lunes, 15 de enero de 2024

La Cripta de los Condenados: José Luis Salvador Estébenez


José Luis Salvador Estébenez (Madrid, 1979). Se inicia en la escritura cinematográfica de forma tardía a instancias de los responsables de Psychotronic Kult Video, labor que amplía con su entrada en el staff del portal especializado pasadizo.com. A partir de entonces ha publicado en múltiples cabeceras nacionales e internacionales, tanto en soporte físico como digital. En el primero, ha participado de forma más o menos regular en los fanzines Cine-Bis, El Buque Maldito, Exhumed Movies o Monster World, entre otros, además de colaborar en las veteranas y prestigiosas revistas cinematográficas Dirigido por y Nosferatu. También ha participado en varios libros colectivos, entre los que podemos mencionar los dos volúmenes de Cine fantástico y de terror español (T&B, 2015-2016), así como los monográficos Cine policiaco español (1950-1963) (Calamar Ediciones, 2020), Entrevistas con directores de cine fantástico (Kane Ediciones, 2021), Las fabulas mecánicas. Guillermo del Toro (Calamar Ediciones, 2016), Las pesadillas de Wes Craven (Arkadín Ediciones, 2016), Shyamalan. El cineasta de cristal (Almuzara, 2019) o Juan Piquer. Mago de la Serie B (Muestra de Cine Fantástico de Castellón, 2011). Dentro de este ámbito, ha coordinado Paul Naschy/Jacinto Molina: la dualidad de un mito (Vial of Books, 2017), obra que estudia desde diferentes vertientes la trayectoria del director, actor y guionista madrileño, y en compañía de Carlos Díaz Maroto el volumen sobre el director de La matanza de Texas La casa de los horrores de Tobe Hooper (Vial of Books, 2019). Es además autor de libretos y audiocomentarios para varias ediciones en DVD de diferentes exponentes genéricos y textos suyos han aparecido en catálogos de instituciones como Filmoteca Española e Instituto Cervantes. Desde diciembre de 2007 dirige La abadía de Berzano (https://cerebrin.wordpress.com/), donde da cabida a su pasión por el cine de género europeo, sin menoscabo de otras temáticas.


¿Cuál fue el primer referente que recuerdas en el fantástico y el terror?

“La guerra de las galaxias” cuando todavía la llamábamos así y no con el anglicismo de “Star Wars”. Puede decirse que he sido un apasionado del universo creado por George Lucas desde que tengo uso de razón, en gran parte por influencia paterna. Fue algo que estuvo muy presente durante mi infancia, como, por otra parte, imagino que le pasó a muchos de los de mi generación. Ya sabes, muñecos, naves, las series de dibujos animados de Droides y Ewoks, los telefilms sobre estos últimos… Y eso que solo tengo recuerdo de haber visto en aquel momento una de las películas, y no tengo claro si era El imperio contraataca o El retorno del jedi. Lo que si devoré en infinidad de ocasiones fue un capítulo de la serie de animación de Los teleñecos que tenía grabada en VHS de la tele, en el que parodiaban La guerra de las galaxias e incluía escenas de la película real. Y luego, cuando finalmente salieron las películas en video, no te puedes imaginar las veces que las pude ver, sobre todo la primera; tanto, que a día de hoy continúa siendo mi preferida. 

¿En el terreno cinematográfico, cuál es tu director favorito del género?

Muchos y ninguno. No te voy a negar que hay ciertos directores por los que siento una especial predilección. La lista es larga. Actuales te podría citar a Pascal Laugier, Ti West, la dupla formada por Aaron Moorhead & Justin Benson, David Robert Mitchell, Paco Plaza, Joe Begos, Gabriele Mainetti… Y clásicos Terence Fisher, Roger Corman, Sergio Martino, Antonio Margheriti, Luigi Cozzi, Roy Ward Baker, Jacques Tourneur o nuestro Juan Piquer Simón, sin olvidar a un cineasta tan atemporal como Steven Spielberg. Y, bueno, como sabéis todos los que me conocéis, tengo una especial debilidad por las incursiones en el género de Amando de Ossorio, aunque, al mismo tiempo, soy muy consciente de sus debilidades y limitaciones. Así que no, no tengo un director favorito. O, al menos, no uno en concreto.

¿Y quiénes son tu actor y actriz preferidos que han despuntado en el mismo?

Actores, Vincent Price, Peter Cushing y Narciso Ibáñez Menta. Pero ya no solo dentro del género; me atrevería a decirte que de todo el cine en general. En cuanto a actrices, me quedo con la guapísima Barbara Shelley, seguida a cierta distancia por su paisana Barbara Steele. 

¿Cuál destacas como tu película de terror predilecta?

Va por días. Según me pilles puedo decir que La profecía o Drácula, príncipe de las tinieblas. Y si tengo el día tonto, El ataque de los muertos sin ojos o La perversa señora Ward. Me pasa lo mismo que con los directores, aunque en un sentido distinto. Si con estos es porque, realmente, no hay ninguno que me mate, con las películas me es imposible quedarme solo con una.

¿Universal o RKO? ¿Hammer o Amicus?

Haciendo gala una vez más de mi indecisión, entre la Universal y la RKO no me decanto por ninguna. Las dos me gustan mucho por distintos motivos. Puede que cualitativamente el ciclo de Val Lewton sea más interesante, pero aunque quizás hayan envejecido peor, las películas de la Universal, además de determinantes en la configuración del género durante mucho tiempo y de poseer varias obras maestras indiscutibles, tienen varias muestras de esas que denominan menores que disfruto especialmente, como puede ser el caso de La zíngara y los monstruos.

En cambio, entre la Hammer y la Amicus no tengo dudas. Tengo mucho cariño a los films de la Amicus, cierto, pero la Hammer es la Hammer. Para mí es el cine de terror en mayúsculas, así de claro. O, dicho de otro modo, la idea que tengo de una película de terror es la de una película de la Hammer. Crecí con ellas, fueron fundamentales en mi educación y en la formación de mi gusto cinematográfico y, además, son muy buenas. La mencionada Drácula, príncipe de las tinieblas, El cerebro de Frankenstein, Doctor Jekyll y su hermana Hyde, Capitán Kronos, cazador de vampiros, Kung fu contra los siete vampiros de oro, La maldición del hombre lobo, ¿Qué sucedió entonces?, Las novias de Drácula, La gorgona, El beso del vampiro, El sabor del miedo, La novia del diablo, La plaga de los zombis, Frankenstein creó a la mujer… Y paro porque podría seguir un buen rato más citando títulos. No hay color.

¿Cuál es tu subgénero favorito dentro del terror y el fantástico?

El terror gótico. Mi amor por el cine de terror se fraguó cuando, siendo un niño, vi en La 2 un ciclo dedicado a Roger Corman que, básicamente, estaba compuesto por sus adaptaciones de Poe más El hombre con rayos X en los ojos. Y, quieras o no, eso marca. Desde entonces siempre me han fascinado las historias ambientadas en lejanos castillos situados en medio de ninguna parte y la consiguiente sensación de aislamiento y encierro que conllevan. Será por la magia del cine y el poder de la imaginación, pero son estas historias tan alejadas de mi realidad las que siento más cercanas, posiblemente por ese distanciamiento que en principio existe con la situación que plantean y que hace que, paradójicamente, me las crea más que las que se inscriben dentro de las pautas del cine de terror, digamos, realista, que no suelen atraerme demasiado. El cine es escapismo, y para ver este último tipo de historias no hace falta más que abrir el periódico o ver el telediario.

¿Casan bien el terror y el erotismo?

Por supuesto. Es más, no concibo el terror sin erotismo. Es algo que está inscrito en los propios genes del género. El Eros y el Tánatos de los clásicos, ya sabes. Anida en nuestro inconsciente y está relacionado con esa dicotomía del sexo como generador de vida y la muerte como terminación de la misma. Principio y fin unidos en un mismo todo. Es un cliché, pero ciertamente hay pocas cosas más terroríficas que la imagen de una bella muchacha siendo acechada por un monstruo, un fantasma o un asesino que amenaza con poner en riesgo su vida. Y eso es por algo.

¿Cómo ves el género en los últimos años?

Seguro que no tan mal como se empeñan en afirmar ciertos agoreros que viven permanentemente instalados en aquello de que cualquier tiempo pasado fue mejor. Siempre se ha hecho buen y mal cine de género, y hoy no es ninguna excepción. Es verdad que ahora hay mucha más producción y eso repercute en que se haga más basura. Por otra parte, la proliferación de plataformas y el modelo que se ha instaurado en nuestra sociedad ha hecho que las películas actuales, salvo honrosas excepciones, carezcan de esa voluntad de permanecer que existía antaño, y estén más orientadas al consumo rápido de usar y tirar. Hay que tener en cuenta también que, por motivos obvios, cada vez es más difícil que un film sorprenda o innove con todo el cine que llevamos a nuestras espaldas a estas alturas. Y luego está esa necesidad perentoria que parecen tener distribuidoras, plataformas y algunos medios de publicitar prácticamente todas las semanas entre la producción actual una nueva “obra maestra” que, después, no resulta tal y que, lógicamente, contribuye a que nos hagamos a la idea de la mala salud que atraviesa el género. Si esas son las buenas, como serán las malas…
Pero, al mismo tiempo, en la actualidad la realización de películas de género fantástico y de terror no se limita únicamente a unos países muy determinados como ocurría antes, sino que provienen prácticamente de todo el mundo, en muchos casos aportando puntos de vista novedosos, precisamente, por su no familiaridad con el género. También está el tema de la distancia temporal, que hace que quizás seamos injustos e infravaloremos en algunas ocasiones a los films por el simpe hecho de ser actuales, cuando no ocurriría lo mismo si estuvieran hechos hace treinta, cuarenta o cincuenta años. De algún modo, nos cuesta aceptar que esa película que acaban de estrenar pueda convertirse en un clásico. Y por último, y no menos importante, está la posible imagen equivocada que nos podamos hacer del cine de género actual si nos basamos únicamente en lo que nos llega a través de los canales “oficiales”, que al menos en España suele limitarse a los exponentes más comerciales, por decirlo de algún modo, mientras que muchos de los mejores títulos dentro del género de cada temporada suelen permanecer inéditos en nuestras pantallas, más allá de su paso por festivales especializados. En definitiva, y por no enrollarme más, actualmente se hace buen cine fantástico y de terror, pero hay que tomarse la molestia de buscarlo y tener cierta amplitud de miras.

¿Cuál es la película más salvaje y gamberra que recuerdas?

A voz de pronto diría que Braindead. Tu madre se ha comido a mi perro, pero pensándolo un poco más creo que sería Zombis nazis 2, que añade a los ingredientes de la película de Peter Jackson unas agradecidas dosis de incorrección política, que es algo que, tal y como está el patio ahora mismo, valoro cada vez más.

¿Cuál es tu escritor favorito del género?

Edgar Allan Poe. El resto son imitadores.

¿Cuál sería tu grupo o solista musical favorito dentro del fantástico y el terror?

Realmente no es que sea un grupo musical de fantástico y de terror, pero las canciones de temática macabra de Eskorbuto me tocan mucho. Por ejemplo, “Enterrado vivo”, “Descanso eterno”, “Aquí no queda ni Dios”, “El infierno es demasiado dulce”, “Rogad a Dios por los muertos” o, sobre todo, “La sangre, los polvos, los muertos”. Me pasa lo mismo con otro grupo encuadrado en principio en aquello que se llamó el Rock Radical Vasco, Vómito. Luego ya, dentro de unas coordenadas “más genéricas”, Kante pinrélico, Desechables y Parálisis permanente, claro.

¿Cuál es tu comida favorita? (puedes indicar hasta tres platos distintos) ¿Y la bebida?

En la bebida lo tengo claro, la cerveza. Y si es alemana y de trigo, mejor. Y la comida, salta a la vista que soy de buen comer, así que me viene bien casi todo. No sé, por decirte algo, no le hago ascos a un chuletón al punto.

¿Crees en el más allá? ¿Piensas que hay algo más que este mundo?

Me gustaría creer y ojalá que exista. Sería tranquilizador pensar que no somos simple fruto del azar y daría algo de sentido a esta constante incertidumbre que es la vida. Pero, por desgracia, todo parece apuntar a que de la nada venimos y hacia ella nos dirigimos. Tirando una vez más de psicología barata, puede que este sea otro de los motivos por los que me atrae tanto el género fantástico. De algún modo, la presencia en sus historias de fantasmas, demonios y demás seres sobrenaturales me tranquiliza subconscientemente al hacerme creer que sí, que hay otras formas de existencia más allá de esta que conocemos.





 

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