la leyenda de los  diez anillos” y la serie de Hulka, en este vasto universo compartido marvelita.

Joanna

“El cocinero, el ladrón, su mujer y su amante” (“The Cook, the Thief, His Wife and Her Lover”, 1989), de Peter Greenaway.

Una de las mejores películas de un director obsesionado por el arte al que la crítica no suele comprender. Greenaway gusta de romper los muros que conforman las tradiciones y convencionalismos puramente cinematográficos, fundiendo sus películas con otras disciplinas como la pintura o el teatro (cuando no la arquitectura), logrando que la crítica más obstusa se rasgue las vestiduras ante lo que no conoce ni llega a comprender.

“El cocinero, el ladrón, su mujer y su amante” es una deliciosa (ejem) comedia negra donde el erotismo y la muerte (y la comida) son el menú. Bon aptétit.

“Four Rooms” (“Four Rooms”, 1995), de Allison Anders, Alexandre Rockwell, Robert Rodriguez y Quentin Tarantino.

Miramax, en sus buenos tiempos, reunió a cuatro de los realizadores de su escudería para componer una antología de episodios que tienen lugar en un hotel y cuyo nexo de unión es el personaje del botones, a quien interpreta un Tim Roth que brilla cada vez que sale ante la cámara. Cuatro historias (más la que las une, como en los films de Amicus o de Creepshow) tan retorcidas y en ocasiones inverosímiles como divertidas e ingeniosas. Lo mejor, ese juego en el último de los episodios donde emulan “El hombre del sur” y hablan de la adaptación televisiva con Steve McQueen... que concluye con un inesperado y brillante fin por parte de Roth.

“Pulp Fiction” (“Pulp Fiction”, 1994), de Quentin Tarantino.

Uno de los arranques con más garra del cine de los noventa: Tim Roth y Amanda Plummer (que responden a los cariñosos apodos de Pumkin y Honey Bunny) charlan tranquilamente de cosas triviales en un diner para, acto seguido, revelarse como una pareja de outlaws con la intención de atracar el establecimiento. La pareja no deja de ser una parodia (tal vez revancha) de los protagonistas de “Asesinos natos”. Tarantino había declarado previamente su disconformidad con lo que Oliver Stone había hecho con su guion. El espectador se quedaba planchado en la butaca y la cosa sólo había hecho empezar.

Esther Checa

“Hecha en Gran Bretaña” (“Made in Bretain”, 1983), de Alan Clarke.

Me fascina el metraje y la trilogía completa de ira. En esta en concreto Roth, hecho aún un “pimpollo” muestra unas dotes interpretativas demoledoras en un papel bastante difícil y con mucha “chicha” para poder expresar todos los matices que tiene para representar a cierta parte violenta de la sociedad de un país y profundizando en el inevitable paso por instituciones y naturaleza reincidente, y con pocos visos de redención, pero también consigue sacar la expresividad justa para dar a entender qué late tras la actitud y dejar “entreverado” si existe (o no) cualidad humana (calidad es más dudoso).

Es admirable como Roth consigue a través del personaje incomodar, agitar y conseguir lo que el director parece pretender: una reacción.

Además, esos planos de 360º, steady cam y seguimiento del personaje hacen que nos quede en la retina bien incrustada su “alargada sombra”.

“Vatel” (“Vatel”, 2000), de Roland Joffé.

El film es una “delicatessen” con una trama para degustar (nunca mejor dicho, del hambre que entra con tanto manjar a la vista). 

Ese marqués de Lauzun maquiavélico, conspirador y ladino, pero a la vez tan carismático es inolvidable encarnado por Roth. 

“El hombre sin edad” (“Youth Withouth Youth”, 2007), de Francis Ford Coppola.

En esta cinta tan diferente Roth encarna a ese profesor de tal modo que su “savoir faire” da aún un halo más fantástico y espiritual a este cuento con olor a muchos “dejá vu”, casualidades y causalidades que se dan en la vida y/o en la oniria (se nota que la novela la escribió un historiador rumano de religión).

Roth añade más atmósfera dentro de la distopía y ejes alternativos para percibirla. 

Está soberbio en todos los sentidos.

No puedo dejar de mencionar su “The war zone “como director (tan personal y comprometido), así como destacar también su papel en “600 Miles”, “Twin Peaks. El Retorno”, como Van Gogh en la miniserie “Vincent y Theo” (a pesar de lo “flojita” que es, él está fantástico) o como Señor Naranja en “Reservoir Dogs”.

Oscar Villalta

“Pulp Fiction” (“Pulp Fiction”, 1994), de Quentin Tarantino.

Aunque a muchos les pese, una obra maestra que marcó un antes y un después en la forma de concebir la planificación cinematográfica. Un espectacular reparto coral, dentro del cual tenemos a un Tim Roth en su salsa, que aunque su actuación no ocupe mucho metraje, sirve como un detonador divertido, cruel y hasta romántico, que da pie al cúmulo de locuras que estamos a punto de presenciar. Todo un clásico ya en la Historia del Cine.

“Reservoir Dogs” “Reservoir Dogs”, 1992), deQuentin Tarantino.

El pistoletazo de salida del señor Tarantino, muy inspirado en "City on Fire" de Ringo Lam, basaba todo su poder en la intensidad de sus diálogos y una violencia seca, encapsulada de forma minimalista. Una vez más, grandes actores dándolo todo y aprovechando al máximo unas líneas de texto, alguna de las cuales acabaron siendo míticas. Tim Roth, en el papel de Freddy, nos hace partícipes de su agonía, en esa muerte progresiva y extremadamente lenta, de una forma magistral y totalmente inolvidable.

“Rob Roy (La pasión de un rebelde)” (“Rob Roy”, 1996), de Michael Caton-Jones.

Si hablamos de Tim Roth, es justo recordar la película por la que recibió su única nominación al Oscar. De inevitable comparación con "Braveheart", cabe decir que "Rob Roy" es mucho mejor de lo que popularmente se recuerda. Un bonito canto a la libertad con hermosos paisajes naturales y escenas bastante crueles, desatadas sobre todo en su tramo final. Personalmente, siempre me encantó este film, y el personaje de Tim Roth es completamente alucinante: Cunningham, ese representante de la nobleza opresora que, con sus actos deleznables, consigue provocar en el espectador un odio estratosférico. Debió ganar ese Oscar. Se tenía que decir y se dijo.

Jorge Aricón

Imposible para mí señalar las mejores películas de Tim Roth sin que me vengan a la cabeza sus colaboraciones con Tarantino.

"Reservoir Dogs" ("Reservoir Dogs, 1992), de Quentin Tarantino.

Impresionante su papel cómo policía infiltrado en un reparto espectacular, y en el que Tim Roth es capaz de brillar al lado de gente de la talla de Harvey Keitel, Steve Buscemi, Michael Madsen,...

Igual que Ray Liotta encontró el papel de su vida en "Uno de los nuestros", Tim Roth lo encontró aquí y difícilmente vuelva a estar alguna vez en un papel tan importante y tan reconocido.

Cuando el cine vivía una crisis creativa importante, llegó Tarantino con esta película y lo cambió todo. Peliculón que no me canso de ver mil veces y para mi gusto la gran actuación de la carrera de Tim Roth.

"Pulp Fiction" ("Pulp Fiction", 1994), de Quentin Tarantino.

Pues si "Reservoir Dogs" fue impactante, qué decir de lo que supuso "Pulp Fiction". Siempre recordaremos esa escena inicial en la que Tim Roth interpretando a un delincuente de poca monta se lanza con Honey Bunny al atraco de una cafetería cualquiera mientras comienza a sonar la frenética banda sonora.

"Los odiosos ocho" ("The Hateful Eight, 2015), de Quentin Tarantino.

Una película esta en la que me gustaron muchísimo algunos momentos y otros menos. No es una película redonda para mí, como si lo son otras de su autor. Tim Roth se me asemeja mucho aquí al Cristopher Waltz de "Django desencadenado".

Oscar "Woody" Correa

"Reservoir Dogs" ("Reservoir Dogs", 1992), de Quentin Tarantino.

Supongo que el 99% de la gente que haga una lista de Tim Roth la habrá elegido, pero es que marcó el debut de Tim Roth en Hollywood y lo catapultó a la fama. Roth interpreta al Señor Naranja, un joven e inexperto ladrón que se une a un grupo de criminales muy sui generis. La actuación de Roth es intensa y emotiva, especialmente en las escenas en las que su personaje lucha por ocultar su verdadera identidad y las heridas que ha sufrido. Su interpretación contribuye significativamente a la tensión que marca toda la película, convirtiéndola en un clásico del cine independiente, gracias a su inestimable colaboración.

"Pulp Fiction" ("Pulp Fiction", 1994), de Quentin Tarantino. 

… y otra de Tarantino (quien en una entrevista en la que fue preguntado por los tres actores que considera los mejores de su generación, incluyó a Roth junto con Sean Penn y Nicholas Cage!!!). En esta película legendaria de Quentin Tarantino, Tim Roth interpreta a Pumpkin, uno de los dos ladrones que intentan robar una cafetería al comienzo de la película. Aunque su aparición en pantalla es breve, Roth deja una impresión duradera con su actuación llena de energía. La actuación es breve pero impactante de Roth y es un ejemplo de su habilidad para hacer que cada momento en pantalla cuente, añadiendo un toque de humor y tensión tanto al inicio de la historia como en el final de esta mítica película. 

"Funny Games" ("Funny Games", 2007), de Michael Haneke.

En este Remake americano de la película de Michael Haneke, dirigida también por él mismo, Tim Roth interpreta a George, el padre de familia, quien junto con su esposa e hijo se convierte en víctima de dos jóvenes psicópatas en su casa de vacaciones. Roth ofrece una actuación emotiva y desgarradora, transmitiendo la desesperación y el horror en medio de una situación aterradora e incomprensible. La película es brutal y lanza una provocadora reflexión sobre la naturaleza del espectador y su participación en la violencia ficticia, que aunque peor que la original alemana mejora gracias a la actuación de Tim.

Emilio Malet

"Pulp Fiction" ("Pulp Fiction", 1994).

Antes y después. Aunque Tarantino ya nos dio un aperitivo con "Reservoir Dogs", "Pulp Fiction" marca un antes y un después en la forma de hacer cine. Magistral.

"Los Odiosos ocho" ("The Hateful Eight", 2015), de Quentin Tarantino.

Sin los excesos de "Django desdencadenado" y con un reparto de escándalo, a este relato de Agatha Christie en el Oeste no le falta ni le sobra un minuto.

"Reservoir Dogs" ("Reservoir Dogs, 1992), de Quentin Tarantino.

Como "Por un puñado de dólares" de Leone, la frescura y espontaneidad no la igualan las que vinieron después aunque sean mejores en muchas cosas.



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